¿Eres un fan de los shooter multijugador y necesitas más contenidos para el último Call of Duty? El notable Black Ops II continúa expandiendo su oferta jugable con un Uprising que no sólo trae nuevos mapas para el multijugador, sino también más zombies y algunas sorpresas. Lava, gángsters, platillos volantes... Difícil ofrecer cosas más distintas en un mismo DLC.
Si Infinity Ward son los amantes de lo solemne y de los Call of Duty más serios y pomposos, en Treyarch gustan de todo lo contrario. No diríamos que sus juegos son gamberros, pero definitivamente no tienen miedo a probar conceptos a menudo absurdos y pocas veces dejan que cualquier cosa se interponga en la diversión... Es esa exactamente la sensación que deja un Uprising que busca cualquier excusa para no caer en la reiteración.
Así este nuevo DLC de Black Ops II lo tiene todo muy claro. ¿Zombies? Vuelven. ¿Decorados de cine? Bienvenidos sean. ¿Un cuarteto de peligrosos mafiosos? Adelante, la puerta está abierta porque todo vale para obtener un entretenimiento que es más sorprendente sobre el papel de lo que acaba resultando en realidad, pero que nos deja un añadido único. Cuatro mapas de lo más irreverente, y una campaña de no-muertos bastante recomendable son los grandes titulares de un añadido que tras su paso por Xbox Live, al fin llega a PlayStation 3 y PC al precio de 14,99 euros.
Alzamiento
El primer mapa, y quizá también el más llamativo es Magma, que está ambientado en una ciudad japonesa arrasada por catástrofes naturales y que ofrece la experiencia más distinta a lo que estamos acostumbrados. Su composición es la más diferente y variada en términos de diseño de planta, así que también es la que más se aleja de lo que Call of Duty ha venido ofreciendo en términos de multijugador competitivo desde que asentara las bases sobre las que se ha movido este mercado con Modern Warfare. Exige una gran versatilidad de cara al movimiento del jugador puesto que está cargado de desequilibrios verticales que deberemos sortear, pero es un mapa que supone una agradable sorpresa cuando nos familiarizamos con su diseño y que, además, cuenta con algunos divertidos guiños a la cultura japonesa en sus entrañas.
Un nuevo toque de color lo pone un Encore que está ambientado en el recinto donde se celebra un concierto de rock. El espacio circular contiene una importante arena que ejerce a modo de círculo para centrar el foco principal de calor en un hipotético mapa térmico. La parte más "íntima y personal" del segundo mapa la ofrece todo lo que tiene que ver con un backstage compuesto por distintos túneles y pequeñas estancias que harán las delicias de los amantes del combate de rango más cercano y visceral. Es quizá la menos inspirada de los cuatro ubicaciones que trae el DLC, tanto en sus limitaciones de diseño como en su falta de sorpresas.
La tercera de las ofertas es Vértigo, seguramente la más distinta en cuanto a estar especialmente volcada en la experiencia más vertical. Está ambientado en la azotea de un exótico rascacielos, y es el único mapa que ofrece lo que en líneas generales esperamos de un mapa Call of Duty en cuanto a lo convencional de su aspecto. Tiene un aspecto muy similar a un mapa de Modern Warfare 3 que los veteranos identificarán a la primera, y ofrece tanto zonas bajo techo como otras al aire libre con un esquema de arenas y zonas más reducidas. La principal virtud de esta ubicación es su capacidad para reinventarse en cuanto a su dibujo de planta, con algunas partes rompibles como cristaleras que permiten trazar nuevas e improvisadas rutas.
Studio, en última instancia, es el que menos juego ofrece en términos de novedades porque es precisamente una revisión de Firing Range, uno de los mapas más reclamados por la comunidad en el pasado. Aquí se opta por espacios más reducidos para las arenas, y con la clásica red de pasillos que los unen en un planteamiento que aporta el necesario toque laberíntico. ¿Las diferencias entre el nuevo y el antiguo? Arquitectónicamente no son muchas más allá de pequeños matices, pero a nivel estilístico sí que se observan grandes cambios. El principal obedece a un nuevo telón de fondo, y es que las instalaciones de entrenamiento del original dejan su lugar a una serie de decorados de cine de distintas temáticas y cuidado aspecto que permiten una localización donde la fragilidad de las paredes hace difícil encontrar coberturas seguras. Un escenario simpático y que, gracias a su lavado de cara, ofrece buenas sensaciones.
El gran reclamo de Uprising, sin embargo, está más allá de lo que puedan ofrecer los mapas y se llama Mob of the Dead. Se trata de su adición para los zombis, una nueva campaña protagonizada por cuatro gángsters en la mítica isla-prisión de Alcatraz en la que deberán defenderse de la ya clásica oleada de no-muertos en la época de la Ley Seca. La particularidad vuelve a estar en la apuesta por contar con estrellas y rostros reconocibles, optándose en esta ocasión por un cuarteto de tipos duros de lo más cinematográfico. Se trata de un reparto encabezado por Ray Liotta (Uno de los Nuestros), Chazz Palminteri (Una Historia del Bronx), Joe Pantoliano (Los Soprano) y Michael Madsen (Reservoir Dogs), que no sólo prestan sus voces en versión original, sino también un aspecto cuidadamente modelado y recreado para los papeles protagonistas.
Hay torres de vigilancia que ofrecen cierta ventaja táctica, y también nuevas armas y algunas pequeñas novedades aquí y allá, pero en líneas generales su atractivo se basa en volver a apostar por la fórmula que tanto éxito ha demostrado tener en los títulos de Treyarch. La máxima es la de escapar de la isla llegando hasta la línea de meta, fijada por un aeroplano que espera en la parte más alta de la campaña culminando la escalada. A apuntalar el divertimento contribuyen algunos "fichajes" como la Otra Vida que nos permite una segunda oportunidad en forma de espíritu para ayudar a nuestros compañeros sin obtener puntos, o la presencia de jefes que aparecen aleatoriamente para ponernos las cosas todavía más difíciles.
Black Ops II continúa ampliando su oferta multijugador con cuatro mapas y una nueva campaña para los zombies. Los hay mejores y los hay peores, pero las ubicaciones competitivas ofrecen un buen bocado que llevarse a la boca para los aficionados a la experiencia competitiva, mientras que las mayores alegrías las dan los peligrosos gángsters y los amenazadores zombies de Mob of the Dead.
