Análisis de Need for Speed Rivals. Velocidad máxima en un mundo compartido

Análisis de Need for Speed Rivals. Velocidad máxima en un mundo compartido
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Tú conduces, yo te persigo. Yo escapo, tú me sigues. Dos perspectivas, dos formas de entender la carretera. Los eternos rivales, policías y maleantes, vuelven a verse los retrovisores en Need for Speed: Rivals, el primer videojuego de la compañía Ghost, respaldada por gran parte de los británicos de Criterion Games. Perseguidnos, que os mostramos su velocidad.

Ya son casi 20 años de edad los que cumple la venerada serie Need for Speed, una de las más queridas en el mundo del videojuego. La franquicia ha pasado por diferentes momentos, unos cargados de más potencia y velocidad que otros. Tan pronto es capaz de presentar un exponente que deja mucho que desear (NFS: The Run) como nos planta una genial reimaginación sobre el clásico Most Wanted, el que apareció hace prácticamente un año.

Siguiendo la tendencia, este año debería haber tocado bajar el listón, pero Electronic Arts nos ha sorprendido. Need for Speed Rivals es un muy satisfactorio juego de conducción, que nace en lo que podría considerarse como una nueva etapa dentro de la serie. ¿Por qué? Pues porque aunque esta obra no la respalde Criterion Games (ya que se ha reestructurado), la mayor parte de su equipo se encuentra en este proyecto, ahora bajo un nuevo nombre -Ghost Games- que está respaldado por figuras del estilo de Alex Ward, el creador de Burnout, así como otros diseñadores involucrados en programas como Project Gotham.

Este estudio de origen sueco se erige pues sobre una sólida base, razón principal por la que era muy poco probable que EA tropezara. Parece que se ha aprendido la lección, dejando en manos sabias la dirección de esta importante licencia. Puede que todavía nos encontremos ante un NFS de transición, y más al ser intergeneracional, pero propone muy buenas ideas, algunas heredadas del pasado, pero otras ya muy enfocadas a sacar partido de aspectos que serán cruciales en la next-gen, como la jugabilidad online.

Rivales sobre ruedas - Planteamiento

Rivals se crea a partir de un concepto básico, muy sencillo de entender. Incluso muchos estarán familiarizados con él si han seguido de cerca la saga. En efecto, su corazón se construye bajo la idea de que corredores y policías se vean las matrículas al estilo del tan bien recordado Hot Pursuit. Persecuciones, saltos imposibles y derrapes para burlar a nuestro perseguidor -o para despistar al que nos sigue- son los elementos fundamentales del videojuego.

El cóctel de alta velocidad y coches exóticos es lo que fundamenta una fórmula jugable que esta vez hace acopio de autoestima para situarse en un mundo abierto de grandes proporciones, con más de 150 kilómetros de carretera (técnicamente más grande que Most Wanted). Nos daremos cuenta en la práctica de que no es un escenario tan variado, pero ya el mero hecho de llevar estas mecánicas persecutorias a un mundo abierto merece interés. Más todavía si os contamos que en este mundo no hay barreras entre juego offline y online.

Hasta seis jugadores pueden compartir partida, dividiéndose en policías y corredores para compartir escenario con otros coches manejados por IA, incluyendo el tráfico. La propuesta es de lo más atractiva, a la par que original, siendo una introducción a la clase de videojuegos que vamos a ver en la próxima generación de consolas. Este es el tipo de apuestas que creemos que van a proliferar, y en este sentido Need for Speed ha realizado la maniobra adecuada, adelantándose -en cuestión de tiempo, por lo menos- a sus competidores.

La integración online es total. Podremos incluso retar a una carrera a otro jugador sobre la marcha, con la presión de un solo botón y sin cargas que valgan.
La integración online es total. Podremos incluso retar a una carrera a otro jugador sobre la marcha, con la presión de un solo botón y sin cargas que valgan.

