Análisis de Deus Ex Mankind Divided. El nuevo vuelo de Ícaro

Análisis de Deus Ex Mankind Divided. El nuevo vuelo de Ícaro
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Lo cyberpunk vuelve a estar de moda. ¿Dejó en algún momento de estarlo? EIDOS Montreal recupera la saga Deus Ex para ofrecernos con Mankind Divided una versión que pretende ser el refinado de la fórmula presentada en Human Revolution. En este análisis te descubrimos que en algunos aspectos lo logra, y en otros no tanto… Pero cuesta imaginar una forma más efectiva de ser Adam Jensen.

La adquisición de EIDOS por parte de la compañía nipona lo cambió todo. En los últimos tiempos las producciones de Square Enix se han dividido en las orientales, encabezadas por la serie Final Fantasy y con una de cal y una de arena tanto para el resto de las obras como para su franquicia estrella; y por otro lado, y con un espíritu netamente contrapuesto, las occidentales. ¿Por qué son tan distintas? La mayoría de las que vienen de Asia cuentan con algunas nuevas IP de mucho calado como I Am Setsuna, y con fuertes reinvenciones de sagas como demuestra ese Final Fantasy XV tan arriesgado que han fechado ahora para finales de este año. Desde occidente, en cambio, se apuesta por la continuidad, con un Hitman que cambió mucho menos de lo que se pensaba al estrenarse este año, con un Rise of the Tomb Raider extraordinario pero tremendamente parecido al reseteo de las aventuras de Lara Croft de 2013, y con este Deus Ex: Mankind Divided que también se parece muy mucho a lo visto en Deus Ex: Human Revolution: El que supuso el regreso de la franquicia Deus Ex a la actualidad en 2011, y tras varios años de silencio.

Esto, que parece tremendamente premeditado como política de empresa, es una de las principales claves para justificar el hecho de que, para lo bueno y para lo malo, el juego que nos ocupa sea tan parecido al anterior. Adam Jensen se ve embarcado en una aventura que respeta la idiosincrasia temática e incluso el arco argumental iniciado en el nuevo comienzo presentado por EIDOS Montreal hace un lustro, pero que también vuelve a tropezar en algunos de sus errores. Dicho esto, se trata de un videojuego estupendo y con una gran historia. Un trabajo en el que nosotros mismos decidimos nuestro camino con situaciones que no siempre serán cómodas y que nos transmite, como pocas veces hemos visto, las verdaderas sensaciones de convulsión, terror e inestabilidad de lo que el torpe, poco tolerante y cuadriculado ser humano es capaz de provocar cuando se enfrenta a la flexibilidad que permite la tecnología.


Alta Tensión

La historia de Mankind Divided, con un título tremendamente descriptivo de lo que es su temática, comienza exactamente en el mismo punto en el que lo dejó Human Revolution. Y recoge el testigo con fuerza y con éxito. Con esa matización muchos aficionados estarán pensando en que deberían jugar al título de 2011 antes de emprender la nueva aventura de Adam Jensen si en su momento no la disfrutaron, y puede que sea interesante si lo que deseamos es empaparnos de las mecánicas y la historia de otro videojuego estupendo, pero argumentalmente no es indispensable. ¿Por qué lo decimos? Este lanzamiento incluye un muy útil vídeo de introducción de unos doce minutos en los que se hace un intensivo resumen de todo lo que sucedió en el anterior juego, lo que es estupendo: tanto para los que no lo probaron, como para los que lo hicieron en su momento y necesitan refrescar la memoria de algunos de sus detalles más concretos.

Adam Jensen vuelve a encabezar una estupenda historia. Mankind Divided apuesta fuerte por la narrativa y le dota de enorme presencia, y el resultado ha funcionado.
Adam Jensen vuelve a encabezar una estupenda historia. Mankind Divided apuesta fuerte por la narrativa y le dota de enorme presencia, y el resultado ha funcionado.


