Análisis de Assassin´s Creed

Análisis de Assassin´s Creed
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Assassin´s Creed es un auténtico triunfo en todos los sentidos. No sólo se trata de uno de los mejores juegos del año, sino que estamos ante una verdadera obra de arte con un apartado artístico inmejorable y una jugabilidad totalmente desmesurada. Una deliciosa mezcla de géneros para la primera y portentosa aventura de Altair. Imprescindible.

Assassin´s Creed. Dos palabras que han hecho temblar los cimientos de la industria del videojuego desde la primera presentación de este título de Ubisoft. El explosivo cóctel que los franceses estaban preparando incluía la promesa de presentar un título de aventuras de unas dimensiones pocas veces vistas con antelación. Y este brutal tamaño que atesora la primera aventura de Altair no está relacionado con su duración o con su calidad visual, de igual modo innegables, sino que van mucho más allá con una historia épica, un contexto histórico tremendamente elaborado y la perpetua sensación mientras lo disfrutamos de estar ante algo grande.

Assassin´s Creed es un monumento a lo jugable, a lo artístico, al rigor histórico, y a la violencia como expresión y forma de vida de sus personajes. Un título de una belleza inconmensurable, que con sus virtudes y sus defectos se dibuja como uno de los imprescindibles sea cual sea nuestro género favorito.

El Secreto de Ubi
Assassin´s Creed, como ya era un secreto a voces, es en realidad un juego futurista. El título no esconde sus cartas en ningún momento, y desde su primer minuto desvela su trama bicéfala con un arco argumental enclavado en un futuro indeterminado y con otro ambientado en el año 1191, con las Cruzadas en pleno apogeo de muerte y derramamiento de sangre.

No vamos a desvelar gran cosa de las dos líneas de guión que transcurren en el juego, pero si que dibujaremos unas pinceladas para que todo aquel que se acerque a él sepa que es lo que le va a ofrecer.

Assassin´s Creed nos narra la historia de un camarero en una época futura que observa asombrado como su vida da un giro brutal cuando es secuestrado por una multinacional para un peligroso experimento científico. En un mundo sumido en el caos un megalómano investigador desea dar con la solución para imponer el orden de forma autoritaria, y para lograrlo se decide a investigar el código genético de los seres humanos y los hechos que en éste llevamos escritos desde hace siglos.

Es precisamente la “memoria genética” de este camarero la que trunca su vida, pues conserva ocultos en sus genes los recuerdos de un majestuoso miembro de El Credo de los Asesinos, el respetado Altair.

Pero no era oro todo lo que relucía en la vida de este Señor de la Muerte del siglo XII, y es que tras tomar una decisión equivocada en una de sus misiones al principio del juego, es degradado al más bajo rango de esta elite de los asesinos. De este modo en el epílogo disfrutaremos de la totalidad de poderes, armas y movimientos especiales para, acto seguido, perderlos y deber recuperarlos poco a poco a lo largo de la aventura.

Por fin llega uno de los juegos más esperados de los últimos años: Assassin´s Creed. El juego de Ubisoft cumple sobradamente con todas las expectativas, y es uno de los grandes lanzamientos del final de este memorable año 2007.
Por fin llega uno de los juegos más esperados de los últimos años: Assassin´s Creed. El juego de Ubisoft cumple sobradamente con todas las expectativas, y es uno de los grandes lanzamientos del final de este memorable año 2007.

Tenemos por tanto un juego dividido en dos partes claramente diferenciadas, la futurista y la medieval; ambas jugables y ambas protagonizadas por el mismo personaje aunque no por la misma persona.

La moderna tecnología futurista del laboratorio permitirá que desde la camilla viajemos en un moderno interfaz al pasado, y de este modo y de forma episódica se va hilando una fascinante trama que corre en paralelo en diferentes épocas, pero que tiene más puntos en común de los que en principio podría parecer.

Aparta tu Hoja de la Carne del Inocente
En la parte del juego del pasado seremos, por lo tanto, un asesino y la dinámica del título será la de llevar a cabo los encargos –asesinatos- que se nos encomienden para tratar de recuperar nuestro honor perdido y, así mismo, desvelar una intrigante trama de traición.

Assassin´s Creed divide su planteamiento en tres pilares fundamentales: Exploración, investigación y combates. Cada uno de los tres es igual de importante a la hora de llevar a cabo nuestras misiones.

