Análisis de Dishonored

Análisis de Dishonored
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¿Quién dijo que había que tener miedo a lanzar nuevas IPs a estas alturas de generación de consolas? Con el genial Dishonored que nos ocupa, debemos a Arkane Studios uno de los debuts más ilusionantes de los últimos tiempos. Un juego de acción formidable, cargado de innovación y con una de las direcciones artísticas más llamativas de los últimos tiempos. ¿Estás preparado para ser el asesino definitivo que necesita Dunwall?

En los últimos tiempos, y ya a la altura de generación en la que nos encontramos, es habitual que diferentes estudios y distribuidoras aseguren que es arriesgado e incluso poco inteligente lanzar una nueva franquicia. Los motivos tienen que ver con un público poco dado a arriesgarse, entre otros razonamientos casi siempre relacionados con lo comercial. Sin embargo desconocemos qué suerte correrá lo nuevo de Arkane Studios en términos de ventas, pero por lo que respecta a su calidad Dishonored es una apuesta segura.

Se veía ya desde la distancia que lo que los creadores de Arx Fatalis estaban gestando podía ser un producto maravilloso, y Dishonored supera incluso las expectativas. Calificarlo de "sleeper" del año puede resultar algo aventurado teniendo en cuenta que la admiración que había despertado durante su fase de desarrollo era descomunal, sin embargo desde algunos prismas sólo puede etiquetarse así a un producto que sale prácticamente desde la nada y obtiene tan bellos resultados. Si con Arx Fatalis y la versión para PC de Dark Messiah of Might & Magic el estudio hacía un trabajo reconocible y de calidad, el equipo genera ahora su obra más redonda y nos ofrece un título no sólo muy llamativo desde el punto de vista artístico y de pulido, sino también apasionante desde lo jugable y acreedor de unos valores de producción asombrosos. Especialmente si tenemos en cuenta los escasos recursos con los que a menudo tienen que lidiar las nuevas IPs.

En definitiva un juego de acción brillante en el que tienen cabida muchos perfiles de usuario, pero que parece pensado para el aficionado al que últimamente la industria deja ligeramente de lado y que también es el más exigente con ella: el usuario hardcore. Dishonored es, si lo deseamos, un título difícil y cargado de una enorme profundidad, una propuesta que choca con los repetidos patrones de simplificación que vivimos en los últimos tiempos, y que pone toda su complejidad (que no complicación) al servicio del usuario.

Peste –La Historia-
La premisa de Dishonored es sencillamente fascinante. Los lectores familiarizados con el género Steampunk se sentirán como pez en el agua con el título que nos ocupa, ya que el proyecto desarrollado por Arkane Studios tiene que ser indefectiblemente enmarcado en este estilo. Los que no sepan en qué consiste deben estar al tanto de que se trata de universos ambientados en la Inglaterra Victoriana, donde la ciencia ficción se mezcla con la era de la Revolución Industrial gracias a infinidad de artilugios imposibles basados a menudo en la tecnología del vapor. Es exactamente el caso de este videojuego, que nos planta en una fascinante ciudad llamada Dunwall, trufada de artefactos fantasiosos, y todo ello potenciado por el Aceite de Ballena: el preciado combustible de la época y la piedra angular de su industria.

En este peculiar universo somos Corvo, el Lord Protector de la propia Dunwall, que regresa a esta enorme, sucia y grasienta urbe británica tras cumplir la última de sus misiones para su gobierno. En esta ocasión los máximos responsables de la ciudad habían rogado ayuda al exterior para tratar de solucionar la situación límite en la que se encuentran: desbordados por la peste que machaca sin piedad a su pueblo conducida por manadas incontables de ratas, y temiendo que todo ello acabe generando un bloqueo del exterior. Lamentablemente el héroe regresa con malas noticias que contar, y a los pocos minutos de tornar es testigo en primera persona de una sofisticada conspiración para que una élite adinerada se haga con el poder por encima de la regente actual. A partir de ahí el héroe es injustamente acusado como cabecilla de este desacato, y queda encerrado en la prisión local a la espera de ser ejecutado.

