Análisis de Birds of Steel

Análisis de Birds of Steel
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Emocionante, realista y capaz de agradar a tres tipos de jugadores bien distintos. Birds of Steel se ha convertido en uno de los mejores juegos de combates aéreos aparecidos en consola. Un imprescindible con el que podremos revivir algunas de las batallas más intensas de la Segunda Guerra Mundial en pleno frente Pacífico.

Si lo tuyo son los arcades de combates aéreos, este es tu juego. Si te va más el estilo realista de los títulos de aviación más exigentes, no lo dudes, también te gustará. Como ya ocurriera hace unos años con Birds of Prey, el estudio moscovita Gaijin Entertainment ha vuelto a conseguir que tanto los amantes de los arcades como los apasionados a los imuladores de vuelo, puedan disfrutar por igual del fantástico Birds of Steel.

Un nuevo juego de combate aéreo ambientado en la Segunda Guerra Mundial, concretamente en las batallas que se libraron en el Frente Pacífico, que nos ha sorprendido tanto por la solidez de su campaña para un solo jugador como por las amplias opciones multijugador que brinda.

Pilotos de combate
Sin grandes novedades con respecto a su antecesor, pero si corrigiendo varios de sus errores, Birds of Steel aprovecha algunas de las batallas más importantes de este conflicto armado como las luchas en Pearl Harbor, Midway, Wake o Guadalcanal, para sumergir al jugador en intensos combates aéreos a bordo de más de cien aviones pertenecientes a la gran mayoría de los ejércitos participantes en la Segunda Guerra Mundial.

Bombardeos sobre posiciones terrestres, combates entre cazas, lanzamiento de torpedos para hundir portaaviones enemigos, misiones de reconocimiento, protección de puntos estratégicos y letales ofensivas contra las posiciones contrarias… las veinte misiones del modo historia, que nos pondrán en la piel de pilotos estadounidenses y japoneses, no se alejan demasiado de lo que estamos acostumbrados en el género, aunque la intensidad, emoción y la solidez que muestran resultan dignas de elogio.

Situaciones que podremos vivir desde tres puntos de vista claramente diferenciados gracias a los tres niveles de simulación que presenta: Simplificado, Realista y Simulador. En el primer caso, hablamos de un título muy asequible que permite que cualquier aficionado con ganas de pilotar y disparar sin demasiados quebraderos de cabeza pueda hacerlo sin que por ello estemos ante un arcade frenético. No en vano, sigue siendo un título de aviones realista, así que hay maniobras bruscas que pueden provocar que el aeroplano caiga en barrena, por ejemplo.

Si optamos por el nivel de dificultad Realista la cosa varía bastante, y lo que antes resultaba sencillo, como posicionarse tras la cola de un enemigo, se torna en un reto durísimo por la inestabilidad del avión ante el viento, las sacudidas del fuego antiaéreo, o simplemente porque domar a estas bestias del cielo no es un juego de niños. Además, se han tenido en cuenta aspectos como las fuerzas G, provocando que los movimientos bruscos no solo tengan repercusión sobre el manejo del avión –es muy fácil perder la estabilidad de los mandos-, sino también sobre nosotros mismos, nublándonos la vista o dejándonos sordos momentáneamente.

Los niveles de simulación marcan la dificultad para controlar los aviones, pero la agresividad de los enemigos se mantiene invariable en los tres casos.
Los niveles de simulación marcan la dificultad para controlar los aviones, pero la agresividad de los enemigos se mantiene invariable en los tres casos.

Detalles que se ven incrementados en Simulación, donde el juego se torna tan realista que desaparecen la mayoría de ayudas visuales en pantalla –aunque se nos deja jugar con la vista externa y no solo desde la cabina-, se incrementa el número de aspectos técnicos a tener en cuenta para controlar el avión –como activar los flaps superiores e inferiores-, y cada enfrentamiento contra el enemigo puede ser el último dadas las dificultades inherentes al manejo del avión.

Por todos estos detalles, y dada la creciente magnitud de las batallas en las que nos veremos inmersos, el juego se va tornando cada vez más y más apasionante, alcanzando unas cotas de intensidad con las que resulta imposible no emocionarse al hundir un portaviones contra todo pronóstico, o al sobrevivir al ataque de los Zeros japoneses en una situación de desventaja. Además, la recreación de los aviones a nuestro alcance y las diferencias de control que existen entre todos ellos está muy trabajada, incluyéndose modelos tan raros como los aviones australianos Boomerang CAC, que sin duda fascinarán a los apasionados de la aviación.