El funcionamiento es siempre el mismo, y lo cierto es que deviene en algo un tanto rutinario a medio plazo. Primero deberemos acudir a la llamada de nuestro mentor que fijará un objetivo; más tarde deberemos ir a la ciudad en cuestión para hablar con nuestro contacto del Credo en la zona; tras recibir los datos correspondientes comenzará la fase de exploración donde deberemos tantear los barrios en busca de información; el siguiente paso será el de la investigación, claramente dividida en robos, interrogatorios y fisgoneo; por último, y una vez recopilada toda la información posible sobre el objetivo, le propondremos el plan a nuestro contacto en la ciudad para, tras recibir su aprobación, proceder al asesinato.

Todos los pasos que se dan en el juego deben estar proyectados por nuestro maestro y aprobados por los contactos, y el título adquiere una fuerte cadencia y un ritmo muy adecuado ya desde su comienzo. Pese a que el principio, a modo de tutorial, tiene un planteamiento muy rígido, lo cierto es que en apenas una hora ya tendremos todas las posibilidades jugables de Assassin´s Creed delante, y toda su libertad a nuestra disposición.

El libre albedrío del juego, no obstante, es muy relativo pues pese a que podemos deambular por las ciudades y sus exteriores a nuestro antojo y salir de ellas cuando y como deseemos, lo cierto es que no hay mucho que hacer en su interior salvo cumplir con nuestros objetivos. La verdad es que esperábamos un desarrollo algo menos encorsetado, y quizá hubiera sido interesante añadir algunos elementos como interacción con personajes o posibilidad de comerciar. Pese a que la apuesta por la aventura y la acción de AC es clara, sólo queda pensar la inabarcable obra maestra que hubiera sido de haber gozado de un planteamiento menos rígido. ¿Se guarda Ubisoft cartas para una segunda entrega? Quizá.

Fúndete con la Multitud
Nuestro control sobre Altair es total, y pese a que los comienzos pueden ser algo complicados por su complejo sistema, lo cierto es que a corto plazo descubriremos que es un auténtico placer manejarlo.

Acrobacias, asesinatos, exploración, espionaje, sigilo… Assassin´s Creed es un formidable cóctel de géneros donde todos están tratados con el mismo mimo y cariño.
Acrobacias, asesinatos, exploración, espionaje, sigilo… Assassin´s Creed es un formidable cóctel de géneros donde todos están tratados con el mismo mimo y cariño.

Lógicamente las palancas sirven para mover al personaje y a la cámara. Los botones del pad son las acciones contextuales, que según las circunstancias y nuestro “perfil” servirán para llevar a cabo unos movimientos u otros. ¿Qué es eso del perfil? Pues tan sencillo como que apretando uno u otro gatillo accedemos a los tres estilos. Por defecto el perfil activado sin pulsar ningún control es el bajo, con acciones como apartar a la gente, camuflarse, etc. Si pulsamos el gatillo izquierdo entramos en el que está orientado al ataque con acciones más violentas como golpear con el arma o arrojar al oponente al suelo. Por último el gatillo derecho tiene la función de desatar todo el potencial acrobático de Altair y abrir las posibilidades de saltos, escaladas y sprints.

Son muchos controles y algunas combinaciones algo complejas, pero en todo momento contaremos en pantalla con una ayuda visual en forma de mapeado de botones para saber que acciones podemos llevar a cabo en cada momento.

El resto de los elementos del interfaz denotan la ambientación futurista de Assassin´s Creed, y todos ellos son personalizables en el sentido de que se pueden ocultar en todo momento. Un auténtico placer pasearse por las ciudades del juego con la pantalla “limpia” de marcadores y barras.

El más destacado de estos medidores de estado que hay en la imagen es la Barra de Sincronización. Ésta es una suerte de reseña, entre otras cosas, de la energía del personaje y se mide por bloques. Según avancemos el juego aumentará nuestra sincronización y se nos irán incorporando nuevos bloques. Pese a que se puede reducir si nos atacan, su decrecimiento no es exclusivo del daño físico y también puede producirse por violar normas del Credo como, por ejemplo, asesinar inocentes.

El Icono de Estado, por su parte, es otro de los accesorios fundamentales del interfaz, y nos indicará con colores el grado de alerta de los guardias de la ciudad. Si no presenta ningún color significará que estaremos pasando inadvertidos, si es amarillo estamos siendo observados, mientras que si es rojo los guardias nos han identificado y están alertados. El cambio de colores se acompaña de sonidos de alerta, que, para ser sinceros, resultan algo molestos por irritantes.

