Análisis de Sonic Forces. La fuerza de la esperanza

Sonic Forces tampoco supone el resurgir del erizo de Sega, pero sí un importante paso, esperanzador, que podría tener continuidad en el futuro si se saben mitigar errores. En cualquier caso, es una aventura disfrutable, y ya es algo. Aquí su análisis.

El secreto de los videojuegos de Sonic está en el flujo. Fue la apuesta particular de esta licencia desde 1991: la velocidad. Precisamente, el problema que recurrentemente ha tenido que afrontar el Sonic Team ha sido el control de esa velocidad. En entornos 2D supieron desenvolverse bien, pero la llegada del 3D fue un quebradero de cabeza. Sonic Forces nos lo recuerda, lucha contra ello, con un resultado que es incluso mejor del esperado.

En multitud de ocasiones he caído al vacío o me han quitado los anillos sin que sintiese que fuese mi culpa. El torpe manejo de Sonic y sus aliados es la mayor pega que se puede poner al videojuego. Sin embargo, cuando funciona recuerda a los mejores momentos del erizo, tanto en 2D como en 3D, desde sus primeras apariciones en Megadrive hasta los Sonic Adventure de Dreamcast (considerados como cima tridimensional).

Sonic Forces vibra por momentos, con situaciones excepcionales y hasta ingeniosas. Cuando nuestro personaje va a toda velocidad llevándose por delante enemigos, caes justo donde quieres y la música te pone los pelos como escarpias, entonces los mecanismos resuenan. Eso es Sonic. No durante todo el tiempo, pero sí el suficiente como para dar a los fans algo que muchos ya habían perdido: la esperanza.


Sensaciones Sonic entrelazadas

Para entender bien ante lo que estamos, es bueno tirar de biblioteca. Sonic Colors (2010) y Sonic Generations (2011) son las mayores inspiraciones de este título, que apuesta por un remix de experiencias basadas en el pasado, aunque sin descuidar las novedades. Básicamente, el videojuego contiene un total de 30 niveles divididos en tres tipos de experiencias plataformeras que poseen la marca Sonic, las cuales se van alternando a lo largo de la trama.

En las fases exclusivamente 2D controlamos a un Sonic clásico que recuerda mucho a Generations, incluyendo el control. Muy simple, correr y saltar, pero con mucho encanto.


Las más importantes son las que ponen a los protagonistas a correr en 3D, con la cámara a la espalda. Son las más rebeldes en cuanto a control, con situaciones problemáticas que desembocan en algunas frustraciones, debido a un cuestionable diseño de niveles. Y aunque parezca paradójico, el juego al final sabe agradecer el tiempo invertido. Si logras superar el escollo y entras en la dinámica, se vuelve hasta divertido, invitándote a que hagas los mejores tiempos (hay marcadores online).

Como en Colors y Generations, estos niveles alternan perspectiva en tercera persona y lateral, añadiendo dinamismo a una fórmula que no experimenta grandes cambios. Propulsores, loopings, raíles… El clasicismo impera. Lo que cambia un poco la tónica es la gran innovación de Sonic Forces: nuestro avatar. Los niveles que jugamos con un personaje propio -diseñado por nosotros mismos- cambian en la forma de superarlos. La razón está en que podemos equipar armas para avanzar de distinta forma por el nivel, ya sea impulsándonos por caminos de anillos o volando a reacción.


Es uno de los juegos de Sonic más vistosos

La tercera experiencia es la más clásica, con fases al más puro estilo Sonic 2D noventero, recuperando -entre otros- al mítico Green Hill. Vuelve Eggman en algún que otro enfrentamiento, algo que por supuesto también hace en el plano 3D, junto a nuevos villanos que se suman a la fórmula. La trama no dista de lo visto en otras entregas, y sirve perfectamente a su función: servir de nexo entre niveles. Eso lo hace fenomenal, con diálogos in-game bastante frecuentes y en varios idiomas (incluidos español, inglés o japonés).


Las fases correspondientes a nuestro avatar permiten el uso de armas y habilidades especiales. Sacarles provecho puede repercutir en el hallazgo de nuevas rutas para romper cronos y puntuaciones.