Lo que pasará a partir de ahí lo dejamos por completo al descubrimiento del espectador, que observará fascinado cómo se dibuja ante sus ojos una historia quizá no demasiado complicada pero sí con muchos giros y que se sigue con gran interés. Por este camino de huida y venganza conoceremos a un buen puñado de personajes que nos ofrecerán su ayuda a cambio de que desenredemos la complicada trama que se ha entretejido sobre nuestras cabezas, y que ha dejado a la ciudad descabezada y sin su líder: la querida Regente. Al principio nuestros "nuevos amigos" nos facilitarán sólo una máscara para pasar desapercibidos entre la multitud, pero luego se revelarán como valiosísimos aliados que, en algunos casos, incluso nos brindarán ayuda desde "otro mundo": un vacío fascinantemente retratado.

Una conspiración, un mundo de fantasía y una jugabilidad extraordinaria. Dishonored ya está aquí.
Una conspiración, un mundo de fantasía y una jugabilidad extraordinaria. Dishonored ya está aquí.

El juego estructura su narrativa en torno a misiones que nos va proponiendo este grupo de élite que nos socorre, pero también encuentra sitio para que si lo deseamos ayudemos a algunos civiles que encontremos por el camino. Si nos centramos en las misiones principales y nos olvidamos del resto hablamos de un título que puede durarnos unas 15 horas, una cifra bastante respetable teniendo en cuenta que si nos paramos a cumplir todos los encargos secundarios y a explorar todos los secretos que esconde Dunwall duplicaremos o incluso triplicaremos esta cifra, siempre en función de nuestras habilidades y del nivel de dificultad escogido al comienzo de la partida.

Por el camino somos nosotros mismos quienes vamos creando determinados aspectos de la historia, no tanto por nuestra libertad de elección, que es algo limitada en términos narrativos, sino más bien porque de ciertas decisiones que tomemos dependerán algunos aspectos. Así, en función de nuestro carácter iremos dibujando no sólo el final de la historia, sino también el propio aspecto que presenta la ciudad. Si somos un asesino metódico y exacto, que no mata más allá de lo estrictamente necesario, el final será ciertamente positivo y luminoso, y la peste que azota la ciudad se mantendrá más o menos controlada con una cantidad de ratas moderada y con unos infectados por ella (prácticamente zombis) menos numerosos. Si, por el contrario, somos crueles y no tenemos demasiado en cuenta las muertes innecesarias e incluso sacrificamos a civiles inocentes, el final será tenebroso y oscuro y por si fuera poco las ratas correrán a sus anchas en auténticas manadas, poniéndonos realmente difíciles las cosas con su agresividad.

La imaginería visual del programa es extraordinaria. Basta con echar un vistazo a las construcciones y a los soldados para darse cuenta.
La imaginería visual del programa es extraordinaria. Basta con echar un vistazo a las construcciones y a los soldados para darse cuenta.

Como hemos dicho la historia tiene sustancia sin llegar a ser innecesariamente compleja, y se traza exclusivamente en torno a nuestras conversaciones con los personajes. Todos los principales se concentran casi exclusivamente en las Zonas Seguras, pero los mapas son mucho más grandes que todo eso, y trasteando por las callejuelas de los barrios podemos descubrir a ciudadanos en apuros o civiles que necesitan que les echemos una mano. Casi siempre son encargos de búsqueda de algún familiar perdido, o de quitarles de encima a algún grupo de matones que les reclama alguna deuda pendiente; pero lo cierto es que contribuyen a engordar la historia y a dotarla de matices.

Lo mejor de todo el concepto argumental es, sin ningún género de duda, el trasfondo y su ambientación opresiva. Es fácil detectar elementos de Bioshock, de Half-Life 2 o incluso de la saga Fable en mucho de lo que nos rodea, pero Dishonored sabe encontrar en todos ellos meras inspiraciones que le ayudan a configurarse como una experiencia única. Todo está pensado hasta lo obsesivo, con detalles sencillamente geniales como los de las ballenas de las que se extrae el aceite en esos gigantesos barcos en perpetuo movimiento, y otros mucho más sutiles como los de una propaganda que roza el nazismo o un diseño de las viviendas cuidado hasta lo enfermizo. Estos detalles, y muchos más que iremos describiendo a lo largo del análisis, ayudan a sentirse parte de un mundo no sólo vivo, sino también apasionante y que siempre va a despertar curiosidad en el espectador.

