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Por Murmullo10012
Hace 11 años / Respuestas: 10 / Lecturas: 368

Balada a la Luna Triste. Capítulo 1: Ellos

@Murmullo
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Pues bueno, he comenzado un libro. No por ser medieval/fantástica ya debe de ser una copia barata de Juego de Tronos y/o El Señor de los Anillos Intentare que no se parezcan en [b]nada[/b]. Bueno, perdonen si hay alguna falta de ortografía, aunque lo he repasado como 5 veces...en fin, lo dicho, a disfrutar Y critiquen, lo que necesito es mejorar, y mas al poco nivel en el que me encuentro ahora.
[b]1ª Épica:[/b]Sol y Luna Capitulo 1: Ellos [b]Ellos[/b] le perseguían. Corría a través de un frondoso bosque de rosales y secuoyas. Las gotas del rocío que impregnaban el aire se quedaban agazapadas a los pétalos de las rosas a su alrededor. No eran rosas normales, eran rosas de la muerte, de un negro carbón, tan bellas y mortíferas a la vez. Parecía que las gotas de agua, en vez de hacerlas vivir, las marchitaba. Cruzó de un salto unos matorrales y siguió corriendo su camino, no se podía parar a mirar. Ellos le pisaban los talones. Las secuoyas le tapaban la vista del cielo. Eran inmensas, parecían deformados gigantes a los que la edad y la gravedad no parecían haberles dejado huellas con el paso de las décadas. De colores anaranjados, todas se alzaban, imponentes, rodeadas por enredaderas de rosas negras. La tenue luz de un sol saliente le daba un aura casi mística al bosque encantado que estaba surcando. Siguió corriendo sin parar, la cota de maya le pesaba y le apretaba contra la piel, cada movimiento le rozaba las heridas infectadas, pero el sabía que no podía parar, por cada paso suyo, Ellos daban cinco, ya los podía oír jadeándose detrás suya. De repente, salió de la fortaleza de árboles hacia una pradera. Se quedó quieto, maravillado y a la vez aterrorizado ante lo que veía. Estaba en una especie de pradera en medio del bosque, llena de flores rojas, un rojo antinatural, demasiado brillante para poder existir. Pero lo mas escalofriante era lo que había tendido sobre las flores. Cadáveres de oro y carne, de polvo y de tiempo, tendidos en las flores, recostados unos encima de otros. No podía definir las formas de muchos, pero algunos eran humanos. Esqueletos deformes y dorados. Estaban tendidos sobre cuerpos enormes. Montículos de carne grotescos. Se acercó a uno de ellos. Los esqueletos, a su alrededor, parecían haber muerto intentando alcanzar a aquellas masas deformes. Se acercó a una, se quedó quieto, bajo una luna ya creciente. Las lágrimas le corrieron por las mejillas. No podía creer lo que veía, eran gigantescos leones alados, dos veces el tamaño de un caballo normal. Estaban todos muertos, los ojos amarillos de estas criaturas miraban ya al vacío. Tenían el pelaje gris. Se acercó, quería tocar su piel, pero no tardó en darse cuenta de que no tenían un pelaje convencional, en algunas partes como la barriga o detrás de las piernas tenían escamas, brillantes y plateadas que parecían danzar al son de la luz de la tenue Luna, excepto a la altura del cuello, en donde una frondosa melena rubia que les cogía la cabeza yacían a modo cabellera. Leones alados, parecía imposible, y habían cerca de una docena allí, tirados junto a los esqueletos dorados. De pronto, escuchó un aullido feroz, penetrante, casi de ultratumba, los aullidos de Ellos. En ese momento, al intentar huir, se fijo en lo que había en el centro de la pradera, lo más hermoso que había podido ver jamás. Entre toda esa muerte, yacía un [b]Drago[/b], completamente dorado, majestuoso y retorcido sobre si mismo, alcanzando alturas inimaginables. Resplandecía de tal modo, que en un radio de varios metros, todas las flores rojas se teñían del dorado de su tenue luz. Ellos no sabían trepar, podría resguardarse de ellos allí. Pero de repente, los sintió. Miro al fondo de la pradera, ahí estaba el primero, esa horrenda criatura, le miraba con sus ojos rojos, presagiando la muerte. Su melena escarlata ondeaba al viento y su pelaje, gris de manchas negras, le camuflaba entre las sombras de los árboles de los que aún no había salido. No le daría