Y es que todo lo que sucedió entonces tiene enorme importancia para lo que va a pasar en esta nueva aventura. No sólo porque es una información que ayuda a definir el contexto y el punto de partida de ésta, sino porque muchos de los personajes y situaciones que viviremos aquí derivan de momentos de aquel o, directamente, los continúan. Volvemos a ser Jensen, un agente de la Interpol que, en los primeros minutos de la aventura, asiste a un brutal atentado terrorista. Esto sirve como desencadenante para una intriga de tensiones a flor de piel y de las clásicas fricciones entre grupos radicales que se enfrentan por las diferencias entre los seres humanos "estándar" y los aumentados, en una fórmula muy obvia como alegoría del racismo, pero que no por ello deja de funcionar con idéntica efectividad a lo visto en la anterior entrega. Mankind Divided es, al igual que en su predecesor, un videojuego donde lo narrativo tiene una enorme importancia, quizá incluso más que en aquel; pero tienen en común con Human Revolution el hecho de que, a pesar de que el final en esta ocasión no esté tan logrado y se perciba como bastante abrupto, los dos están bien escritos, tienen algunos giros y golpes de efecto interesantes y se siguen con pasión.

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Los personajes presentan sus inquietudes y motivaciones en dilatadas cinemáticas, así como en conversaciones también omnipresentes y larguísimas donde nosotros podemos intervenir con el clásico esquema de escoger entre tres tipos de respuestas cuando el interlocutor nos lo exige. Definidas como actitudes básicas, nuestras respuestas cuentan con la posibilidad de ver qué es exactamente lo que vamos a decir si entramos en su detalle, opción muy útil para los que gustan de medir con exquisita exactitud las intervenciones de Jensen. Esto es de capital importancia porque, aparte de con nuestras acciones, buena parte de nuestro devenir en la campaña se define en las conversaciones. Algunas de las decisiones que tomamos son relativamente inocuas, pero muchas otras son importantísimas no sólo para nosotros, sino también para muchos otros personajes con los que nos iremos cruzando y que no tienen por qué estar directamente relacionados con el grueso del argumento, pero que sí irán apareciendo en momentos determinados para salpicarlo, engordarlo y, por qué no decirlo, también mejorar su profundidad.

El nuevo Deus Ex presenta partes en las que vuelve a abrir su propuesta, es ahí donde se vuelca en misiones secundarias.
El nuevo Deus Ex presenta partes en las que vuelve a abrir su propuesta, es ahí donde se vuelca en misiones secundarias.


Por el camino, de hecho, podremos escoger cuánto vamos a involucrarnos en el hilo principal de misiones, y cuánto de intención tenemos en ayudar a la gente que nos encontraremos. Como decimos, muchos de los NPC que nos cruzaremos tienen sus propios problemas en historias que podemos cumplir si lo deseamos, y que van apareciendo según las vayamos liberando en la pestaña de Misiones Secundarias de nuestro diario. Algunas están bastante bien escritas y presentan mini arcos relacionados con las dificultades que a menudo pasa el individuo en momentos de crisis como los que se exponen, y que tienen fácil traslado a nuestro mundo; y es que todas ellas tienen que ver con la temática de problemas sociales inherente al videojuego y más patente que nunca. El mérito extra estriba en que, debido a la habilidad de los guionistas, a algunos de los secundarios que las protagonizan les cogeremos cierto cariño en relativamente poco tiempo, así que algunas de las decisiones más duras que habrá que tomar serán, de ese modo, todavía más difíciles.

