Análisis de Dead Rising

Análisis de Dead Rising
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Tras muchos meses de espera por fin llega Dead Rising a nuestro país. Uno de los títulos más prometedores del catálogo de Xbox 360. Acción desenfrenada, y una mezcla perfecta entre terror y sentido del humor son sus credenciales. ¿Te apuntas a pasar la tarde en el centro comercial de Willamette?

Capcom pisa fuerte en Xbox 360. Con dos títulos tan dispares y a su vez tan apasionantes como Dead Rising y Lost Planet, piensa dejar su sello en la nueva consola de Microsoft. El de temática zombie es su primera apuesta, y a juzgar por sus espectaculares resultados de ventas en EEUU ha sido un acierto total. Sorprendentemente el título llega a Europa con un mes de retraso con respecto a su lanzamiento en Norte América, pero como dicen lo bueno se hace esperar.

¡Vámonos de compras!
Frank West, un fotógrafo independiente tremendamente orgulloso de serlo, anda a la caza del premio Pullitzer. Curtido en numerosas guerras y conflictos tiene la pista que le puede llevar al reportaje de su vida. Aún sin saber muy bien de que se trata el asunto, se embarca en un viaje en helicóptero a la ciudad de Willamette en Colorado, una pequeña localidad americana sitiada por el ejército sin razón aparente. Cuando Frank sobrevuela la urbe comprueba la verdad con sus propios ojos, los civiles son perseguidos por lo que parecen ser muertos vivientes, y la ciudad entera está tomada por ellos.

Tras aterrizar en el techo del centro comercial, y de darle instrucciones al piloto del helicóptero de ir a recogerle dentro de tres días, Frank se prepara para vivir la mayor aventura de su vida. Sólo de ti depende descubrir la verdad tras los misteriosos acontecimientos.

Como habréis podido comprobar si habéis leído el avance, o si habéis visto la película, el juego tiene un cierto parecido en su punto de partida con Dawn of the Dead de George A. Romero, pero como se señala hasta la saciedad a lo largo del juego, no es un producto que emplee la licencia de la antigua cinta de zombies. Siguen presentes los caracteres fuertes de personajes encerrados en unos grandes almacenes y una clara crítica al sistema capitalista: zombies-tiendas, pero la comparación no va más allá, y Dead Rising se sostiene tras los primeros minutos como un título plenamente independiente.

Un original campo de batalla
Si algo se puede decir de Dead Rising es que de una forma brillante encuentra un estilo propio y personal dentro de un género tan trillado como es el de los zombies. Cualquier conocedor de los anteriores productos de Capcom podría pensar equivocadamente que la dirección en la que va Dead Rising es otra completamente distinta. Sus trabajos en la serie Resident Evil son, si bien ocasionalmente brillantes, en conjunto repetitivos y se trata de una fórmula ciertamente agotada. El giro en su debut en Xbox 360 ha sido total, los clásicos clichés del terror, la acción y el susto fácil han dado paso a una brillante fábula frecuentemente divertida, que contiene una velada crítica al sistema, y en la que los zombies (principal reclamo del título) sólo son uno más de los elementos de un conjunto muy poderoso.

La originalidad es uno de los puntos fuertes del juego. Estamos poco acostumbrados a encontrar títulos innovadores, y es que en los videojuegos se prefiere apostar sobre seguro reeditando una y otra vez fórmulas de demostrada rentabilidad. Dead Rising no aporta novedades en su historia, que parece rendir culto a la obra de George Romero, y ni siquiera en su planteamiento; es en su desarrollo donde el juego demuestra ser único.

El primer rasgo importante es la adaptación de un transcurso marcado por el “libre albedrío” en un entorno claustrofóbico como es un centro comercial, y con una fecha de caducidad irrevocable que marca el límite de los 3 días de los que disponemos, y que constantemente nos amenazará con un reloj que avanza inexorablemente.

Cientos de muertos vivientes paseando simultáneamente y a sus anchas por el centro comercial en muchos momentos del juego, sirven para demostrar la gran potencia de Xbox 360.
Cientos de muertos vivientes paseando simultáneamente y a sus anchas por el centro comercial en muchos momentos del juego, sirven para demostrar la gran potencia de Xbox 360.

