Análisis de Guilty Gear Xrd -SIGN-. Dio bendiga a Ishiwatari

Análisis de Guilty Gear Xrd -SIGN-. Dio bendiga a Ishiwatari
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Parece que la popularidad de Guilty Gear en Europa es inversamente proporcional la calidad que atesora en cada iteración. Un videojuego excelente que ha gozado de un estreno indigno en nuestro territorio. Que no te eche atrás el formato o el precio: si amas el trabajo de Arc System Works y Daisuke Ishiwatari necesitas jugar a Guilty Gear Xrd -SIGN-. Muy exigente, pero muy gratificante si acabas adentrándote en su mundo de heavy metal y anime. Let’s Rock!

La generación fighting no ha podido comenzar mejor. Street Fighter V en el horizonte, un excelente Mortal Kombat y un sorprendente Killer Instinct en Xbox One, lastrado por la opinión pública pero sabiendo aguantar el tipo y sobreviviendo en el campo de la excelencia... a pesar del cambio de manos de la primera a la segunda temporada. Que el equipo de comunicación de Microsoft no estuvo fino a la hora de vender el juego es un hecho: a pesar de sus incontables virtudes parece que los medios y el público solo se quedaron con la forma en la que se vendía la creación. Mucho nos tememos que a Guilty Gear Xrd le va a pasar algo similar.

Las condiciones del presente lanzamiento están lejos de ser las mejores. En la era de la industria en la que los lanzamiento han llegado a la paridad entre territorios en los productos importantes, llega medio año más tarde que a Japón o Estados Unidos. Además, lo hace de forma digital a un precio algo alto. Tiene mala suerte el seguidor de Arc System Works contemporáneo: Persona 4 Arena no gozó del lanzamiento más cómodo en nuestras fronteras, tampoco BlazBlue lo tuvo en su momento. Sin embargo, estamos ante la secuela lícita de Guilty Gear XX, ni qué decir para un amante de la producción de Daisuke Ishiwatari y la mejor Arc System Works lo que suponen esas palabras.

Guilty Gear XX tuvo muchas revisiones, a cada cual mejor, pero eso es algo que solo sabe el tipo que te dice de carrerilla los nombres de cada una de ellas. Lo que no es menos cierto es que el listón se había puesto tan alto con los últimos Accent Core que el usuario que deseaba comenzar a batallar en el juego de Sol Badguy y Ky Kiske se encontraba con un serio problema: es una de las franquicias más exigentes del mercado de la lucha, que ya es decir. Podría parecer que Guilty Gear Xrd bajaba el listón a esos jugadores intrépidos en busca de aporrear su stick a ritmo de heavy metal, pero no ha terminado siendo del todo así.


Don't talk to strangers

El listón ha bajado, la cantidad de luchadores ha descendido, pero el juego sigue siendo exigente con el usuario. Exigente y justo: nada de lo que puedas aprender o ver es inútil, al contrario: puedes encontrar usos increíbles a cada nuevo añadido y hará las delicias de cualquier versado en la franquicia. Eso y lo bien que se ve, una de las facturas más bellas vistas hasta la fecha en el género. Y qué música. Qué estilo. El sello de lo que supone ser un Guilty Gear se ha impreso a fuego en la presente producción.

Un duelo que ya es historia del género. Ahora mejor que nunca.
Un duelo que ya es historia del género. Ahora mejor que nunca.


La elección de Unreal Engine 3 para Guilty Gear Xrd sorprendió a propios y extraños. El resultado es sencillamente colosal: nunca se ha visto mejor a los luchadores. Aprovechar las virtudes del ya vetusto motor gráfico para saber imprimir una nueva perspectiva a los personajes en algunos de sus ataques y presentaciones para después plancharlos en un entorno que a vista de cualquiera parece bidimensional es un trabajo de matrícula. Algunos protagonistas han envejecido con respecto al anterior título, otros siguen igual y el resto se ha decidido por un cambio de vestuario; sea cual sea la decisión te dejará boquiabierto.

El sello de lo que supone ser un Guilty Gear se ha impreso a fuego en la presente producción

El fondo de armario de la producción para con los jugadores más dedicados es una garantía de la empresa. Pocas obras premian tanto el esfuerzo y el saber jugar como los que llevan la firma de Ishiwatari. Domina las habilidades de tus luchadores, sácales partido en el campo de batalla y asegúrate de aprender los extras: ningún buen jugador de Guilty Gear obvia los Roman Cancel y se queda tan tranquilo. También han cambiado en Xrd: ahora no resetean la posición del luchador para poder infligir más daños tras el ahorro de frames; ahora ralentiza la acción y cambia la forma de combear. No aventuraríamos a decir si mejor o peor, sí diremos que es muy diferente y nos obliga a estudiar de nuevo las posibilidades de cada movimiento a cambio de barra de tensión.

