Diles a tus padres que se vayan de vacaciones una temporada, miéntele a tu novia y dile que te has marchado con ellos. Quédate en casa, cierra puertas y ventanas y compra comida para unas semanas: el final de Jefe Maestro se acerca. Si cuando metas el DVD por primera vez no se te pone la carne de gallina con el logo de Halo 3… es que no eres humano.
Poco se puede decir a estas alturas de Halo 3. Millón y medio de reservas, más de cuatro millones de copias distribuidas a los comercios, una saga de calidad contrastada… Las palabras se quedan cortas para definir lo que el fenómeno del Jefe Maestro supone para el aficionado a los videojuegos y para la febril masa que mueve cada uno de sus lanzamientos.
Dos títulos que probablemente se cuenten entre los mejores shooters de consola jamás creados preceden a este esperadísimo Halo 3, que cumple en mayor o menor medida todas las promesas que se hicieron con respecto a su calidad como título que cierra el mastodóntico arco argumental.
Lo cierto es que el título brilla con luz propia en lo jugable, cumple con corrección en lo gráfico, deslumbra en lo musical, asombra con su multijugador y resulta irregular en su doblaje. Un auténtico imprescindible, un juego que, al igual que Bioshock, no puede faltar en nuestra estantería si tenemos una Xbox 360.
Start the Fight
Seamos sinceros, Halo 3 tiene un comienzo algo decepcionante. Empezaremos el juego sumidos en el desconcierto por su brusco inicio, y posiblemente los primeros minutos de juego no nos satisfagan como experiencia jugable, pero paciencia… este título crece dentro de nosotros a medida que vamos sumergiéndonos en él.
Lo mejor que se puede hacer para no caer en el destripe innecesario del argumento de Halo 3 es no decir nada sobre su él, y como tal lo respetaremos. Pero si que debemos señalar que tras unos primeros minutos titubeantes y algo desconcertantes el juego va creciendo en intensidad hasta llegar a un clímax apoteósico, con una segunda mitad de campaña verdaderamente memorable.
El final es la conclusión perfecta al decepcionante punto y seguido de Halo 2. Un cierre sensacional, épico y satisfactorio, que saca partido de numerosos misterios que quedaron sin explicar en las dos primeras entregas para resolver de un plumazo y con una soberbia narrativa todas las líneas argumentales de la saga.
La estructura del modo individual es idéntica a la de las dos entregas anteriores, una sucesión de capítulos que nos llevan por escenarios mucho más variados que en los dos primeros Halo. Se alternan, como ya es norma de la casa, las misiones a bordo de vehículos con las que nos obligarán a desplazarnos a pie, aunque como es lógico tienen especial predominio estas últimas.
Hay algunas novedades en los propios vehículos, en el armamento y también en el equipamiento, que aportan un soplo de aire fresco a este tercer capítulo. Entre los primeros destacan el Brute Prowler, parecido a un jeep para dos personas con torretas; la chopper de gran maniobrabilidad, y el divertidísimo Mongoose una especie de motocicleta muy rápida pero sin capacidad ofensiva.
En cuanto al arsenal hay un buen puñado de añadidos entre los que destaca de sobremanera el, ahora manejable, martillo de gravedad. Se trata de un arma pensada fundamentalmente para el cuerpo a cuerpo y que gracias a su descomunal tamaño y a su terrorífico poder, nos permitirá lanzar despedido a largas distancias todo lo que se encuentre en nuestro camino.
El Laser Spartan también destaca entre las novedades. Se trata de un instrumento con el que podremos casi cortar a nuestros enemigos por la mitad. Dentro de las menos espectaculares pero más funcionales destaca el spiker, una suerte de pistola de gran poder.
También están disponibles las torretas, lanzallamas o ametralladoras fijas que incluso se pueden soltar y cargar con ellas. En caso de emplearlas o de “llevárnoslas puestas” el juego pasa a una vista en tercera persona mucho más espectacular.
Entre el equipamiento sobresale el accesorio que nos proporciona inmunidad durante unos instantes; y por supuesto el que desata un escudo a nuestro alrededor de forma esférica del que podemos entrar o salir sin problemas, y que detendrá la munición de nuestros rivales.
Como se puede ver muchas novedades en las herramientas jugables y armamentísticas en este Halo 3, que quizá únicamente decepcione por el hecho de no incluir apenas novedades en el apartado de los enemigos.