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Como todos los Deus Ex, Mankind Divided es un juego capaz de sorprendernos y hacernos sentir responsables de nuestros actos

La aventura del nuevo Deus Ex se puede superar en unas 25-30 horas si cumplimos las misiones principales y prestamos también atención a todos los encargos accesorios que van salpicando la historia, aunque si somos todavía más exploradores o completistas es fácil que estas cifras se incrementen. Al igual que Human Revolution, Deus Ex: Mankind Divided no es una obra de mundo abierto, pero sí es cierto que tiene algunas secciones en las que abre notablemente su prisma y nos presenta mapas grandes de barrios de la ciudad de Praga que podemos explorar con libertad. Esas partes no están mal y son interesantes, aunque no están a la altura de cuando el juego focaliza sus esfuerzos en entornos controlados con las misiones principales. Esto se debe no sólo al hecho de que controla mucho mejor los tiempos y el ritmo de la experiencia jugable en éstas últimas, sino también a que no nos lastra con largas caminatas (algo insulsas) en las partes en las que el videojuego se abre, ni con las constantes interrupciones de los controles de seguridad y a otras distracciones algo absurdas. Además, para desequilibrar definitivamente la balanza hacia las misiones principales hay que dejar claro que la vida de la urbe, y de otros lugares que visitaremos, no está tan lograda como en otros lanzamientos de este tipo, que echamos en falta la variedad de localizaciones que recorrimos en el anterior, y también que al conjunto no le favorece el especial empeño de EIDOS Montreal por apostar por unas mecánicas de escalada y plataformas que no están mal pero que deberían tener una mayor exactitud, precisión y respuesta dada la presencia que acaban teniendo.

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Tú Decides Tu Camino

Si recuerdas el primer Deus Ex, la marca iniciada por Ion Storm se hizo un hueco entre los aficionados porque, a finales del siglo XX, había pocas propuestas en las que el jugador pudiera sentir que realmente el personaje hacía lo que él deseaba. Las vías que se presentaban eran las de la acción, el sigilo, el pirateo y la búsqueda de rutas alternativas y, por último, incluso las conversaciones, que permitían hablar con nuestros interlocutores para tratar de abrirnos paso a través de algún tipo de barrera. Lo mismo sucedió con Human Revolution en 2011, que hizo uso de las mismas bases desarrollándolas más, pero respetando la esencia que se había ideado hacía más de una década. Ahora llega Mankind Divided sin intención de alterar en demasía los pilares sobre los que se fundamenta la experiencia, es decir apoyándose exactamente en los mismos y ofreciendo una pequeña evolución que, en ocasiones, no pasa de lo testimonial. ¿Lo mejor de todo? Que ya hay abundantes videojuegos que nos permiten hacer las cosas como deseemos, sin embargo sigue habiendo muy pocos que nos ofrezcan una visión tan rápida y tan certera de lo que producen nuestras acciones: Ya sea en los macro arcos argumentales, como dentro de nuestras propias misiones donde un error de ejecución o de planificación puede cambiar lo que pensábamos que iba a suceder. Los Deus Ex siempre han sido juegos que son capaces de sorprendernos y de hacernos sentir responsables de nuestros actos y eso, con el episodio que nos ocupa, no podía cambiar. Es uno de sus grandes valores.

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Hay cierta mejora en la parte de las coberturas si comparamos Mankind Divided con Human Revolution, pero aún hay partes bastante toscas.
Hay cierta mejora en la parte de las coberturas si comparamos Mankind Divided con Human Revolution, pero aún hay partes bastante toscas.


