Análisis de Fable The Journey

Análisis de Fable The Journey
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Kinect sigue sin ofrecer los grandes resultados que se esperaban. A pesar de las notables expectativas que teníamos puestas sobre Fable: The Journey, lo cierto es que el último proyecto de LionHead para Xbox 360 no ha acabado de despegar. Atractivo visualmente y con grandes valores de producción, a la experiencia jugable de este spin-off le falta precisión en el control y algo de inspiración.

Fuera del género shooter la marca Fable es el estandarte de Microsoft, y en términos de innovación de control Kinect es el máximo representante de la compañía norteamericana. Como es lógico teniendo en cuenta estos mimbres tan extraordinarios, las expectativas para The Journey eran ciertamente optimistas. Y eso que de momento no hemos tenido mucha suerte con los juegos de acción/aventuras en el dispositivo de detección de movimiento, y ni tan siquiera algunos tan ambiciosos como los de Kinect Rush o Star Wars han logrado unos resultados particularmente estimables... Quedando directamente otros como Dragon Ball Z Kinect o Steel Battalion: Heavy Armor directamente en el cajón de los fracasos.

¿Será el spin-off de acción sobre raíles de Fable una excepción a esta discreta tónica? Lamentablemente no. Sobran valores de producción en el juego de LionHead Studios y falta lo habitual: precisión y exactitud en un sistema de control áspero y poco fiel a nuestros deseos y movimientos. En resumidas cuentas este viaje es un envoltorio bonito y una experiencia cargada de buenas intenciones a la que, para trascender, le han faltado cosas que no tienen que ver con el estudio que lo ha desarrollado, sino más bien con el estado actual del periférico que utiliza.

El Viaje
En The Journey seremos Gabriel, un joven aprendiz de mago que acaba de perder su tribu nómada, y que recibirá la ayuda de la siempre misteriosa Theresa para lograr salvar Albion una vez más de la corrupción que nuevamente vuelve a amenazarla. Así ya desde el comienzo LionHead Studios se apoya en un par de elementos clave para que, a pesar de la deriva hacia la acción en primera persona de estilo medieval, sigamos sintiendo que The Journey pertenece a la franquicia Fable. A saber: vuelve Theresa, la vidente que nos ha acompañado durante toda la saga, y el reino y su mundo siguen siendo los mismos, con todo su encanto intacto.

De hecho todo lo que sucede en el título ocurre medio siglo después de los acontecimientos de Fable III, aunque en esta ocasión todo cambia para pasar de ser un juego de rol a un título de acción lineal de perspectiva subjetiva. Así, como es lógico, se pierde parte del encanto de la franquicia, aunque eso no es lo que hace que The Journey sea un producto mediocre. En 3DJuegos no estamos en contra de que las marcas conocidas cambien de género mientras se sigan generando lanzamientos de calidad, sin embargo el que nos ocupa es un título bastante discreto independientemente del estilo al que pertenezca.

Hasta ahora conocíamos Fable como una saga rolera, sin embargo con este spin-off se convierte en acción sobre raíles en primera persona.
Hasta ahora conocíamos Fable como una saga rolera, sin embargo con este spin-off se convierte en acción sobre raíles en primera persona.

Todo en el spin-off está estructurado sobre raíles, con la intención de que nosotros actuemos con nuestras manos emulando las del protagonista y sus guanteletes de poder. Con ellos arrojaremos hechizos sobre nuestros enemigos mientras el título nos hace avanzar de forma automática por unos escenarios bastante bonitos y cargados de sorpresas, todo ello durante unas 10 horas de experiencia bastante repetitiva.

Los hechizos de fuerza y de rayos, asignados a cada una de nuestras manos, van a ser nuestras armas, pero lamentablemente los problemas de exactitud serán una constante a la hora de apuntar desde nuestra perspectiva en primera persona; y eso que la exigencia es minúscula. No sólo falta precisión porque Kinect tiene serios problemas para identificar muchos de nuestros movimientos si los hacemos con cierta velocidad en la cadencia, sino que por bien que lo tengamos configurado y por espacio que tengamos entre el dispositivo y nosotros siempre habrá alguna ocasión en la que el punto de mira se desvíe sin explicación alguna… A menudo en momentos críticos de la partida.

Esto es ciertamente frustrante, especialmente teniendo en cuenta que hay acciones que podían haber sido realmente entretenidas en cuanto a acabar con los simpáticos enemigos del universo Fable. Los Hobbes son especialmente divertidos puesto que podemos cogerlos y arrojarlos, y otros como los esqueletos (los huecos) pueden ser desmembrados con un par de ágiles movimientos de mano… siempre que funcione el reconocimiento, claro.

Con cada una de nuestras manos arrojaremos sobre nuestros enemigos diferentes tipos de hechizos.
Con cada una de nuestras manos arrojaremos sobre nuestros enemigos diferentes tipos de hechizos.

La Edad de la Magia
En cada una de las manos tenemos, como decimos, una serie de hechizos entre los que podemos escoger y que también podemos mejorar. Además sumaremos dos hechizos adicionales a nuestro esquema inicial, y podemos aumentarlos con los puntos de mejora que iremos recolectando en el que es el único elemento rolero del programa. Con ellos podemos incrementar no sólo nuestra capacidad de causar daños o nuestra resistencia, sino también por las propias características de nuestro caballo: Seren.

