Un policía retirado con un pasado oscuro, una habitación llamada “deseo” y un hotel que resolverá todos nuestros enigmas. Estos son los elementos de la nueva aventura de Cing para Nintendo DS. Una completa novela interactiva con la que no echarás de menos un buen libro. ¿Quieres saber por qué?
Rara vez vemos a una pequeña compañía detrás de un gran videojuego. Los elevados costes de producción unidos a una carrera tecnológica por conseguir los gráficos más impactantes, hacen muy complicado a las empresas más modestas poder abrirse camino en un mercado tan competitivo como es el del ocio electrónico. No obstante, la historia nos ha demostrado que no siempre son imprescindibles grandes inversiones para conseguir excelentes resultados.
Un ejemplo reciente lo tenemos en “Brain Training”, un título que con apenas diez personas y tres meses de desarrollo logró batir récords de ventas en todo el mundo. La filosofía implantada por Nintendo DS en la que la jugabilidad está por encima del apartado gráfico, ha abierto las puertas a compañías que tal vez ahora no existirían como tales si no fuera por este hecho. Cing, la desarrolladora responsable del videojuego que analizamos (“Hotel Dusk”), podría ser un buen ejemplo de ello.
Nintendo DS también puede contar buenas historias
Fundada en el año 1999 y con cerca de una treintena de trabajadores, esta empresa con sede en Fukuoka eligió un género, la aventura gráfica, que (además de sufrir un cierto abandono en los últimos años) resultaba más económico en cuanto a costes de desarrollo. De esta forma, en el año 2003, Cing lanzaba al mercado “Another Code: Two Memories” para Nintendo DS, un título que mezclando el potencial de la pantalla táctil con la fuerza de una historia bien construida daba lugar a lo que podríamos denominar como novela interactiva.
Ahora, continuando el camino andado hace dos años, la empresa decide obsequiarnos con una nueva aventura siguiendo el mismo modelo. Sin embargo, muchas cosas han cambiado desde aquel título. Hotel Dusk da un giro sobre lo planteado entonces, empezando porque ahora para jugar, deberemos rotar 90 grados nuestra consola hasta quedar colocada como si de un libro se tratase (y como ocurriera en el ya mencionado “Brain Training”). No es coincidencia esta colocación: la historia que se desarrolla entre las dos pantallas nos hará sentirnos, en más de una ocasión, frente a una interesante novela.
Una puerta al pasado
Con claras influencias del cine negro (“film noir”), la acción de esta peculiar obra gira en torno a la figura de Kyle Hyde, un policía retirado en extrañas circunstancias que está intentando hallar respuestas sobre su pasado. Convertido en un mero vendedor a domicilio, nuestro protagonista irá a parar, por asuntos laborales, a un hotel situado en medio de la nada y cuyo nombre da título a este videojuego.
El hotel Dusk, un pequeño negocio situado cerca de Los Ángeles, se convierte así en el único escenario del título. Un lugar que está predestinado a resolver todas las dudas que corroen a nuestro personaje y en el que cambiará su papel de vendedor por el de detective. Muchas sorpresas, antiguos conocidos y misteriosos inquilinos se darán cita en una historia donde no todo es lo que parece. Una vez traspasada la puerta de la habitación 215 ya nada será lo mismo para Kyle Hyde.
¿Estás jugando? No, estoy leyendo
El expolicía recorrerá los pasillos del hotel, llamará a las puertas de las habitaciones, entrará en otras sin pedir permiso, husmeará para curiosear en los archivos del hotel, hablará con el resto de huéspedes, les intentará sacar incluso información, resolverá varios puzzles, abrirá una maleta, anotará cosas a recordar en su agenda y, sobre todo, leerá mucho, mucho texto; y es que si por algo destaca este videojuego es por la gran cantidad de diálogo que incorpora.
Un guión narrativo que nos mantendrá alrededor de 20 horas pegados a nuestra portátil completamente en vilo debido al extremado interés que provocará en nosotros el saber lo siguiente que ocurrirá en la historia. La intriga está muy conseguida y la gran cantidad de texto presente se hace incluso más amena debido a una buena traducción al castellano y a la especial caracterización de nuestro protagonista: un ser arisco y algo egoísta cuya personalidad nos atraerá desde el primer momento.
Ten cuidado con lo que dices…
Pero Kyle no permanecerá inmóvil ante las palabras de la gente. También podrá decidir lo que contestar a través de nosotros. Como ya ocurriera en los títulos de “Phoenix Wright”, podremos seleccionar entre una lista de opciones a la hora de responder o plantear una pregunta a nuestro interlocutor. No obstante, si bien esta forma de obtener información nos resultará de gran utilidad, también podrá acabar mostrándonos la temida pantalla de “game over”. Deberemos ser responsables con lo que decimos delante de según qué personas o podríamos acabar de patitas en la calle y sin posibilidad de desvelar los misterios presentes en la historia de este particular hotel.
