Tras años de espera el imponente Black Desert Online desembarca en Occidente dispuesto a abrirse hueco en el difícil mundo de los MMORPG. ¿Sus grandes fortalezas? La espectacularidad de sus gráficos y su trepidante sistema de combate en tiempo real, que brilla sobre todo en las épicas batallas masivas que librarán los jugadores por el control del territorio.
La espectacularidad de sus gráficos y la intensidad de sus combates son la mejor carta de presentación de Black Desert Online, un potente MMORPG que igualmente sorprende por la gran importancia que otorga a las relaciones sociales y la artesanía dentro de su vasto mundo de fantasía medieval. Podría decirse que lo tiene todo para convertirse en uno de los más grandes del género en la actualidad, y sin embargo está lejos de alcanzar ese objetivo. ¿La razón? Se siente un juego sin alma; vacío, aun cuando puede que sea una de las aventuras de rol en línea más completas en cuanto a opciones de juego se refiere. Por eso resulta tan triste escribir esta review.
Ves que hay potencial, material más que suficiente como para dar forma a una épica aventura de las que marcan época, pero esta obra del estudio coreano Pearl Abyss nunca llega a sacar provecho a todas sus virtudes. Y el mejor ejemplo lo tenemos en sus batallas. Son un espectáculo digno de ver, pues hay pocos títulos del estilo con un sistema de combate tan completo y profundo como el que presenta Black Desert Online, en el que los combos y las esquivas lo son todo para alcanzar el éxito. El problema es que los enemigos a batir son tan por así decirlo estúpidos, que al final estas contiendas se dirimirán en la mayoría de casos de la forma más simple y ruda imaginable: machacando una y otra vez los mismos ataques. Ni esquivas ni súper combos ni nada de nada; siempre lo mismo. Y es una auténtica lástima.
Las opciones están ahí pero la magia se pierde en cuanto tienes delante enemigos que por norma reaccionan tarde y mal a todas nuestras acometidas. No se defienden como debieran ni tampoco atacan con la contundencia esperada, así que por muchas acrobacias y combos imposibles que realicemos, pronto dejaremos de disfrutar plenamente de unas batallas que ciertamente daban para mucho más. Menos mal que ahí están los duelos contra otros jugadores para mejorar algo estas sensaciones, aunque a diferencia del reciente Blade & Soul, los combates 1 vs 1 tampoco llegan a alcanzar la excelencia deseada. Caso distinto es el de las batallas masivas protagonizadas por los variados ejércitos en los que podrán alistarse los jugadores.
Guerra total entre facciones
En la línea de grandes clásicos como Ultima Online o Everquest, este MMORPG busca desde el primer momento sumergirte en un mundo vivo y en constante evolución donde de verdad sientas que tus actos tienen importancia. Por eso al margen de los combates contra monstruos, que obviamente los hay a montones, Black Desert concede una importancia capital a las relaciones sociales entre jugadores y, también, con los propios habitantes de este espectacular universo de fantasía, con los que habrá que entablar "amistad" para desbloquear nuevas misiones y opciones de juego. Una idea que nos parece fantástica, pues te invita a buscar afinidades mediante un curioso minijuego, aunque a la larga esta mecánica se vuelve repetitiva y poco divertida.
A lo que no ayuda la pobreza argumental de Black Desert. Es tan poco original y anodina la historia que cuenta, que transcurridas unas horas dejaremos de prestar atención a lo que tienen que decirnos los muchos NPC con los que nos cruzaremos en el camino. Peor aún. A veces ni tan siquiera nos molestaremos en hablar con ellos por muchas misiones que dejemos escapar. Tal es el grado de saturación que genera, pues además comete el error de diluir la trama principal en un sinfín de historias intrascendentes que poco ayudan al juego.
Mejores sensaciones deja al hablar de la relación entre jugadores, que podrán agruparse en grandes gremios capaces de tomar el control de regiones y fortalezas que luego, claro, habrá que defender de las acometidas de otras facciones. Es aquí donde Black Desert muestra su mejor cara, ya lo decíamos antes, pues no hay nada como medirse en duelo en épicas batallas campales en las que pueden congregarse dos centenares de combatientes. Explosiones, saltos acrobáticos seguidos de un fuerte espadazo, esquivas en el último momento, torres cayendo bajo la furia del fuego… tan espectacular es la puesta en escena y tan imponente es el apartado técnico del juego, que actualmente es imposible encontrar un título del estilo tan potente a nivel gráfico.
El juego de Pearl Abyss tiene un potencial enorme, pero no llega a brillar con el esplendor esperado
Las animaciones de los héroes, el nivel de detalle alcanzado tanto en sus rostros como en las ropas que portan, el diseño artístico de monstruos y aventureros, la variedad de localizaciones… todo en Black Desert presenta un nivel gráfico tan apabullante que resulta todavía más increíble que funcione a la perfección con miles de jugadores disfrutando de la acción al mismo tiempo. Es un juego exigente en lo técnico, claro, pero su rendimiento incluso en equipos más modestos es muy meritorio. Perderéis algo de detalle y sí, puede que algunos objetos aparezcan repentinamente de la nada, pero como para quejarse ante un espectáculo como este. Además el juego de Pearl Abyss invita a que exploremos libremente los imponentes escenarios que conforman este mundo de fantasía, permitiéndonos incluso sortear muros y otros obstáculos del estilo con gráciles movimientos atléticos. La sensación al final es la de estar ante un auténtico mundo abierto y no uno de esos juegos que te llevan de la mano de aquí para allá.