tiempo a llegar al árbol antes de que El le alcanzara, tenía que matarlo, antes de que los otros llegaran, debía sobrevivir, por el bien de todo lo que alguna vez cualquier humano ha amado, debía vivir por la causa que le habían encomendado. Pero sabía perfectamente que El lo quería matar, no era tonto, había descubierto, ni más ni menos, uno de los 6 corazones del mundo, el que Ellos defendían. Miró al cielo. Vio la luna, gigantesca, abarcaba casi todo el cielo, como siempre. -La luna…-pensó-la representación del dolor humano, sin duda, la más pura razón de existencia nuestra, y la de nuestras pesadillas. Ahora que por fin los había visto, a los leones alados, no se podía permitir morir. La capucha negra que llevaba, a juego con toda su armadura del mismo color, le tapaba la vista. Se la bajó, dejando al descubierto su densa cabellera rizada tan negra que parecía brillar a la luz de la luna. Miró con sus ojos felinos, color ámbar, a su adversario. Desenvainó su espada, “Rosa Florette”, una espada cuya cruz se retorcía, cual rama, protegiéndole el brazo y bajando de forma irregular por la hoja de la espada, enroscándose alrededor de ella, simulando a una raíz. Nunca se había parado a mirar lo bonita que era, toda de negro y con contornos adornados en brillante plata, con una hoja algo mayor de 5 centímetros y con los lados redondos, sin afilar. Excepto en su punta, toda la hoja era redonda, haciendo que fuera más un florete de gala (de ahí su apodo) que una espada de batalla. Pero aún así, la espada era una de las más mortíferas del reino, habiendo combatido innumerables batallas con ella, como el asedio a “Eyon”, batalla en la cual uno de sus hermanastros murió delante de sus ojos… Pero El no parecía esperar a que terminara de salir de sus pensamientos. Se lanzo hacia el bravo caballero sin previo aviso, sin honor…, a sus cuatro y deformes patas, galopó por la pradera, gritando como un fantasma. Maldito ruido, le desconcentraba, le aturdía… El se cernió encima suya. De un mandoble se lo quitó de encima. Las heridas anteriores le escocían. Sabía que no podía matar a esa bestia, era demasiado poderosa. Ellos, esos seres, eran iguales a los cuentos que le contaba su abuela de niño. Criaturas felinas, pero con una cara casi humana, de no ser por su hocico, se erguían sobre dos patas traseras bastantes cortas y se propulsaban con las dos delanteras, el doble de grande de lo normal, por lo que caminaban con los codos hacia afuera. El se abalanzó sin tregua, cada golpe que le daba él lo paraba por puros reflejos, con una suerte casi divina. Sabía que no podría aguantar mucho tiempo así. Había vivido toda su vida esperando ese momento, y ahora que estaba hay, iba a morir irremediablemente. Esos pensamientos le enfurecían. El estaba preparado para morir, se lo habían enseñado desde niño: “Morir a manos de un rival mas fuerte, es morir con honor”. Pero el, estando en ese campo rojo, con los cadáveres de oro, el Drago dorado, los leones grises, y la luna imponente en el cielo, se dio cuenta de cuanto deseaba vivir. De un salto escapo de los ataques de su rival. Se pasó los dedos por su barbilla, raspándose los dedos su barba del día, que se había afeitado hace poco. A cuenta de esto, se dio cuenta de algo. Se fijó que El, en todo el combate, había evitado entrar en la zona iluminada por el Drago dorado, y eso que se movía a una velocidad endiablada. Tal vez esa fuera su salvación. Ya oía a los otros Ellos llegar, debía actuar deprisa. Fue corriendo a la zona iluminada por el Drago. El le atacó, pero con un salto acrobático que hizo, esquivó el placaje. Consiguió llegar hasta la zona luminosa. El otro estaba dudoso, apartándose del radio del Drago. Lo sabía, había vencido, solo tenía que esperar a que el sol saliera, y entonces esas odiosas criaturas de la oscuridad se irían. Se dio cuenta de que ya habían llegado, todos Ellos, estaban a las sombras de los árboles. Se estremeció, habían cerca de 50. Todos abrieron sus fauces, doloridos, y empezaron a aullar, con sus voces de ultratumba. Casi le estallan los oídos, no podía aguantar esa presión. Le iba a estallar la cabeza. De pronto se detuvieron en seco. Miraron a través de