Análisis de ArmA 3. Crudeza bélica, diversión multijugador

Análisis de ArmA 3. Crudeza bélica, diversión multijugador
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Tan realista como siempre, el simulador bélico de Bohemia Interactive regresa con un videojuego algo irregular que cae en muchos de los errores de sus antecesores, a la par que potencia también las virtudes que lo han convertido en todo un referente. Y es que tanto su espectacular faceta multijugador, como la imaginativa comunidad de usuarios que lo sustentan con sus mods, son dos razones de peso por las que bien merece la pena hacerse con ArmA 3… aún a pesar de sus fallos. Análisis.

Más de diez años después del nacimiento de Operation Flashpoint, la obra de Bohemia Interactive continúa siendo referente en el mercado de los simuladores bélicos, donde prácticamente no tiene rival alguno. Escenario de guerra ideal para un estudio de desarrollo que aún a pesar de sus esfuerzos por llevar su serie ArmA a lo más alto, continúa estrellándose una y otra vez contra los mismos errores de siempre sin que parezca esto les preocupe en exceso. O al menos esa es la sensación que nos queda al enfrentarnos de nuevo a un título como ArmA III, que es capaz de lo mejor y de lo peor a partes iguales.

Porque llegarás a adorarlo por el realismo y la crudeza con la que recrea conflictos bélicos, en los que el más mínimo error se castiga con la muerte; pero a su vez también lo odiarás por lo arcaico de su interfaz de usuario o lo errático de su inteligencia artificial, que vuelve a ser uno de los puntos negros del programa. ¿Por qué entonces recibe una puntuación tan alta? Ni más ni menos que por la genial comunidad de usuarios que se ha formado a su alrededor, y que le ha hecho crecer de manera exponencial en tan solo unos días con una impresionante variedad de mods con los que resulta imposible no pasarlo bien en compañía de otros jugadores.

La guerra más realista

Un paso en falso y estás muerto. Os suena ¿verdad? Inamovibles en su afán por crear la experiencia de juego más realista posible, los chicos de Bohemia Interactive han vuelto a coronarse como los reyes absolutos en el género de la simulación bélica, con un título que si bien es verdad no innova en exceso con respecto a su antecesor, sí ofrece ciertos avances en materia jugable que sin duda satisfarán a los seguidores más exigentes.

Ambientado en un futuro cercano, ArmA 3 nos transporta a dos islas ficticias localizadas en el Mar Mediterráneo, Stratis y Altis, que en conjunto suponen un campo de batalla cercano a los 300 kilómetros cuadrados; que se dice pronto. Un espectacular escenario de guerra en el que volveremos a disfrutar de los combates más realistas imaginables en la piel de un soldado raso, que tendrá al alcance de la mano un amplio arsenal de armas de fuego con un comportamiento balístico de lo más creíble, un buen puñado de vehículos terrestres, anfibios y aéreos con los que moverse libremente por este entorno; así como la posibilidad de guiar a un reducido escuadrón de aliados con diversas órdenes para superar con éxito las misiones más complejas.

La variedad de opciones, como ya es habitual en la serie, resulta espectacular. Más si cabe teniendo en cuenta que ahora también podemos modificar nuestras armas añadiendo nuevos tipos de ópticas, cargadores, bocachas e incluso munición de varios tipos; amén de que se ha ampliado la variedad de movimientos de nuestro soldado, que no solo podrá disparar de mil y una formas distintas usando zooms, miras láser, con el arma en la cadera… sino también, rodar por el suelo, bucear, e incluso avanzar con el trasero pegado a tierra para no perder nunca precisión en el manejo de las armas.

Recorrer el fondo marino abre ante nosotros un sinfín de nuevas posibilidades de juego, muy relacionadas sobre todo con las misiones de infiltración.
Recorrer el fondo marino abre ante nosotros un sinfín de nuevas posibilidades de juego, muy relacionadas sobre todo con las misiones de infiltración.

