Análisis de Tropico 5. Estrategia y humor, las armas del presidente

Análisis de Tropico 5. Estrategia y humor, las armas del presidente
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El Presidente vuelve al gobierno. Tropico 5 regresa para abarcar tres siglos de vida en un paraíso, permitiéndonos hacernos cargo de la política, la economía y lo social en un título cargado de sentido del humor. Una guía de cómo no tomarse la vida en serio, y un lanzamiento que ha arriesgado poco y del que no todas las diferencia con su predecesor funcionan al mismo nivel.

La estrategia civil sigue siendo uno de esos remansos de paz para el aficionado más gustoso de los videojuegos de gestión, y Tropico es una de las propuestas de referencia en este segmento de mercado. La simpatía y la amabilidad de la marca siempre han sido dos de sus claves, pero nada nos distraía de que en realidad tras el colorido de sus tórridas tierras se escondía también una propuesta con una profundidad escasa, pero con unas siempre interesantes ganas de agradar y un planteamiento divertido y ameno.

En 2014 recibimos un nuevo episodio para PC y consolas, que ha venido cargado durante su desarrollo de las sospechas de algunos aficionados en cuanto a una hipotética simplificación de mecánicas para tratar de llegar a un mayor público. La acusación puede ser excesiva, pero desde luego sí debe quedar claro que Haemimont Games continúa sin apostar por una gran revolución que aporte algo de verdadero valor con respecto a otras entregas de la serie, y ha optado en esta ocasión por un quinto episodio en el que el continuismo es tónica general y las similitudes con el cuarto volumen de la saga serán, para algunos paladares, incluso excesivas.

El Presidente

El género de los city-builder en ocasiones no ofrece grandes retos, pero una de las apuestas de Tropico 5 ha sido precisamente la de aumentar el nivel de dificultad con respecto a lo visto en episodios anteriores. No es un ajuste radical, más bien sutil, pero es un detalle que agradecemos. Como también el de la apuesta por distintas eras que podemos definir en el caso de optar por partidas personalizadas y que, por supuesto, cuentan con sus edificios específicos. Comenzamos a principios del siglo XX y podemos alcanzar la era moderna, y por el camino observamos cambios jugables en las circunstancias de la partida que, por ejemplo, afectarán al comercio en base a las condiciones históricas de cada época.

Lo interesante, y uno de los elementos que en mayor medida acaban afectando a la dificultad, es precisamente el de nuestra relación con los cambios. Por poner el caso durante la Segunda Guerra Mundial nuestras exportaciones se dispararán radicalmente para abastecer a los países que participan del conflicto, y sin embargo durante la posterior Guerra Fría tendremos que reformular nuestro crecimiento de una forma totalmente distinta ante los cambios de las circunstancias y de las facciones que van entrando y saliendo de nuestra partida. Tropico 5 busca de este modo, y por fortuna, que seamos más versátiles, y eso es algo que realmente nos ha agradado y que le da un enorme dinamismo a unas partidas en las que no podemos acomodarnos.

¿Convertir nuestra isla en una gran zona exportadora o en un paraíso turístico? Tú, en la piel de El Presidente, decides.
¿Convertir nuestra isla en una gran zona exportadora o en un paraíso turístico? Tú, en la piel de El Presidente, decides.

Hay una enorme ayuda de nuestros consejeros como viene siendo tradicional en la serie, de modo que es fácil estar al tanto de todo lo que pasa en nuestra relación con el exterio,r y éstos nos informarán también de las misiones que podemos o no ir cumpliendo pero que tienen a menudo suculentos beneficios. Acabar definiendo a nuestra pequeña nación como un lugar vacacional o una potencia en la exportación de productos exóticos está en nuestra mano, y lo mejor que se puede decir del título es que logra perfectamente ser accesible a pesar de su propuesta. No está tan claro, sin embargo, todo lo que tiene que ver con nuestra gestión, para la que echamos en falta mucha más información pormenorizada. No obstante conforme avanzamos los problemas van desapareciendo con construcciones y tecnologías del árbol a desbloquear que se ocupan de forma particular de resolver unos y otros... De este modo los inconvenientes de una cierta desinformación por nuestra parte quedan más bien solucionados, aunque desde luego no de la mejor forma.