… e investiga y apunta todo lo que aprendas
Para todos estos menesteres, el lápiz táctil será el gran protagonista. Tanto si queremos desplazarnos por los pasillos del hotel como si deseamos dialogar, los golpes del “stylus” sobre la pantalla derecha nos serán de gran utilidad. Por una parte, los momentos de exploración vendrán determinados por una división de pantallas en la que la izquierda nos mostrará el entorno en 3D desde la perspectiva de Hyde, mientras que en la derecha (la táctil) podremos visualizar un plano sobre el que desplazar el lápiz para movernos.
Habrá lugares donde se nos abrirá la posibilidad de mirar más detenidamente una estantería, un mueble, una televisión… todo con tal de que hallemos algún objeto o información de interés. Muchas veces, fruto de esta recogida ingente de información, tendremos que realizar alguna anotación en nuestra agenda para que nuestra mala memoria no nos juegue una mala pasada en el futuro. Esto lo haremos tal y como si fuéramos el teniente Colombo, es decir, con nuestro puño y letra.
Las limitaciones de la novela
No obstante, todo detective que se precie debe contar con un compañero que le asesore. En este caso, hemos tenido suerte, puesto que se trata de una apuesta chica llamada Rachel que trabaja en Red Crown, la misma compañía en la que se encuentra Kyle. A pesar de estar siempre en su oficina ejerciendo de secretaria, podremos contactar en cualquier momento con ella a través del teléfono de nuestra habitación; sin embargo, cuando realmente la necesitemos, ella misma nos llamará en el mismo momento en que nos encontremos en nuestro cuarto.
Algo parecido ocurrirá con el resto del juego. Cuando salgamos de nuestra alcoba, probablemente se abra una puerta en el pasillo para empezar un diálogo que estaba dentro del guión. Si entramos al restaurante, acto seguido alguien se nos acerca a preguntarnos. Si vemos la niña misteriosa al fondo y nos acercamos a charlar, salta una conversación. Todo está muy estudiado y existe una falsa sensación de que dominamos la situación aunque en realidad se nos plantee como algo lineal. Ocurre lo mismo en los diálogos: aunque se nos presenten opciones de respuesta, todas suelen llevar al mismo sitio, ya que la historia no puede cambiar y tiene que seguir su rumbo hasta el final. Jugar en una novela tiene limitaciones.
Recordando al cine negro
En cualquier caso, esto no es algo malo ni mucho menos, como tampoco lo es el especial tratamiento que se ha realizado sobre el aspecto visual del título. Podríamos calificarlo como “extraño” en un principio pero, pensándolo detenidamente y teniendo en cuenta las influencias que recibe del cine negro, podríamos considerarlo como una genialidad. Tenemos que pensar que en realidad a este tipo de títulos no se les debe exigir mucho, más teniendo en cuenta que lo que va a destacar sobre todo va a ser el hilo narrativo.
Sin embargo, Cing ha querido redondear una buena historia y jugabilidad con un apartado gráfico a la altura, que ambiente convenientemente al título. Lo ha logrado. Unos personajes con estética de cómic en blanco y negro se funden con unos escenarios en color también dibujados a mano. Todo ello sigue un cierto estilo “anime” aunque muy occidentalizado.
Mención especial merece el efecto de animación de los personajes en las escenas de conversación. Los habitantes del Hotel Dusk cobran vida a través de un sistema de animación de sombras que en su día dio a conocer el vídeo musical “Take On Me” del grupo musical noruego A-ha. Estos sombreados, el uso del blanco y negro, la técnica del claroscuro… dotan a la aventura de un cierto toque misterioso, policiaco o de película de gangsters. En definitiva, se le ha conseguido dar un aspecto de novela policíaca, el cual posee evidentes influencias del cine negro norteamericano desarrollado en los años 50 y posteriores.
Sin encontrarse muy descompensada con respecto al resto de apartados, la música cumple con su objetivo. Alguna melodía puede hacerse repetitiva en ocasiones, aunque en realidad existe una gran variedad de ellas, una casi para cada situación. Los efectos de sonido están también a la altura y, aunque no hay voces, sí que escucharemos el metal de los utensilios al comer o el “ring” de un teléfono, por ejemplo, con total realismo. Existe calidad y cantidad.
Cing se ha mejorado a sí misma. “Hotel Dusk” nos emociona, nos cautiva y nos incita a la curiosidad a través de una historia interesante, compleja y duradera. La gran cantidad de diálogos que practicar y de misterios que resolver junto a la genial ambientación basada en el cine negro de los años cincuenta, la convierten en la novela interactiva por excelencia para Nintendo DS. Si te gusta leer y, además, jugar, no lo dudes. Kyle Hyde es tu hombre.
Comprar Hotel Dusk: Room 215