Algo fundamental para sobrevivir a un título en el que lo normal será medir nuestras fuerzas contra enemigos a decenas de metros de distancia, como en la vida real. Y es que Arma III es tan condenadamente realista, que en más ocasiones de las deseadas moriréis sin ni tan siquiera saber de dónde ha llegado la bala; lo que denota el extremado grado de dureza con la que el programa recibe a todos aquellos incautos que osan aventurarse en sus dominios como si de otro juego de acción se tratara. Pero no lo es. Hablamos de un simulador con todas las de la ley. Y es precisamente ese carácter elitista el que lo convierte en un título tan especial, capaz de despertar pasiones y odios a partes iguales.

Eso y, claro está, ciertos errores en la concepción misma del programa, tan arraigados en su base y reiterativos en el tiempo, que de verdad sentimos que sus creadores no están muy por la labor de corregirlos. Lo que es una verdadera lástima teniendo en cuenta el enorme potencial jugable que atesora esta franquicia, como lo atestiguan los cientos y cientos de mods desarrollados por los propios aficionados. Sin embargo, hay cosas que nos resulta imposible pasar por alto.

Exigencia máxima

Destaca negativamente la apuesta por una interfaz de usuario arcaica que no ha evolucionado lo más mínimo durante los últimos años, dificultando innecesariamente un buen puñado de tareas que podrían plantearse de muchísimas formas distintas, y todas ellas bastante mejores que por las que se ha apostado. Y es que la gestión del inventario, la interacción con el entorno, el simple acto de cambiar de armas, el sistema de órdenes a las tropas aliadas… todo en ArmA III parece diseñado con el único fin de hacerle la vida imposible al jugador, como si este no tuviera suficiente con sobrevivir al desafiante campo de batalla que propone el juego.

Obviamente, no estamos criticando la complejidad jugable que se le presupone a cualquier simulador. Faltaría más. Pero sí creemos que va siendo hora de evolucionar. De ofrecer algo más que mejores gráficos y poco más. Y renovar por completo la interfaz de usuario debería ser una prioridad para Bohemia Interactive.

El interior de cada vehículo ha sido recreado con todo lujo de detalles, hasta el punto de que habrá que usar su instrumental para ver qué ocurre en el exterior.
El interior de cada vehículo ha sido recreado con todo lujo de detalles, hasta el punto de que habrá que usar su instrumental para ver qué ocurre en el exterior.

Por otro lado, la inteligencia artificial de enemigos y aliados también ofrece demasiados altibajos para nuestro gusto. Porque habrá momentos en los que de verdad alucinaremos con las reacciones de enemigos y aliados, que incluso serán capaces de tendernos emboscadas con un realismo impagable; para posteriormente sorprendernos negativamente con otros comportamientos dignos de la peor de las comedias: quedarse quietos en medio de un tiroteo como si la cosa no fuera con ellos, usar de la peor forma posible las coberturas; pasar de nuestras órdenes o ejecutarlas de forma errónea… y eso por no hablar de esos enemigos que serán capaces de dispararnos a más de cien metros de distancia en cuestión de milésimas de segundo como si fuera lo más fácil del mundo.

Lógicamente, hablamos de un juego descomunal que tiene en cuenta decenas de patrones jugables con los que otros títulos de acción tan solo podrían soñar; pero aun así, el resultado final dista mucho de ser el esperado, cuando este es además un problema que se repite una y otra vez con cada lanzamiento de la serie ArmA. ¿Por qué seguimos adorando el juego? Ni más ni menos que por su espectacular faceta multijugador, que junto a los mods supone la excusa perfecta para hacerse con este título. Y no sin razones.

Porque estamos ante un auténtico e inagotable generador de historias de guerra protagonizadas por nosotros mismos, que podremos combatir junto a decenas de amigos en un vasto campo de batalla repleto de posibilidades de juego. Y es que es en este tipo de partidas, en las que ya no hay que preocuparse de dar órdenes a monigotes controlados por la inteligencia artificial, cuando la experiencia ArmA cobra su máximo sentido, obligándonos a actuar con una precisión quirúrgica en el asedio y defensa de ciertas posiciones, mientras cooperamos activamente con los aliados para sobrevivir a un enemigo pertrechado con la última tecnología militar.

Aviones, tanques, helicópteros, quads, jeeps, camiones de transporte, defensas antiaéreas, minas anticarro, lanzacohetes… son tantísimas las opciones a nuestra disposición, y tantas las posibilidades de juego que se ponen sobre la mesa, que desde el primer minuto de juego la gente aprende que las individualidades, que los actos heroicos, son para lucirse en un videojuego, pero no para sobrevivir a un auténtico simulador bélico como este.