Artesanos y guerreros
Más allá de la intensidad de los combates Black Desert también destaca por su sistema de artesanía y comercio. Ya sea en solitario o junto a los aliados en el gremio, se puede contratar los servicios de varios trabajadores para que recojan recursos en puntos clave del mapeado, que por su atractivo serán además zona de disputa entre facciones. También podéis hacerlo por vosotros mismos, aunque todo lo relacionado con el trabajo, búsqueda de afinidad con personajes y demás tiene un coste de energía que recuerda el carácter free-to-play de la obra en sus orígenes, aunque por fortuna está bien adaptado al nuevo modelo de negocio por el que apuesta el juego en Occidente: se recupera con relativa facilidad sin tener que pagar ni pasar horas delante del PC.
Con los recursos en nuestro poder, que no son pocos precisamente, podremos acudir a diversos artesanos para fabricar toda clase de objetos, amén de comprar también una casa para disfrutar allí de nuestros ratos libres o un gran almacén donde dejar las pertenencias que recojamos durante la partida. Ya lo decíamos antes. Black Desert quiere que te sientas dentro de un mundo virtual vivo y en constante evolución, y todas estas opciones caminan en esa dirección. ¿Os apetece dedicaros a la pesca? Podréis hacerlo pasando de ser ese novato que se tira horas en la playa a ver si "pilla algo", al veterano que ya con su propio barco surca los mares en busca de las mejores piezas.
Hasta se pueden establecer rutas comerciales para sacar réditos económicos a estos artículos. Y lo mejor aquí es que veréis físicamente cómo estos carromatos viajan de aquí para allá con las mercancías; lo que es un detalle genial. También las diferencias entre las diversas clases de personaje, que aunque no son tantas como las vistas en otros juegos del estilo, al menos sí se sienten únicas. Además hay cierta libertad para adaptar cada clase de héroe a nuestro propio estilo de combate escogiendo entre un amplio abanico de mejoras y habilidades especiales.
Son muchas las opciones a nuestra disposición aunque tal vez se echa en falta algo más de profundidad en algunas de ellas, y también buenos tutoriales que expliquen adecuadamente cómo realizar estas actividades y los beneficios que reportan. El que te lancen a la aventura y en cuestión de minutos te aborden con todas estas actividades puede asustar al más pintado, y otros ni tan siquiera se percatarán del enorme potencial que esconde este mundo de fantasía que no siempre brilla como merece.
Las misiones, por ejemplo, siguen la línea de lo visto en tantos otros MMO aunque no consiguen atraparte en la misma medida. La historia es mala, ya lo decíamos antes, pero también el propio desarrollo de estas tareas resulta poco atractivo, siendo en su mayoría una sucesión de batallas contra decenas y decenas de monstruos que opondrán poca resistencia a los golpes. Y eso aburre y se torna repetitivo. Black Desert carece además de un buen contenido final PvE: se echan en falta mazmorras, raids y todas esas misiones especiales que invitan a formar equipo con otros jugadores. Más allá de las batallas masivas entre gremios, en estas lides el juego de Pearl Abyss no es de los mejores por mucho que sus combates sean espectaculares.
Hay además aspectos que resultan chirriantes, como la tienda virtual que da acceso a una amplia variedad de atuendos que se venden a precio de oro. ¡Son carísimos! Y no importa que solo aporten mejoras estéticas -aparte de alguna bonificación-, su coste es exagerado. Así que por un lado nos encanta que Black Desert llegue a nuestro territorio como un juego por el que pagas al comienzo y disfrutas de sus contenidos sin cuotas mensuales, pero la política de precios en esta tienda es un tanto ridícula. Por otro lado conviene remarcar que el juego llega con textos y voces en inglés, aunque por desgracia esta ya es la tónica habitual en el género.
Ya lo decíamos al comienzo de este análisis. El juego de Pearl Abyss tiene un potencial enorme; nace de tantas y tan buenas ideas, que es triste que no llegue a brillar con el esplendor esperado. Si le das tiempo consigue atraparte por la gran variedad de actividades ajenas al combate que presenta, pero es eso, hay que darle tiempo y no todo el mundo estará dispuesto a hacerlo.
Hay muchas razones por las que adorar Black Desert Online pero a pesar de sus muchas virtudes, este MMORPG no llega a relucir con el brillo esperado. Sorprende por su espectacularidad gráfica, la intensidad de sus combates y la variedad de actividades ajenas a la lucha en las que nos permite especializarnos; de verdad sientes estar dentro de un mundo virtual en constante evolución. Pero la obra de Pearl Abyss cae en los peores vicios del género, con una historia muy pobre, un diseño de misiones bastante flojo y una notable falta de contenidos PvE que le restan gran atractivo. Enfrentarse a otros jugadores en batallas masivas es una locura que bien merece la pena vivir, pero para ello antes hay que superar algunas barreras que no todos estarán dispuestos a hacer.
- Apasionante sistema de combate. Es puro espectáculo
- Gráficamente hay pocos MMO tan impactantes como Black Desert
- El PvP a gran escala entre gremios de jugadores. Son batallas dignas de ver…
- … aunque los duelos 1 vs 1 no son tan divertidos. Hay desequilibrios entre clases
- Le falta explicar mejor algunas de sus mecánicas de juego
- Tiende a ser muy repetitivo. Las misiones son demasiado simples; sin gracia
- Pobre a nivel de contenidos PvE
