Análisis de F1 2011

Análisis de F1 2011
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A Nintendo 3DS le faltan todavía títulos de conducción, y todavía más si hablamos del subgénero de la simulación. F1 2011 llega para intentar cubrir ese hueco, aunque con la difícil tarea que se ha planteado: emular a las ediciones “next-gen”. ¿Lo habrá conseguido? Te contamos en qué posición llega lo nuevo de Sumo Digital para la portátil estereoscópica.

A pesar de haber terminado la temporada de Formula 1 con un Sebastian Vettel todopoderoso y una Red Bull aún más intratable aún, los videojuegos basados en la licencia del famoso circo motorizado no dejan de salir al mercado. En esta ocasión, le toca demostrar su potencial a la versión para Nintendo 3DS, que tal vez llegue un poco tarde, pero aún a tiempo para mostrarnos lo que los británicos de Sumo Digital (autores del F1 2009 para Wii) han sido capaces de lograr en la consola estereoscópica de doble pantalla.

Y lo cierto es que por ambición no ha sido. De hecho, cuentan con cierta experiencia en el género de la conducción, principalmente en su rama más arcade. Ahí está otra de sus mayores creaciones, Sonic & Sega All-Stars Racing, para atestiguarlo. Por ello, no es de extrañar que al introducirse en dominios tan intrincados como los del género de la simulación, el estudio se haya quedado en tierra de nadie.

Formula 3D
F1 2011 para 3DS tiene la forma del original -el fantástico simulador creado por Codemasters-, pero las sensaciones que transmite al volante y, sobre todo, a través de la pantalla, son muy diferentes. Sí, están todas las licencias, incluidos las 19 pistas oficiales, las 12 escuderías y los 24 pilotos actuales. También está aplicado el reglamento de la FIA a las carreras, desde las penalizaciones por saltarnos curvas hasta las motivadas por provocar accidentes. Incluso están presentes los novedosos sistemas KERS y DRS. No obstante, el principal problema es que, a pesar de sus buenas intenciones, el videojuego no logra nunca ser un simulador, acabando en el pozo de los arcades, y además tampoco con muy buena suerte.

Seguramente, estaríamos hablando de otro videojuego completamente distinto si Sumo Digital hubiera tomado la decisión, desde el principio, de crear un juego de conducción que no se suicidara al intentar emular a sus hermanos mayores. No ha sido así, pero aún así se le pueden ver aspectos positivos a este lanzamiento.

Por ejemplo, se aprecia una gran dedicación a la hora de intentar plasmar todas las características de las ediciones “next-gen”, como la meteorología variable, el desgaste de neumáticos o las averías aleatorias. Aunque no son visibles, los daños hacen igualmente acto de presencia en esta versión portátil. Sin embargo, lo que más apreciamos es la cantidad de opciones que se nos da para configurar nuestro monoplaza, donde hay lugar tanto para los que no quieren entretenerse demasiado (para eso están los “reglajes sencillos”), como para aquellos a los que les encanta ajustar todo al milímetro: altura de alerones, relación de marchas, geometría de neumáticos, barras estabilizadoras, dureza de la suspensión...

Las salidas de los grandes premios serán todo un espectáculo, y no por la emoción precisamente, sino por contemplar la IA tan caótica de este título. Sobrevivir será un milagro.
Las salidas de los grandes premios serán todo un espectáculo, y no por la emoción precisamente, sino por contemplar la IA tan caótica de este título. Sobrevivir será un milagro.

Aparte, la cantidad de modalidades disponible es extensa, emulando al resto de consolas con clásicos como la Carrera rápida, el Gran Premio, el Campeonato o la Contrarreloj, siendo este último modo especialmente reseñable por el hecho de que podemos competir contra nuestro propio piloto fantasma (o comparando tiempos con otros usuarios que nos crucemos gracias a la función StreetPass).