Corvo: Retrato de un Asesino
Pero, ¿qué es Dishonored? No sólo un juego de acción innovador, sorprendente y, sobre todo cautivador, sino también una experiencia: un viaje en el pellejo de un protagonista que asiste silencioso a una complicada trama de conspiraciones que tienen por objeto el poder sobre Dunwall. Todo se traza, quizá no como un sandbox, pero sí como un juego caracterizado por una enorme libertad.

La ciudad se divide en barrios que se separan a base de tiempos de carga, y podemos movernos entre unos y otros con relativa libertad. Lógicamente hay partes del programa más encorsetadas que otras, pero en líneas generales el libre albedrío es la característica dominante, y gracias al puntilloso detallismo nos sentimos parte de un mundo vivo y en el que importamos. Hablamos de aspectos como la genial imaginería arquitectónica, la peste que asola con furia al pueblo regando los rincones de cadáveres, el aspecto diferenciado entre los barrios, o los preciosos carteles... No obstante de nada sirve construir una experiencia libre en un mundo tan cuidado si no viene acompañada de una jugabilidad a su altura, y por suerte Dishonored también cuenta con esa baza.

Cualquier perfil de usuario se sentirá cómodo en Dishonored. Desde los amantes de la acción hasta los adoradores del sigilo.
Cualquier perfil de usuario se sentirá cómodo en Dishonored. Desde los amantes de la acción hasta los adoradores del sigilo.

Acción en primera persona, sí, pero lejos de lo que sería un shooter convencional. De hecho hay armas de fuego y también otras algo más sutiles que también requieren apuntado como por ejemplo las ballestas, sin embargo hay tantas opciones ante nosotros que el producto acaba siendo poco menos que inclasificable. La primera herramienta del arsenal que nos van a dar va a ser una pequeña espada que podremos usar a modo de puñal para ejecutar cuando cojamos a un enemigo desprevenido, pero que también servirá como sable para bloquear y estocar a nuestros rivales cuando estén al tanto de nuestra presencia y tengamos que luchar filo contra filo.

Es la camaleónica condición del protagonista en cuanto a su forma de combatir la que hace que el título brille tanto. Si la sutileza no es lo nuestro podemos acometer nuestras misiones sin mayores quebraderos de cabeza, como una máquina de matar salvaje, cruel y desproporcionada. Si por el contrario queremos tener un poco más de estilo que todo eso, y ser un profesional del crimen exacto y escrupuloso como un cirujano, vamos a descubrir que es cuando el juego abre todo su abanico de opciones y características; con infinidad de recursos a nuestra disposición y con unos decorados plagados de rutas secundarias para adoptar la táctica del rodeo.

Todo esto recuerda un poco a Deus Ex, ¿no? Pues es lógico pensarlo, ya que parece claro que ha sido una de las referencias constantes durante la producción. Así en cada una de las misiones que componen el juego tenemos un objetivo principal y varios secundarios, pero en todo momento numerosos caminos muy distintos para cumplir todos ellos.

Pasar desapercibido es una táctica muy inteligente. Esconderse entre las sombras nos pondrá las cosas más fáciles.
Pasar desapercibido es una táctica muy inteligente. Esconderse entre las sombras nos pondrá las cosas más fáciles.

El Camino del Guerrero –El Combate-
Viendo Dishonored desde la distancia o en vídeos, puede dar la sensación de que no es un título en el que las luchas sean demasiado satisfactorias, y lo cierto es que le faltan profundidad pero sí resultan bastante efectivas. A menudo hemos visto juegos en primera persona que plantean de forma muy torpe combates cuerpo a cuerpo, pero ya en su momento la propia Arkane Studios realizó muy buenos trabajos desde la perspectiva subjetiva con Arx Fatalis y con la versión para PC de Dark Messiah of Might & Magic, y aquí ha creado otra vez una mecánica muy efectiva pero también sencilla y muy fácil de comprender.

