Esteroides: del uso al abuso.

[size=9]Frank Zane, ganador de varios Mr. Olympia y poseedor de un físico verdaderamente impresionante. Derrotó a culturistas mucho más grandes que él gracias a un físico armónico carente de fisuras. Resaltando que gozar de un buen físico no está reñido con el intelecto, Zane se graduó en ciencias y se sacó un máster en psicología.
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Lograr un físico con >5% de grasa superando por +30kg el peso normal de las personas de tu estatura ¿Es éso posible? Naturalmente no, y nunca mejor dicho.

En nuestro periplo como amantes de los hierros nos encontraremos con muchos autodenominados adalides del culturismo, poseedores de unos músculos opulentos y una definición extrema. Es menester saber reconocer a dichos interfectos, puesto que son los principales responsables del engaño a gran escala que supone, dentro de la índole culturista, la promesa de que, consumiendo determinados suplementos, lograremos equipararnos a los susodichos.

Todos los conocedores del mundillo recordamos el punto de inflexión que supuso la famosa "Golden Age" del culturismo con respecto a los años precedentes: se alcanzaron brazos de más de 55 centímetros, músculos estriados y marcados hasta no más poder... en resumidas cuentas: en un panorama en el que se valoraba la proporción y la estética en detrimento de la masa, aparecieron auténticas moles de más de cien kilogramos que conservaban una estética cuidada (soslayando que la "estética" y el "culturismo de competición" no son muy equivalentes hoy en día), dando a entender que el tamaño y la proporción no son del todo antagónicos.

Ahora bien ¿Qué sustancia milagrosa fue la responsable de esos físicos apolíneos? Los esteroides, presuntamente inocuos y encarecidamente recomendados por los médicos a aquellos que, ansiando un nivel de hipertrofia muscular inalcanzable para su condición genética, recurren a los mismos a mediados-finales del siglo XX, son los principales responsables de esta redefinición del paradigma culturista.

Pero los años no pasaron en balde, y pronto salieron a la luz los numerosos efectos secundarios perniciosos que produce el consumo abusivo del famoso andrógeno artificial. La cuestión que nos ocupa es ¿Hasta qué punto es peligroso el consumo de esteroides?¿Puede su consumo moderado impedir la aparición de los efectos adversos?¿Qué dicen los estudios a este respecto?

No hay nada peor que consumir con desconocimiento, y este axioma es válido en cualquier campo. Muchos se dejan llevar por engaños y empiezan a consumir suplementos carísimos, aspirando a un físico imposible por medios naturales. Esperpentos de la escena culturista de la talla de Rafa Martín se encargan de pregonar un físico natural que de natural tiene lo que un caballo de carnívoro.

Justamente tuve la oportunidad de entrenar en el mismo gimnasio que dicho interfecto, y verle levantar pesos irrisorios con una ejecución lesiva a expensas de un físico que promete un rendimiento muy superior del mostrado es un signo inequívoco de su condición de anabólico con patas. Natural es, pero naturalmente estúpido. En lo que respecta a su físico, se han visto Barbies más orgánicas. Por ello, podemos evidenciar que, de gozar de una genética promedio, los esteroides son capaces de capacitar un crecimiento muscular envidiable sin necesidad de darlo todo en el gimnasio.

El amigo Rafa, ante todo, ha aprendido a consumir anabolizantes con cierto criterio. Hay signos claros de su consumo en su tremenda definición, sus trapecios hiperdesarrollados y su densidad muscular, pero no son ni por asomo tan evidentes como en el caso de, por ejemplo, los aspirantes al Arnold Classic. Esto se debe a que Rafa Martín no es culturista profesional, sino que vende su propio físico con el objetivo de enganchar a la gente a su carro de falacias y vivir amparado en el mismo: es la imagen de varias tiendas de suplementos, de gimnasios, etc... Siempre vendiéndose como 100% natural.

La línea que separa el uso del abuso es realmente fina. No nos vamos a parar en tecnicismos (uso de dos esteroides sinérgicos para optimizar sus efectos, etc), pero lo cierto es que hay que buscar, ante todo, un equilibrio entre los beneficios y los perjucios ocasionados por el consumo de los mismos.

Esclarecer, ante todo, que soy firme defensor del culturismo natural. Ni por asomo quiero vender el consumo de esteroides como el camino fácil y saludable de lograr un buen físico, pues nada más lejos de la realidad.

El consumo "responsable" se circunscribe entorno al uso discontinuado y en proporciones moderadas. Se busca aprovechar los conocidos monociclos de esteroides para construir músculo de calidad en el menor tiempo posible. Es importante empezar con esteroides de baja intensidad, e ir escalando en función de las necesidades musculares requeridas en tu objetivo (una persona que busca competir necesitará un consumo mucho mayor que el de una persona que busque un "cuerpo fitness").

En el abuso de esteroides se incurre en el consumo desproporcionados de los mismos, así como en la mezcla de los mencionados con otros fármacos (Hormonas de crecimiento, insulina, etc). Normalmente, los consumidores ingenuos son los que creen que los anabólicos son inofensivos y que ¿qué mal puede hacernos una sustancia que emula una hormona que ya producen nuestros genitales?

El famoso Andreas Munzer, persiguiendo ser el culturista más definido de la historia y alcanzar el título de mejor culturista del mundo (del que es principal representante su ídolo, Arnold), consumió esteroides y una veintena de fármacos más en el camino. Tras su muerte, resultado de un colapso multiorgánico, presentó las siguientes anormalidades:

- Un corazón que pesaba el doble que el de un ser humano normal (600g) -> Recordemos que los esteroides producen hipertrofia muscular, pero no de forma localizada. El corazón, al ser un músculo, también crece, y dicho crecimiento es un óbice en su correcto funcionamiento.

- 20 tumores en su hígado, algunos del tamaño de una pelota de golf -> Son necesarios más estudios para crear una férrea relación entre el cáncer y los esteroides, pero la misma ya es más que evidente.

- Una sangre demasiado espesa -> Los esteroides facilitan la aparición de coágulos sanguíneos, haciendo más frecuentes los problemas cardíacos entre sus consumidores.

- Testículos atrofiados -> Los esteroides producen atrofia testicular, esterilidad, impotencia, ginecomastia, calvicie...

Por ende ¿Os compensa su consumo? El consumo de andrógenos es lícito en determinadas circunstancia, como en un hipotético caso de déficit de testosterona sustentado en un informe médico, pero cualquier persona con un nivel de testosterona normal es capaz de desarrollar, con mayor o menor dificultad, un físico atractivo.

Por último, mencionar que hay ciertos aspectos en el físico donde los esteroides no tienen ni voz ni voto: la "cintura de avispa" y los "dorsales en V" resultan de una predisposición genética al tipo somático mesomorfo, por ejemplo. Recordar, a su vez, que conseguir un físico de revista consumiendo esteroides es muy improbable: hay que gozar de una genérica easygainer de manual, no hay más.

Como diría Nasser el Sonbaty: "Llegaremos hasta donde nuestra genética nos permita". 

Sí, aún tras leer este post, seguís empecinados en consumir esteroides, recordar que es importante alcanzar el mayor desarrollo muscular posible de forma natural antes de entrar de lleno en su consumo.



Recordad que podéis enviarme vuestras dudas sobre el mundo del gimnasio vía MP; encantado estaré de echaros una mano. Un saludo .
Esteroides, Uso, Abuso, Farmacos y Olympia
EDITADO EL 20-01-2016 / 22:12 (EDITADO 1 VEZ)