Dio bendiga a Ishiwatari


El hecho de tener que revisar toda la lista de movimientos para conocer las novedades y las nuevas funciones a explotar con el Roman Cancel te va a sacar horas de juego extra, pero también hay nuevos elementos a dominar muy interesantes. Uno de los que más nos ha gustado es el Blitz Shield, que cambia un 25% de la barra de tensión a cambio de un contraataque que deja aturdido al rival si logramos hacerlo en el momento justo de un impacto enemigo. No solo lo deja a nuestra merced durante un corto periodo de tiempo, encima es un auténtico espectáculo. Una herramienta que usada con habilidad puede cambiar el curso del encuentro.

Sin embargo, no creemos que haya sido una buena idea el Danger Time. Al chocar dos golpes fuertes comienza una cuenta atrás que para el combate por completo. Al llegar el contador a cero el match se convierte en un duelo a muerte con un 20% más de daño por golpe en el que prácticamente cualquier impacto te hace counter, con lo que el final del combate es una auténtica lotería. Parece algo a estudiar para futuribles iteraciones de la franquicia, máxime cuando ese factor aleatorio no le pega nada a Guilty Gear. Pasa poco, pero puede pasar, y si el resultado no te congratula maldecirás el añadido. Eso sí, los tres segundos previos al choque de fuerzas son indescriptibles, de ahí que sea una buena idea a estudiar en el futuro.

Todo lo explicado con los elementos míticos de la franquicia y la personalidad de cada luchador ya podéis imaginar en qué conjuga: un videojuego sencillamente excelente. La comparación entre un personaje como Ky Kiske o Venom es una auténtica obscenidad. Ningún protagonista tiene comparación homónima en el roster: cada uno ofrece unas características exclusivas e inimitables por el resto de luchadores, lo que hace que cada batalla requiera ser encarada conociendo las fortalezas y debilidades de cada uno de tus enemigos. No hay medias tintas: conocer en Guilty Gear es ganar.

Dio bendiga a Ishiwatari


Rainbow in the Dark

La especialización de cualquier luchador no es poca cosa. Sería engañar al lector decir que basta con unas horas: hablamos de meses. Con permiso de los buenos momentos de Virtua Fighter, dudamos que exista una franquicia más demencial en ese sentido que Guilty Gear. Puede que te ayude el trabajo hecho en anteriores ediciones con algunos de los personajes que repiten en el plantel, pero no te va a librar el descubrir todos los cambios hechos para la presente entrega. De seguidores de la franquicia a seguidores de la franquicia: os aseguramos que es un paseo que vais a disfrutar.

El hecho de contar con gráficos poligonales le permite cambiar la cámara a su antojo durante los Dust o ataques especiales. No molesta en absoluto.
El hecho de contar con gráficos poligonales le permite cambiar la cámara a su antojo durante los Dust o ataques especiales. No molesta en absoluto.


El roster final ha quedado compuesto por Sol Badguy, Ky Kiske, Millia Rage, Chipp, Venom, Potemkin, May, Axl Low, I-No, Faust, Slayer y Zato-One. Los nuevos son Bedman (un tipo que lucha en una cama-robot peligrosísima y de funcionamiento del todo paradójico en el género), Ramlethal Valentine (la final-boss de la presente entrega), Sin Kiske (la descendencia de Ky Kiske y Dizzy, que ya conocimos en Overture 2 en Xbox 360) y dos personajes de descarga: la impresionante Elphelt y el polifacético Leo Whitefang. Asuntos de la trama del juego impiden la aparición de algunos clásicos; otros han contado su ausencia por tratarse de una nueva iteración total de la serie con todo lo que ello conlleva, pero es un plantel suficientemente amplio para disfrutar de muchos meses de juego.

Prácticamente todos los clásicos han recibido nuevos ataques y nuevas propiedades en sus ataques, además de algunos detalles y secretos absolutamente deliciosos para los conocedores de la serie. Por ejemplo, Ky Kiske, al recibir mucho daño pierde la coleta, circunstancia que apaga la melodía que esté sonando para comenzar un nuevo y remozado Holy Orders, una canción que es emblema del personaje y la franquicia. Hablando del apartado sonoro, la música es sobresaliente y se ha hecho desde cero, sin aprovechar ningún tema más allá del homenaje citado; el trabajo en las voces es excelso también.