Reyes de la carretera - Policías y corredores

Uno de los aspectos más curiosos del lanzamiento es que, a pesar de enfocarse en la libertad de conducción, con la participación de otros jugadores en línea, presta también atención a la historia. No es la típica, y obviamente no goza de profundidad dado el planteamiento del título. Es más bien un método de acompañamiento, algo que pretende sumergirnos en nuestro papel como policía o corredor.

Así, podemos colocarnos a un lado u otro de la ley en cualquier momento, disfrutando de algunas secuencias de vídeo introductorias según vamos completamento eventos y, en consecuencia, avanzando a través de los distintos capítulos. No esperéis personajes con nombre, tampoco chicas ligeras de ropa ni matones. Esto no va de eso. Rivals prefiere que nosotros seamos las estrellas, los que apretando el acelerador generen historias a través del propio pilotaje.

Y lo mejor de todo es que da igual si escogemos ser corredores o policías, porque la diversión está equilibrada. Lógicamente, cada usuario al final establecerá sus preferencias, pero desde el punto de vista de los eventos, ninguna de las dos posibilidades destaca sobre la otra. Luego hay otros problemas de los que hablaremos más adelante, como que las pruebas no son muy variadas, o que la sensación de progresar en la obra no es tan potente como en otros Need for Speed. Sin embargo, en su núcleo la idea es fresca y muy llamativa para los amantes del género.

Need for Speed Rivals es puro arcade, y su sistema de daños también. Tendremos que darnos muy fuerte para ver desperfectos, pero no es algo negativo ni mucho menos.
Need for Speed Rivals es puro arcade, y su sistema de daños también. Tendremos que darnos muy fuerte para ver desperfectos, pero no es algo negativo ni mucho menos.

Persecuciones en línea - Mundo compartido

Escoger facción, aguardar al proceso "matchmaking", entrar en la partida y seleccionar nuestro punto de entrada en el mapa. Así de sencillo es empezar a jugar en Rivals, un juego basado en un mapa que contiene rutas de todo tipo (desde autopistas hasta carreteras secundarias y sin olvidarnos de terrenos arenosos). Las rampas para ejecutar increíbles saltos, los controles de velocidad y las gasolineras para reparar nuestro bólido forman parte del decorado, que goza de un enfoque muy similar al del último Most Wanted.

Podemos ponernos a pilotar libremente, haciendo derrapes o circulando a toda velocidad pasando a centímetros de otros coches para sumar más puntos. También podemos completar eventos siguiendo la historia. Y cuando nos apetezca, en cualquier momento de la partida, basta con embestir a cualquier vehículo en huida (si somos policías) o provocar a un agente de la ley (si somos corredores) para que dé comienzo la acción.

¿Pero sabéis qué es lo más atractivo de todo? Que dicho corredor o policía podría ser perfectamente otro usuario que se encuentra en nuestra misma partida. La magia de Rivals estriba en interconectar la experiencia individual y multijugador dentro del mismo mapeado, de forma que se pueden completar misiones en solitario, pero siempre teniendo de fondo a otros jugadores, los cuales podrían intervenir en una persecución contra la IA (dando al traste con nuestra tarea) o simplemente provocándonos mientras paseamos para librar una carrera fortuita, sin esperas ni tiempos de carga, todo en completo tiempo real.

Todos al volante - Sistema AllDrive

Todo lo que ocurre en Rivals lo hace como en la partida online de cualquier otro título. Aunque pulsemos el botón de pausa, la acción seguirá. Los servidores se mostraron estables en nuestras pruebas, con alguna que otra reconexión y eventuales episodios de "lag", pero nada fuera de lo normal. En cuanto a opciones de juego, no hay pocas, destacando el hecho de que podamos escoger si jugar solos (sin ningún otro usuario), junto a amigos o sin barreras de ningún tipo: con cualquiera que se encuentre en ese momento en línea.

