Con menor separación entre contenidos descargables que nunca, Treyarch propone el tercer pack de mapas para Call of Duty: Black Ops y también el peor de ellos. Desciende la imaginación de unos añadidos que en sus dos primeros DLCs eran muy estimables, pero que en esta ocasión no pasan de lo prescindible.
Con Black Ops, Treyarch ha venido demostrando en sus últimos packs de contenidos descargables que pueden tratarse los añadidos digitales de una forma original e imaginativa a pesar de que traten de algo tan derivativo como los mapas multijugador. Fue, especialmente, el caso de Escalation, el genial y más reciente paquete de mapas que contaba con las mejores localizaciones que hasta ahora ha ofertado la saga en el multijugador, y que además presentaba también el mejor y más ambiental mapa del modo zombies.
En este sentido Annihilation Pack es un severo paso atrás y lo es por varios aspectos. Pese a que el diseño de los mapas es en líneas generales francamente bueno y seguimos hablando de un añadido que resultará muy interesante para los aficionados más hardcore de la vertiente multijugador del programa, no obstante su condición de imprescindible desaparece por dos motivos: El primero de ellos es la desaparición de chispa y talento del conjunto, y el segundo es lo cerca que ha salido a la venta con respecto a Escalation, aumentando la sensación de agotamiento de este tipo de contenidos para Call of Duty y cargando las tintas de quienes critican sus polémicas políticas de precios y explotación.
Conflicto en Aumento
No obstante nuestro deber no es el de juzgar la adecuación o no de las políticas de marketing y estratégicas de Activision, sino más bien la de valorar los productos finales que ponen en el mercado, y en este sentido la propuesta de Annihilation si bien no está a la altura de la de los dos paquetes precedentes, lo cierto es que sí aporta un contenido de razonable calidad que llevarse a la boca para los más hardcore del modo on-line de Black Ops.
En este sentido la oferta del contenido descargable es tan amplia como siempre, aunque matizan una vez más que su alto precio (1.200 Microsoft Points puesto que vuelve a ser exclusiva temporal de Xbox 360) nos obligará a estar muy convencidos de lo que compramos y del rédito que vayamos a exigirle. En este sentido el añadido, como es costumbre, trae consigo cuatro localizaciones para el competitivo y una más para el cooperativo de los zombies.
El que nos ha parecido más brillante en términos de diseño y acabado estético es el de Hazard, una suerte de remake de un mapa de World at War que en esta ocasión recibe un tratamiento más moderno. La Segunda Guerra Mundial deja su lugar a un contexto más moderno, ambientado en una suerte de campo de golf donde los tiroteos se sucederán con enorme velocidad. El tamaño del mapeado es muy generoso, y su cuidado diseño nos permite alternar diferentes estilos tácticos en sus arenas más grandes y estancias más reducidas. Lamentablemente es también un mapa obviamente carente por completo de originalidad, puesto que reproduce con idénticos patrones la localización del anterior videojuego; algo que no es necesariamente malo pero que sí resta impacto e innovación al conjunto.
El Hangar 18 parece inspirado por la leyenda del Área 51, en el sentido de ser un lugar donde podemos encontrar diferentes armas y vehículos experimentales. El laboratorio ofrece un diseño francamente interesante, muy variado, con dos laterales plagados de oficinas y con un área de combate central donde se producirán los combates entre los más valientes y alocados jugadores. Se trata del mapa más imaginativo que ha creado Treyarch hasta la fecha, y a pesar de que no es el más brillante en términos de diseño sí es cierto que su factor sorpresa es su gran baza.
Por su parte Drive-In, por su parte, está situado en un espectacular cine al aire libre, y en términos generales es otro mapa fuertemente inspirado por otro trabajo precedente: En esta ocasión el de Nuketown. La estética tiene algo que ver, pero en la línea arquitectónica y de distribución los paralelismos son tan fuertes que resultan innegables a pesar de su aumento de tamaño, con una disposición de separados bloques urbanos y zonas de cielo abierto que parecen perfectamente pensados para las figuras de los francotiradores.
Silo, una vez más, también bebe de diseños precedentes; con innegables similitudes con una de las localizaciones de Modern Warfare 2. Se trata de un nuevo mapa ambientado en un entorno abierto, que nos sitúa en emplazamiento de lanzamiento de misiles. El diseño como decimos es muy similar al de Quarry, con algunos matices diferenciadores, pero con la misma idea de salpicar la zona abierta de elementos casuales que salpican el escenario y tras los que podremos cubrirnos. El mapa tiene más relieve y resulta más tridimensional que su referencia, no obstante es también el más torpe en términos de diseño y definitivamente el peor del pack.
En última instancia queda el mapa destinado a la modalidad cooperativa de los zombies, y continúa de forma algo tosca la aventura que dejamos en el hielo en el pack Escalation. Los héroes repiten, no obstante la chispa que nos apasionó en Call of The Dead ha desaparecido casi por completo. Cambia la ambientación con el templo de Shangri-La que da nombre al mapa, y si bien hay algunos nuevos enemigos y un arma inédita, la verdad es que su calidad palidece ante lo visto en las ubicaciones zombie de los packs anteriores.
Annihilation es, con mucha diferencia, el peor añadido de los que de momento ha disfrutado Black Ops. El espíritu que ha hecho grande a los add-ons precedentes desaparece por completo, y el pack no sólo es poco innovador en líneas generales, sino que carece de buena parte de la chispa, la diversión y el encanto de los anteriores añadidos; merced a mapas muy reciclados y poco imaginativos. Una descarga orientada sólo a los más hardcore del juego.