Así pues, de entre todas las alternativas lo más recomendable y donde el videojuego se siente más cómodo es en la vertiente relacionada con el sigilo. En la mayoría de ocasiones nos vamos a enfrentar a fuertes contingentes de fuerzas que hacen recomendable no sólo el estudio de las situaciones antes de decidir el tipo de acción que vamos a llevar a cabo, sino también el tratar de hacer que la desventaja numérica al menos se compense con la posibilidad de utilizar tácticas de fulgurantes zarpazos que no nos expongan en demasía. Como las misiones principales suelen basarse en objetivos del tipo de "llega desde el punto A al B", generalmente en una instalación defendida por una fuerte presencia de adversarios, dentro del sigilo podemos optar por neutralizar (o incluso asesinar con ejecuciones silenciosas) a todos los oponentes o, por el contrario, sencillamente tratar de pasar desapercibidos hasta llegar a la meta. En cualquier caso el juego ofrece muchas opciones y, sin lugar a dudas, Adam es un personaje muy preparado para este tipo de menesteres merced a habilidades, mejoras y aumentos destinados a fomentarlo, como la visión de calor que nos permite destacar a enemigos y mecanismos de defensa (incluso a través de las paredes), o lo seguro que se encuentra el protagonista tras unas coberturas entre las que nos podemos mover con relativa agilidad casi siempre, salvo en algún malfuncionamiento puntual. Algunos de los mejores momentos del nuevo Deus Ex, de hecho, los proporcionan estas secciones, especialmente cuando llegamos al final y observamos con satisfacción cómo hemos resuelto las distintas situaciones de peligro sin ocasionar bajas innecesarias y sin hacer saltar las alarmas. Muy emocionante, especialmente en los niveles más altos.

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Algunos de los mejores momentos los proporcionan las coberturas y el sigilo, especialmente cuando llegamos al final

No obstante, y como el jugador habitual de Deus Ex ya sabe bien, hay un fuerte riesgo de ser detectados incluso con todas las tecnologías que tiene a su disposición el héroe. Es entonces cuando entra en escena la acción. Si bien Adam Jensen es un agente especial y, en teoría, está perfectamente capacitado para combatir las situaciones que se le presentarán con armas; lo cierto es que el videojuego no está tan preparado como él. A Mankind Divided, como en su momento a Human Revolution, se le ven las costuras cuando se centra en los tiroteos, y acaba ofreciendo las partes menos cuidadas del conjunto. Las coberturas se tornan entonces en el único mecanismo posible de defensa; y entonces, y al igual que en Human Revolution, la habitual perspectiva en primera persona que emplea el videojuego para el resto de sus partes se torna en tercera, permitiéndonos ver al personaje detrás de la cobertura. Exponerse fuera de ellas más de unos pocos segundos significa la muerte segura incluso en los niveles medianos de dificultad; y hasta ahí todo bien, lógico incluso, teniendo en cuenta los estándares actuales de la acción donde los parapetos lo son todo. El problema es que la saga no ha abandonado algunos elementos algo toscos, y eso se agrava con el paso de los años entre un juego y otro y con la incorporación de retos extra. Las trabas del personaje con las coberturas, la escasa inteligencia de los enemigos y el poco impacto que tiene sobre su comportamiento el recibir una ráfaga de balas, entre otras cosas, hace que el conjunto no sea cómodo desde el punto de vista jugable, ni totalmente efectivo desde el visual. Hay momentos determinados en Mankind Divided en los que estamos rodeados por varios enemigos humanos, por algún mecha, por drones… Y lo que en el anterior podía "tener un pase" y podía acabar solventándose de forma más o menos efectiva, en esta ocasión puede acabar siendo un pequeño drama para los aficionados que están interesados en la parte shooter o, sencillamente, para los menos hábiles con las tácticas para pasar desapercibidos. Es por esa incapacidad para acabar redondeando esta parte por la que, seguramente, han sido reducidos hasta la mínima expresión los frecuentes combates con jefes finales que había en su antecesor y que, por abundancia y por mala ejecución, suponían uno de los puntos flacos del videojuego.

Los minijuegos de hackeo no nos van a sorprender, porque en esencia son muy parecidos a los del juego anterior, pero siguen gozando de una estupenda profundidad.
Los minijuegos de hackeo no nos van a sorprender, porque en esencia son muy parecidos a los del juego anterior, pero siguen gozando de una estupenda profundidad.