Forja de Héroes
Quizá el único “pero” jugable que se le pueda poner a Halo 3 es su desigual medida de la dificultad. Mientras que en los modos Fácil y Normal el título es excesivamente sencillo, en los más difíciles el juego resulta en ocasiones una experiencia verdaderamente desesperante que en la recta final del programa pueden rozar lo insoportable. La campaña individual dura unas 7 u 8 horas en los niveles más sencillos, y puede superar levemente las 10 por las continuas repeticiones de las zonas más complicadas en las dificultades más altas.
Sin embargo una de las principales fortalezas es el jugar con compañía y de hecho el modo cooperativo hará exponencialmente más llevadera la experiencia de afrontar una dificultad “legendaria” en la campaña según vayamos añadiendo compañeros. Este modo a través de Live, con hasta tres acompañantes más o con una sola persona físicamente a nuestro lado, resulta muy divertido y es uno de los principales atractivos del juego, creándose incluso un cierto sentido de la competitividad entre el equipo al premiar al que más puntos y muertes obtenga.
Por supuesto si el cooperativo no es lo nuestro también podemos acceder a las diferentes arenas de Halo 3 para enfrentarnos a otros jugadores del mundo. Hay, como siempre, un número muy importante de modos de juego y además el título cuenta con once mapas, con una simbiosis perfecta de estilos de combate lejanos y cercanos. Si los clásicos y caóticos death match o infección, o los más colectivos modos de capturar la bandera y atacar los puntos de control, no son suficientes para nosotros, podemos acceder a las potentes herramientas de edición.
El editor en sí mismo, apropiadamente bautizado como La Forja, nos permitirá variar muchos detalles de los mapas aunque no se trate de un modificador de escenarios al uso. En The Forge no podemos cambiar la orografía de los escenarios o alterar la distribución de edificios o elementos de repetición, lo que si que nos permitirá es añadir armas, donde y cuantas deseemos; situar los puntos de “re-spawn” donde queramos; así como desperdigar vehículos y objetos etcétera.
Un editor limitado pero interesante que también nos permitirá colorear de determinadas maneras a nuestros personajes, y que además de los límites ya citados, nos impondrá un tope de dinero para gastar en alterar los factores de un determinado escenario.
Todos estos elementos conforman uno de los multijugadores más memorables de los últimos años, y sin lugar a dudas el mejor en lo que llevamos de Next-Gen. Adictivo, fascinante y en ocasiones caótico, así es el multiplayer de Halo 3 que gracias a su capacidad de atracción y a su editor, se convierte en una experiencia casi interminable.
Épico y Espectacular
En lo gráfico lo cierto es que muchas personas se pueden llevar una ligera decepción. Halo siempre fue una muestra del máximo exponente gráfico de consolas en cada una de sus entregas, y la verdad es que este tercer episodio está un escalón por debajo de los auténticos monstruos tecnológicos que los últimos 12 meses nos han dejado.
Sin embargo esto resulta engañoso pues la grandeza visual de Halo va en otra dirección, en la grandeza de sus escenarios y en la recreación de multitudinarios combates con decenas de personajes actuando. Por si fuera poco, las texturas, como norma general, tienen un nivel de detalle fantástico; los modelados de los seres son francamente buenos -aunque algún aliado desentona ligeramente por tener una carga poligonal algo más baja que la media-; y la tasa de imágenes por segundo se mantiene estable como una auténtica roca, aun con la pantalla repleta de fuego y combates.
Halo 3, por lo tanto y pese a no ser portentoso, cumple con nota. Mención especial merecen los paisajes, gigantescos, poblados de enemigos y tremendamente variados.
Halo 3, por si fuera poco, también destaca de forma sobresaliente en su herramienta para la captura de video y de screenshots. El funcionamiento es muy sencillo, en el disco duro se almacenan las últimas partidas que hemos disputado en cualquier modo de juego, y se generan de tal modo que podremos mover la cámara a nuestro entero gusto para colocarla donde deseemos y capturar las mejores instantáneas o los mejores planos de video. Algunos pequeños fallos en su planteamiento, como el hecho de tener que avanzar con el lento fast-forward hasta el final de un nivel por ejemplo, no parecen enturbiar lo que en futuros juegos puede ser un kit apasionante.