También es importante reseñar que durante los combates, no tendremos la sensación de andar siempre a remolque tras los enemigos como ocurría en el original, en el que a veces la acción se convertía en un juego del gato y el ratón que le restaba realismo. En Birds of Steel, al contrario, los enemigos tratarán de posicionarse tras nuestra cola, y si ven que tienen las de perder buscarán la forma de zafarse de nuestro ataque. Aun así, hemos notado ciertos errores en la inteligencia artificial de los aliados, que en muchos casos morirán tontamente al no responder como deberían al fuego enemigo.

Acción para rato
Aparte del modo campaña, lo nuevo de Gaijin Entertainment incluye casi una treintena de misiones únicas localizadas en todos los frentes de batalla de la Segunda Guerra Mundial, y no solo en el Pacífico como el modo historia. También, se puede disfrutar de campañas dinámicas con este tipo de batallas adicionales, más aparte un completo editor de misiones en el que encontraremos las opciones necesarias para crear con gran libertad el tipo de combates que queremos librar.

En este último caso, las opciones van desde las puramente ambientales como la hora del día y las condiciones climatológicas –luchar de noche y con nubes es una pesadilla-, a la agresividad de los aliados y enemigos, la zona sobre la que se combate, y el tipo de misión que se afronta. Un detalle importante, ya que si es una ofensiva sobre territorio enemigo, aparte de los cazas contrarios, habrá que luchar también contra las defensas antiaéreas.

Los despegues y aterrizajes sobre portaviones son unos de los momentos más tensos ya que el mínimo error puede terminar con nuestro avión envuelto en llamas.
Los despegues y aterrizajes sobre portaviones son unos de los momentos más tensos ya que el mínimo error puede terminar con nuestro avión envuelto en llamas.

Y a todo esto debemos añadir el cooperativo online para hasta cuatro jugadores, que podrán afrontar en equipo este tipo de misiones; más aparte un modo multijugador competitivo que enfrentará a 16 usuarios en emocionantes duelos aéreos. Una gran cantidad de opciones con las que resulta difícil aburrirse.

En materia gráfica Birds of Steel también ofrece un acabado realmente espectacular gracias al detalle y mimo con el que se han diseñado los más de cien aviones a nuestra disposición, tanto a nivel externo como en lo que respecta al interior de las cabinas. También el sistema de daños, con más de cien puntos de impacto, resulta impresionante tanto por la fidelidad con la que se han recreado los impactos de bala sobre los aviones a nivel estético, como por los efectos jugables que éstos tendrán sobre su manejo.

No será raro, por tanto, que una de nuestras alas quede dañada y nos cueste horrores dirigir los movimientos del avión; o que el motor sufra un impacto decisivo que merme notablemente la velocidad con la que se puede avanzar. Estos detalles también quedan reflejados en los chorretones de aceite que pueden manchar la pantalla, reduciendo la visibilidad, o en impactos de balas sobre la carlinga del avión.

El juego es compatible con joysticks en ambas plataformas, aunque también brinda amplias opciones de configuración para los mandos.
El juego es compatible con joysticks en ambas plataformas, aunque también brinda amplias opciones de configuración para los mandos.

El nivel de detalle de las extensiones de terreno por las que nos moveremos también está a la altura incluso a ras de suelo, aunque a veces la aparición repentina de determinados elementos visuales le resta cierto atractivo. Aun así, éste es un mal menor en comparación con los fantásticos efectos de iluminación del juego, así como la fluidez con la que se mueve toda la acción.

Y lo mismo se puede decir del apartado sonoro, que presenta un buen acompañamiento musical, aunque poco variado, y unos fantásticos efectos de sonido para recrear con una contundencia espectacular el rugir de los motores, los estallidos de las defensas antiaéreas, el temible silbido de las bombas o el estruendo de las explosiones. Además, aunque se pierde el encanto de los pilotos hablando en su idioma nativo, se agradece mucho el esfuerzo puesto por Konami al doblar al castellano el juego, permitiéndonos así disfrutar de la acción sin necesidad de leer subtítulos mientras se combate contra decenas de enemigos.

Excelente

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Birds of Steel

Por: El equipo de 3DJuegos
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Si Birds of Prey fue considerado en su día como uno de los mejores juegos de combates aéreos para consola, su secuela revalida con nota el título puliendo algunos de los errores del original, ampliando las opciones de juego y recreando con gran tino algunas de las batallas más espectaculares del Pacífico. La cantidad de aviones disponibles, y el hecho de ser apto para los aficionados a los arcades y simuladores, lo convierten en una compra muy recomendable y un título prácticamente único.

Comprar Birds of Steel
Jugadores: 1-16
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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