Lo que más vamos a hacer en el juego es combatir, no sólo con las criaturas que nos plantarán cara, sino también con el propio sensor de Kinect para que detecte nuestras acciones desde el sofá, pero eso no es óbice para que haya también otros elementos jugables en The Journey. Todo el proceso de “apuntado y disparo” con nuestros hechizos se ve salpicado en algunos momentos por interludios con personajes que conoceremos e incluso por algunas bifurcaciones donde deberemos escoger la dirección a seguir. Hay ciertos desbloqueables, aunque su presencia en un título en el que no existe la exploración como tal es bastante incoherente, de modo que sólo podemos tratar de obtenerlos estando atentos en las pequeñas paradas que llevaremos a cabo por uno u otro motivo en nuestro viaje.

El juego también cuenta con algunas secuencias en las que tenemos que tirar directamente de las riendas de Seren nuestro caballo, para esquivar los obstáculos del camino. Estos minijuegos son tan sencillos que la ausencia de dificultad es muy pronunciada, ya que el equino hace la mayor parte del trabajo de forma automatizada eligiendo el lado correcto al que apartarse. No nos hace falta nada más que estirar o recoger los brazos para maximizar la velocidad o reducirla para afrontar los estorbos que encontraremos. También hay momentos en los que nosotros mismos, a pie, debemos esquivar proyectiles y ataques de los oponentes. La mecánica es demasiado simple en ambos casos, pero además resulta muy repetitiva a pesar del intento de variedad que buscan insuflar desde LionHead con la agradecida alternancia de escenarios.

Además también hay algunos pequeños rompecabezas de una falta de reto notable, así como unos jefes finales de idéntica falta de exigencia en cuanto a dificultad. En estos últimos bastará con repetir el número de veces exigido una serie de acciones medianamente coordinadas y de mucha sencillez para que por arte de magia, y nunca mejor dicho, los superemos sin muchos problemas.

Los enemigos son diferentes, pero casi todos obedecen a los clásicos cánones de simpatía de la saga Fable.
Los enemigos son diferentes, pero casi todos obedecen a los clásicos cánones de simpatía de la saga Fable.

Hay que matizar que hasta este punto el análisis puede dar la sensación de hablar de un juego mucho peor de lo que la valoración final representa, pero es que si sabemos pasar por alto todos los problemas que atesora el juego o si nuestro nivel de exigencia en cuanto a dificultad o entretenimiento es bajo el título puede resultar más o menos estimable. La campaña, única oferta del título junto a su despiece del modo Arcade, tiene un ritmo francamente bueno, y ese es el principal elemento redentor a pesar de la sencillez de todo lo que ofrece. Es un juego que cuesta recomendar, pero dentro de los productos que hemos visto hasta ahora con Kinect, éste se cuenta entre los medios gracias a su tempo, a los escenarios y a algunos otros elementos de corte secundario. Si no usamos el sensor desde hace meses por la falta de catálogo de los últimos tiempos y queremos desempolvarlo, Fable: The Journey puede ser un producto bastante aceptable.

Albion Desde Otro Punto de Vista –Gráficos y Tecnología-
Los valores de producción de lo nuevo de LionHead son de forma obvia los principales puntos a favor del programa. Todo lo que se pierde en el título por la frustración que deparan las debilidades de Kinect como método de control, está presente en el juego en cuanto al apartado audiovisual y al revestimiento de todo lo que rodea al programa.

Algunas de las cosas positivas que hace bien el nuevo Fable en cuanto a su presentación, como su relativamente cuidada narrativa, no tienen que ver con los aspectos gráficos o de audio, sin embargo los aspectos en los que más brilla son puramente cosméticos.

El apartado gráfico y sonoro es lo mejor del videojuego. Audiovisualmente hay pocos peros que reprocharle a The Journey.
El apartado gráfico y sonoro es lo mejor del videojuego. Audiovisualmente hay pocos peros que reprocharle a The Journey.

La dirección artística es una verdadera preciosidad, del estilo al que los responsables de diseño de este equipo británico nos han acostumbrado prácticamente desde su nacimiento como estudio. El mundo de Albion sigue siendo un lugar maravilloso que recorrer, aunque lamentablemente no podemos explorarlo en esta ocasión por la condición sobre raíles del programa, pero en líneas generales el regreso de algunos de los lugares icónicos y el debut de otros nuevos es sencillamente formidable.

A nivel tecnológico el lanzamiento no es demasiado boyante, principalmente por el hecho de que todo transcurre de una forma muy cerrada, pero de forma especial por los problemas de precisión de Kinect. De acuerdo en que su triste falta de precisión no tiene que ver con el trabajo de LionHead Studios, pero ante semejante ausencia de exactitud en términos de manejo es imposible valorar a The Journey con más de un aprobado raspado en términos técnicos.

En cuanto al audio las líneas maestras de calidad son las mismas. La banda sonora es formidable, con grandes temas muy inspirados, perfectamente a la altura de entregas anteriores de la franquicia. El título, por si fuera poco, llega a nuestro país doblado a nuestro idioma con un nivel muy bueno.

Discreto

Sin sello

Fable: The Journey

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Fable: The Journey es otra oportunidad perdida para Kinect. Por ambiciosa que sea su propuesta y bonito que resulte el envoltorio artístico, la imprecisión de los controles y lo repetitivo de sus acciones lo convierten en un título que no pasa de lo meramente aceptable. Sólo resulta recomendable para los que no se frustran con facilidad, y disfrutan de productos audiovisualmente notables y caracterizados por una baja dificultad.

Comprar Fable: The Journey
Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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