Anatomía de un Asesinato
Resulta fascinante descubrir por uno mismo los mecanismos de Assassin´s Creed a la hora de cometer un crimen, pero esbozaremos un rápido resumen para quienes, todavía, no saben muy bien a que atenerse con el juego.

Altair es el protagonista del videojuego. Un miembro del Credo de los Asesinos que es degradado tras cometer un error, y que debe demostrar de nuevo el porqué de su reputación perdida.
Altair es el protagonista del videojuego. Un miembro del Credo de los Asesinos que es degradado tras cometer un error, y que debe demostrar de nuevo el porqué de su reputación perdida.

Una vez al corriente de nuestro objetivo deberemos viajar a la ciudad en cuestión. Para ello contamos con los establos en los exteriores de las ciudades, donde podremos agenciarnos un caballo para desplazarnos entre ellas. La entrada a una urbe nos planteará el primer dilema de Assassin´s Creed. Las opciones son varias: Emplear la violencia contra los guardias, hacer una entrada rápida a galope tratando de evitarlos o, por el contrario, camuflarnos entre un grupo de personas –monjes- y pasar inadvertido. Una vez hecho decidida y ejecutada la entrada, y cuando pisamos por primera vez una ciudad, resulta imprescindible explorarla para descubrir las misiones, los lugares de interés y el emplazamiento de nuestros asistentes. El mapa en principio está “pelado” al entrar en un nuevo territorio, de modo que nuestra primera misión es llenarlo de referencias.

El paseo por las calles y tejados es fundamental para conocerlos y trazar planes de huida, pero el elemento más importante es el de la sincronización. El asistente del videojuego nos emplazará a buscar las atalayas para poder tener una vista de pájaro de la ciudad. Las atalayas son altísimas torres que deberemos trepar para, al pulsar el botón superior del mando, poder sincronizarnos con nuestra memoria oculta y dibujar todos los elementos del mapa. Cada ciudad tiene un buen puñado de atalayas, y sólo escalándolas todas dispondremos de la información completa.

Una vez localizadas y charlado con el contacto en la ciudad deberemos investigar sobre el personaje-objetivo. Para ello deberemos llevar a cabo generalmente las tres acciones que ya hemos enumerado con anterioridad –robo, interrogatorio y fisgoneo-.

La primera de ellas será tan sencilla como situarnos a la espalda del personaje al que queremos sustraer documentos o pruebas, y dejar pulsado un botón para que Altair realice el proceso. Para el interrogatorio habrá que emplear la violencia y agredir a la persona en cuestión hasta que nos diga lo que necesitamos saber. El fisgoneo, por otro lado, consiste en sentarse en un banco y espiar conversaciones de los transeúntes.

Tras la realización de este proceso a varias bandas y la presentación del plan a nuestro contacto, tenemos vía libre para realizar el asesinato tal y como deseemos. Para localizar al objetivo emplearemos la Vista de Águila que resalta en pantalla a los personajes que nos interesan. Una vez localizada a la persona trataremos de ser sutiles y de levantar el menor ruido posible. Para ello lo ideal es aguardar a que el objetivo entre en un callejón o esperar a que no mire nadie, y matarlo rápidamente con un golpe con la fina cuchilla que Altair esconde en el brazo. De este modo cumplimos con el objetivo, no levantamos sospechas y podemos abandonar el lugar del crimen con tranquilidad.

Assassin´s Creed es un juego muy violento y con escenas realmente impactantes. Muchos de nuestros objetivos se ganarán a pulso su muerte con atroces y sanguinarios actos que presenciaremos.
Assassin´s Creed es un juego muy violento y con escenas realmente impactantes. Muchos de nuestros objetivos se ganarán a pulso su muerte con atroces y sanguinarios actos que presenciaremos.

Si algo sale mal y somos identificados podemos utilizar cualquier arma para acabar con nuestra misión, pero será a costa de levantar un gran revuelo y de tener a gran parte de la guardia tras nuestra pista. Esta opción desata las espectaculares persecuciones, uno de los mejores puntos del juego. Corriendo por las calles de la ciudad deberemos tratar de llegar a un punto donde los soldados pierdan el contacto visual y podamos despistarlos. Al sprintar deberemos tener mucho cuidado de apartar o esquivar a los ciudadanos que caminan tranquilamente, pues en carrera es fácil perder el equilibrio y caer al suelo. Dada esta complicación por la cantidad de gente que hay en las calles es especialmente recomendable trepar rápidamente a los tejados, donde la simiesca agilidad de Altair nos dará varios puntos de ventaja.