Pero para que os hagáis una idea más clara, Sonic Forces es un auténtico batiburrillo de propuestas, con fases en 3D, en 2.5D y en 2D por los que van desfilando Sonic clásico, Sonic moderno y un amplísimo repertorio de personajes de la licencia. Como guinda, tú mismo, en la piel de un avatar que se podría interpretar como la representación del fan. Y es que, al fin y al cabo, el título es una metáfora de la imagen actual del erizo, en la que sus seguidores son sus más fieles sustentadores.

Para ellos está dedicado un videojuego con muchos altibajos, pero que al menos se le nota el esfuerzo depositado. El control es muy mejorable. Los jefes son interesantes pero les falta variedad. Hay niveles apoteósicos y luego otros menos inspirados. La cantidad de niveles es respetable, pero la duración es más bien escasa, porque en 4 ó 5 horas las has superado.

Sin embargo, hay algo muy importante en Sonic Forces, y es que una vez vistos los créditos, sentí ganas de volver, de repetir niveles. Es ahí cuando se nota la magia de hacer partidas perfectas, lidiando con los problemas de control, pero saliendo adelante y disfrutando, que es lo que cuenta. Para ese tipo de usuario, el videojuego es especialmente satisfactorio, ya que completar los niveles con la "S" y desbloquear las recompensas / retos lleva fácilmente a doblar o triplicar la duración. La rejugabilidad es potente.


El juego viene a ser una metáfora de la imagen actual del erizo

Hasta diría que el apartado audiovisual es "rejugable". Todo pasa tan rápido ante tus ojos, que necesitas revisitar niveles para fijarte en los detalles. Hay momentos gráficos que es una pena que pasen tan deprisa de lo hermosos que son. Escenas en un atardecer con explosiones de fondo, el espacio exterior con decenas de naves pululando… Lo mejor es que todo está bastante cuidado, resultando uno de los juegos de Sonic más vistosos.

El rendimiento es inferior en Nintendo Switch, con menor nivel de detalle en los niveles y una tasa que sólo llega a 30 frames por segundo. Por su parte, PS4 y Xbox One se desenvuelven a un mejor nivel (60fps), especialmente en el caso de PS4 Pro y Xbox One X, a través de mejoras gráficas (aunque leves).


También es uno de los que musicalmente más emocionan. Con Tomoya Ohtani a la cabeza, obtenemos un repertorio que combina música orquestada con temas cantados. Algunos se fusionan de tal forma con los niveles, y existen tan buenos cambios de ritmo, que logran potenciar el aspecto jugable, o al menos meterte más en la acción. En realidad, hay mucho talento en esta producción, aunque no se le ha sabido imprimir una velocidad constante.

Mientras jugaba, sentía por un lado lástima por un título de grandes propuestas que podía haber dado más de sí, y por el otro la sensación esperanzadora de que realmente a Sonic Forces no le falta tanto para escalar más alto. Tiene garra, fuerza y velocidad. Pero ya se sabe que la velocidad sin control no sirve de nada...

Interesante

La fuerza de la esperanza

Sonic Forces

Por: El equipo de 3DJuegos
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Sonic Forces es un videojuego hecho con pasión, que tiene mucha garra y al que no le falta velocidad. Sin embargo, la velocidad sin control no sirve de nada. Los desarrolladores arrastran problemas de anteriores entregas, con errores de diseño que tienen como epicentro al manejo de Sonic y sus compañeros. Quitando eso, y que el juego se hace algo corto, tenemos una aventura plataformera muy variada, con buenos gráficos y una poderosa banda sonora especialmente indicada para los más acérrimos fans del erizo de Sega.

Comprar Sonic Forces
  • Muy variado, con un remix de propuestas 2D y 3D
  • Visualmente destacado, con algunos niveles muy inspirados
  • Buena banda sonora, en especial los temas cantados
  • Alta rejugabilidad, con retos, coleccionables y marcadores online
  • Control deficiente, especialmente en jugabilidad 3D
  • Altibajos en flujo jugable y diseño de niveles
  • Escasa duración de la campaña
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 4-5 horas (mínimo)

Portada de 3DJuegos

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