Análisis de Tiger Woods PGA Tour 13

Análisis de Tiger Woods PGA Tour 13
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El simulador de golf más prestigioso y aclamado de los últimos años, Tiger Woods, regresa a PS3 y Xbox 360 con una versión que va a traer algo de polémica. Y es que a pesar de su calidad, el nuevo sistema de control que implementa puede resultar demasiado exigente…

Como cada temporada, Electronic Arts nos presenta una nueva edición de su célebre simulador de golf, Tiger Woods PGA Tour. Y como ya es habitual, se trata de un juego realmente interesante para los fans de este deporte tan único y atractivo, si bien en esta ocasión sólo los más expertos van a poder exprimir al máximo el potencial que encierra el título.

Tiger Woods nos presenta su nueva propuesta virtual del mundo del golf, más exigente que nunca.
Tiger Woods nos presenta su nueva propuesta virtual del mundo del golf, más exigente que nunca.

Golf para expertos
Esta nueva edición de Tiger Woods sigue presentando, a grandes rasgos, las mismas cualidades que ya disfrutamos en la pasada edición. Por lo tanto el título nos deleita con una gran cantidad de campos (16), modos de juego que más tarde os comentaremos, opciones y otros elementos. Pero eso no quiere decir que el simulador no presente ciertas innovaciones, siendo el nuevo sistema de control integrado la más destacada.

Siguiendo y continuando lo que se dejó entrever en la pasada entrega, en esta ocasión el sistema de control ha sido diseñado para exprimir al máximo el stick analógico izquierdo. Y precisamente en este punto encontramos uno de los aspectos más controvertidos del mismo.

Dicho sistema resulta preciso en extremo, hasta tal punto que es necesario dedicar mucho tiempo para perfeccionarlo y hacernos con él. No nos entendáis mal: es muy fácil desplazar hacia atrás el stick para luego pulsarlo hacia delante y materializar cada uno de los golpes… lo que pasa es que hacerlo de manera correcta es harina de otro costal. Cualquier leve inclinación o mal cálculo de la fuerza a la hora de ejecutar nuestro swing (o pateo) acaba de manera irremisible en un error claro. Y si a esto le sumamos otros condicionantes como la posición en la que golpeamos a la bola, la colocación de los pies, etcétera, dan como resultado un sistema de control muy complicado de dominar.

El sistema de control bautizado como Total Swing es realmente exigente, por lo que sólo los más expertos podrán dominarlo al 100%.
El sistema de control bautizado como Total Swing es realmente exigente, por lo que sólo los más expertos podrán dominarlo al 100%.

Y aunque habrá jugadores a los que esto les parezca todo un acierto por su similitud con la dificultad que entraña el deporte real, habrá un grupo muy amplio de jugadores menos expertos que lo encuentre casi injugable. Tanto es así, que pensamos que Electronic Arts va a abandonar este nuevo sistema de control implementado en esta edición o, como mucho, éste será muy retocado y corregido en futuras incursiones.

Tampoco queremos dejar de comentar la opción alternativa que supone Kinect. Sí, la popular cámara de Xbox 360 puede ser utilizada para llevar a cabo cada uno de los golpes e incluso para efectuar comandos de voz sencillos (pero en inglés) como cambiar de club, etc. Ésta última función de voz funciona muy correctamente pero, en lo que respecta al juego en sí, tampoco es que sea la más recomendable. Y es que como también ocurre en bastantes títulos diseñados para Kinect, el juego tarda un tanto en reconocer y trasladar nuestros gestos y acciones a la pantalla, por lo que la precisión no es la mejor que hemos experimentado. Como curiosidad no está mal, pero en la práctica deja bastante que desear aunque no es injugable.

Eso en lo concerniente a la ejecución de los golpes, ya que sí que es verdad que como también sucede en cada vez más títulos para Xbox 360, la utilización de Kinect sí que es perfecta mientras navegamos por las distintas pantallas de menú, siendo una auténtica delicia.

Gráficamente estamos ante un título muy logrado, con decorados y campos bien representados y golfistas que transmiten realismo.
Gráficamente estamos ante un título muy logrado, con decorados y campos bien representados y golfistas que transmiten realismo.

Homenaje en toda regla
No sabemos si los desarrolladores lo han hecho con ánimo de homenajear a Tiger Woods por aquello de haber sido la cara de este simulador durante tantos años, pero lo que está claro es que uno de los mayores atractivos de este título es también una de sus innovaciones más plausibles: el modo Tiger Legacy Challenge.