El lector que en su momento disfrutara de Bioshock va a sentirse como en casa con Dishonored, y es que el esquema de combate es realmente parecido. Así con el gatillo derecho del pad de consola y el botón izquierdo del ratón en PC usamos nuestra arma cuerpo a cuerpo, y con el gatillo izquierdo y el botón derecho del ratón accionamos nuestra arma a distancia o el poder que tengamos equipado. Así lo único que es fijo es el filo de la mano derecha, mientras que en función de nuestras necesidades vamos alterando lo que portamos a la izquierda para que se adapte a la situación.

La magia, como ya hemos dicho, nos la proporciona un personaje al que conoceremos en un sueño al principio de la aventura, pero nos ofrecerá un interesante abanico de posibilidades. Si nuestro estilo es el del guerrero más salvaje tenemos varias opciones dentro de estos poderes que nos pueden resultar de mucha ayuda para fomentar nuestras habilidades dentro del combate, y es que si no nos importa "hacer ruido" lo vamos a necesitar ya que será común que los rivales se aglomeren ante nosotros.

Por el camino conoceremos a muchos personajes fascinantes. Madams de búrdeles, viejos locos, conspiradores, contrabandistas...
Por el camino conoceremos a muchos personajes fascinantes. Madams de búrdeles, viejos locos, conspiradores, contrabandistas...

Si en Dishonored hemos decidido ser un personaje más parecido a un salvaje sin escrúpulos que a los cánones habituales de un asesino, el juego resultará difícil. No obstante será interesante que nos familiaricemos con los conceptos de los combates contra varios enemigos al mismo tiempo, ya que va a ser difícil que las tácticas del sigilo salgan redondas el 100% de las veces. El desafío es alto, y más de una vez nos van a pillar con las manos en la masa en plena misión, disparándose entonces las alarmas y abalanzándose sobre nosotros pelotones completos de enemigos. Hemos echado en falta un plus de profundidad en el uso de las armas, lo que podría haber elevado al programa incluso un nivel por encima, pero el título a pesar de ello hace un gran trabajo en este sentido.

El bloqueo con nuestra espada será fundamental aquí para salir airosos, ya sea usándolo con el botón asignado en nuestro teclado o con el RB/RT en consolas. El "timing" será la clave una vez más como en la mayoría de productos de estas características: así si bloqueamos tarde un ataque enemigo con espada recibiremos su impacto, si lo hacemos ligeramente por adelantado lo taparemos sin mayores problemas, pero si logramos "restar" justo en el momento en el que nuestro oponente trata de impactar sobre nosotros éste se quedará detenido uno o dos segundos… Un tiempo muy valioso para lanzar una estocada letal sobre él, una que acabará con su vida con un solo impacto.

Por lo demás todo esto habrá que combinarlo con las armas de fuego (que tardan bastante en recargarse) o con las ballestas (igualmente lentas), para las que podremos equipar virotes incendiarios, virotes normales, virotes con veneno para aturdir… Diferentes tipos de munición para lo que necesitemos en cada momento. Sin embargo también podemos optar por los mencionados poderes, pudiendo ralentizar el tiempo para lidiar con varios enemigos, hacer que se prendan fuego cuando nos descubran y les ataquemos, o incluso arrojando manadas de hambrientas ratas para que los devoren por completo.

El Camino del Asesino –El Sigilo-
Si afrontándolo a lo loco el juego es frenético y bastante entretenido, en cambio la recompensa optando por el sigilo es máxima. Es donde Dishonored más brilla, y como el título se convierte en el sobresaliente producto de acción que es. A pesar de que todos los estilos de combate están soportados por Corvo, parece que tanto el protagonista como las mecánicas de juego se sienten más cómodos cuando tratamos de pasar desapercibidos.

La mayoría de los poderes están, de hecho, orientados hacia ello. Hay varios que podemos emplear para tratar de escapar de las miradas no deseadas, y entre ellos los más útiles serán el del Teletransporte y el de la Posesión. Con el primero podremos pasar de un lugar a otro separados por una pequeña distancia en un segundo, de modo que si un guardia vigila un pasillo, podemos pasar de una parte a otra de éste evitando su ángulo de visión. Como todos los poderes éste se potencia, y en este caso lo hace ampliando su margen de distancia cubierta. Más interesante resulta el aumento del poder denominado Posesión, que en un principio sólo nos deja tomar forma de animales pequeños durante unos segundos, pero que después de incrementarlo nos permite incluso meternos en el pellejo de personas. Muy útil para encarnar a guardias durante un breve período de tiempo.

