El sucesor espiritual de Gothic vuelve con un homenaje más definitorio a la clásica saga de Piranha Bytes. Elige tu facción, tu clase y explora un mundo lleno de misteriosas y mágicas islas en busca de tu alma perdida. Risen 3 Titan Lords continúa la estela de su segunda entrega, mejorando aquí y allá todos sus aspectos.
Es difícil explicar por qué Gothic logró impactar tanto en los corazones de los roleros. Probablemente, hizo a principios de siglo por el rol europeo lo que The Witcher está haciendo ahora. Tenía una mezcla de libertad, dificultad y progresión que calaban hondo. Risen está intentando ahora hacer lo mismo ajustándose a los nuevos tiempos, y se nota. Sus dos entregas toman conceptos del clásico RPG y los llevan a un mundo más único, intentando alejarse del conservadurismo de la espada y brujería.
Puede impactar al principio, sobre todo en Risen 2, cuando vemos un universo en el que se mezclan los piratas con los principios básicos de la fantasía épica, pero el resultado fue muy interesante. El mayor problema es que se dejó por el camino una de las mejores facetas de Gothic: la magia. Tenía sus roces con el vudú, pero cuando llegas a Taranis y encuentras la facción de los magos en Titan Lords irremediablemente saltas de alegría. La magia vuelve y mejor que nunca.
No debería ser una sorpresa, ya que Piranha había avisado que esta sería la entrega con más influencias de su anterior trabajo, aunque ver en acción algunos de los hechizos que propone la facción de los Guardianes sigue siendo impactante. Se conserva, sin embargo, el poder del vudú, también enfocada a la magia y al control de los enemigos con los Piratas Vudú. La última, los Cazadores de Demonios está más centrada en el combate pesado, con abultadas armaduras y poderosas armas, pero sin olvidar algunos trucos mágicos. Así, se vuelve a la base de Gothic y también la del primer Risen, esta vez con tres facciones que potencian ciertos atributos pero donde todas se sirven de armas y habilidades por igual.
El héroe sin nombre
Cambiamos de personaje para contar una nueva historia. Esta vez tomaremos el rol de un nuevo protagonista sin nombre, el hermano de Patty, conocida pirata de la segunda entrega, e hijo del capitán Barba Plateada. Tras ser engañados con la promesa de un tesoro de incalculable valor, caemos en las garras de un poderoso demonio que nos arrebata la vida y el alma. Y aquí será donde comience realmente la aventura, resurgiendo de entre los muertos para intentar encontrar la forma de recuperar nuestra alma y no convertirnos en un esbirro del inframundo.
La estructura vuelve a ser similar. Tenemos muchas islas que explorar en el orden que queramos, y tres de ellas albergan a las facciones principales del juego. Y, como en todos los títulos de Piranha, podemos aprender a abrirnos camino a las duras y a las maduras, por lo que es aconsejable alinearse lo antes posible con una facción para empezar a aprender las nuevas habilidades, ya que Risen 3 sigue también la estela de dificultad de anteriores juegos.
En especial, de Risen 2, con un combate parejo y en ocasiones algo frustrante, sobre todo en los primeros compases. Cuesta encarar correctamente a los enemigos que, por otra parte, son duros de pelar hasta niveles frustrantes. No nos importa cuando el juego nos machaca a base de enemigos en los que hay que aprender su patrón de ataque y saber cómo responder, pero sí cuando son duros a base de tener una vida abultada, lo cual entorpece en demasía el ritmo del juego. Esto, unido a que nuestros ataques son algo cuadriculados, no ayuda en absoluto.
Es precisamente uno de los puntos débiles que ya contaba Risen 2. Lo bueno es que gracias a la magia y a medida que vamos incrementando el nivel y nuestras aptitudes el combate se torna algo más dinámico, con combinaciones de hechizo y espada muy notables y eficientes. Claro, que para ello habremos sufrido una dificultad invertida y algo pesada de muchas horas de duración.
El largo camino
Duración, por supuesto, no le falta. La gran cantidad de misiones que dispone el juego se acumulan en nuestro cuaderno de bitácora por decenas y pueden llegar a abrumar. No es para nada un problema cuando nos damos cuenta de todo lo que tenemos que hacer en el archipiélago, pero sí lo es algo más cuando nos encontramos con misiones algo descuidadas que en muchas ocasiones serán las ya clásicas "tráeme este objeto" o "mata a...". Las hay mejores, cuando los intereses de un personaje son totalmente contrarios a las de otro, teniendo que elegir, pero por lo general no llegan a la calidad de los grandes exponentes del género.