Debe quedar claro que el componente paródico de la vida real de este tipo de países es la clave de la diversión, y hay abundantes toques humorísticos que es mejor no abordar para no destripárselos al jugador pero que le sacarán una sonrisa más de una vez. Esa idea de amabilidad y simpatía es algo que no nos abandona en ningún momento y es uno de los matices clave del componente único del título. Encontrar el equilibrio entre las ansias de los favorables a la realeza y los revolucionarios (posteriormente sustituidos por capitalistas y comunistas), y la necesaria ponderación en nuestra balanza de gastos e ingresos acaba siendo clave para evitar rebeliones y hacer evolucionar adecuadamente nuestra facción. Y, claro, si lo hacemos con una mueca de agrado en los labios se llevan mucho mejor los problemas que sigue teniendo la franquicia y que sus responsables parecen querer seguir ignorando.

La cantidad de menús e interfaces puede parecer generosa en primera instancia, pero a medio plazo nos daremos cuenta de que falta información.
La cantidad de menús e interfaces puede parecer generosa en primera instancia, pero a medio plazo nos daremos cuenta de que falta información.

Elementos como los motivos por los que, por ejemplo, no se continúa una construcción que estaba prevista, o por los que los ciudadanos de una manzana son felices y los de la de al lado viven al borde de la desesperación no suelen explicarse adecuadamente, de modo que a menudo devienen en frustración o en solucionar las incidencias a golpe de talonario. Mientras que, por otra parte, la falta de tratamiento en profundidad del combate nos hace preguntarnos por qué Haemimont Games se empeña en aumentar su presencia entrega tras entrega. Son elementos que flojean y continúan presentes a pesar del paso del tiempo y en los que quizá debería haber también una mayor atención de cara a futuros episodios de la IP.

Modos de Juego

Lo ideal es comenzar por el tutorial, que nos propone tres misiones de un tamaño más bien breve para familiarizarnos con el programa. Los primeros pasos pueden sonar a algo bastante básico, con acciones incluso para movernos con la cámara, pero conforme avancemos si somos neófitos en esto recibiremos algunos consejos francamente útiles. Los veteranos que ya disfrutaran de Tropico 4, ante la falta de novedades, verán en esta parte del título algo totalmente innecesario.

Por otra parte, y siguiendo con las modalidades en la Campaña, tenemos una serie de misiones dentro de Cambiando el Mundo: el modo historia principal que oferta el título. El concepto es la de la persistencia, lo que supone que la urbe que construyamos en la isla se mantendrá conforme avancemos misión a misión con el consiguiente traslado de nuestros progresos y, así mismo, también podemos utilizar la Dinastía de dictadores que hayamos creado para otras modalidades y que se respete nuestro avance en ésta.

¿Qué es la Dinastía? Se trata de la familia que gobierna en el videojuego y que se compone de siete personas que pueden acabar encarnando a El Presidente o dirigir distintos apartados de nuestro gobierno desde los edificios clave de la ciudad. Los distintos personajes pueden ser personalizados en cuanto al físico con el habitual editor de la saga que en esta ocasión tampoco aporta muchas sorpresas, y todos ellos poseen distintas habilidades. Podemos elegir, concretamente, qué destreza queremos que tenga nuestro personaje de entre las diez alternativas disponibles para conseguir distintos bonus como una cantidad extra de dinero al principio de la partida, descuentos en las construcciones, ayudas internacionales o mejoras en el fraude electoral entre otras cosas.

Hay muchos edificios nuevos en Tropico 5, con la particularidad de que algunos son específicos de cada época.
Hay muchos edificios nuevos en Tropico 5, con la particularidad de que algunos son específicos de cada época.

La tercera, y última, alternativa de juego en modo off-line es totalmente personalizable en cuanto a todos los parámetros del mapa en el que nos vamos a mover, y es la de Paraíso Tropical. La libertad es total en esta alternativa en la que menos cortapisas tenemos, y comenzamos nuestra andadura fijando elementos como el tamaño del mapa, la era en la que comenzamos a desarrollar nuestro pueblo, el número inicial de éste en cuanto a población, las condiciones de victoria o incluso las distintas dificultades de elementos como el económico, el político o el de los desastres naturales. Lo interesante es que con el paso del tiempo y las ya mencionadas épocas van alterándose también los desafíos, lo que supone que las misiones van cambiando y también los distintos retos a los que hacer frente.