En momentos determinados de la aventura nos enfrentaremos también a distintos mecanismos sofisticados con los que interactuar. Ya hablemos de un cierre electrónico de una puerta o de un portátil con contraseña, por mencionar un par de ejemplos, en ocasiones habrá que emplear nuestras habilidades de hackeo para poder abrirnos paso. Se trata de minijuegos con los que ya estamos familiarizados si jugamos al título anterior, y que en la mayoría de ocasiones son enteramente opcionales, aunque en algunas situaciones sí serán de uso obligatorio. La mecánica de pirateo es, por lo tanto, idéntica a la de Human Revolution, aunque con algunas pequeñas novedades para dotarle de algo de profundidad y también para incorporar otros minijuegos de un perfil algo más básico como, por ejemplo, el de pirateo remoto que consiste en acertar el ritmo de pulsación en una línea horizontal. Son entretenimientos sin muchas complicaciones, pero que aportan el necesario alivio a las situaciones de tensión que se generan con la acción y el sigilo y que van de la mano de la exploración. Lo mejor es cuando afrontamos sistemas informáticos de nivel alto, y tenemos que usar nuestras habilidades maximizadas y emplear nuestro razonamiento para tratar de solventarlos.

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Precisamente el recorrer a fondo los escenarios tratando de dar con sus secretos vuelve a ser una de las claves del nuevo Deus Ex: Mankind Divided, y la fuerte interacción con muchos de los armarios, cajones y otros elementos que nos rodean hacen que sea siempre interesante echar un vistazo a nuestros alrededores para ver qué nos encontramos. La gestión del inventario es relativamente parecida a la del juego anterior, aunque la escasa frecuencia con la que encontraremos comerciantes a los que venderles lo que nos sobre nos obligará a deshacernos de muchas de las cosas que portemos, multiplicando así el componente estratégico en cuanto a la microgestión de qué llevamos con nosotros y qué dejamos abandonado.

También habrá que prestar mucha atención en los menús a todo lo relacionado con nuestra evolución como personaje, que tarda unas horas en abrirse pero que ofrece más alternativas que su predecesor. La justificación desde el punto de vista argumental viene de la mano de una serie de aumentos ocultos en el cuerpo del propio Adam Jensen que descubre nuestro fiel Vaclav Koller, y que sirven para ampliar la baraja. Incluso esto sirve para engordar la parte más puramente ética del argumento, y es que algunas de ellas están relacionadas con el mercado negro y son ilegales. Como siempre entra en juego el sistema de acciones y consecuencias que tan bien funciona en el título, y el porcentaje de "sobreuso" de este tipo de destrezas nos obligará a estar constantemente cambiándolas en función de lo que creamos necesitar para una situación correcta. Una decisión muy inteligente por parte de EIDOS Montreal. Posibilidades como la de la espada, el Vuelo de Ícaro o los aumentos en fuerza o velocidad sirven no sólo para ser más versátiles en combate o para tener más posibilidades de pasar desapercibidos, pero también podemos mejorar nuestra piratería o capacidades de visión. Lo mejor de todo esto es que una vez terminamos la aventura en cualquiera de los cuatro niveles de dificultad disponibles, liberamos también un cada vez más frecuente modo +, que nos permite contar con todos los desbloqueos y armas de nuestra primera pasada en una versión más difícil de la campaña.

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Un Vistazo al Futuro

Si por algo destacó en su momento Human Revolution fue por hacer gala de una extraordinaria belleza artística que, después, se trasladaba con efectividad a la pantalla. Sí que es cierto que en algunos aspectos tecnológicamente ofrecía algunas irregularidades como, por ejemplo, las animaciones algo ortopédicas o unas cargas poligonales y calidades de texturas que no siempre estaban a la altura. Si de algo da la sensación Mankind Divided es de ser algo más robusto en todos los apartados, factor que por un lado es lógico teniendo en cuenta el tiempo transcurrido; pero que por otro también responde al hecho de que el videojuego, parece claro, ha sido desarrollado con más medios que el anterior. Esto se nota en aspectos que mejoran notablemente como el retrato de los rostros en las secuencias cinemáticas, y en otros más generales como las bellas estampas que nos regala el título cuando paseamos por sus ciudades.

