Plants VS Zombies es uno de los juegos diseñados para dispositivos móviles más populares y extendidos del momento, ya que ha sido disfrutado por millones de usuarios en todo el mundo. Bien, pues este fenómeno acaba de llegar a las consolas de Microsoft de manera exclusiva, y lo ha hecho además con una nueva puesta en escena y disposición jugable.
Dejando de lado el fenómeno Angry Birds, que es un mundo aparte, posiblemente una de las sagas más conocidas y exitosas de todas las diseñadas para dispositivos móviles sea Plants VS Zombies. Sus desarrolladores, PopCap Games, han conseguido atraer la atención de millones de jugadores de todo el planeta gracias a una mecánica de juego sencilla pero adictiva como pocas, basada en la ya tradicional fórmula conocida como Tower Defense, muy extendida en este tipo de dispositivos. Bien, pues como era de esperar este clásico ha acabado llegando también a las consolas, aunque en este caso sólo lo ha hecho a las máquinas de Microsoft, es decir, Xbox One y 360.
Además lo ha hecho con una mecánica de juego y disposición bastante cambiadas de lo que nos tiene acostumbrados, ya que en esta ocasión sus desarrolladores han querido ofrecernos algo realmente diferente. Efectivamente, nos hallamos ante un shooter en tercera persona orientado a ser disfrutado en compañía, ya que su vertiente multijugador es la verdadera protagonista.
Plantas bien entrenadas
Garden Warfare ha sido concebido con la meta clara de tratar de atraer a la mayor cantidad posible de jugadores. Y por eso mismo ha planteado un estilo de juego muy extendido dentro de los títulos diseñados para consola, los shooters en tercera persona.
Al comienzo del juego y al margen de la modalidad que escojamos (de las que más tarde os daremos más detalles), tenemos que seleccionar a la planta que va a encargarse -con nuestra ayuda- de ir aniquilando a las incesantes hordas de zombis que van apareciendo en cada uno de nuestros jardines. Existen cuatro posibles candidatas bien diferenciadas y que asumen los papeles predeterminados de experto francotirador, sanador, todoterreno y mole especialista en pelear cuerpo a cuerpo. Además podemos personalizar un gran número de aspectos de nuestro personaje, aunque para conseguir tal fin es necesario dejarnos los cuartos y adquirir los paquetes de cartas digitales (de oro, plata, etc. en función de su valía) que se venden por separado...
El caso es que una vez escogida a nuestra protagonista, debemos saltar a la acción. ¿Y en qué consiste la nueva mecánica de juego dispuesta en esta entrega? Pues muy sencillo: en aplacar a las incesantes hordas de zombis[/b] que van sucediéndose de manera imparable, teniendo incluso que hacer frente a jefes finales cada cierto número de rondas (cinco en este caso). Así de fácil. Y para conseguir mantener a raya a tanto monstruito indeseable, es necesario emplear tanto las armas como las habilidades propias y características de cada personaje, así como diseminar el jardín de torretas defensivas muy imaginativas y demás ayudas que, nuevamente, podemos adquirir previo paso por caja. No hace falta que os digamos que este hecho es el que menos gracia nos ha hecho de todo el juego, ya que a pesar de que es posible disfrutar del título sin adquirir add-ons de ningún tipo, la experiencia de juego se resiente un poco si no lo hacemos.
Batallas florales
Entrando ya a valorar sus diferentes modos de juego, estamos ante un título que nos ofrece bastante variedad... siempre que vayamos a jugar acompañados. Sí, porque aunque existe la opción de jugar en solitario a una serie de misiones planteadas para tal fin, dicho modo de juego es el más flojo con diferencia, resultando demasiado descafeinado, al menos para nuestro gusto. ¡Todo lo contrario de lo que supone entrar en batalla con otros 23 participantes!
Efectivamente, una de las modalidades estrella que ostenta esta producción es su modo online competitivo para 24 jugadores. En este caso podemos optar por jugar del lado de las plantas o, también, de los zombis, existiendo igualmente diversas clases de muertos vivientes (jugadores de fútbol americano, ingenieros, etc.) dotados con diferentes habilidades únicas, tal y como sucede con las plantas. Hay cinco submodalidades distintas (por equipos, batallas tradicionales que no admiten mejoras ni personalizaciones, etc.), siendo una oferta no especialmente variada ni imaginativa, pero sí lo suficientemente interesante.
