Análisis de Earthbound. Rol japonés visionario

Análisis de Earthbound. Rol japonés visionario
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Completamente desconocido por el gran público, pero una auténtica obra de referencia para los aficionados a los juegos de rol japoneses, el mítico Earthbound de Super Nintendo se estrena en Europa casi veinte años después de su nacimiento. Y lo más sorprendente es que después de todo este tiempo, el juego conserva intacta la frescura y originalidad que le caracterizó, demostrando con hechos y no solo con palabras porque a día de hoy continúa siendo un clásico indiscutible.

Casi veinte años. Dos décadas esperando a que Nintendo se decidiera a publicar el clásico Earthbound de Super Nintendo en el mercado europeo. ¡Y al fin lo tenemos aquí! Así que ya os podéis imaginar cuál fue nuestra reacción cuando hace escasos días, casi sin previo aviso, se estrenó en la Consola Virtual de Wii U una de las obras cumbre de la 16 bits de Nintendo. Una maravillosa aventura de rol que aún a día de hoy, después de tantos años, continúa asombrando por su originalidad, frescura y el impecable diseño de su acción, sorprendentemente actual y acorde a los estándares jugables que hoy en día exigimos a todo buen juego de rol que se precie.

Por todo ello, dejando a un lado la polémica relacionada con los incomprensibles motivos que han llevado a Nintendo a dejarnos primero sin el clásico Mother de NES y, posteriormente, sin la tercera y última entrega de la serie, Mother 3 para Game Boy Advance, en 3DJuegos queremos rendir homenaje a Earthbound –nombre que recibió Mother 2 en occidente - de la mejor forma que sabemos: analizando al detalle la que es sin duda una de las obras más personales y queridas de la Gran N.

Una aventura única

De la mano del afamado novelista japonés Shigesato Itoi, la trilogía Mother ha destacado desde sus orígenes por su original puesta en escena y agradable sentido del humor. Algo que, sorprendentemente, se mantiene invariable a día de hoy. Porque mientras que la mayoría de aventuras roleras apuestan por los héroes caballerescos e historias de corte épico, la obra de Nintendo resulta muchísimo más mundana al respecto, tanto en lo que se refiere a su elenco protagonista, siempre un grupo de niños, como en lo que respecta al mundo donde se desarrolla la acción: la Tierra en una época contemporánea. Y Earthbound es el mejor ejemplo de ello.

Ambientado en el año 199X, nuestra aventura comienza la noche en la que una lluvia de meteoritos sacude violentamente el tranquilo pueblo de Onett donde reside el joven Ness, al que muchos de vosotros reconoceréis por sus andanzas en la exitosa serie Super Smash Bros., que ni corto ni perezoso decide investigar por su cuenta lo allí ocurrido. ¡Craso error! Porque muy pronto, este muchacho descubrirá que lo que parecía un simple juego de niños va a terminar convirtiéndose en una auténtica odisea en pos de salvar la Tierra de las garras de los temibles alienígenas conocidos como Gygas, que con sus poderes mentales han desatado una ola de violencia desmedida entre los habitantes y animales de la región.

Afortunadamente, Ness no estará solo en esta cruzada. Paula, Jeff y Poo serán los otros tres niños especiales que se sumarán a su causa en esta fascinante aventura que esconde en su interior muchísimo más de lo que aparenta a simple vista. Tanto en lo argumental como en lo que respecta a su estilo de juego, muy similar al de los clásicos Dragon Quest. Y es que tras esa apariencia infantiloide y el tono desenfadado que le caracteriza, Earthbound se presenta como un juego de rol con todas de la ley. Una aventura compleja, y muy adulta por momentos, que aún veinte años después de su nacimiento continúa sorprendiendo por la rica variedad de opciones que brinda a la hora de explorar sus contenidos jugables, que no son pocos.

Nadie en el pueblo de Onett podía presagiar que los alienígenas estaban a punto de cambiar sus vidas provocando una ola de caos y desesperación a su alrededor.
Nadie en el pueblo de Onett podía presagiar que los alienígenas estaban a punto de cambiar sus vidas provocando una ola de caos y desesperación a su alrededor.

Bienvenidos a Onett

Como decíamos, el clásico de Nintendo se asemeja mucho a lo visto en otras aventuras de corte similar aparecidas en la época de las 16 bits, aunque con sutiles diferencias que son las que, precisamente, lo convierten en una obra de culto. Y en este punto es inevitable no mencionar la enorme libertad de acción que ofrece el programa, que desde prácticamente el principio de la aventura nos permite recorrer libremente un vasto mundo de juego vivo y en constante evolución estructurado de tal modo, que no existen barreras físicas claramente delimitadas entre las ciudades, las zonas de campo y las mazmorras por las que nos adentraremos. La sensación de libertad es total.