Si bien las versiones de consola las pasan canutas para mover el juego, la edición de compatibles se ve notablemente mejor si disponemos de un buen PC y tiene muchas opciones para adaptarlo a nuestro equipo.
Si bien las versiones de consola las pasan canutas para mover el juego, la edición de compatibles se ve notablemente mejor si disponemos de un buen PC y tiene muchas opciones para adaptarlo a nuestro equipo.


Si la habilidad de los artistas de EIDOS Montreal ya quedó patente en el videojuego de la anterior generación de videoconsolas y PC, con especial énfasis en esa combinación del negro y el oro para darle identidad, en esta ocasión la belleza de su trabajo queda de manifiesto en mayor medida al contar con un potencial técnico mucho mayor para llevarlo a nuestras pantallas. La, aparentemente incompatible, dualidad entre oscuridad y luminosidad del futuro de Deus Ex recibe, por lo tanto, un tratamiento muy bueno; con contrastes tan claros como los que puede proporcionar una lúgubre estación de metro, una plaza con un espectacular monumento o un sórdido barrio rojo son sólo algunas de las ubicaciones por las que nos moveremos, y que tienen la habilidad de hacernos sentir dentro de su mundo. Sí que es cierto que en cuanto a comportamiento, animaciones y nivel de detalle general de los personajes que nos cruzaremos falta todavía trabajo para considerar a este videojuego a la altura de los más grandes, no obstante el retrato de las construcciones es de veras imponente. En este sentido ayuda también el incremento de la verticalidad por la que ha apostado el estudio a la hora de diseñar la arquitectura de todos estos lugares, proporcionándonos abundantes oportunidades de escalada, muchos apartamentos en los que entrar (ya sea por la puerta o por la ventana) y, en definitiva, un gran número de rincones que explorar con la certeza de que encontraremos algo que merezca la pena.

Vinculado directamente con algunos de los momentos que viviremos en la campaña individual, y que casi por ello y para evitar sorpresas recomendamos dejar para cuando la terminemos, el modo Breach es una de las grandes apuestas de EIDOS Montreal y, prácticamente, la única verdadera innovación que ofrece el título a efectos de mecánicas. Vamos a tratar de desgranarlo lo menos posible, limitándonos a decir que se trata de una propuesta muy atractiva y más cercana al estilo arcade y a las contrarrelojes que a los fundamentos generales de un Deus Ex, pero que funciona tanto por temática como por diversión. Se estructura como una serie de pirateos de los que nosotros tomamos partido directamente llevando a cabo maniobras de plataformas, de acción y de minijuegos, y cuenta con su propia economía, sistema de progresión y muchos incentivos más como los de, por ejemplo, comparar nuestros resultados y tiempos con los de nuestros amigos. Se trata de una alternativa jugable realmente interesante que puede acabar deparando mucho entretenimiento a los aficionados en el futuro puesto que se prometen muchas actualizaciones gratuitas de contenido en el futuro.
El Modo Breach - Vinculado directamente con algunos de los momentos que viviremos en la campaña individual, y que casi por ello y para evitar sorpresas recomendamos dejar para cuando la terminemos, el modo Breach es una de las grandes apuestas de EIDOS Montreal y, prácticamente, la única verdadera innovación que ofrece el título a efectos de mecánicas. Vamos a tratar de desgranarlo lo menos posible, limitándonos a decir que se trata de una propuesta muy atractiva y más cercana al estilo arcade y a las contrarrelojes que a los fundamentos generales de un Deus Ex, pero que funciona tanto por temática como por diversión. Se estructura como una serie de pirateos de los que nosotros tomamos partido directamente llevando a cabo maniobras de plataformas, de acción y de minijuegos, y cuenta con su propia economía, sistema de progresión y muchos incentivos más como los de, por ejemplo, comparar nuestros resultados y tiempos con los de nuestros amigos. Se trata de una alternativa jugable realmente interesante que puede acabar deparando mucho entretenimiento a los aficionados en el futuro puesto que se prometen muchas actualizaciones gratuitas de contenido en el futuro.


