Una aventura tan dura y desafiante que pocos conseguirán sobrevivir. 11 bit studios crea el que probablemente sea el juego independiente del año: un roguelike. Una mezcla entre estrategia, sigilo y supervivencia que retrata la guerra moderna como pocos juegos han hecho hasta la fecha.
Han sido muchos los intentos que hemos tenido que echar para sobrevivir a la guerra de This War of Mine, pero incluso tras veintisiete horas que nos ha llevado conseguirlo, seguimos sintiendo que hemos fracasado. En una de nuestras salidas nocturas para buscar comida, medicinas y otros recursos, llegamos a un supermercado donde encontramos una aterradora escena: un soldado borracho hacía abuso de su fuerza para violar a una muchacha que sólo estaba buscando comida entre los restos. Tras muchos intentos de detenerle y perder a uno de nuestros supervivientes más importantes (el que era capaz de llevar más recursos o correr más rápido), tuvimos que desistir y, simplemente, vivir con ello. La vuelta a nuestro refugio trajo consigo algunos alimentos, sí, pero también una herida muy difícil de curar por lo visto en el supermercado…
Esto es sólo uno de los ejemplos que te ocurrirán cuando te enfrentas a This War of Mine, un título de estrategia, sigilo y supervivencia donde tendremos que conseguir superar el hambre, el frío, los asaltos y peligros que suponen quedarse en fuego cruzado en tiempos de guerra. Es curioso que, si intentamos buscar un referente en los videojuegos, lo más parecido que podamos encontrar sean los juegos de supervivencia en un apocalipsis zombi, como por ejemplo State of Decay, pero por ello, por no tener que recurrir a algo tan explotado como el zombi, This War of Mine es un título con tanta fuerza.
Aquí hay un mensaje claro. En una época en la que los videojuegos todavía no han conseguido superar ese "pulsa X para sentir sentimientos", la obra de los polacos de 11 bit Studios, han logrado que sintamos incluso miedo de nosotros mismos y de nuestras acciones. Sin juzgarte, el juego te ofrece muchas variaciones para sobrevivir. Puedes intentar buscar entre los restos, intercambiar objetos, robar a supervivientes indefensos o incluso matar con arma blanca o de fuego. Todo, por supuesto, tiene una consecuencia sobre nuestro personaje, que se ve afectado emocionalmente por sus acciones.
Vivir o sobrevivir
Lo grande de This War of Mine es que el castigo está siempre muy presente. Sería muy fácil no robar a esa pareja de ancianos o aprovechar la visita al hospital para saquear unos cuantos armarios si pudiéramos cargar partida en un punto de control, pero el peligro y la necesidad surgen ante la perspectiva de que si no cuidas bien de tus personajes, si no controlas su hambre, frío y enfermedades, tendrás que volver a empezar desde el principio, perdiendo todos sus progresos. Como decimos, puede parecer un castigo muy severo, pero es la única forma de meterte en la piel de alguien que, si no roba en momentos de necesidad, puede no llegar a conseguirlo.
Es la magia de este género o subgénero conocido como roguelike, en cuyo haber se encuentran títulos como FTL, The Binding of Isaac o Dwarf Fortress. Pero la presión de This War of Mine es quizá mayor gracias a tratar un tema más real como la guerra, una guerra además que se siente muy cercana a través de la vista de sus personajes. Pero This War of Mine no es sólo mensaje: cuida también de su jugabilidad haciéndolo adictivo como pocos, e imposible de dejar de intentarlo una y otra vez hasta al menos haber conseguido sobrevivir de cualquier forma.
En su interior, este independiente recoge fórmulas de estrategia de gestión, sigilo y algo de crafting. El juego se divide en día y noche. Aprovechamos el descanso y la paz de la luz solar para mejorar nuestro refugio, creando filtros de agua, hornos para poder cocinar, camas y todos los recursos necesarios para sobrevivir. Con el tiempo, seremos capaces incluso de construir talleres más complejos que nos permitirán crear nuestras propias medicinas y conseguir alimentos, de forma que no necesitemos arriesgarnos tanto a la hora de salir al exterior o incluso que podamos hacer trueques con vecinos con los recursos que nos sobren.