Las conversaciones "in-game" de otros usuarios saldrán por nuestros altavoces (se pueden desactivar), fusionándose con los mensajes a viva voz de la radio de la policía avisando de los distintos eventos que están sucediendo en ese mundo de seis usuarios simultáneos y otras tantas IAs. El espectáculo online de conducción planteado merece la pena, y se hace posible a través del sistema AllDrive, que destruye literalmente la línea que separa a la experiencia individual de la multijugador.

Evidentemente, no todo es positivo. Una innovación de tal calibre conlleva una contrapartida, más o menos importante dependiendo del tipo de jugador que seamos. Así, tal vez los usuarios tradicionales echarán de menos algún tipo de separación entre experiencia individual y multijugador, ya que su inexistencia es algo que lastra a la postre la sensación de progresión clásica. Aquí existe todavía un sentimiento de crecimiento interior, con nuevos eventos a desbloquear y un sistema de rangos, pero no es tal vez algo tan potente como se desearía…

Aunque entremos al menú de pausa el juego sigue funcionando. Así que no pierdas mucho tiempo estableciendo rutas, porque podría pillarte la policía o escapársete un corredor.
Aunque entremos al menú de pausa el juego sigue funcionando. Así que no pierdas mucho tiempo estableciendo rutas, porque podría pillarte la policía o escapársete un corredor.

Vida en carretera - Progresión y pruebas

El videojuego se compone esencialmente de dos perspectivas, la del policía y la del corredor, cada uno con sus eventos que nos hacen subir de nivel para conseguir puntos y al tiempo obtener nuevos objetivos a superar. El planteamiento es conocido, con SpeedPoints que conseguimos dependiendo de nuestro buen hacer en la carretera, los cuales nos permiten adquirir nuevos coches, desbloquear mejoras o nuevos elementos de personalización.

Acudir a las guaridas (en el caso de los corredores) y puestos de mando (para los policías) es esencial antes de ser derribados, puesto que de lo contrario perderemos lo ganado. Para encontrarlas tenemos un práctico mapa y la ayuda del GPS, apoyado por el Easy Drive, una forma cómoda de encontrar la mejor ruta a través de un par de movimientos de cruceta.

Esta es la mejor manera para dar con los múltiples eventos que pueblan el condado de Redview, desde las típicas carreras hasta las contrarreloj. Están presentes pruebas como Interceptor (en el que huir o perseguir a un coche en fuga) o Hot Pursuit (donde los policías intentan atrapar a los corredores mientras estos libran una carrera). La falta de variedad, y la consecuente sensación de monotonía, es probablemente el aspecto más negativo del videojuego, que aunque nos proponga cantidad de cosas que hacer siempre da la sensación de que con más pruebas podría haber llegado más lejos. Al menos, hay otros añadidos que otorgan profundidad al planteamiento, como el Autolog (que compara nuestros tiempos con los de otros usuarios), pero no es suficiente como para mitigar cierta sensación de vacío.

Gráficamente el videojuego presenta algunos altibajos, con falta de definición en elementos lejanos y parpadeos en modelados. Sin embargo, sigue siendo muy vistoso.
Gráficamente el videojuego presenta algunos altibajos, con falta de definición en elementos lejanos y parpadeos en modelados. Sin embargo, sigue siendo muy vistoso.

Puro arcade - Control y personalización

La experiencia al volante lo es todo en un Need for Speed. En el caso de Rivals no nos alejamos de la pura esencia arcade de la franquicia, siempre centrada en la diversión, en darnos velocidad desde el primer instante sea cual sea nuestro nivel en juegos de conducción. La accesibilidad es lo primero, para que no nos preocupemos de nada. La presencia de nitro y de una barra de vida ya dice mucho sobre las intenciones del programa, que tampoco presenta un sistema de daños que nos penalice en exceso. Rotura de cristales, arañazos y algún desprendimiento de alerón, pero sin que nada de ello afecte a nuestra trazada.