El modo multijugador, en última instancia, era uno de los grandes reclamos en esta ocasión, pero viene a ofrecer algo accesorio aunque definitivamente con un punto de interés para prolongar algo más la vida útil del producto. Se trata de una alternativa que permite cooperar o competir a hasta cuatro jugadores simultáneos con distintas condiciones de victoria y parámetros de juego en el caso de disfrutar de partidas personalizadas o predeterminadas. Nuestra relación con otros jugadores es en la mayoría de los elementos más parecida a la de un multijugador asimétrico, con negociaciones, solicitudes de ayuda e incluso la posibilidad de compartir recursos, sin embargo también podemos aplastar a nuestros vecinos con tropas como tanques, en una fórmula que ya sabemos que no encaja tan bien como el resto en propuestas de este tipo, y otras formas más sutiles. Para ser el principal titular en cuanto a novedades lo cierto es que el impacto jugable de esta posibilidad es reducido y, sinceramente, es una de las partes que más esperamos que crezcan de cara al futuro aunque los más fans disfrutarán mucho de las posibilidades que se ofertan.

La presencia de los combates gana fuerza en el multijugador, como es obvio, aunque no acaba de estar bien resuelta.
La presencia de los combates gana fuerza en el multijugador, como es obvio, aunque no acaba de estar bien resuelta.

Paraíso Tropical

En cuanto al apartado visual del producto, cabe destacar que se trata de un videojuego tan vistoso como cabía esperar, y sin unos requisitos desorbitados ni mucho menos. Se trata de una obra en la que la accesibilidad no sólo está a la orden del día desde el punto de vista jugable, sino que también busca con la sencillez tecnológica el poder estar disponible en el mayor número de ordenadores posible y en unas versiones de consola que se ponen a la venta a partir de junio.

Llama la atención el escaso interés desde el punto de vista artístico por reflejar las distintas épocas que aborda el título y que, obviamente, deberían exhibir diferencias mucho más manifiestas en construcciones o vehículos y que aquí denotan una pobreza manifiesta de medios y de esfuerzo por parte de sus responsables. Sí nos ha agradado, en cambio, el tono vibrante de los planos generales y el rico mosaico de vida que se puede disfrutar haciendo zoom. Eso sí, el reciclaje de muchos elementos de Tropico 4, desde luego, no ayuda a su diferenciación.

En términos de nuestra relación con el interfaz sí es cierto que, como ya hemos dicho, seguimos echando en falta una mayor presencia de tablas y métodos de hacernos con toda la información que, en realidad, debería rezumar su mundo para saber qué está pasando. A menudo cuesta saber a qué obedece la felicidad o la tristeza de algunos ciudadanos cuando debería ser datos que tendrían que estar expuestos de manera mucho más clara para poder lidiar con ella, sin embargo este hecho unido a algunos bugs y problemas de acabado relacionados con esto hacen que algunos momentos sean frustrantes. Lo mismo podemos decir de nuestra relación con el comercio, elemento clave del programa, que no está expuesto de una forma tan clara como cabría haber esperado.

Estéticamente Tropico 5 es un videojuego vistoso, con mucho color y modelados para los edificios bastante cuidados.
Estéticamente Tropico 5 es un videojuego vistoso, con mucho color y modelados para los edificios bastante cuidados.

En cuanto al sonido Tropico 5 continúa los patrones estilísticos de sus predecesores. La música puede llegar a crisparnos los nervios tanto por el número de horas que vamos a invertir en el título como por su brutal tendencia a repetirse, pero tiene fácil solución silenciándola. Las voces, en nuestro idioma, rinden a buen nivel y los efectos hacen su trabajo sin estridencias.

Bueno

Sin sello
Estrategia y humor, las armas del presidente

Tropico 5

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Tropico 5 peca de ser continuista y de que sus escasas mecánicas novedosas no aportan demasiado a la fórmula que ya vimos en el anterior, pero aún así sigue siendo una propuesta única. Con su ligero aumento de dificultad y su apuesta por las épocas y el multijugador entretendrá sobradamente a los más fans de los títulos de gestión y construcción de ciudades.

Comprar Tropico 5
  • La simpatía sigue siendo santo y seña de su propuesta.
  • A pesar de su continuidad sigue ofreciendo algo muy único.
  • Agradecemos el ligero aumento de dificultad.
  • Las escasas innovaciones que aporta no siempre funcionan.
  • A veces cuesta saber qué está pasando por la escasa información que se nos facilita.
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: Incalculable
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