Y ahora también bajo el mar

Aunque antes destacábamos que ArmA III es un título bastante conservador en materia jugable, eso no significa que no incluya novedades de gran calado. Al contrario, las tiene. Y en algunos casos con fantásticas aportaciones que van a dar muchísimo juego en los próximos meses.

Hablamos por ejemplo de la posibilidad de sumergirnos bajo el agua, desde donde podremos atacar objetivos enemigos como barcos y demás usando cierto tipo de armas de fuego, o los novedosos minisubmarinos -el uso del periscopio es genial-; o también sorprender a los rivales emergiendo desde posiciones que jamás podrían imaginar con tácticas de infiltración realmente espectaculares. Y es que con cerca de 200 kilómetros de costa, las opciones son elevadísimas Y lo mismo se podría decir del combate terrestre.

Recoger munición y otros objetos de alijos o los cadáveres será esencial para sobrevivir en las misiones más desafiantes. Un par de balas extras pueden marcar la diferencia.
Recoger munición y otros objetos de alijos o los cadáveres será esencial para sobrevivir en las misiones más desafiantes. Un par de balas extras pueden marcar la diferencia.

Más que nada, porque ahora también podemos acceder a la gran mayoría de edificios presentes en las islas de Stratis y Altis… con todo lo que ello implica. Y es que no solo tendremos nuevas zonas desde las que atacar a los rivales, sino también nuevos enclaves a vigilar por si algún francotirador enemigo decide usarnos como diana para sus prácticas de tiro. ¿Lo mejor? Que un buen cañozano de un tanque echará abajo prácticamente cualquier estructura presente en este escenario de juego, que ahora más que nunca reaccionará de forma increíblemente realista a las inclemencias de la guerra.

Se ha mejorado enormemente el motor físico para que tanto las sensaciones al andar con nuestro soldado, como la recreación de explosiones y cómo estas afectan al entorno sean lo más realistas posibles. Y la verdad es que pocas pegas podemos poner al respecto. Sobre todo porque hablamos de uno de los videojuegos más punteros a nivel tecnológico, que destaca por las gigantescas dimensiones de su campo de batalla, el impecable nivel de detalle alcanzado en el diseño de vehículos, armas y soldados -con movimientos más naturales que nunca-, o los espectaculares efectos de luces y partículas, con especial mención para las misiones nocturnas, asombrosamente realistas. Y es que si no es con el apoyo de bengalas o las gafas de visión nocturna, nos costará horrores ver lo que tenemos justo al frente, justo como ocurre en la vida misma.

Por otro lado, también nos ha gustado mucho el diseño de las dos islas sobre las que se desarrolla la acción, si bien es cierto creemos que el escenario de combate de ArmA II, la popular región de Chernarus, ofrecía una mayor variedad de localizaciones. También hemos echado en falta algo más de vida en estos parajes que destacan por su vistosidad y detalle, muy favorecidos por unos efectos de iluminación tremendamente realistas, pero también por ofrecer ciertos páramos con muy poco que ver y hacer.

En cuanto al rendimiento de ArmA III, lo cierto es que el juego funciona bastante bien en una amplia variedad de equipos, gracias sobre todo a los casi treinta parámetros de configuración gráfica que incluye el programa, y que nos dan la oportunidad de adaptar su motor gráfico a las exigencias de nuestro ordenador. Así pues, tanto usuarios con PCs de gama medio como jugadores con un equipo a la última podrán disfrutar por igual de este simulador bélico que, eso sí, a veces se muestra algo inestable en lo que respecta a su tasa de imágenes por segundo, independientemente del equipo y de la configuración por la que hayamos apostado. Sobre todo en las partidas online con mayor número de jugadores en activo.

Los Drones, o vehículos no tripulados, son otra de las novedades de ArmA III. Explorar el campo de juego nunca fue tan sencillo.
Los Drones, o vehículos no tripulados, son otra de las novedades de ArmA III. Explorar el campo de juego nunca fue tan sencillo.