Más si tenemos en cuenta que a excepción de los mapas que obtendremos en la biblioteca, en Earthbound no existen guías visuales que nos indiquen el camino a seguir. Será cosa nuestra, investigando los entornos y charlando con los muchos y variopintos personajes que pueblan este universo de ficción, determinar cuál es el rumbo a seguir o hacia dónde debemos dirigirnos. Y ya os garantizamos que no será nada sencillo, teniendo en cuenta que el mundo que nos rodea es un espacio enorme plagado de lugares de gran interés como casas particulares, tiendas, salones recreativos, escuelas, refugios… Pero lo mejor, repetimos, es que todas estas localizaciones se han integrado de una manera tan inteligente en el propio diseño de la acción, que de verdad tendremos la sensación de estar en un mundo vivo y sin límites.

Algo a lo que también ayuda mucho la apuesta por un sistema de combate que descarta los enfrentamientos aleatorios, dándonos la oportunidad de evadir ciertas situaciones belicosas si así lo deseamos, o de incluso sorprender a los enemigos atacándoles por la retaguardia para ganar cierta ventaja táctica. Detalles que hoy en día entendemos como algo normal, pero que en el contexto en el que apareció el clásico de Shigesato Itoi resultaron francamente rompedores. Y lo mismo podríamos decir de las batallas por turnos que presenta el programa.

Podemos dejar que sea el propio juego quien resuelva automáticamente los combates. Funciona bien, pero no es recomendable cuando luchamos contra un jefazo.
Podemos dejar que sea el propio juego quien resuelva automáticamente los combates. Funciona bien, pero no es recomendable cuando luchamos contra un jefazo.

Porque aunque estas responden perfectamente a los cánones más tradicionalistas del género, apostando por una perspectiva en primera persona como en la citada serie Dragon Quest, también en este punto Earthbound ofrece novedades jugables que aún en la actualidad resultan muy llamativas. Hablamos por ejemplo de la ruleta de vida que refleja el estado de salud y poder mágico de nuestros héroes, que más allá de su original apariencia gráfica funciona de forma algo distinta a lo que estamos acostumbrados. No en vano, al recibir daño nuestra vida no descenderá de manera brusca como cabría esperar, sino que lo hará paulatinamente –en base al daño recibido-, permitiéndonos así reaccionar de mil y una formas distintas ante las ofensivas enemigas.

Igualmente, durante el transcurso de estas batallas, que ya os garantizamos ofrecen un nivel de profundidad táctica más que sorprendente, los enemigos podrán solicitar el apoyo de refuerzos si no somos lo suficientemente ágiles evitándolos. Situación que, obviamente, podría dar la vuelta a estos enfrentamientos, haciendo más difícil si cabe el superar algunos de los duelos más complicados de este programa, que mantiene en todo momento un nivel de dificultad elevado para los estándares actuales. Algo que nos obligará a combatir una y otra vez para mejorar nuestro nivel de habilidad con cada subida de nivel, desbloqueando nuevos movimientos de ataque y defensa con los que contrarrestar el poder de los enemigos; así como adquirir nuevo equipo de batalla para potenciar los atributos físicos de nuestros héroes.

También, el juego resulta rompedor en lo que respecta a la lucha contra los enemigos de bajo nivel, ya que estos enfrentamientos se resolverán de forma instantánea, evitándonos el tedio de combatir constantemente contra rivales que no suponen ninguna amenaza. Algo que ellos mismos sabrán, puesto que tratarán de escapar de nosotros en cuanto nos vean asomar la cabeza. Por tanto, hablamos de un sistema de combate dinámico y ágil, pero sobre todo muy estratégico, que nos hará disfrutar como auténticos niños.

Cuando lo cotidiano se vuelve extraordinario

Acostumbrados a la épica y el tono rimbombante de la mayoría de aventuras de rol, tanto actuales como pasadas, resulta digno de elogio encontrarse con un título de las características de Earthbound, que lejos de recurrir a los tópicos de siempre, apuesta por una ambientación e historia prácticamente únicas en el género. Y eso que a su modo, recrea nuestro propio mundo en nuestra época actual. Pero tal es la maestría de Shigesato Itoi y su equipo de desarrollo, que aun con esas, resulta increíblemente enternecedor avanzar por este mundo de ficción en compañía de Ness, Paula, Jeff y Poo.

Cuatro héroes de corazón, pero niños a fin de cuentas, que se comportarán como tales durante toda la partida. Y eso lo notaremos especialmente en el transcurso de las batallas, en las que los tradicionales estados alterados provocados por los ataques enemigos y algunas habilidades especiales de los aliados tendrán efectos tan divertidos como sufrir un resfriado, esconderse tras un amigo para protegerse de los rivales, e incluso perder visibilidad debido a las lágrimas en los ojos. Son tantos, y algunos tan divertidos, que ya os garantizamos que soltaréis alguna que otra carcajada –y maldición- al sufrirlos. Pero hay más.

