Análisis de God Mode

Análisis de God Mode
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A tiro limpio, sin preocuparse de nada más que exterminar a cientos de enemigos de la forma más espectacular posible. Así se presenta este intenso y frenético juego de acción en tercera persona que se disfruta muchísimo en su faceta multijugador cooperativa.

De la mano de un equipo de desarrollo que con su propio nombre ya dejan claras sus preferencias, Old School Games, por fin tenemos en nuestras manos el esperado God Mode. Un intenso y frenético videojuego de acción en tercera persona que llega con la firme intención de recordarnos que los insanos y locos títulos de acción de antaño, esos en los que se nos proponía simple y llanamente repartir plomo a diestro y siniestro, continúan siendo tan divertidos como siempre. Y aunque es verdad que el resultado final no ha estado a la altura de lo esperado, es innegable que este programa, sobre todo en su vertiente cooperativa, puede ofrecer grandes tardes de pura diversión sin complicaciones.

La guerra en el Hades
Eres el descendiente de un dios del Olimpo caído en desgracia, que desea recuperar la gloria perdida combatiendo contra hordas de criaturas infernales en el mismísimo Hades. ¡Y ahí se acabó la historia! Porque ya desde el primer minuto, God Mode deja muy claro que lo suyo es la acción sin contemplaciones; el plantarnos frente a cientos de seres monstruosos que solo entienden el lenguaje de la violencia extrema sin importar, ni tan siquiera un poquito, los motivos que nos invitan a provocar esta masacre. Algo con lo que gustosamente les corresponderemos haciendo uso del demoledor arsenal de armas de fuego que presenta este intenso título de acción en tercera persona.

Videojuego que se muestra totalmente fiel a los cánones jugables propios del género, poniéndonos a los mandos de un soldado equipado con dos armas de fuego que podremos mejorar y cambiar al inicio de cada partida, dependiendo de nuestro estilo de combate, y que habrá que alternar constantemente para hacer frente a las infinitas y demenciales oleadas de enemigos que nos asaltarán insistentemente.

En este sentido, el programa no podía ser más sencillo y directo en lo que se refiere a su sistema de control. Y es que correr, rodar por el suelo para esquivar determinados ataques y disparar a todo lo que se ponga por delante será lo único que deba preocuparnos en este título, en el que prácticamente no tendremos ni un segundo de respiro. No en vano, las criaturas del inframundo nos asaltarán desde todos los frentes posibles, ya sea con ataques cuerpo a cuerpo, desde la distancia, e incluso el aire. Por haber hay hasta enormes enemigos de final de fase que nos harán sudar la gota gorda en los niveles de dificultad más elevados.

Durante algunas batallas, pueden hacer acto de presencia gigantescos enemigos que nos pondrán las cosas realmente difíciles. Otros, solo están ahí para hacer bulto.
Durante algunas batallas, pueden hacer acto de presencia gigantescos enemigos que nos pondrán las cosas realmente difíciles. Otros, solo están ahí para hacer bulto.

Precisamente por ello, God Mode se disfruta muchísimo más durante sus partidas cooperativas para cuatro jugadores, en las que habrá que trabajar conjuntamente con el resto de integrantes del equipo combinando armas muy distintas entre sí, de tal modo que ningún enemigo ataque desde donde ataque, pueda dañar al grupo con facilidad. Algo más fácil de decir que de hacer dada la lentitud con la que se ejecutan ciertas acciones durante la partida –como la de esquivar-, pero realmente satisfactorio una vez se superan con éxito los salvajes desafíos jugables que presenta el programa.

En este sentido, la obra de Old School Games no inventa nada que no hayamos visto en otros juegos de corte similar, apostando por un desarrollo de la acción lineal en el que únicamente debemos preocuparnos de eliminar a todos los enemigos presentes en cada uno de sus cinco niveles de juego, fragmentados a su vez en varias arenas de combate. Ni puzles, ni misiones especiales ni situaciones de riesgo propias de una película de Hollywood. Matar, matar y matar es lo único que nos propone esta obra en la que, eso sí, habrá lugar para las sorpresas. En este caso, gracias a las llamadas Pruebas de Fe, que siempre de forma aleatoria nos recibirán al inicio de cada arena de combate modificando en mayor o menor grado los condicionantes de la batalla.

En algunos casos, premiándonos con regeneración automática de escudo o salud; en otros, haciendo que los enemigos sean más débiles o poderosos; pero también podemos encontrarnos con que la munición se agote automáticamente, que lluevan bombas del cielo, que los monstruos se peleen entre sí, e incluso que una densa niebla cubra el escenario de combate dificultando así el desarrollo de los acontecimientos.

Al acabar con los enemigos obtendremos dinero y puntos de experiencia. Elementos indispensables para desbloquear nuevas armas, mejoras y apariencias para nuestro guerrero.
Al acabar con los enemigos obtendremos dinero y puntos de experiencia. Elementos indispensables para desbloquear nuevas armas, mejoras y apariencias para nuestro guerrero.

Un aspecto jugable que funciona realmente bien por el gran número de modificadores presentes en God Mode, pero que no impide que nos cansemos rápidamente de este título de acción que, salvo por su ambientación y algún que otro enfrentamiento esporádico, no mantiene ni el ritmo ni las cotas de calidad vistas en algunos de los grandes referentes del género. Algo a lo que no ayuda mucho la escasa originalidad de su arsenal de armas de fuego, la poca variedad de situaciones de combate a la que asistiremos, y la falta de un modo historia con más gancho.

Una pena teniendo en cuenta la intensidad de algunas de sus batallas y el notable trabajo llevado a cabo a nivel artístico, con unas arenas de combate bien diseñadas y muy espectaculares en lo que se refiere a su arquitectura. La vistosidad de algunos efectos especiales así como el gran número de enemigos que aparecerán de golpe durante algunos enfrentamientos también son aspectos a tener en cuenta; aunque en este último caso hemos echado en falta una mayor variedad de monstruos a los que batirnos. Más que nada, porque una vez has superado todas las misiones del juego, que no son muchas, repetir una y otra vez los mismos combates acaba por aburrir. Aún incluso cuando se juega junto a tres amigos más.

La banda sonora tampoco resulta especialmente llamativa por el mismo problema. Y es que hay muy poca variedad de melodías, y estas tampoco es que sean un prodigio de calidad. La contundencia de algunos efectos sonoros, eso sí, endulza algo este apartado. Huelga remarcar en este punto que el juego cuenta con los textos de pantalla traducidos al castellano, si bien es cierto es un aspecto menor teniendo en cuenta la escasísima presencia de argumento –hay un par de líneas de texto para todo el juego-.

Regular

Sin sello

God Mode

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Bastante clásico en lo jugable y con un llamativo apartado audiovisual, God Mode se ha quedado lejos de alcanzar el frenetismo y la calidad jugable de los grandes referentes de la acción extrema. Es muy intenso y divertido en su vertiente cooperativa, pero se queda corto a nivel de opciones con demasiada premura. Su bajo coste lo convierten en un título interesante para los más fieles al género si van a disfrutarlo en compañía.

Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración:
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