El comercio será fundamental para salir adelante. Podremos comprar repuestos y mejoras para nuestro personaje.
El comercio será fundamental para salir adelante. Podremos comprar repuestos y mejoras para nuestro personaje.

Sin embargo habrá ocasiones en las que por mucho que seamos brillantes en el sigilo, es seguro que no siempre podremos esquivar a guardias o enemigos sin sortear ningún tipo de interacción, y a veces tendremos que afrontar alguna situación en la que eliminar de la ecuación a un rival será fundamental. ¿Cómo solventarlo? Pues como siempre en Dishonored hay más de una manera. Si queremos seguir con ese espíritu de pulcritud que parece derivarse de la clandestinidad lo más lógico es optar por dejar inconscientes a los vigilantes estrangulándolos por la espalda hasta provocar su desmayo, y después ocultar sus cuerpos para no despertar sospechas de los que montan guardia o hacen patrulla. Sin embargo si nuestro estilo no es tan aseado podemos elegir el camino de la puñalada a la yugular, también por la espalda, que es una maniobra mucho más rápida aunque como ya hemos dicho genera un final más oscuro y bastantes más problemas con las ratas y los infectados por la peste durante la aventura.

Así mismo hay un montón de trucos y triquiñuelas a las que también podemos recurrir para pasar desapercibidos. Mirar a través del picaporte de una puerta nos permite ver un ángulo reducido aunque móvil de la habitación contigua, aunque si queremos tener una visión más detallada de lo que hay al otro lado de la pared podemos recurrir a la Visión Oscura. Ésta no sólo destaca en brillantes colores cualquier ser vivo que haya a nuestro alrededor sin importar muros ni otro tipo de obstáculo, sino que además destaca los ángulos de visión de todos ellos.

La magia es uno de los grandes puntos del título. Echar un vistazo a lo que hay al otro lado de una pared puede ser primordial para un asesino.
La magia es uno de los grandes puntos del título. Echar un vistazo a lo que hay al otro lado de una pared puede ser primordial para un asesino.

Las coberturas serán un aliado fundamental para pasar desapercibidos, ya sea agachados o detrás de un muro y asomándonos. No hay un botón técnicamente especificado para parapetarnos, pero sí lo hay tanto en consola como en PC para inclinarse hacia un lado u otro y tener un ángulo mejor de visionado sin exponernos a ser detectados. Además podemos también ocultarnos sencillamente en las sombras, apoyándonos incluso en la vieja técnica de "soplar las velas" de los candelabros que iluminan algunas estancias, pero también vale el esconderse debajo de mesas y otros objetos del mobiliario. Si aún utilizando todos estos mecanismos seguimos sin quitarnos de encima algún vigilante sin provocar un baño de sangre, siempre nos quedan trucos tan básicos como los de arrojar algún tipo de objeto a la otra punta de la habitación para distraer la atención de la inteligencia artificial en la dirección equivocada. Todos los mapeados están muy pensados para sacar partido de todo este tipo de técnicas, con una arquitectura diseñada con enorme cuidado y enormes posibilidades.

El Camino del Acróbata –Exploración, Escalada, Mejora…-
Y de hecho, y hablando de posibilidades del escenario, Dishonored combina todo lo que hemos comentado con anterioridad con una exploración muy profunda del entorno que nos rodea. Corvo es un personaje extraordinariamente ágil, de hecho de una forma sorprendente para lo que se suele destilar en los normalmente rígidos títulos de perspectiva en primera persona.

Así escalar la fachada de un edificio no es ninguna utopía en el juego de Arkane, no sólo porque el protagonista puede asirse fácilmente a todos los bordes y alfeizares de las construcciones, sino también porque los diseñadores trufan las caras de los bloques de abundantes asideros, bloques y balcones para que la escalada resulte más sencilla. Por si fuera poco si en algún momento un punto al que queremos llegar queda lejos de nuestro alcance, siempre podemos utilizar el teletransporte para alcanzarlo puesto que también funciona en vertical.