Los soldados, no obstante, también son ciertamente gráciles y podrán seguirnos. En caso contrario utilizarán técnicas algo más rudimentarias para tratar de darnos caza, como por ejemplo el uso de arqueros o incluso el lanzamiento de piedras para derribarnos mientras escalamos por las paredes.

El Príncipe de la Ciudad
Assassin´s Creed logra algo difícil y ciertamente venerable, y es la creación de un mundo con vida. Para esto se apoya en tres pilares fundamentales: Poderío gráfico, animaciones impresionantes y sonido formidable.

Gráficamente este juego es, por muchas razones, el título más impresionante que hemos tenido la oportunidad de ver, a falta de poder disfrutar del inminente Crysis. Pero no se trata tan sólo de una brillantez tecnológica, si no de una dirección artística de un buen gusto pasmoso.

En primer lugar debemos señalar la perfecta recreación arquitectónica de las ciudades que se encuentran en el mapa del juego. Un auténtico placer pasearse por las calles de las urbes o por los puestos de mercaderes que salpican sus laberínticos mapeados, así como salir de ellas y observar en el horizonte el skyline de estos monumentales núcleos urbanos. Será, asimismo, imposible que no se nos pongan los pelos de punta cuando desde los tejados observemos por vez primera el sol filtrándose por entre las torres y atalayas de Jerusalén.

El mapa, por su parte, tiene un tamaño considerable y las tres ciudades que incluye son ciertamente gigantescas. Todas ellas están conectadas por caminos que transcurren entre montañas, por llanuras o que recorren aldeas. Todo ello con una fluidez pasmosa y con apenas un puñado de tiempos de carga que unen, por ejemplo, Damasco con las montañas que lo rodean, o la aldea donde se encuentra el centro neurálgico del credo con el desierto que la circunda.

El componente acrobático está inmejorablemente resuelto en Assassin´s Creed. Parece que la saga Prince of Persia ha sido una fenomenal tabla de pruebas para Ubisoft, pues los movimientos de Altair son tan espectaculares como sencillos de llevar a cabo.
El componente acrobático está inmejorablemente resuelto en Assassin´s Creed. Parece que la saga Prince of Persia ha sido una fenomenal tabla de pruebas para Ubisoft, pues los movimientos de Altair son tan espectaculares como sencillos de llevar a cabo.

Los edificios religiosos, los cuarteles, los pueblos perdidas en mitad del camino… Todo cuanto podemos esperar de una gigantesca región de la Edad Media está presente en la aventura de Altair, y su ejecución es inmejorable.

En términos de gran tamaño Assassin´s Creed es un título monumental, pero cuando nos centramos en los pequeños detalles es cuando nos damos cuenta de que el juego de Ubisoft respira vida por todos sus poros.

Impagable ver y escuchar los gestos de sorpresa del gentío cuando trepamos por la pared de una casa; impresionante observar las reacciones de los ciudadanos al presenciar un asesinato; y, sobre todo, fundamental pasear por las ciudades y empaparse por completo del ambiente de éstas, escuchando a la gente cantar o murmurar, a los charlatanes soltar sus sermones religiosos y a los comerciantes tratar de vender sus productos. Y también mirar. Mirar como pasean los caminantes con una naturalidad pasmosa, observar como se mueven las mujeres con gigantescas ánforas en sus cabezas, escudriñar las reacciones de la gente cuando les apartamos o sus aparatosas caídas cuando les empujamos.

Todos los personajes están retratados con una maestría inigualable, pero el que por movimientos, ropajes y carga poligonal se lleva la palma es el majestuoso Altair. Sin ningún género de dudas, y junto al héroe de Uncharted, se trata del mejor tratamiento de un protagonista que hemos visto nunca. Sus animaciones son de un realismo que asusta, la calidad de sus ropas y las texturas de éstas hacen palidecer a muchos juegos Next-Gen, y además tiene un carisma innegable.

Se ha hablado muchísimo de la técnica de las acciones del héroe de Assassin´s Creed, pero lo cierto es que hay que verlo en movimiento y preferiblemente en HD para creérselo. El fluir de la cadencia de sus movimientos es impecable, y el enlazado de éstas un auténtico espectáculo que nos hace soñar con lo que será capaz de hacer la industria del videojuego cuando, dentro de unos años, domine estas poderosas máquinas que son Xbox 360 y PlayStation 3.