En este largo y profundo modo de juego (que recuerda un tanto al Jordan Challenge que 2K Sports introdujo en NBA 2K11 en su momento) podemos recorrer la vida y milagros –como diría aquel- de este formidable deportista. Dividido a su vez en distintas fases o etapas, podemos controlar a Tiger desde su más tierna infancia hasta la actualidad o incluso su futuro próximo, teniendo que ir superando los diferentes retos en orden cronológico y que son de diversa índole. Es cierto que algunos de estos objetivos pueden resultar un tanto insustanciales, pero aún así se trata de una modalidad que nos ha parecido un detalle espectacular.

Dicha modalidad queda apoyada por otras ya clásicas y previsibles como son Carrera, Play Now, Online o Skills Challenge, pero también nos encontramos Country Clubs, siendo ésta última otra de las innovaciones que han quedado recogidas en esta edición del juego. Este modo online nos faculta crear equipos o clubes en los que pueden formar parte un máximo de 25 usuarios por barba, pudiendo entablar competiciones tanto internas entre los distintos miembros del club como entre los propios equipos a nivel global. Interesante si os gustan este tipo de propuestas.

Y para complementar a todo esto, el juego también nos ofrece una amplia gama de otras opciones, como la tienda (Store) donde podemos adquirir nuevos campos y demás, así como el ya clásico editor de personajes, que sigue siendo tan completo y sobresaliente como ya es costumbre en Tiger Woods.

El título nos depara multitud de modalidades, incluyendo la clásica Carrera y la inédita Tiger Legacy Challenge.
El título nos depara multitud de modalidades, incluyendo la clásica Carrera y la inédita Tiger Legacy Challenge.

A medida que juguemos y en función de los logros obtenidos, iremos obteniendo dinero. ¿Y qué hacemos con él? Pues adquirir diferentes complementos para el juego, algunos de ellos de mucha importancia e interés. El problema es que el juego no está del todo bien equilibrado en este sentido (eso pensando bien, sin querer entrar en polémicas…), por lo que es necesario invertir cantidades ingentes de tiempo para obtener algo de dinero. Otra opción un tanto “sospechosa” es comprar mediante dinero real en la tienda correspondiente la moneda ficticia usada en el juego, hecho que estamos convencidos que a bastantes usuarios no les hará demasiada gracia.

Técnica depurada
Técnicamente el juego muestra un nivel bastante notable, como ya es tradición en esta saga. La recreación de todos los campos (16 en total y casi todos reales) es bastante acertada en general, pudiendo apreciarse con todo lujo de detalles lagos, búnkeres, greens, diversos tipos de árboles y vegetación… Es cierto que algunos elementos no están igual de conseguidos (como el público, por ejemplo), pero en líneas generales lucen realmente bien. Además y dado el carácter del deporte en sí, el juego transmite cierta sensación de relajación.

También sorprende la integración de climatología variable que, aparte de alegrarnos la vista con bellas tormentas y demás, afectan a la jugabilidad de forma palpable, teniendo que estar muy pendientes de los cambios que traen consigo en el campo, viento, resistencia, etc.

En esta edición de Tiger Woods PGA Tour encontraremos un climatología variable, y los efectos afectan notablemente a la forma de jugar.
En esta edición de Tiger Woods PGA Tour encontraremos un climatología variable, y los efectos afectan notablemente a la forma de jugar.

Pero lo más destacado sigue siendo la recreación de los golfistas, incluyendo la impagable apariencia de las distintas edades de Tiger Woods que se pueden observar en el modo Tiger Legacy Challenge. Las animaciones de todos ellos son muy suaves, transmitiendo un realismo mayúsculo.

El sonido se encuentra algo por debajo de lo mostrado en el apartado anterior, aunque no por ello es malo. Los comentaristas (ingleses) narran cada una de las acciones e incidencias de manera acertada, a lo que se añaden efectos sonoros no muy numerosos pero que cumplen con creces y una banda sonora ambiental que se adecúa perfectamente al golf.

Tiger Woods 13 es por tanto un simulador muy destacado y recomendable en términos generales, aunque presenta algunas pegas que pueden echar para atrás a un grupo de jugadores.

Bueno

Sin sello

Tiger Woods PGA Tour 13

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

EA Sports sigue apostando fuerte por su ya legendaria saga de golf. Y como ya nos tiene acostumbrados, Tiger Woods PGA Tour 13 no decepciona, siendo un simulador realmente variado, completo y ameno… aunque en esta ocasión puede que se les haya ido un tanto la mano con la dificultad. Y es que dominar el nuevo sistema de control incorporado requiere de mucha práctica y paciencia, quizá demasiada para algunos usuarios. Pero al margen de esto y de algún que otro pequeño defecto leve, se trata de un juego muy recomendable.

Comprar Tiger Woods PGA Tour 13
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración:
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