Un disparo a tiempo arregla muchas cosas, pero ándate con ojo. Muchas muertes y sólo alcanzarás el final más oscuro de la historia.
Un disparo a tiempo arregla muchas cosas, pero ándate con ojo. Muchas muertes y sólo alcanzarás el final más oscuro de la historia.

Eso sí, hay que elegir con cuidado cuando y cómo utilizar nuestros poderes, ya que hay dos barras de estado para nuestro personaje: una de salud para medir la vida que nos queda, y otra de maná para que sepamos cuánta magia más podemos utilizar. No se regeneran de forma automática sumando un agradecido plus de dificultad a la experiencia, y para recargarlos deberemos hacerlo con pócimas que encontremos o que compremos en las tiendas, pero las misiones son largas así que conviene ir bien equipado para no quedarnos cortos.

Siempre podemos encomendarnos a dar con algún brebaje examinando el escenario, pero no es la única cosa que encontraremos. El título fomenta muchísimo la exploración, no sólo para dar mil y un rodeos para dar con la ruta más fácil para cumplir nuestro objetivo o para huir a un lugar seguro, sino también para buscar los elementos de mejora de personaje que están desperdigados por la campaña individual.

Éstos se dividen en runas y amuletos de hueso, y sirven para hacer progresar a Corvo en las diferentes disciplinas de combate y magia a las que podemos acceder. Nuestro compañero del otro mundo nos facilitará un corazón que no sólo nos ofrecerá información sobre el contexto del mundo que nos rodea con penetrante voz femenina, sino que también nos marcará los lugares de estos coleccionables tan relevantes para progresar. El juego tiene la virtud de ofrecer estos factores de mejora del héroe mediante la exploración, algo que parece muy inteligente a la hora de sacar partido de esos decorados tan fenomenales que propone.

Sin embargo no es la única forma de incrementar nuestros atributos, y es que los que no estén nada interesados en el uso de los poderes, o en la exploración para cultivarlos, también pueden tirar del taller de nuestra base de operaciones para encargarle a uno de nuestros compañeros algunos trabajos. A cambio de generosas cantidades de dinero el responsable del taller nos fabricará la munición o las minas o los artefactos que deseemos, pero también mejorará los que ya tengamos si necesitamos perfeccionar su rendimiento. Aunque asimismo podremos comerciar con algunos personajes que conozcamos por las calles de Dunwall.

La ambientación de Dishonored es memorable. Dunwall es una ciudad de una ficticia Revolución Industrial con todas las letras.
La ambientación de Dishonored es memorable. Dunwall es una ciudad de una ficticia Revolución Industrial con todas las letras.

Dunwall: Capital Oscura –Gráficos y Tecnología-
La dirección artística de Dishonored impresiona: así de simple. Desde el punto de vista tecnológico el juego es muy rotundo, especialmente en compatibles, pero gráficamente y en términos de diseño es donde de verdad se establece un salto cualitativo importante y donde el juego se hace fuerte para demostrar su carácter.

La ciudad es la gran protagonista del título, y lo es por méritos propios. El retrato de la época ficticia es sencillamente impresionante y, a falta de ver la versión final del prometedor Bioshock Infinite, el que nos ocupa es sin duda el gran representante Steampunk de los videojuegos recientes en términos visuales. Los edificios son una absoluta preciosidad y, contra todo pronóstico, tienen enorme personalidad. No hay una sola construcción que parezca reciclada o de acabado perezoso, cada una tiene su propia identidad, y los diferentes barrios están perfectamente representados con los gremios o los estilos de población que los habitan. Muchos de los edificios, además, tienen recreados sus interiores para que podamos pasearnos por ellos, y no siempre necesariamente para cumplir las misiones principales sino a menudo sólo para crear ese estilo de inmersión total del que hablamos o para acometer misiones secundarias.

