Dungeons and Dragons es un mito dentro de los juegos de rol de mesa. Nacido en 1974, ha generado un desarrollo a todos los niveles artísticos: películas, libros y por supuesto videojuegos. Esta nueva incursión en este mágico mundo nos presenta un juego de acción directa con toques de rol, medianamente divertido pero sin destacar en ningún aspecto.
La distribución digital nos está permitiendo disfrutar de grandes juegos con un coste muy pequeño. Dungeons and Dragons no puede considerarse que cumpla esta máxima, pero sí es un juego que calidad-precio puede ser interesante, sobre todo para los fans de la doble D( D&D), y en base a esta regla debe ser analizado.
Dungeon and Dragons nos presenta un mundo clásico para la saga en el que nuestro objetivo es destruir al malo de turno: Rezlus. Debemos penetrar en su torre para salvar a Daggerdale, un mundo de minas donde los trastos están haciendo de las suyas. Tú, como buen héroe que se precie, debes aceptar esta sagrada misión y ponerte manos a la obra. Tu primera elección debe ser escoger el tipo de héroe que mas se adapte a tus gustos. Podemos elegir entre 4 opciones, con sus propias características, su propio armamento y, por consiguiente, con sus propios hechizos. A nuestra disposición tenemos: un humano, un elfo pícaro, un Halfling mago o un enano clérigo.
Una vez hemos seleccionado nuestro héroe debemos elegir su equipo, sus poderes, sus dotes, sus habilidades y sus características. Esta elección influirá directamente en el combate con nuestros enemigos, que es la base principal del juego. El sistema de evolución del personaje es totalmente clásico: mediante la obtención de puntos de experiencia al derrotar a los enemigos. Esta evolución nos permitirá mejorar sus características, obtener nuevos poderes, nuevas dotes y nuevas habilidades.
Tras la elección y puesta en marcha de nuestro héroe nos pondremos en el centro del conflicto, a soltar palos a diestro y siniestro. El sistema de juego está implementado mediante pequeñas misiones que debemos aceptar y realizar para poder seguir avanzando en el juego. En el modo individual estamos completamente solos y debemos combatir contra Hordas y hordas de enemigos.
Compañeros de armas
Uno de los puntos a destacar en esta nueva incursión D&D es la agilidad de su sistema de combate, ya que mediante la asignación de una habilidad a cada botón del mando podemos alternar rápidamente entre armas de corto alcance, medio alcance, hechizos, etc. Esto permite que los enfrentamientos contra múltiples enemigos sean ágiles y no se conviertan en algo frustraste, porque la base del juego son esas peleas con enemigos que no paran de salir por todas partes.
Otro punto a destacar es un conjunto de enemigos bastante variado y conforme al ideario del D&D original. Cada uno tiene sus propias peculiaridades, su propio nivel y cada uno tiene también su resistencia o debilidad a cada tipo de ataque. Por tanto, otro punto básico es el estudio de cada tipo de enemigo, sus fortalezas y debilidades, porque cuando te veas rodeado de enemigos tienes que ser capaz de utilizar la estrategia adecuada a cada enemigo.
El multijugador es la esencia de la mayoría de los juegos de descarga digital, pero además en este caso es la opción que da sentido a la experiencia D&D. El poder compartir nuestra aventura con tres compañeros de armas, cada uno con su propia experiencia, sus propias armas, sus hechizos, habilidades etc., confiere y da una unidad al conjunto. En solitario el juego se convierte en una experiencia demasiado dura, pero cuando te ves acompañado de tres colegas de armas la sensación varía por completo. La colaboración, la estrategia y el apoyo mutuo son las bases para poder alcanzar el éxito final y derrotar a Rezlus y sus secuaces.
El principal lunar de esta experiencia es el aspecto técnico y visual del juego. En un primer vistazo podemos hablar de un sistema gráfico y sonoro correcto, sin grandes altibajos, pero sin destacar en nada. Sin embargo tras jugar un buen rato, la sensación se vuelve más negativa. Destacando sobre manera un exceso de tearing y pop-in. Esta sensación nos acompaña durante todo el juego y afea mucho el conjunto. Entendemos que la experiencia D&D exige una experiencia visual y sonora por encima de la media. Esto no se cumple, y por ello la valoración del juego se resiente de manera clara.
El territorio de la descarga digital da pie a propuestas humildes, pero no exentas de calidad y que aportan al jugador nuevas experiencias jugables. Lamentablemente este D&D es simplemente una opción más en la jungla digital que no destaca en nada. Un juego realizado por y para los fans de esta mítica saga de rol.