¿Es esto algo negativo? En absoluto, todo lo contrario. Los jugadores conocen muy bien la serie y no esperan otra cosa de ella. Su éxito se basa en ofrecer diversión desde el primer instante, pilotando coches de ensueño que en esta ocasión hay que decir que incluyen los modelos Ferrari (ausentes desde hacía tiempo). Todo acompañado de una IA que hay que reconocer que se comporta de manera satisfactoria. Tanto, que cuando jugamos en compañía cuesta a veces distinguir si los pilotos son personas o no.

Y aparte de que hay una buena cantidad de modelos, existe la posibilidad de personalizarlos. No tenemos editor ni nada parecido, las opciones son bastante limitadas, pero podemos cambiar el color, aplicar patrones de diseño preestablecidos, añadir vinilos, acoplar llantas o modificar la chapa de las matrículas. Por supuesto, no todo es estética, y también habrá tiempo para mejorar la velocidad punta, la aceleración o el comportamiento en pista. Aparte, es posible equiparnos con distintos artilugios tecnológicos al estilo de ondas de choque (para atacar a otros coches) o bandas de clavos (sólo para la policía). Alternativas no hay pocas.

Los amantes de la personalización no tendrán cantidad de herramientas, pero sí las básicas, como cambiar el color del coche, colocar nuevas llantas o añadir vinilos.
Los amantes de la personalización no tendrán cantidad de herramientas, pero sí las básicas, como cambiar el color del coche, colocar nuevas llantas o añadir vinilos.

El motor del futuro - Gráficos y sonido

El motor Frostbite 3 se está convirtiendo en el pasaporte de EA a la próxima generación, y por supuesto Rivals no se queda sin usarlo. El impacto sobre las consolas de actual generación es mínimo, resultando un programa que bebe, y mucho, del anterior Most Wanted, tanto en diseño artístico como en acabado general. El principio por el que se ha generado un entorno de mundo abierto es el mismo -sólo que ahora con la diferencia de que es online-, aunque con algunas diferencias significativas.

Por ejemplo, aquí tenemos un ciclo meteorológico, algo que añade variedad a un entorno que de por sí no resulta tan heterogéneo como el de Most Wanted, el cual poseía un mejor equilibrio, con entornos rurales, urbanos e industriales. Aquí el cromatismo no es tan elevado, pero resulta aún así interesante, con un apartado visual único muy basado en los contrastes. Sólo disponemos de dos cámaras para conducir y la interfaz no es muy clara que digamos, pero el apartado visual resulta sólido en conjunto. No es una revolución, y presenta algunos altibajos (con una falta de definición más acusada que en otras entregas) pero aún así es muy adecuado a las intenciones del programa.

Algo parecido le ocurre al apartado sonoro, y en especial a los rugidos de motor y chirridos de neumáticos, que tienden al realismo. Las voces en español de los interlocutores que hablan por la radio también están muy logradas, pero en general el apartado musical se encuentra un escalón por debajo de lo que nos ha ofrecido Need for Speed en otras ocasiones. Faltan temas con más carisma, ya que abundan temas electrónicos que aparte de acompañamiento no sugieren mucho más.

Muy Bueno

Sin sello
Velocidad máxima en un mundo compartido

Need for Speed: Rivals

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Need for Speed Rivals nos plantea un valiente experimento al conjugar en la misma experiencia de conducción las vertientes individual y multijugador. Las líneas se diluyen hasta conformar un mundo abierto online que nos da una muestra del tipo de planteamientos jugables que veremos en la próxima generación. Se nota que siguen en el barco muchos de los trabajadores de Criterion Games, porque Rivals desborda talento a pesar de ciertos inconvenientes (falta de variedad y de sensación de progresión) que sin embargo no restan interés a este brillante lanzamiento.

Comprar Need for Speed: Rivals
  • Su atrevimiento al combinar experiencia individual y multijugador.
  • Las persecuciones son muy interesantes, con una IA trabajada.
  • Conserva el talento de Criterion Games, lo cual se agradece.
  • La sensación de progresión no es tan intensa como en otros títulos.
  • Las pruebas no son todo lo variadas que hubiésemos deseado.
  • La música no está a la altura de otras entregas.
Jugadores: 1-6
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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