el, hacia el otro lado de la pradera. Se quedaron inquietos, yéndose poco a poco hacia atrás. El que le había atacado estaba consternado, asustado. Miro al cielo, el Sol aún no había salido del todo, aunque ya se perfilaba por el horizonte. La tenue luz les rozó suavemente sus pieles pálidas y grises, pero no huyeron. Pensó, que tal vez El que le había atacado no huía de la luz, sino del Drago. Tuvo un pensamiento -tal vez huyera de lo que protege a este Drago- tembló. Que podría ser que les diera miedo a esas criaturas, ¿algo peor? Apretó sus labios. Esperaba que no. De repente, el sol estuvo en casi en medio del cielo, tapando la mitad de la enorme luna, lo que ellos llamaban “La hora del poniente”, en el tanto la luna como el sol compartían su sitio en el cielo. La luna, la enorme luna, que según le habían contado, no siempre fue así, y el diminuto sol, al lado de ella. Su abuela le había contado una historia: -Hace mucho tiempo atrás, solo existía el sol, enorme, poderoso, todos los hombres morían abrazados por éste, hasta que el sol creó a la luna, su alter-ego, para que los hombres pudieran vivir en paz. Pero la luna, perversa, poco a poco, se fue alimentando mas y mas de todo lo que encontraba, hasta que alcanzó a cubrir todo el cielo por la noche. Desde entonces, el sol se debía de conformar con mirar a lo lejos como la luna atraía a la luna, como los océanos se levantaban inundando toda la tierra-, aquella era fue conocida como “La era del inicio”,recordó. Ahí empezó toda esta locura… Miró la luna, se había teñido de rojo, ya bañada por los rayos del lejano sol. Ellos miraron al frente de repente. Se sintió un temblor. Ellos bajaron la cabeza sumisos. El que le había atacado corrió a resguardarse entre los árboles con el resto de su clan, y fue cuando el, Tyrell, vio como la felina bestia, por arte de magia, en medio de su correría, se prendió fuego. En solo un instante, el cuerpo cayo al suelo, carbonizado, y su piel se desintegró, dejando ver sus huesos, unos huesos dorados. Tyrell se asustó. Miro hacia arriba, rezó a la luna, para que le protegiera. Hubo otro temblor. Cerró los ojos. Y otro, y otro, cada vez mas cerca. Se apoyó en el tronco del Drago, sabía que había algo detrás del árbol, acercándose por el otro lado de la pradera. De pronto los temblores pararon. Y lo escucho. Se quedo consternado, fuera lo que fuese que hubiera detrás suya, soltó el sonido mas hermoso que jamás había escuchado. Era una voz dulce, que le lleno el alma, parecía el canto de una princesa. Se sintió seguro. Pero vio como Ellos, abriendo lo más que le permitían sus achinados ojos, corrieron, huyendo de ese canto. Tyrell volvió a sentir miedo, y de repente, escucho una respiración al lado suyo. Por el rabillo del ojo vio que una figura aparecía de al lado de los troncos del árbol. Miro la figura, que brilló con el resplandor del sol, y no le dejo ver bien. De repente, sintió no solo miedo, sino terror. Un cúmulo de sentimientos se le vinieron de golpe. Se cayo de rodillas. Y pudo ver la figura perfectamente. La reencarnación de la belleza…y la muerte. Como una rosa negra. La miró, y ella le miró a él. Rió, y de repente, ya le daba igual si moría. Ante aquel ser, sin saber por que, empezó a reír a carcajadas, no sabia si de terror, no sabia si de felicidad, pero hasta lloró de la risa, y cuando acabó, se levantó, cogió su “Rosa Florette” y se atravesó el corazón con ella. Mientras moría, miro a la criatura una vez más y le dijo con una sonrisa en su cara complacida: -Oh, mi señora, ¿Cuál cruel puede ser la vida? Toda mi existencia buscándote, y cuando al fin te encuentro, resulta que tengo que morir por el bien de la humanidad. Hazme un favor y vive. Lo ultimo que escucho “Ser Tyrell” fue aquel maravilloso rugido. Y así se quedó, apoyado en el Drago dorado, con una sonrisa en la cara y con una rosa negra en el cabello. Fin del capitulo 1
EDITADO EL 23-06-2012 / 18:26 (EDITADO 6 VECES)
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Dagarace74Hace 11 años1
Expectacular,lo unico que podria decir es que escribieses algunas partes mas claras definiendo mejor a quien te refieres sin cambiarlo solamente no mezclandolo tanto.
