The Witcher 3: Wild Hunt: The Witcher 3: Mi mejor experiencia con un videojuego

(Lo publiqué hace pocos días en un grupo, pero me parece que también podría ir en el foro del juego)

Cuando compré The Witcher 3: Wild Hunt lo hice sin expectativas, sin prácticamente ningún conocimiento. Fue una compra a ciegas, casi aleatoria. Solamente sabía que se trataba de un videojuego de mundo abierto y que algunos lo definían como el “nuevo Skyrim”, mi obra favorita hasta ese momento. Así pues, me dispuse a probar el título protagonizado por “ese viejo”.

Tan solo al abrir la caja y ver una nota de agradecimiento por parte de la empresa desarrolladora, ya vi que se trataría de una experiencia muy especial. Y así fue. Ya des de un inicio, al empezar a jugar, me llamó muchísimo la atención su diseño, su belleza, su personalidad; lo vivo que se sentía su mundo. Un mundo crudo, maduro, y muy creíble.

Sus personajes me enamoraron completamente, empezando por el protagonista; Geralt de Rivia, “ese viejo” el cual, a día de hoy, se ha convertido en mi personaje ficticio favorito sin ninguna duda. Un hombre con mil caras, muchos tonos de gris, una gran personalidad con un sentido del humor ácido, irónico y sarcástico. En definitiva, un personaje que te hace sentir que existe, que realmente se trata de un ser humano (por muchas mutaciones que haya sufrido). Un brujo, un trotamundos que reacciona a los acontecimientos, alguien a quién nosotros construimos a lo largo del juego; y al mismo tiempo, él nos enseña cómo es su personalidad. 

El juego está repleto de decisiones; algunas sin mucha importancia, otras, con un gran peso para la trama principal y distintas misiones secundarias. Lo curioso, lo realmente magnífico de ese aspecto es que cualquier decisión que se tome puede parecer la correcta, es creíble que Geralt reaccione de esa forma; algo que te hace dudar, te cuestiona si realmente has obrado de la mejor forma posible y que crea una gran profundidad en la personalidad del protagonista.

Pero este aspecto no es exclusivo del brujo, prácticamente todos los personajes están realizados con un gran mimo, con una atención al detalle que nunca antes había visto en ningún otro videojuego; se sienten personas, dan inmersión, te muestran moralidad y sin duda, te motivan a seguir indagando en sus historias. Además, podemos consultar sus descripciones en cualquier momento dentro del apartado “personajes” en el glosario, donde podremos profundizar acerca de ellos y su relación con Geralt.

Como ya he mencionado, el entorno es creíble, y parte de ello es gracias a los inmensos mapas que conforman el juego, zonas repletas de contenido por ser descubierto y aprovechado: el juego premia la exploración y se agradece. 

Tenemos tres ramas de desarrollo de nuestro personaje, la de ataques físicos, uso de señales, que son magias básicas y la alquimia; además de contar con mutágenos para multiplicar sus efectos. Cada punto de habilidad que destinemos puede cambiar significativamente nuestra experiencia ingame y puede transformar la jugabilidad, haciéndola muy personal. Y hablando de la jugabilidad, es algo que sin duda a veces es un poco tosca, pero que va con gran consonancia con el estilo de pelear de los brujos. El juego te da la posibilidad de usar distintas armas como hachas, mazas e incluso una pala en la primera expansión, pero indirectamente te motiva a usar la espada; la herramienta por excelencia de los brujos. El uso correcto de las señales dependiendo de a qué enemigos te estés enfrentando, pudiendo consultar sus debilidades en el bestiario, así como aplicar los aceites o pociones correspondientes es un gran factor a tener en cuenta especialmente en las dificultades más elevadas. 

A lo largo del juego podemos ir creando nuestro propio equipo o conseguir ciertas reliquias, así como conseguir fórmulas para realizar pociones. En este apartado, como es en todo lo demás, el juego te ofrece muchas posibilidades con un sinfín de combinaciones. Y, del mismo modo que ocurre con las armas, The Witcher 3 apremia el uso de equipamiento de brujos, algo que te da muchas más ventajas respecto el equipo ordinario o incluso la mayoría de las reliquias. 

En términos de la historia, es maravillosa y goza de un gran nivel, donde nuestras decisiones en misiones secundarias condicionarán ciertos aspectos de la trama principal; una trama que tiene tres finales con distintas variables dentro de ellos. 

Nos encontramos ante un juego donde Geralt no es el héroe, no es el salvador, es un simple brujo que se ve enzarzado en cuestiones que van más allá de su comprensión y poder debido a una empresa personal. 

Tengo que hacer especial hincapié en sus dos expansiones, las cuales salieron bastante tiempo después del juego base. Lejos de ser necesarias para que el juego se sienta completo, ya que Wild Hunt es completamente redondo, Hearst Of Stone y Blood And Wine aportan gran contenido y lo que es más importante, de mucha calidad. La primera expansión tiene una trama que, no obstante sea considerablemente corta, es sobresaliente, y para mí, la mejor de juego, aportando personajes que me han llegado a marcar. La segunda, Blood and Wine, siendo completamente honesto, podría ser un título por sí solo. Nos muestra una nueva zona, el ducado de Toussaint, un lugar que parece haber salido de un cuento de fantasía. Tiene contenido valorado entre 20 y 30h de juego, y como no podía ser de otra forma, una historia muy interesante, con la mejor pelea de todo The Witcher 3.

A este videojuego le he dedicado más de 500 horas, con 3 partidas distintas, una jugando a nivel normal, otra en difícil y la última en NG+ con la máxima dificultad: La marcha de la muerte. Y estoy completamente convencido que volveré a rejugarlo no dentro de mucho tiempo. 
Incluso me ha llevado a acabar comprándome todos los libros de la saga de Geralt de Rivia; algo que me ha permitido profundizar y entender muchísimo más el universo creado por Sapkowski. Es simplemente así de bueno, lleno de detalles, totalmente colosal.

Podría hablar de esta obra de arte durante horas y aun así me dejaría muchos aspectos y características que me han cautivado; pero en definitiva, a día de hoy, puedo afirmar que aunque no sea perfecto, The Witcher 3 es el mejor videojuego que he jugado en mi vida.


Aquí dejo un link de un vídeo que he hecho recientemente contando lo mismo añadiendo soporte audiovisual del juego para quién quiera verlo:

Vídeo eliminado de Youtube
The Witcher 3 y Geralt de rivia