El segundo factor es el hecho de que los zombies sólo son un elemento más del fluir de la historia, y si bien todos los personajes y la propia situación aparecen condicionados por su presencia, su importancia en las misiones es secundaria, son más que nada un estorbo. Por último es fundamental reseñar la cantidad de oportunidades y opciones que presenta un ambiente tan variado como es un centro comercial, repleto de objetos que podremos usar para abrirnos paso entre las hordas de muertos vivientes.

Por otro lado el jugador irá sufriendo una especie de evolución con algunos aspectos que recuerdan a los juegos de rol, pues iremos adquiriendo experiencia con los combates, y resolviendo misiones, que emplearemos para mejorar en aspectos como la velocidad, la carga que podemos almacenar o nuestra destreza con las armas. Por otro lado también podremos emplear los libros que encontraremos a lo largo de nuestros paseos por el centro comercial para aprender nuevas habilidades.

Podemos hablar por lo tanto de un crisol de géneros, que en Dead Rising encuentran la combinación y el equilibrio perfectos. Nos enfrentaremos por igual a humanos y a muertos vivientes, usaremos tantas armas como podamos imaginar e incluso podremos conducir los más absurdos vehículos.

Jugabilidad sin límites
He aquí el punto fuerte del juego, la jugabilidad. Disponemos de 72 horas (no reales) de tiempo para hacer lo que nos de la gana en el centro comercial. La premisa es sencilla, pero las posibilidades son muchas. Podremos dedicarlas a hacer fotografías de lo más espectacular que encontremos, podremos emplearlas para ayudar a los supervivientes que nos pidan auxilio, o simplemente podemos matar el mayor número de zombies que podamos. Hay mucho que hacer y muy pocas horas para ocuparse de todo, Capcom ha pensado en este factor, y ha añadido la posibilidad de jugar las 72 horas una y otra vez, contando con las mejoras que hayamos logrado para Frank.

Con el transcurso de las partidas se podrá desbloquear un modo que nos permitirá vivir un cuarto día, e incluso uno sin tiempo límite gracias al que podremos dedicarnos a cumplir todas las misiones y objetivos. El factor rejugable por lo tanto está muy presente, y si a lo que nos cueste sobrevivir a los tres primeros días (unas 6 horas de tiempo real) unimos que querremos volver a vivirlas más de una vez para salvar a todos los supervivientes o para completar las misiones a las que no llegamos a tiempo, para sacar las mejores fotos o simplemente para ver cual es nuestro record de zombies muertos, la rejugabilidad se dispara de manera asombrosa.

Podremos usar casi cualquier tipo de objeto que encontremos por el centro comercial para hacer frente a las numerosas oleadas de voraces zombies que querrán hacerse con nuestra cabeza.
Podremos usar casi cualquier tipo de objeto que encontremos por el centro comercial para hacer frente a las numerosas oleadas de voraces zombies que querrán hacerse con nuestra cabeza.

A las misiones de la trama principal que conforman una historia correcta, y por momentos muy interesante, se unen un gran número de secundarias que podremos ir completando. Lo genial del juego es que para terminarlo no tenemos la obligación de terminar ninguna. También existe la posibilidad de realizar un reportaje fotográfico empleando nuestra cámara e inmortalizando momentos. Recibiremos una mayor puntuación por fotografiar momentos especialmente intensos o poco comunes. Todos estos aspectos contribuyen a enriquecer la experiencia de un título que, si bien no dispone de multijugador, tiene contenidos para entretenernos de la mejor forma durante un muy respetable número de horas.

La jugabilidad en principio prometedora y espectacular denota rápidamente algunos puntos negros que le restan enteros. En primer lugar la nefasta inteligencia artificial de nuestros compañeros de andanzas será un lastre muy serio. Se quedan enganchados con casi cualquier elemento del mobiliario urbano, siempre eligen las peores rutas para caminar y su potencial ofensivo es nulo. Las misiones de rescate se convierten en ocasiones en una verdadera pesadilla.