Con tantas cosas por hacer, es fácil no obstante dejarte seducir por el mundo de Titan Lords. Es uno de esos juegos en los que no importa necesariamente qué es lo que estés haciendo, sino que siempre tienes algo que hacer. Puedes ir a cumplir una misión para descubrir minutos más tarde el arte de la alquimia, de la preparación de hechizos, de la caza, de la herrería o de cualquier otra de las habilidades secundarias y dedicarte a mejorar tu equipo o tu magia.
El menú es prácticamente igual que en Dark Waters, accesible en muchas ocasiones pero algo obtuso a la hora de querer hacer algunas acciones rápidamente. Se han añadido a la barra de habilidades las opciones de magia y espíritu que amplían las ya vistas. Fomentando esta última, además, podremos utilizar nuestras nuevas facultades en el inframundo, cambiando de plano en ocasiones y visitándolo en sueños para encontrar objetos y secretos especiales. La carta de navegación también se ha visto mejorada, pudiendo elegir entre la brújula tradicional y un nuevo mapa que nos ayudará a posicionar mejor las misiones que tenemos activadas.
Gráficos y tecnología
Técnicamente, Risen 3 es un título muy notable, sobre todo en su versión para PC, ya que en consolas se ha seguido apostando por Xbox 360 y PlayStation 3. No sorprende, ya que Risen 2 ya tenía un buen nivel, pero aquí se han ajustados mejor las profundidades de campo y se he mejorado bastante la iluminación, acercándolo un poco más al terreno que está explorando las nuevas técnicas. Además, no hemos notado ninguna ralentización que podía ser algo molesta (aunque ocasional) como ocurría en su anterior entrega.
No se puede decir lo mismo de las animaciones, que siempre han sido la materia pendiente del estudio (y de casi cualquier estudio centrando en el RPG). Se omiten incluso algunas como los momentos en que subimos una escalera, por ejemplo, mientras que el combate mezclas algunas de las mejores y las peores, a la hora de lanzar poderosos hechizos, o a la hora de bloquear o esquivar ataques.
Lo que sobresale por encima de todo son sin duda el cariño que se ha puesto a todas las islas que contiene el juego, cada una de ellas con su propia personalidad que invitan a ser exploradas de cabo a rabo. Une a esto algunas piezas musicales de soberbia calidad, de esas que te ponen los pelos de punta, con alguna incluso rivalizando con ese "Vista Point" de Gothic 3 (a lo mejor es pasarse), y tienes uno de los mejores incentivos para no dejar de recorrerlas hasta sabértelas de memoria.
Risen 3: Titan Lords es un gran trabajo por parte de Piranha Bytes, muy enfocado al jugador de rol clásico que no busque en él una experiencia enfocada en la narrativa y sí en la progresión y la libertad de crear un personaje con las habilidades al gusto. Sus mayores aspectos negativos siguen siendo prácticamente los mismos que siempre ha tenido la saga: poco interés argumental; un combate profundo pero poco dinámico, y dificultad invertida algo forzada. Con todo, si no te importan estos términos, si vienes de anteriores Risen a por más, incluso si es la primera vez que te aproximas a la serie desde Gothic, Risen 3 es un buen punto de partida y un buen punto final. "No olvides quién eres y de dónde vienes" decía F. Scott Fitzgerald en una frase que el estudio ha rescatado para este juego. Con esta entrega, queda patente que el equipo alemán sabe perfectamente cuáles son sus raíces y dónde se encuentra actualmente. Ahora, es momento de que Piranha empiece a volver a pensar en quién quiere ser.
Risen 3 es un buen sucesor espiritual mezclando lo mejor de su saga Gothic con los anteriores Risen. Aun con algunos deberes por terminar en cuestión de combate y misiones, su ambición por la exploración desmedida y la libertad que te otorga construir un personaje con las habilidades que quieras, son incentivos suficientes como para pasar en su mundo las más de 50 horas que te propone. Si cada RPG es maestro en algo, está claro que Risen domina el arte de la exploración como ninguno.
Comprar Risen 3: Titan Lords- El retorno de una estructura de facciones clásica, con la cantidad de mejoras que nuestro personaje puede obtener.
- La ambientación y la exploración de cada una de las islas es sin duda el "Leitmotiv" del juego.
- El combate, poco dinámico y con una curva elevada artificialmente.
- Carece de interés argumental aunque el planteamiento y el intentar dar más personalidad al héroe pongan todo su empeño.