El mapeado de Assassin´s Creed es abrumador. Gigantescas ciudades y enormes terrenos por explorar a caballo componen su poderoso entorno.
El mapeado de Assassin´s Creed es abrumador. Gigantescas ciudades y enormes terrenos por explorar a caballo componen su poderoso entorno.

La iluminación es otro de los puntos fuertes del juego y tiene algunos detalles verdaderamente sobrecogedores. En primer lugar el tratamiento de la luz solar es magnífico, tremendamente realista. Las sombras son muy fieles a la realidad y por supuesto gozan de una definición estupenda; un detalle genial en referencia a éstas es el hecho de que las nubes eclipsen los rayos del sol y proyecten su propia penumbra creando un efecto sensacional.

Pese a la excelencia del programa en todos sus apartados gráficos y tecnológicos, y a su muy buen rendimiento –sin tirones o caídas en la tasa de imágenes por segundo-, también hay minúsculos efectos que reseñar. Para empezar la animación del caballo al galope no es tan brillante como cabría esperar; en otro orden de cosas en ocasiones, y especialmente en exteriores, se produce una carga algo tardía de elementos en pantalla como césped o vegetación; y por último hay importantes problemas de clipping. Tenemos la obligación de señalar estos factores pese a su obvia nimiedad, pero debemos señalar también que no enturbian para nada el poderoso conjunto visual del título.

En cuanto al último punto fuerte de Assassin´s Creed a la hora de crear un todo que construya la sensación de mundo vivo es el del sonido. Imprescindible gozar de un sistema de sonido 5.1 para vernos rodeados por el murmullo de las abarrotadas calles del juego. Gente tarareando, conversaciones casuales, soldados acosando a inocentes… Todo en el juego está orientado hacia la inmersión, y la brillante factura del aspecto sonoro sólo contribuye a transmitir esta sensación.

El doblaje, no obstante, tiene luces y sombras. En lo positivo debemos señalar que se trata de un trabajo muy positivo con unos dobladores de un nivel muy notable, muchas de ellos fácilmente reconocibles por su trabajo en cine. No obstante el reciclaje de voces en ciertas ocasiones como en los momentos de las conversaciones de espionaje, da lugar a paradójicas situaciones, como que dos personajes charlen entre ellos con el mismo actor doblando a ambos. Injusto por la destrucción de la atmósfera que se produce.

Jesper Kyd se ha ocupado del score del juego y, como ya no es ninguna sorpresa, ha vuelto a llevar a cabo un trabajo simplemente impresionante. La versatilidad de este artista queda fuera de toda duda ya que es capaz de llevar a cabo con igual brillantez la banda sonora de un asesino moderno como Hitman, o de este peculiar antihéroe del pasado. Un buen puñado de majestuosas partituras nos acompañarán a lo largo de la aventura, con una producción impecable, un uso de las percusiones brillante y con un fuerte componente épico, muy acorde con el carácter de Assassin´s Creed.

Nunca Comprometas a la Hermandad –Conclusiones-
Assassin´s Creed es todo lo que podíamos desear de la nueva y, a buen seguro, exitosa franquicia de Ubisoft. Un juego que desde los primeros minutos ya transmite la sensación de estar ante algo enorme.

Para desplazarnos entre las distintas ciudades de Tierra Santa contaremos con la ayuda de distintas monturas. Una vez a caballo, Altair podrá decidir entre la opción de intentar pasar desapercibido con un trote calmado, o al galope y usando nuestra espada para eliminar a los enemigos a lomos de su montura.
Para desplazarnos entre las distintas ciudades de Tierra Santa contaremos con la ayuda de distintas monturas. Una vez a caballo, Altair podrá decidir entre la opción de intentar pasar desapercibido con un trote calmado, o al galope y usando nuestra espada para eliminar a los enemigos a lomos de su montura.

La historia está fantásticamente bien narrada y, pese a que en ocasiones los lapsos del futuro resultan intromisiones en el mucho más interesante arco argumental del pasado, el conjunto funciona con brillantez. Lamentablemente, y aunque esto es cuestión de gustos, la presencia de la parte moderna también se acaba inmiscuyendo en muchas decisiones artísticas, como el aspecto del interfaz o las inexplicables “áreas vacías de memoria” representadas por gigantescos cubos de aspecto digital que aparecen rara vez en las ciudades y que nos impiden el paso. No dudamos de su necesidad para conservar ciertos aspectos de la historia, pero su ejecución es discutible.