Por si esto fuera poco se trata sin duda alguna de un juego de gran dificultad, a la eterna lucha contra el reloj hay que unir las hordas de zombies que nos esperan entre unos puntos y otros del mapeado, y por si estas complicaciones fueran pocas hay que añadir un sistema de grabado discutible. Sólo dispondremos de un “slot” para almacenar datos, y tan sólo podremos llevarlos a cabo en sitios muy determinados, el resto del tiempo estaremos indefensos y en un universo tan amenazante como este resulta un verdadero desafío. Estos dos aspectos también pueden crisparnos los nervios en ocasiones, obligándonos a repetir una y otra vez los mismos objetivos.

Tecnología Next-Gen
Lo más sorprendente del apartado gráfico es la prueba a la que se somete al hardware de Xbox 360. Está claro que conforme pasen los meses iremos viendo una tecnología cada vez más avanzada, que sacará partido en mayor medida de la consola de Microsoft, pero Dead Rising es una prueba notable del verdadero potencial de la plataforma cuando todavía no tiene ni un año de antigüedad.

Fuera de los clichés que hacen gala los juegos de terror, Dead Rising abandona la oscuridad por unos decorados saturados y coloristas muy atractivos. No en vano se desarrolla en un Centro Comercial.
Fuera de los clichés que hacen gala los juegos de terror, Dead Rising abandona la oscuridad por unos decorados saturados y coloristas muy atractivos. No en vano se desarrolla en un Centro Comercial.

Literalmente centenares de zombies se pasean a sus anchas por el centro comercial sin que se observen caídas de frame rate. Entre los muertos vivientes hay un gran número de modelos diferentes y aleatorios que rara vez se repiten, y por otro lado los personajes principales gozan de un nivel de detalle muy alto. Asimismo el juego es muy colorista, y contrasta con los colores desaturados y oscuros de los que suelen hacer gala los juegos de terror. Estamos en un centro comercial, y la función principal de éste era vender, con lo cual todo resultará atractivo para la vista y los establecimientos invitarán a la entrada con carteles llamativos, y con sus mercancías dispuestas de forma agradable y ordenada. Lo único que se le puede reprochar al título son demasiados tiempos de carga, los desgraciadamente cada día más habituales defectos de sincronía vertical, y que ocasionalmente se perciben defectos de popping en el interior de los comercios, que no se dibujan adecuadamente en el momento que deberían, pero por lo demás los apartados gráfico y tecnológico son de sobresaliente.

El factor sonoro está igualmente cuidado y trabajado. Los gemidos de los zombies son geniales, y el trabajo de doblaje de los actores excelente, todos suenan convincentes por igual. Los efectos de sonido son también muy buenos, y las diferentes armas sonarán tan poderosas como deben, y los efectos sobre la carne muerta de los enemigos son tan desagradables y a la vez divertidos como podemos esperar. Mención especial merece el uso de la música y el del inquietante silencio, a las clásicas partituras de tensión para los momentos de acción más espectacular se unen las típicas piezas de hilo musical propias de un centro comercial, que aportan un matiz genial y muy divertido a la acción.

Dead Rising es una propuesta digna de aplauso. Es posible que a algunos jugadores les asuste a primera vista su dificultad y su peculiar sistema de desarrollo, y algunos factores como la IA o algunos improcedentes bugs pueden complicarnos todavía más la existencia. Asimismo la presencia constante del reloj como límite para cumplir algunas misiones y como caducidad para la partida al completo es por momentos estresante, y el sistema de grabado puede llevarnos a meter la pata en más de una ocasión dejándonos sin tiempo para cumplir algún objetivo. Pero en resumidas cuentas sería una verdadera pena que alguien se quedara sin darle una oportunidad a un título tan genial como el que nos ocupa por esos factores.

Muy Bueno

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Dead Rising

Por: El equipo de 3DJuegos
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Dead Rising es un juego único y brillante. Su planteamiento original y refrescante que mezcla la diversión y la acción a partes iguales, es una agradable novedad en los clásicos clichés actuales. Gráficos espectaculares, un sonido francamente bueno y una experiencia jugable excelente, conforman uno de los títulos más apasionantes de Xbox 360. Con sus virtudes y sus defectos Dead Rising es un lanzamiento imprescindible.

Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración:
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