Y una vez que saltamos a alguna de las 10 arenas que están disponibles en el juego, comienza la verdadera batalla. El tamaño de cada escenario nos ha parecido bastante acertado, así como el diseño de la mayoría de ellos, pudiendo adaptar en cada uno de ellos nuestro estilo de juego perfectamente. La mecánica es tan "simple" como acabar con el número de enemigos correspondiente antes de que lo haga nuestro equipo rival, pudiendo ir cumpliendo además diversos objetivos particulares que nos van otorgando experiencia adicional para nuestro personaje.
Sin ser la modalidad competitiva online más llamativa ni especialmente original para un juego de estas características, lo cierto es que se hace bastante entretenida. Además funciona de manera fluida durante gran parte del tiempo, aunque también hemos notado ciertos problemas menores típicos de este tipo de ofertas de juego.
Pero hay más. Si optamos por jugar en Operaciones de Jardín en compañía (es la misma opción que acoge el modo individual), en esta ocasión disfrutamos de un modo cooperativo online para cuatro jugadores que también ofrece cotas de diversión notables. En este modo de juego sólo controlamos a las plantas y debemos trabajar en equipo para aplacar a las hordas de zombis el mayor tiempo posible. Una fórmula de juego tan simple y explotada últimamente como, también, adictiva.
Por otra parte, la edición para Xbox One ha sido agraciada con un par de modalidades adicionales y exclusivas. Una de ellas es el modo cooperativo offline a pantalla dividida, la cual funciona como la seda (aunque se pierden ciertos detalles gráficos por el camino) y supone un punto a su favor importante en relación a la entrega diseñada para Xbox 360. Y a esto se suma el modo Jefe, otra modalidad cooperativa la cual hace uso tanto de Kinect como de Smart Glass. La gracia de esta opción es que el segundo jugador toma el control de Dave el Loco o el dirigible Zomboss para ayudar desde los cielos al jugador principal, pudiendo hacerlo tanto mediante Kinect como usando una tableta, la cual muestra el mapa al completo en el que podemos ir realizando diversas acciones de ayuda, como lanzar objetos de apoyo.
En definitiva, una oferta de opciones de juego claramente basadas en ser disfrutadas acompañados de nuestros amigos que se hacen entretenidas, al menos a corto y medio plazo. No estamos ante la propuesta más profunda ni ambiciosa dentro de su género, pero resulta relativamente gratificante y muy simpaticona.
Eso sí, conviene destacar que para poder disfrutar de dichas modalidades online, es necesario tener una cuenta de Origin, ya sabéis, el servicio online de Electronic Arts.
Simpatía bélica
En cuestiones gráficas, seguro que ya sabéis qué vais a encontraros en esta producción. Tanto los escenarios como los personajes han sido recreados de manera sencilla, destacando el colorido mostrado por los fondos y, más aún, las divertidas y acertadas animaciones de las plantas y zombis que pululan por la pantalla. Por lo tanto estamos ante un juego que no explota el potencial gráfico de Xbox 360, y menos aún el de Xbox One, pero tampoco lo pretende y no importa en demasía. Es un título correcto desde el punto de vista gráfico, sin mayores pretensiones.
El sonido sigue esta misma pauta. La banda sonora está formada por temas cuya única misión consiste en amenizar las partidas sin molestar, mientras que los variados efectos de sonido sí que alcanzan un mayor protagonismo, siendo claros y contundentes.
Sin lograr despuntar en ningún aspecto concreto, estamos ante el típico título que ha sido ideado con dos aspectos centrales muy concretos: entretener al mayor número de usuarios posible con una propuesta sencilla y, por otra parte, hacerlo en compañía. De esta forma este curioso shooter da lo mejor de sí cuando jugamos acompañados de algún amigo, ya que en solitario pierde muchos puntos.
PopCap Games toma un nuevo rumbo para su franquicia más conocida, Plants Vs Zombies, en su trasvase a consolas Microsoft. En lugar de disfrutar de un juego Tower Defense adictivo y sencillo como estamos acostumbrados en la serie, en esta ocasión los desarrolladores se han desmarcado con un shooter en tercera persona que retiene parte de su mecánica de juego original. No estamos ante el mejor juego ni de la serie ni del género, pero entretiene siempre que juguemos en compañía. Y cuantos más usuarios participen en cada sesión de juego, mejor.
Comprar Plants vs. Zombies: Garden Warfare- Diseños simpáticos y coloridos para los protagonistas.
- Su planteamiento de juego directo y entretenido.
- Buen balance entre las diferentes clases de personajes
- En solitario pierde mucha gracia.
- Se echa en falta algún nivel más de lanzamiento
