Dos almas solitarias perdidas en un mundo de oscuridad unidas por un mismo deseo: escapar de las garras de la muerte. ¿Cómo? Descúbrelo en esta imaginativa aventura 3D protagonizada por un indefenso niño invisible y la fría e intensa lluvia; eterna compañera de viaje en esta melancólica historia de amor diseñada por el reputado Sony Japan Studio.
Su curiosidad y buen corazón le han empujado a adentrarse en un mundo de tinieblas para ayudar a una niña indefensa, perseguida por un monstruo de pesadilla que solo ansía atrapar su alma inmortal. Y a consecuencia de ello, este joven y tenaz héroe improvisado también ha quedado atrapado en este peligroso mundo de oscuridad perpetua, gobernado por criaturas invisibles que harán cualquier cosa con tal de acabar con su vida. Pero ¿cómo defenderse ante algo que no se puede ver?
Con este planteamiento de juego tan original, los creadores de Loco Roco o el más reciente Puppeteer, el prestigioso Japan Studio de Sony, demuestran una vez más el excelente estado de forma en el que se encuentran con esta destacable e imaginativa aventura en 3D, protagonizada por un indefenso niño invisible que deberá usar su cabeza y no la fuerza bruta para sobrevivir a los muchos peligros que le aguardan en Rain. Uno de esos títulos capaces de tocar la fibra sensible de cualquiera gracias a su cautivadora historia, su llamativa puesta en escena y sobre todo, su original narrativa, que nos hará disfrutar de esta obra como si de un cuento se tratara.
Lluvia inspiradora
Bastante tradicional en lo que a sus mecánicas de juego se refiere, pero verdaderamente original en lo que respecta a su puesta en escena, Rain es un título especial. Una de esas obras de autor que por unos u otros motivos termina enamorando, en parte gracias a ese carácter poético que la define. Y esto no es algo que digamos simplemente por cumplir. Bastan un par de minutos con lo nuevo del Japan Studio para darse cuenta de que este no es un simple videojuego más. Es una hermosa oda al amor y la amistad, a la esperanza y la vida en sí misma, protagonizada por un niño invisible al que muy pronto cogeremos un cariño especial.
Y sí, habéis leído bien. Nuestro héroe es un chico invisible al que tan solo veremos cuando la incesante lluvia que azota el mundo de tinieblas en el que se ha adentrado nos revele su silueta. ¿Simple estética? Para nada. Porque este es el gran elemento diferenciador que convierte a Rain en un título prácticamente único en su especie, aún a pesar de su apuesta por unas mecánicas de juego de lo más tradicionales. No por nada, nos encontramos ante una aventura 3D al uso que combina acertadamente sencillas fases de plataformas y exploración, con algún que otro rompecabezas no demasiado complicado y, principalmente, mucha, mucha infiltración.
Porque no hay que olvidar que nuestro protagonista es un niño sin nada con lo que defenderse de los peligros que le aguardan. De ahí que en todo momento deba evitar ser visto siguiendo los patrones jugables propios de cualquier aventura de sigilo, escondiéndose o huyendo de estos monstruos. Fácil siendo invisible, pensaréis algunos. Pero nada más lejos de la realidad. Y la razón es bien sencilla. La lluvia, eterna compañera de viaje en este hermoso y oscuro cuento, será tan aliada nuestra al delatar la presencia de los enemigos que nos acecharán en las sombras, como la peor de nuestras pesadillas al dar a conocer también nuestra posición con la misma rapidez.
Momento que aprovecharán los monstruos para abalanzarse ferozmente contra nosotros, poniendo fin a la partida de forma brusca. Y es que en Rain los descuidos se pagan muy caros. Por eso, a lo largo de esta imaginativa aventura será esencial buscar la forma de ocultar nuestra presencia a los ojos enemigos, localizando aquellos escondrijos que nos protejan del frío toque de la lluvia, puesto que de ese modo permaneceremos completamente invisibles. ¡Que no a salvo! Y es que el más mínimo ruido también delatará nuestra posición.
Una historia de dos
Correr, saltar y ocultarse lo mejor posible para escapar de los monstruos. Parece demasiado simple, es cierto; pero una de las mayores virtudes de Rain es que sabe cómo sorprender en todo momento con desafíos cada vez más complejos y originales, que nos obligarán a explorar a fondo todas las posibilidades jugables que brinda una idea tan ingeniosa como es la de un héroe invisible en un mundo lluvioso.
Escapar a hurtadillas de un grupo de perros rabiosos, buscar el modo de no delatar nuestra posición aprovechando las zonas secas; distraer la atención de los monstruos empleando diversas triquiñuelas, sortear sencillas fases de plataformeo mientras interactuamos con ciertos elementos del entorno… incluso habrá momentos en los que nos tocará salir corriendo a toda prisa por calles repletas de obstáculos mientras uno de estos seres nos persigue con intenciones nada amistosas, al más puro estilo survival horror.
Además, durante ciertos tramos de la partida también deberemos colaborar con la joven desconocida que ha robado el corazón a nuestro héroe, ayudándola a escapar de los monstruos de muchas formas distintas. En ocasiones, nos bastará con accionar ciertos mecanismos en el momento oportuno para que ella prosiga su camino por otros derroteros distintos al nuestro; pero también habrá situaciones de juego que requieran del trabajo en equipo de ambos protagonistas, que deberán unir fuerzas para mover obstáculos pesados o apoyarse mutuamente para alcanzar zonas elevadas.
