Estrena el año con este desafiante juego de puzles en primera persona en el que tendrás que dominar varios tipos de figuras geométricas para superar los cada vez más enrevesados rompecabezas que plantea. Divertido y con la suficiente capacidad para sorprender, Q.U.B.E. se ha convertido en todo un imprescindible.
El fenómeno Portal y, sobre todo, las plataformas de distribución digital han reavivado el género de los juegos de puzles con una gran variedad de propuestas jugables que a día de hoy continúan sorprendiéndonos. Y este es el caso de Q.U.B.E., el primer título desarrollado por Toxic Games que, bajo una apariencia que a primera vista recuerda muchísimo a lo visto en el Portal original, pronto descubrirá sus cartas planteándonos una serie de retos cada vez más elaborados, que nos mantendrán durante horas dándole a la cabeza. Ingenioso y siempre dispuesto a sorprender, no hay mejor manera de estrenar el año que con este gran juego de puzles que no decepcionará a los amantes del género.
Guantes prodigiosos
Equipados con unos guantes especiales, Q.U.B.E. sigue la senda de otros tantos juegos de puzles en primera persona y nos sumerge en un misterioso escenario, completamente aséptico y dominado por el color blanco, en el que tendremos que abrirnos paso superando variados rompecabezas mediante la interacción con distintos tipos de cubos de colores. Con la mano izquierda, lograremos que estos bloques especiales adquieran volumen emergiendo de la pared/suelo, mientras que con la derecha obtendremos el resultado contrario. Y solo con estas dos acciones, en Toxic Games han sido capaces de crear un juego de puzles lo suficientemente amplio y variado en opciones como para sorprendernos hasta el mismísimo final de la partida.
Y es que uno de los aspectos que más nos han gustado es, precisamente, esta capacidad para sorprendernos que han demostrado los desarrolladores con nuevos desafíos que mantienen intacta la idea de controlar figuras cúbicas, pero añadiendo cada vez más y más elementos a la fórmula hasta hacerla prácticamente irreconocible. Así, y aunque durante los primeros compases de la partida nos veremos simplemente creando “escaleras” con estos bloques para alcanzar zonas inaccesibles, pronto llegarán los puzles en los que tendremos que rotar escenarios al completo para dar con la distribución correcta de los elementos, situaciones en las que trabajaremos a oscuras con la única guía visual de los cubos con los que interactuemos, e incluso zonas en las que grandes imanes atraerán hacia ellos estos bloques en algunos de los puzles más complejos del juego.
Este es, además, un título repleto de aciertos. Empezando por su impecable interfaz de usuario totalmente clara e intuitiva en la que sin marcadores a la vista sabremos en todo momento con qué estamos interactuando; pasando por una curva de dificultad muy ajustada que, sin ayudas de por medio, nos permitirá hacernos con las nuevas rutinas de juego en cuestión de segundos simplemente experimentando, algo que nos encanta. Y es que habrá momentos en los que nos plantaremos ante una gran sala en blanco sobre la que tendremos que distribuir nosotros mismos los cubos de colores en las posiciones indicadas, e interactuar con ellos de la forma correcta sin pistas ni ayudas de por medio. Algo que lógicamente no conseguiremos a la primera pero que, poco a poco, observando el escenario y las distintas opciones con las que contamos, llegará como un chispazo que nos hará sonreír por el logro obtenido.
Lo mejor, como decimos, es que durante los siete niveles de los que consta el Q.U.B.E. (más dos extras de mayor dificultad), los desarrolladores son capaces de sorprendernos con nuevos tipos de puzles que siguen usando el mismo tipo de jugabilidad, pero con fundamentos completamente distintos. Así, llegará un momento en que deberemos guiar indirectamente esferas hacia zonas concretas del nivel usando como recurso los bloques de colores (que puede actuar como barrera o como herramienta para impulsar la esfera), redirigir corrientes de energía, desplazar cubos especiales por zonas laberínticas, e incluso superar puzles en los que aparte de todo esto, sea necesario obtener mezclas de colores acertadas.
Por todo ello, Q.U.B.E. nos parece un título de puzles sorprendente y lo suficientemente desafiante como para atrapar a los amantes del género durante cinco o seis horas sin resultar aburrido en ningún momento. Y esto resulta todavía más meritorio teniendo en cuenta la apuesta por unos escenarios tan asépticos como los que presenta, con muy pocas variaciones entre salas pero con un nivel de misterio y alguna que otra sorpresa visual. Por supuesto, no llega al nivel de variedad visto en Portal y está claro que no aprovecha al máximo todo el potencial de Unreal Engine 3, pero visto lo visto, el resultado es más que aceptable y se agradece el buen rendimiento que presenta en equipos de gama media con varios años a sus espaldas (cuenta con las suficientes opciones gráficas como para configurarlo a nuestro gusto). Sin embargo, aquí llegamos a un punto clave que conviene destacar.
¿La falta de un argumento o un simple apoyo argumental le restan atractivo al juego? Ciertamente, este es un elemento que ha hecho única a la serie Portal y la ha encumbrado a lo más alto, pero en nuestra opinión, no es algo que deba ser castigado si lo más importante, la jugabilidad y el diseño de los puzles en este género, está a la altura. Y Q.U.B.E. no defrauda en este sentido. Por supuesto, detalles como el argumento, opciones extra como un cooperativo, editor de niveles… habrían endulzado muchísimo el resultado final, pero aun con todo y pese a que en ningún momento se nos explica ni quienes somos ni por qué estamos en esas instalaciones, creemos que este es un juego de puzles imprescindible para cualquier amante del género debido a su capacidad para sorprender e incitarnos a seguir adelante sin artificios de ningún tipo.
Con una duración más que aceptable, unos puzles desafiantes y la capacidad para sorprendernos constantemente, Toxic Games ha creado un título con personalidad propia que nos mantendrá enganchados durante horas. Se trata, pues, de un título imprescindible para cualquier amante del género y una gran forma de adentrarse en el mundillo de los puzles para los novatos.