Para evitar la típica morriña propia de aquellos que están lejos de casa y de sus seres queridos, una de nuestras mayores preocupaciones en Earthbound será la de llamar periódicamente a nuestra madre para estar al tanto de las novedades en casa. De lo contrario, los protagonistas se negarán incluso a luchar o usar sus habilidades especiales, a modo de rabieta. Y lo mismo se podría decir del equipo de batalla que podremos adquirir durante la partida, con gorras, bates de béisbol y yoyos entre otros objetos; o los objetos consumibles a los que deberemos recurrir para sanar nuestras heridas o mejorar nuestros atributos, con hamburguesas, zumos y trozos de pizza entre los más destacados.

Si alguno de nuestros héroes cae en combate. Tendremos que acudir al hospital para sanar sus heridas, previo pago por la consulta del doctor.
Si alguno de nuestros héroes cae en combate. Tendremos que acudir al hospital para sanar sus heridas, previo pago por la consulta del doctor.

Si a todo esto le sumamos además que la aventura está plagada de montones de rompecabezas, que las charlas con los habitantes de este loco mundo son una delicia; que las más de 25 horas que puede llevarnos completar la partida resultan apasionantes y, por qué no decirlo, que incluso veinte años después el juego continúa siendo de lo más atractivo a nivel audiovisual, no debería extrañaros por qué se recuerda con tanto cariño a este clásico de Nintendo.

Mención especial merece la gran variedad de localizaciones por las que nos moveremos, así como la amplitud y vistosidad de estos escenarios de juego, en los que habrá tantas cosas que hacer que por momentos nos sentiremos abrumados. En este sentido, el diseño de personajes resulta también muy atractivo, con un estilo retro-futurista que le sienta genial, sobre todo por esos toques psicodélicos con los que se amenizan las batallas. Combates que, eso sí, no resultan tan llamativos como los vistos en otros títulos de la época debido a la sobriedad con la que se han recreado. No en vano, se usarán las líneas de texto para describir la mayoría de acciones ejecutadas, más que mostrar estas de manera directa.

Pero como decimos, el diseño general de los personajes muestra un acabado sobresaliente, con enemigos tan temibles como ridículos en sus formas de vestir o atacar. ¿Mafiosos atacando con hula hoops? Todo es posible en esta obra de Nintendo. Y qué decir de su banda sonora. Simplemente genial, tanto por la enorme variedad de composiciones musicales que presenta, como por la calidad de estas melodías, que no tardaremos en tararear a las primeras de cambio.

El actual presidente de Nintendo, Satoru Iwata, fue uno de los productores de Earthbound.
El actual presidente de Nintendo, Satoru Iwata, fue uno de los productores de Earthbound.

Obviamente, como cualquier otro juego publicado en la Consola Virtual, el videojuego que hemos recibido es idéntico al que disfrutaron los norteamericanos en 1995. Por tanto, los gráficos y el sonido se muestran tal cual el original, lo que implica que ni tan siquiera se ha adaptado la imagen al formato panorámico ni mucho menos a la alta definición. Igualmente, los textos se mantienen en perfecto inglés, lo que nos entristece una barbaridad. Y es que esta era la oportunidad perfecta para resarcirse con los europeos lanzando este clásico con toda la pompa que merece. No ha sido así y, por tanto, todos aquellos que no se manejen bien con este idioma tendrán serios problemas para disfrutar de uno de los mayores atractivos del programa.

Dicho lo cual, no hace falta recordar que las únicas mejoras efectuadas al respecto las encontramos en la posibilidad de disfrutar de la acción directamente a través de la pantalla táctil del GamePad de Wii U, establecer puntos de guardado al salir de la partida, o asignar al botón L del mando la acción "inspeccionar objetos", evitándonos así navegar por los menús del juego. ¿Suficiente?

En nuestra opinión sí, rotundamente sí. Porque aunque se trate de un juego con veinte años a sus espaldas y el precio al que se ha puesto a la venta sea más elevado de lo esperado -unos 10 euros-, las horas de diversión que ofrece Earthbound gracias a ese estilo jugable único y rompedor son excusas más que suficientes para que lo compréis sin dudarlo. Más teniendo en cuenta que os esperan cerca de 25 horas de puro entretenimiento.

Excelente

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Rol japonés visionario

Earthbound

Por: El equipo de 3DJuegos
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Estamos ante uno de los grandes clásicos del rol japonés y una obra imprescindible que ningún aficionado debería perderse. Su original puesta en escena, lo atractivo de su historia, el inteligente diseño de sus rompecabezas y lo adictivo de su sistema de combate son solo algunos de los grandes atractivos de este título legendario que al fin, veinte años después de su nacimiento, podemos disfrutarlo en condiciones. Tristemente, Nintendo no ha aprovechado la ocasión para mejorar sus graficos o al menos traducir los textos al castellano, pero aun con esas, es una obra tan redonda que no deberíais perder la oportunidad de jugarlo.

Jugadores: 1
Idioma: Textos en inglés
Duración:
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