Pero quien ostenta la corona en lo visual del videojuego es sin duda la iluminación, un auténtico prodigio de realismo que crea estampas sobrecogedoras y preciosas que sin duda desearemos capturar con la cámara del juego. Los deslumbramientos al salir al exterior de una lúgubre cueva, o el experimentar la momentánea ceguera de mirar al horizonte con el sol recortado por las montañas son una auténtica experiencia.
En lo tecnológico el juego emplea de forma sobresaliente el motor de físicas Havok provocando unos impactos y unas muertes en los enemigos muy realistas y espectaculares. Pero el sistema tiene algunos fallos de bulto, será habitual ver problemas serios de clipping con los muertos y determinados objetos, y a veces los cuerpos tras una explosión no vuelan de forma correcta. Pequeñas molestias que para nada reducen el valor del espectáculo visual.
Así Suena un Spartan
Lo sonoro en Halo 3 es un factor de alegrías y tristezas. Hay tremendos desequilibrios en un conjunto que se resiente notablemente gracias a un doblaje que no se beneficia en absoluto de ciertas decisiones muy discutibles.
Para empezar a hablar de lo auditivo hay que comenzar por el triunfador, y ese es sin lugar a dudas el score del juego. Una auténtica delicia la música de este Halo 3 que tan pronto bebe de las clásicas partituras de la saga, como reinventa las composiciones empleando sus bases para transformarlas en otras totalmente distintas. Una auténtica maravilla, épica, inspirada y evocadora que nos acompañará de inmejorable manera durante toda la aventura.
El aspecto que no cumple al mismo nivel y que ciertamente enturbia algo el conjunto es el del doblaje, que resulta terriblemente irregular y eso, en un juego de la importancia de Halo 3, es lamentable e imperdonable.
Hay algunas voces que cumplen, otras que irritan y otras que no parecen apropiadas. Lamentablemente no podemos disfrutar del portentoso doblaje original ni cambiando el idioma de la consola al inglés, con lo cual se nos priva de la posibilidad de escuchar el asombroso trabajo de la versión inglesa.
No entraremos a valorar cada una de las voces y si resultan veraces con el aspecto de los personajes, la mayoría desde luego no, pero hay un ejemplo especialmente sangrante: Con motivo del futuro lanzamiento de Halo 3 se realizó una suerte de concurso en el que la gente debía demostrar su amor por el título de Bungie para conseguir poner su voz a uno de los personajes del título. Pues bien, resulta sencillo descubrir la voz del ganador. Ni un filtro, ni un efecto de distorsión, nada…”a pelo”, la experiencia es idéntica a la de tener a nuestro sobrino de 13 años gritando a bordo de una nave espacial. El muchacho, claro, no tiene la culpa de estar poco dotado para las labores de doblaje y de no haber alcanzado el pleno desarrollo de la voz a su edad, con lo cual no se le puede criticar a él; pero si que hay que empezar a pensar en estrategias de promoción comercial que no echen por tierra los valores artísticos del juego.
Afortunadamente, al menos, se ha tomado la decisión de traer a nuestro país unas voces en nuestro idioma y no en español neutro como en el polémico Halo 2. Como hemos dicho, y en resumen, las voces cumplen en su mayoría, pero algunas resultan especialmente molestas lo que conforma un conjunto muy irregular.
Conclusiones
Halo 3 es un auténtico broche de oro para una de las sagas más populares de la historia de los videojuegos. Y esto se debe principalmente a que desde Bungie no se han acomodado y han optado por introducir suculentas novedades como el editor, las nuevas armas y vehículos y el fascinante empleo de la captura de video. Su campaña individual supone un auténtico “crescendo” de calidad, intensidad e interés, y su multijugador tiene todas las papeletas para revalidar su título de rey de la red. Un cierre inmejorable para una saga inolvidable.
Halo 3 es, sin lugar a dudas, uno de los mejores juegos de la Nueva Generación. Una jugabilidad brutal que se divide en una campaña individual que mejora nivel a nivel hasta llegar a la grandiosidad, y un multijugador que conserva todas las virtudes de la saga y que será sin lugar a dudas el más jugado de Xbox Live. Un título de una calidad inusitada tanto en sus valores de producción como en su aspecto más puramente relacionado con la diversión; largo, repleto de opciones y con las suficientes novedades e innovaciones como para hacer recomendable su compra a cualquier aficionado a los shooters. Un nuevo vende-consolas para Xbox 360.
Comprar Halo 3