No obstante, la verdadera razón de ser de este cartucho es el modo Trayectoria, el cual -al igual que en 360, PS3 y PC- nos invita a completar una temporada escogiendo coche y poniendo nombre a nuestro propio piloto. Sorprende además que, a pesar de que se haya simplificado (no hay preguntas de la prensa, entre otros), tenemos la misma prueba inicial -la que hemos de superar para que nos acepten-, así como el conjunto de sesiones a superar (tres libres, tres clasificaciones y carrera) dentro del fin de semana que comprende cada uno de los grandes premios.

Es de agradecer que, enfatizando el carácter portátil de este F1 2011 para 3DS, se hayan añadido 60 desafíos, los cuales se convierten en uno de los principales reclamos para disfrutar del juego. El motivo está en que las tareas propuestas (completar un circuito esquivando barreras, adelantar a todos los monoplazas que podamos o pasar por puntos de control dentro de un tiempo límite) resultan muy interesantes. Mención especial se merecen los desafíos especiales, incluidos dentro del repertorio y que podrían proponernos, por ejemplo, completar las últimas vueltas de un gran premio lluvioso con ruedas lisas.

Por tanto, hay hasta buenas ideas en el videojuego, pero desgraciadamente no tan bien culminadas como hubiésemos deseado. Y es que uno de los mayores defectos del programa lo encontramos en su inteligencia artificial. Tan impredecible como ineficiente, la IA de los rivales dará igual que la pongamos en fácil, normal o difícil, puesto que será inevitable que se lancen inexplicablemente hacia nosotros y realicen “zigzagueos” ilimitados en plena recta.

Bandera negra en gráficos
El control, basado en el “stick” analógico, aunque algo caprichoso, se comporta bastante bien (máxime cuando es posible modificar la sensibilidad de giro). Pero hay algo que no se puede perdonar a un juego que intenta ser un simulador. Nos referimos al apartado gráfico. No es que nos encontremos ante una hecatombe visual, pero parece como si el videojuego se hubiera propuesto sacar a relucir todo lo que puede hacer mal una consola como Nintendo 3DS: superficies dentadas, objetos que se traspasan unos a otros, “popping”, numerosos defectos de iluminación...

La “intro” del juego (rescatada directamente de las versiones previamente citadas) nos hace frotarnos las manos para después dejarnos ver la realidad gráfica del juego, y no una precisamente agradable. La falta de definición es una constante a cada vuelta que demos, pero lo peor es el aspecto tan sumamente poligonal que muestran modelados de coche y de escenarios (propios de otra época). Todo carece de detalle, con texturas borrosas que a veces hasta nos impiden distinguir con claridad la publicidad de los monoplazas.

En resumen, un acabado visual muy pobre, indigno de una Nintendo 3DS que puede hacer mucho más. Ni tan siquiera tenemos daños visuales mínimos (no esperéis pérdidas de alerones) o una adecuada representación de la suciedad en los neumáticos, que se limpiarán, como por arte de magia, a las pocas décimas de segundo de volver a la pista. Hasta creemos que hay algún desalmado en el “paddock” de este F1 2011 que se dedica a robar espejos de retrovisores, ya que si no nos explicamos por qué no están. Y no es ninguna nimiedad, porque algunos necesitamos mirar hacia atrás mientras competimos (no, tampoco hay ningún botón que supla este defecto).

La pantalla táctil sólo nos servirá para cambiar de vista y consultar el orden de carrera, así como contemplar tiempos.
La pantalla táctil sólo nos servirá para cambiar de vista y consultar el orden de carrera, así como contemplar tiempos.

Por lo menos, las cinco cámaras del videojuego original siguen aquí presentes. Eso sí, la decisión de colocar el botón de cambio de vista en la pantalla táctil no ha sido la mejor decisión (menos cuando vas a 300 km/h y necesitas que todo esté accesible). Al menos, hay otros aspectos, como el “frame rate”, que se comportan, resultando robusto, al mismo tiempo que se aprecia algo de implicación al introducir aspectos accesorios, como el temblor de la cámara, lo cual potencia algo más la sensación de velocidad.