Por otra parte la iluminación es formidable, bañando todavía de mayor calidad a los impecables edificios y generando reflejos impresionantes. La luz de interiores, así como los efectos para la lluvia, bastante habitual, son también igualmente remarcables. Y es que en realidad lo mejor que se puede decir del clima es que logra encajar perfectamente con la propia ciudad tanto a nivel gráfico como artístico, y bañando brillantemente también a sus habitantes.

Basta echar un vistazo a las screens del juego para darse cuenta del potencial gráfico que atesora. Lo nuevo de Arkane es un título fantástico.
Basta echar un vistazo a las screens del juego para darse cuenta del potencial gráfico que atesora. Lo nuevo de Arkane es un título fantástico.

Asimismo, el agua que rodea a Dunwall está inmejorablemente presentada, y el personaje puede interactuar con ella ya sea nadando o buceando, aunque hay que tener cuidado con algunos peces peligrosos que nos pueden dar más de un susto. También hay perros guardianes y algunos otros animales, sin embargo la fauna más peligrosa es la de las ratas. Cuando van en solitario son inofensivas, pero en grupos grandes son capaces de despedazar literalmente cuerpos humanos mientras se los comen… ¡vivos! Y eso nos incluye a nosotros.

Y es que los humanos que patean las calles de Dunwall no sólo son fantásticos en su tratamiento, sino que también son vulnerables. Disparar a un enemigo o darle un mandoble puede generar resultados terribles sobre ellos, ya que se desmiembran; algo que agradecerán profundamente los amantes de la violencia. Tradicionalmente este tipo de mecánicas hace que algunos lanzamientos descuiden algo el acabado de los personajes, sin embargo nada más lejos de la realidad en Dishonored, ya que todos los NPCs presentan un aspecto sobresaliente. El trabajo que llevan a sus espaldas es impresionante, con detalles curiosísimos como que su aspecto dependa de su condición social: alargados en los casos de los nobles, algo más achaparrados para el pueblo llano… Todos con unos rostros de calidad significativamente alta y poseedores de unas animaciones remarcables. Por cierto, mención especial para algunos ingenios y a la suerte de mechs que pilotan algunos enemigos, y también a muchos elementos de las bases militares de la ley: recuerdan obviamente a la Ciudad 17 de Half-Life 2, algo completamente lógico ya que ambos títulos comparten a uno de sus diseñadores principales de escenarios.

Ambientación inmejorable, apartado gráfico sobresaliente, doblado a nuestro idioma con gran nivel. Grandes valores de producción para Dishonored.
Ambientación inmejorable, apartado gráfico sobresaliente, doblado a nuestro idioma con gran nivel. Grandes valores de producción para Dishonored.

A nivel tecnológico el juego no es tan redondo en sus versiones de consola si lo comparamos con la de compatibles. Los tiempos de carga son kilométricos para las pantallas de espera ente unas áreas y otras, y a menudo las texturas tardan algo más de lo que nos gustaría en cargarse. Hay algunos pequeños problemas más aunque bastante menores, entre otros podemos mencionar algunas irregularidades puntuales pero graves de la IA y algunos Bugs con objetos flotantes bastante desconcertantes. Sin embargo salvo algunos aspectos corregibles con algo más de testeo, muchos otros son sencillamente atribuibles al techo ya alcanzado en la actual generación de videoconsolas.

En cuanto al audio, resultados también colosales. Enorme trabajo con todos los personajes doblados a nuestro idioma y, en la mayoría de ellos, con una gran calidad dramática. Los efectos de sonido son muy buenos; y la banda sonora, pese a que es algo repetitiva en algunos tramos, tiene muchos temas primorosos.

Magnífico

Obra maestra

Dishonored

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Sorpresa mayúscula la que nos ha deparado este Dishonored. Durante su desarrollo parecía un juego muy prometedor, pero su nivel ha acabado siendo incluso más alto de lo que esperábamos. Es un título muy hardcore, y obviamente no es para todos los perfiles de aficionado, pero todo el que se acerque a él con paciencia y ganas de sumergirse en una experiencia fascinante encontrará en lo nuevo de Arkane un título inolvidable.

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Jugadores: 1
Idioma: Manual en español, textos en español y voces en español
Duración:
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