Este aumento en el nivel de detalle tiene un precio en las versiones de consola, ya que el videojuego sufre de importantes ralentizaciones en momentos concretos, que resultan particularmente más sensibles cuando los mapas se abren y el programa tiene mucho ante sí para renderizar. ¿Entorpecen el disfrute del nuevo Deus Ex? Sólo parcialmente, porque si bien se producen en situaciones puntuales y, casi siempre, relacionadas con la exploración de los escenarios, lo cierto es que suceden en secuencias donde el problema es más el de afear el conjunto que el de ponernos en una verdadera situación de riesgo que pueda provocar nuestra muerte o detección. ¿Qué sucede cuando abordamos la versión de PC? Que, si disponemos de un equipo poderoso, huelga decir que ofrece unos valores de nitidez, detalle y calidad general que superan con mucho las ediciones de PlayStation 4 y Xbox One, aunque las cinemáticas sí se vean sorprendentemente borrosas. Con el equipo de pruebas de redacción de gama alta (i7 2,80Ghz, 16GB de RAM y una GTX 970) no hemos podido mover el título más allá de unos 30 frames por segundo en el modo Ultra, pero en el Muy Alto y suavizando algunos aspectos como la calidad de las sombras o la oclusión ambiental sí se obtiene un resultado fantástico con un muy buen rendimiento de entre 50 y 60 frames, oscilantes pero muy razonables. La opción DirectX12 figura en la versión de PC, aunque la matización del rótulo cuando se activa y las palabras del estudio advirtiendo que todavía están trabajando en tenerla lista y optimizada desaconseja su puesta en marcha. Por último hay que dejar claro que el videojuego ha sido analizado con la versión 1.02 de su software que, en comparación con la 1.00, ofrece algunas mejoras en el rendimiento y la corrección de algunos molestos bugs.

En lo tocante al audio, Deus Ex: Mankind Divided ofrece los réditos que esperamos de un videojuego de carácter Triple-A, con unos valores de producción estupendos y muy bien cuidados. La banda sonora, que corre a cargo de un Michael McCann que vuelve a la franquicia, presenta unas cotas de inspiración formidables con un puñado de partituras que nos recuerdan al extraordinario nivel que se exhibió en su predecesor. Los efectos de audio rayan a buen nivel, algo muy importante teniendo en cuenta la relevancia que tiene el sonido en el juego (especialmente en las partes de sigilo). Y, por último, el videojuego llega traducido y doblado a nuestro idioma con un nivel bastante bueno y con el mérito extra de la cantidad de líneas de diálogo de nuestro protagonista y de la enorme cantidad de interlocutores.

Excelente

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Deus Ex: Mankind Divided

Por: El equipo de 3DJuegos
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Al igual que Human Revolution, Mankind Divided vuelve a ser más rotundo como conjunto que como vistazo independiente a las diferentes partes que lo conforman. Puede que no sea el mejor en sigilo, ni en exploración, ni tampoco en la vertiente shooter; sin embargo todas las fracciones que componen su experiencia jugable lo convierten al nuevo Deus Ex en un estupendo lanzamiento. Siempre hay algo grande en dibujar nuestra propia historia, y más si es en una alegoría tan cruel y devastadora del racismo y la intolerancia en nuestro mundo como la que presenta este oscuro futuro.

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  • La historia es uno de los baluartes: es completa, está bien escrita y se sigue con interés
  • Las enormes posibilidades que brinda el amplio abanico de aumentos disponibles
  • Sentir, una vez más, que nosotros mismos estamos escribiendo nuestra propia historia
  • La ambientación, muy cuidada y que logra introducirnos en su mundo de la mejor manera
  • Los combates siguen siendo muy toscos
  • Mucha caminata y trabas. En las partes abiertas del juego no brilla tanto como en las misiones cerradas
  • No muestra apenas cambios con respecto a su predecesor
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español y voces en español
Duración: 25-30 horas
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