Bendita comunidad

El multijugador en ArmA III es una pieza esencial para disfrutar de verdad de este simulador bélico. Hasta tal punto es así, que los chicos de Bohemia Interactive no han tenido reparos en estrenar su juego sin un modo historia, que llegará más adelante a lo largo del mes de octubre en forma de tres paquetes de contenidos descargables completamente gratuitos -su precio va incluido en el propio juego, obviamente-. Lo que no significa, sin embargo, que no haya opciones de juego en solitario.

A modo de extenso tutorial, se han incluido 15 misiones independientes que nos dan la oportunidad de explorar con calma y de forma detallada las nuevas opciones de juego que incluye ArmA III, como el combate submarino, las misiones nocturnas, o el uso de armas combinadas por citar algunos ejemplos. Aparte, también contamos con diez misiones adicionales a modo de Desafíos de tiro al blanco que nos van a permitir afinar nuestras dotes militares con varias armas. ¿Insuficiente? Bueno, en parte sí a falta de recibir la campaña principal; pero si os decimos que ahora mismo hay cerca de dos mil mods desarrollados por los propios usuarios la cosa cambia ¿verdad?

Y es que gracias a las potentisimas herramientas de edición que incluye el programa, y a su completa integración con Steam Workshop, ahora resulta más fácil que nunca localizar e instalar la amplia variedad de mods que se han desarrollado hasta el momento. Lo que es toda una bendición. Porque el trabajo de los aficionados es tan amplio en contenidos y opciones jugables, que resulta imposible no dar con el mod que haga de ArmA III el juego ideal para nosotros. Y es que por haber, hay hasta mejoras que nos dan la oportunidad de competir en carreras de coches.

Las misiones nocturnas son una de las mejores aportaciones de ArmA III por el grado de realismo con el que han sido recreadas. ¡De verdad que no se ve nada!
Las misiones nocturnas son una de las mejores aportaciones de ArmA III por el grado de realismo con el que han sido recreadas. ¡De verdad que no se ve nada!

Así que sí. ArmA III peca de los mismos errores de siempre, y en este momento presenta además una notable falta de contenidos jugables para un solo jugador. Pero nada de eso importa cuando tienes la oportunidad de disfrutar de la experiencia de combate militar más realista del mercado junto a decenas de amigos, con los que además puedes crear tus propias historias de guerra usando cualquiera de los cientos y cientos de mods que ya hay disponibles. Y solo por esto, que no es poco, ya merece la pena echarle el guante a este título. Claro está, siempre teniendo en cuenta que hablamos de un simulador de los de verdad, con todo lo que ello implica: complejidad jugable, realismo extremo en el tratamiento de la acción…

Como apunte final, conviene destacar que el juego ha sido traducido al castellano, aunque las voces se mantienen en versión original. Algo ya habitual en la serie, que en algunos momentos puede resultar molesto por lo difícil que resulta seguir las conversaciones mientras disfrutas de la acción. El sonido de las armas y vehículos, por otro lado, ofrece también algunos claroscuros; con algunos efectos sonoros de un realismo extremo que se entremezclan con otros menos trabajados. Afortunadamente, siempre podemos echar mano de cualquier mod que mejore detalles como el sonido de las armas, su balística, etc.

Muy Bueno

Sin sello
Crudeza bélica, diversión multijugador

ArmA 3

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Si te gustan los simuladores bélicos y eres de los que disfrutas del juego en equipo, ArmA III es tu videojuego. Más por mérito de los aficionados que de la propia desarrolladora, que una vez más nos ofrece un producto algo irregular que destaca positivamente por su realismo, pero que presenta serias carencias en el diseño de su interfaz de usuario o la inteligencia artificial. Un espectacular y creíble modo multijugador a gran escala, sumado a las aportaciones de la comunidad de usuarios en forma de mods, mejoran sin embargo el resultado final de forma notoria.

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  • Pocos juegos alcanzan las cotas de realismo de ArmA III.
  • Divertidísimo en su faceta multijugador. No hay nada como combatir junto a los amigos.
  • La comunidad de usuarios y sus mods son el mayor logro del juego.
  • Inteligencia artificial irregular y una interfaz de usuario innecesariamente complicada.
Jugadores: 100
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: Incalculable
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