Pequeños detalles que en cierto modo recuerdan al genial ICO de PlayStation 2, aunque con matices. Principalmente, porque a diferencia de la obra del Team ICO, salvo en momentos muy puntuales no tendremos oportunidad alguna de interactuar con la niña, que nos acompañará automáticamente allá donde vayamos sin meterse en ningún lío. ¿Mejor? ¿Peor? A nosotros nos ha parecido un sistema que funciona realmente bien en Rain, ya que amplía levemente las opciones de juego sin entorpecer en exceso el desarrollo de la acción; aunque obviamente, siendo exigentes, podrían haberse creado puzles más enrevesados que aprovecharan mejor esta dualidad.
Pero sin duda, lo que de verdad nos ha enamorado es la química que desprenden ambos protagonistas, que sin mediar palabra alguna han logrado conquistarnos de un modo muy especial. Porque también en este aspecto se ha jugado de manera muy inteligente con la idea de la invisibilidad, convirtiendo a nuestro pobre aventurero en un héroe sin reconocimiento alguno que, por ser invisible, ni tan siquiera la chica a la que ayuda se da cuenta de sus proezas.
Y son este tipo de situaciones tan tristes, sumadas también a otras con un claro mensaje de esperanza, amor e ilusiones propias de un niño, las que logran que Rain sea una obra única. Pero esto es algo que preferimos descubráis por vosotros mismos, ya que gran parte del atractivo de esta obra radica precisamente en su faceta argumental y, sobre todo, en cómo esta se desarrolla paso a paso frente a nosotros.
La luz de la esperanza
Al son de una suite a piano tan triste y melancólica como el Claro de Luna de Claude Debussy, el Japan Studio de Sony demuestra una vez más su enorme talento creativo conjugando de manera exquisita la imagen con el sonido, para dar forma a un universo de juego único y con mucha personalidad que sin duda os cautivará por lo enigmático que resulta. En este sentido, nos encanta el diseño inteligente de la mayoría de localizaciones por las que nos moveremos, cargadas de pequeños detalles que dan consistencia al conjunto, pero principalmente llamativas por los contrastes entre las zonas con lluvia y las que no están salpicadas por el agua. O lo que es lo mismo: zonas en las que seremos visibles y otras en las que no lo seremos.
Y es en este último caso, cuando perdamos de vista a nuestro héroe, cuando el juego resulte si cabe todavía más vistoso al mostrarnos con pequeños detalles por dónde camina nuestro protagonista: pisadas, elementos del entorno que reaccionan al contacto con nuestro héroe de forma muy realista, chapoteos en el agua… incluso el barro hará que nuestro cuerpo se ensucie, delatando nuestra presencia aunque solo sea de tobillos para abajo. ¿Las pegas?
El diseño de los enemigos no resulta excesivamente vistoso, a lo que debemos sumar también unos escenarios de juego que por el estilo visual que se ha apostado, más oscuro y realista de lo que pudiera parecer a simple vista, tampoco aprovechan al máximo el potencial que brinda esta obra a nivel artístico. Por supuesto, desde el primer minuto queda claro que Rain tiene personalidad propia; no es un simple juego más en lo visual. Pero sí que es verdad que esperábamos un puntito más de calidad en este sentido.
Dicho lo cual, conviene destacar que el diseño de niveles también resulta bastante lineal. Algo lógico, teniendo en cuenta que hablamos de una aventura muy guiada por la narrativa y los puzles, pero que obviamente no gustará a todo el mundo por igual. Sobre todo porque habría estado genial poder explorar con más libertad el oscuro mundo de tinieblas que nos rodea.
En cuanto al repertorio musical, este también resulta digno de admiración, no ya solo por la enorme calidad de las piezas que componen su banda sonora, sino principalmente por lo bien que se integran en el ritmo de la acción. Piezas a piano, melodías con acordeón, tensas sonatas con gran presencia de cuerdas para denotar el peligro… todo en Rain funciona a las mil maravillas para dar forma a un mundo de juego cautivador.
Pero más allá de lo audiovisual, lo nuevo del Japan Studio también destaca sobremanera en lo que respecta a su estilo narrativo, que nos hará partícipes de un bonito cuento interactivo que desgranará su argumento mediante sencillas frases incrustadas en el propio mundo de juego, creando un efecto verdaderamente llamativo con mucha más carga emocional de la que pudiera parecer a simple vista. Algo simplemente genial, de verdad..
Y son todos estos detalles los que convierten a Rain en un título muy a tener en cuenta. Cierto es que no es un título excesivamente complejo; tampoco resulta muy largo ni supondrá un gran desafío para los usuarios más experimentados; pero es indudable que la obra del Japan Studio tiene el encanto y la fuerza suficiente como para mantenernos pegados a los mandos de PlayStation 3 durante las algo más de cuatro horas que puede llevarnos completar la aventura. Y tan solo por lo bonito del relato que nos cuenta, y lo original de su puesta en escena, merece la pena echarle el guante.
Acostumbrados a crear experiencias de juego únicas y cautivadoras, el Japan Studio de Sony vuelve a sorprendernos con esta original aventura 3D, que destaca por ofrecer una emotiva y bonita historia de amor que merece la pena vivir en primera persona. Y aunque es verdad que nos hubiera encantado toparnos con una mayor variedad de situaciones de juego, y que estas fueran algo más complejas, pocas pegas más se le pueden poner a esta obra de PS3.
- Emotiva historia de amor entre dos niños perdidos en un mundo de oscuridad.
- Pese a ser una aventura tradicional, su planteamiento de juego resulta muy original.
- Excelente acompañamiento musical, sumado a un gran estilo narrativo.
- Algo lineal y no demasiado complicado. Algunos puzles daban para mucho más.