La jugabilidad es otro de los puntos fuertes y, como ya hemos comentado, se fundamenta en un buen número de actividades muy diferentes entre ellas. A medio plazo puede convertirse en algo rutinario pues acaban siendo algo repetitivas, pero el interés que despierta la historia y la variedad de situaciones y escenarios en las que se desarrolla hace que no suponga un handicap serio.

La inteligencia artificial, por su parte, presenta algunos “peros” más serios, que sin embargo pueden ser justificados desde un punto de vista jugable. El más notorio es el hecho de que cuando estamos rodeados, los enemigos se turnan para atacarnos. De la conveniencia de este “estúpido” comportamiento nos daremos cuenta las raras veces en que seamos atacados por más de uno al mismo tiempo, ya que resulta casi imposible detenerlos. También es en ocasiones algo molesto lo rápido que nos identifican los guardias y asimismo lo rápido que se olvidan de nosotros en las persecuciones. No obstante a la, en ocasiones, muy alta dificultad de Assassin´s Creed, la penalización por muerte es demasiado baja, con un sistema de checkpoints invisibles que cuando acaben con Altair nos harán retroceder muy poco, quizá demasiado poco.

El sistema de combate es simple pero también satisfactorio. Con apenas tres botones y la combinación entre ellos lograremos un razonablemente amplio abanico de acciones de lucha. Hay una cierta variedad de armas: espada corta, cuchilla, puños, espada larga… pero para las peleas resulta imprescindible la larga. Sólo hay un botón de ataque, pero se nos conmina a usarlo en momentos concretos para llevar a cabo contraataques, a combinarlo con otros para lograr combos y movimientos, y, sobre todo, a no limitarnos a machacarlo, pues sería nuestra perdición. Un botón para las coberturas y otro para empujar al rival completan la terna de controles.

Gráficamente Assassin´s Creed es el juego más poderoso que hemos visto hasta ahora. Con una tasa de imágenes por segundo muy estable, el juego de Ubi recrea las ciudades de la antigüedad con una calidad, un tamaño  y una libertad de movimientos pocas veces vistos hasta ahora.
Gráficamente Assassin´s Creed es el juego más poderoso que hemos visto hasta ahora. Con una tasa de imágenes por segundo muy estable, el juego de Ubi recrea las ciudades de la antigüedad con una calidad, un tamaño y una libertad de movimientos pocas veces vistos hasta ahora.

El movimiento de Altair, como ya hemos comentado, apuesta por la fluidez y la sencillez pese a estar escondido tras una, sólo aparente, cierta complejidad. En seguida el protagonista y nosotros seremos uno sólo, y nuestras acrobacias se convertirán en una constante, tan espectaculares en su forma como sencillas en su ejecución. Desde Ubisoft se ha apostado de forma muy acertada por la simplificación de conceptos, y casi todo se hace con el mismo botón. Especialmente interesante resulta el planteamiento de las escaladas sobre paredes verticales, que se llevan a cabo de manera idéntica a como lo haríamos si camináramos sobre suelo horizontal.

Por último señalaremos que el sistema de misiones es muy acertado y se sigue con interés durante las más de 10 horas a lo largo de las que se prolonga el hilo principal. Si optamos por cumplir misiones secundarias la duración se dilata todavía más, pues hay montones de ellas por la ciudad: Salvar a ciudadanos en apuros, rescatar a civiles perseguidos por herejes o asesinar templarios; aunque la nula recompensa por cumplirlas y lo repetitivo de su desarrollo pueden hacer que nos cansemos de ellas rápidamente. También encontraremos desperdigados por las ciudades estandartes y otros objetos que recoger, hay varios centenares de ellos y encontrarlos todos será un reto muy interesante para los aficionados a la exploración.

Imprescindible

Obra maestra

Assassin´s Creed

Por: El equipo de 3DJuegos
Obra maestra

Assassin´s Creed es una auténtica obra de arte y un juego imprescindible, tanto para los amantes de la aventura como para los fanáticos de la acción. Un apartado gráfico que quita el hipo, un fenomenal score musical y una jugabilidad con una capacidad de adicción a prueba de bombas son las principales cartas ganadoras del juego de Ubisoft. Una nueva franquicia que se inicia con brillantez, y que se desmarca claramente como uno de los programas favoritos para obtener el título de Juego del Año. Un lanzamiento que nadie se debe perder, y una oportunidad inmejorable para visitar la Edad Media en la mejor compañía.

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Jugadores: 1
Idioma: Voces en castellano. y textos en castellano.
Duración:
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