Aspectos como la lluvia están, de la misma forma, bien resueltos, y hasta hay reflexiones en la pista que llegan a sorprender por el tremendo contraste que conforman con respecto al resto del título. No todo iba a ser negativo, ni mucho menos. Pero antes de llegar al último de los atributos positivos, pero limitados, de F1 2011, hemos de citar lo mal que está ejecutado el efecto 3D. No sólo aporta poco a las carreras, pronunciando débilmente la profundidad, sino que ofrece un efecto “fantasma” (de visión doble) sobre todo en lo referente a elementos de la interfaz.

El sonido le anda a la par. Puede que las melodías que nos acompañan entre carrera y carrera sean notables -llegan directamente de la versión original-, pero los efectos sonoros tiran mucho de librería (no precisamente del género de la condución), y además mal escogidos. No diremos a lo que suena un choque en este juego. Diremos simplemente que no encajan con una competición de Formula 1. Algo parecido a lo que ocurre con el rugido de motores, que no tiene nada que ver con lo escuchado en las ediciones “next-gen”.

¿Quieres mirar hacia atrás? Pues, por si no te has fijado, algún gracioso ha quitado los espejos en los retrovisores, así que tú mira hacia adelante.
¿Quieres mirar hacia atrás? Pues, por si no te has fijado, algún gracioso ha quitado los espejos en los retrovisores, así que tú mira hacia adelante.

Pero lo prometido es deuda. Hay todavía algo positivo en este título, y lo encontramos en su multijugador. Su parrilla de corredores online no es exagerada (un máximo de cuatro), sus modalidades tampoco impresionan (Carrera, Contrarreloj y Duelo de constructores), pero al menos funciona, y sin “lag”, lo cual viendo el resto de la obra ya nos parece una proeza.

Actualmente, y teniendo en cuenta que el título lleva tan sólo unos días en el mercado, hallar una partida se hace realmente complicado, pero una vez establecida una conexión se abrirá ante nosotros una sustanciosa cantidad de opciones: selección de circuito, vueltas a completar, presencia o ausencia de daños, meteorología, penalizaciones... Todo en el interior de un título que podría haber dado mucho más, probablemente si su planteamiento inicial hubiera sido menos ambicioso y más realista con las posibilidades tanto del equipo como de Nintendo 3DS.

Pero tal y como ha resultado ser este F1 2011, nos cuesta recomendarlo a los amantes de la Formula 1. Incluso dudamos si recomendárselo a algún aficionado al género de la conducción. Queriendo ser simulador, pero resultando ser un arcade, y no de los mejores, la creación de Sumo Digital no cumple con sus objetivos. Puede resultar hasta agradable dar un par de vueltas una vez acostumbrados a la baja calidad del producto, pero a niveles tan exigentes como los de la F1, los desarrolladores deberían haber empezado por mimar el acabado gráfico para, a partir de ahí, lograr el juego que ansiaban. No ha sido así, y su particular carrera se queda a medias, aunque con todavía potencial -si se sabe aprender de los errores- para acabarla en buena posición la próxima temporada.

Regular

Sin sello

F1 2011

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Los excelentes resultados logrados por el título de Codemasters en las consolas “next-gen” han acabado siendo, probablemente, el mayor enemigo de Sumo Digital al intentar repetir el éxito en Nintendo 3DS con F1 2011. Un quiero y no puedo que parte de la voluntad de diseñar un simulador portátil, pero que sólo lo acaba siendo en la forma, porque en el fondo obtenemos un producto muy arcade, y no de los mejores, debido tanto a fuertes inconsistencias de planteamiento como, sobre todo, a un apartado gráfico que desprecia el potencial de Nintendo 3DS. El podio tendrá que esperar.

Jugadores: 1-4
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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