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Murmullo10012Hace 11 años2
@Dagarace
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Expectacular,lo unico que podria decir es que escribieses algunas partes mas claras definiendo mejor a quien te refieres sin cambiarlo solamente no mezclandolo tanto.
Muchas gracias por leerlo Bueno, si, la verdad es que se confunde todo un poco, con lo de Ellos, ahora hiva a mejorarlo poniendo la E de Ellos en mayuscula, aunque no empiese en la frase, como si fuera un nombre propio, en la E de El, para diferenciarlo del protagonista Y bueno, tranquilo, que en los próximos capítulos no habrá tanto lio (tengo escritos 3 por ahora y hoy empezare a escribir el 4º (Date cuenta de que escribo uno por día, el Domingo escribí este capitulo ) Y bueno, muchas gracias por leer de nuevo mi humilde obra [b]Edito:[/b] Ya está, lo he cambiado un poco, he corregido alguna que otra falta y lo he pulido para que se entienda mejor, si puedes, leelo ahora haber si notas la diferencia
EDITADO EL 20-06-2012 / 18:17 (EDITADO 1 VEZ)
2 VOTOS
Dagarace74Hace 11 años3
Si se nota la diferencia y si subes el resto me gustaria leerlos mandame un mensaje que te tengo en amigos   yo tambien habia pensado en escribir un libro y de hecho tengo hecho el argumento con un poco de suerte nos hacemos escritores los dos  
EDITADO EL 20-06-2012 / 21:00 (EDITADO 1 VEZ)
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Murmullo10012Hace 11 años4
@Dagarace
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Si se nota la diferencia y si subes el resto me gustaria leerlos mandame un mensaje que te tengo en amigos yo tambien habia pensado en escribir un libro y de hecho tengo hecho el argumento con un poco de suerte nos hacemos escritores los dos
Yo los capítulos los iré subiendo poco a poco aquí, así que se paciente. Mañana colgare el 2 Acabo de terminar ahora el 4º Y mucha suerte con tu libro
Dagarace74Hace 11 años5
Gracias y estare esperando impaciente el segundo  
Murmullo10012Hace 11 años6
@Dagarace
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Gracias y estare esperando impaciente el segundo
Ok, pero me parece que eres el único que lo hace p.d: avisame cuando hagas el libro, porque conozco un grupo donde lo puedes colgar
EDITADO EL 20-06-2012 / 23:17 (EDITADO 1 VEZ)
Dagarace74Hace 11 años7
Ok pero todavia no he terminado ni siquiera el argumento tardare bastante en terminar el libro entero porque quiero tomarmelo con calma.
aunque si en esa pagina cuelgan libros o capitulos pasamela para que la mire  
Murmullo10012Hace 11 años8
@Dagarace
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Ok pero todavia no he terminado ni siquiera el argumento tardare bastante en terminar el libro entero porque quiero tomarmelo con calma. aunque si en esa pagina cuelgan libros o capitulos pasamela para que la mire
de acuerdo
Galianka1091Hace 11 años9
@Murmullo
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@Dagarace
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Gracias y estare esperando impaciente el segundo
Ok, pero me parece que eres el único que lo hace p.d: avisame cuando hagas el libro, porque conozco un grupo donde lo puedes colgar
No digas eso, yo lo acabo de leer y me ha encantado,en serio está muy bien
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Murmullo10012Hace 11 años10
@Galianka
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@Murmullo
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@Dagarace
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Gracias y estare esperando impaciente el segundo
Ok, pero me parece que eres el único que lo hace p.d: avisame cuando hagas el libro, porque conozco un grupo donde lo puedes colgar
No digas eso, yo lo acabo de leer y me ha encantado,en serio está muy bien
Gracia , se que aún tengo mucho que mejorar, pero me esforzare para lograrlo
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Hay 10 respuestas en Balada a la Luna Triste. Capítulo 1: Ellos, del foro de Cine, series y libros. Último comentario hace 11 años.

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