Ningún luchador tiene comparación homónima en el roster: cada uno ofrece unas características exclusivas e inimitables

Si eres uno de los seguidores de toda la vida te agradará saber que muchos de los temas míticos de la serie están para desbloquear. De hecho, hasta puedes gastar los valiosos puntos obtenidos en partidas y modo arcade para conseguirlas y llevártelas al juego en línea y convertirlas en tu tema de referencia. Están prácticamente todos los grandes canciones de la historia de la serie: desde Still in the Dark a Keep Yourself Alive III. De las nuevas melodías, el tema de batalla cuando se enfrentan los dos protagonistas, la canción de Ky Kiske o la de Millia son sencillamente increíbles. Puro pedigrí sonoro de la serie.

En cuanto a contenidos va servido: además de ofrecer duros retos en solitario para usuarios duchos en la materia con un nivel Maniac muy Maniac, la cantidad de elementos a desbloquear es grande y cada luchador cuenta su propia historia en el modo arcade. Una vez lo acabes con cada uno de ellos no dudes en pasarte por el modo historia y hacerte unas palomitas: se trata de una suerte de corto animado hecho con el motor del juego. Una decisión un poco extraña para los tiempos que corren, pero los amantes del folklore bidimensional de Arc System Works seguramente aplaudan la presente decisión.

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Holy diver

Lo importante, en realidad, no es nada de eso: lo importante está en las batallas en línea, que son el motivo por el que cualquier seguidor de la serie ha comprado una PlayStation 4 para hacerse con la obra. Si se dan las condiciones necesarias para disfrutar de una partida decente, el juego funciona muy bien entre usuarios del mismo continente. Pedirle que puedas disfrutar de partidas dignas con jugadores japoneses sigue siendo en 2015 una quimera para cualquier juego de lucha, más si cabe para Guilty Gear y lo exigente de sus frames y tiempos de combo. Una pena, pero más culpa de nuestra conexión que de otra cosa.

La gestión de batallas en línea es tan directa como fantástica. Escoges luchador, escenario y canción. Entras en una sala, esperas un rival y a luchar
Dio bendiga a Ishiwatari

Arc System viene haciendo muy bien en sus últimos juegos la gestión de batallas en línea. Ha pasado lo mismo en Xrd: escoges luchador, escenario y canción. Entras en una habitación, tomas sitio en una de las salas y esperas un rival. La partida comienza directamente, sin tener que pasar por el plantel de luchadores ni selecciones de escenario: una pequeña tontería que a lo largo del día te ahorra unos cuantos minutos y que esperamos fervientemente que sea copiado por el resto de editoras de juegos de lucha.

El lanzamiento en PlayStation 3 viene a poner una guinda a una generación de fighting sencillamente inolvidable. No hay grandes diferencias con respecto a la versión de la máquina de actual generación: en opciones se pueden tocar algunos elementos visuales para garantizar la estabilidad de imágenes por segundo que requiere una producción de la presente índole. 720p en una, 1080p en la otra, como no podía ser de otra forma en el territorio de Sony y Crossplay entre ellas que funciona a la perfección. Con el presente fichaje en forma de exclusiva ya tiene escudero para el gigante Street Fighter V. Y qué escudero: que tenga cuidado Capcom, no sea que el "pequeño" se coma al grande.

Magnífico

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Guilty Gear Xrd -SIGN-

Por: El equipo de 3DJuegos
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La generación acaba de echar a andar y puede que estemos ante un auténtico referente. Lo mejor que le puede pasar al género es que Street Fighter V esté a la altura de Xrd. Junto al juego de Capcom y el trato de Sony con los arcade sticks confirma que la lucha va a estar en PlayStation 4 durante la presente generación si no cambia mucho el esquema. Ser digno del nombre Guilty Gear no es poco, poder ofrecer una nueva bocanada de aire fresco al género a base de esfuerzo, trabajo y mucho modo entrenamiento tampoco. Un trabajo brillante que no todo el mundo podrá apreciar por su polémico lanzamiento.

Comprar Guilty Gear Xrd -SIGN-
  • El sello Guilty Gear sigue brillando
  • Un apartado técnico espectacular
  • Una banda sonora de matrícula de honor
  • Exigente, pero gratificante si entrenas
  • Un lanzamiento que no está a la altura del juego
  • Ausencias de algunos nombres míticos
  • Danger Zone, un extraño sinsentido en la serie
Jugadores: 1-2
Idioma: Textos en inglés y voces en inglés
Duración: Incalculable
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