Por la noche, el juego cambia radicalmente y se convierte en una experiencia de infiltración, donde tendremos que rebuscar entre los escombros, armarios y otros lugares para encontrar cualquier cosa que sea de utilidad. Desde alimentos y medicinas hasta chatarra y maderas. Algunas zonas no suponen ningún peligro o incluso encontraremos personajes amistosos, pero otras están ocupadas por miembros de un ejército y otro, o por otros supervivientes que no tendrán ningún problema en dispararte para mantenerte alejado de su alijo. A través de un sistema de visión y sonido muy parecido a lo visto en The Mark of the Ninja, la tensión nunca decrece al ser plenamente consciente de que un enfrentamiento directo puede acabar fácilmente con nuestro personaje, y no habrá segundas oportunidades. Llevar un cuchillo o un arma de fuego puede darte protección, sí, pero las consecuencias de salir vivo a costa de la vida de otro puede ser igual de devastador para nuestro personaje.
La gran baza es que, al tener que comenzar de nuevo si todos nuestros personajes mueren o, simplemente, nos damos por vencidos, las condiciones y los escenarios se ven alterados. Existen varias etapas: en algunas acompaña el clima, mientras que en otras los saqueos son más frecuentes y en otras el frío será un gran problema. Cada partida nos dará la bienvenida de una forma, cambiando además el acceso que tenemos a las distintas partes de la ciudad por la noche. Incluso existen variaciones dentro de cada zona, haciendo que unas veces una plaza que puede usarse para comerciar a muy buen precio se convierta en el patio de recreo de un francotirador que dispara a todo aquél que se atreve a cruzarla.
Gráficamente, This War of Mine cumple muy bien. No es que impresione tanto por lo técnico sino por lo artístico, con un uso inteligente del contraluz, un blanco y negro atenuado por escasos colores y un estilo que emula un trazado a mano. Todo ello funciona perfectamente para expresar el momento de convulsión que estamos viviendo durante toda la partida, acompañado siempre de una música que logra captar perfectamente el tono del juego.
En una de nuestras incursiones en una base militar para intercambiar recursos, nuestro personaje afirma no saber ya ni de qué lado están los miembros de la base. Ya no puede notar la diferencia, porque la guerra es más devastadora para el que la sufre que para el que la crea. Cuando juegas a This War of Mine, no sólo estarás jugando al que probablemente sea el juego independiente del año, estás viviendo unas experiencias que recordarás mucho tiempo, de esas que calan hondo. Hemos contado en este análisis las nuestras, porque tras jugarlo uno siente la necesidad imperiosa de compartir lo que le ha ocurrido y cómo ha reaccionado ante ello. Queremos más ejemplos así en los videojuegos. Que nos sigan emocionando y revolviendo el estómago. Que nos hagan ponernos en la piel de otro, sin olvidar la importancia de las mecánicas que hacen de esto un juego también. Por eso estamos aquí y por eso estás tú leyendo esto.
Hacía ya un tiempo que no jugábamos a un título que nos impactara de la forma que lo ha hecho This War of Mine. Lo mejor, sin duda, es que el mensaje que propone no está en ningún momento rivalizando con las mecánicas. Es tan divertido como cautivador, escalofriante y crudo. El resultado: un juego desafiante, imposible de abandonar a poco que te guste el género hasta no haber conseguido sobrevivir, al menos de cualquier forma.
Comprar This War of Mine- La mezcla de buenas mecánicas con potente mensaje, todo perfectamente mezclado
- La fuerte carga emocional que supone cada una de las situaciones y tus reacciones
- El gran desafío que propone tanto su parte estratégica como de infiltración
- Las historias biográficas de cada personaje son lo menos atractivo
- Algunos momentos en los que es difícil ejecutar ciertas acciones con el ratón. Habrían ayudado atajos de teclado.
