Análisis de Halo Wars. Un Halo de Estrategia

UNSC y Covenant velan armas ante su nuevo enfrentamiento. Poco ha cambiado para ellos: Mismas armas, idénticos vehículos y las clásicas instalaciones. Para el jugador, en cambio, todo es novedad. El universo Halo cambia radicalmente su prisma para acercarse a la estrategia en tiempo real, y hemos de decir que logra su cometido con un videojuego brillante.

Parecía que el momento nunca llegaría, pero por fin tenemos entre manos Halo Wars, el último videojuego de Ensemble Studios. Para muchos usuarios éste no dejará de ser un lanzamiento más como los centenares que se producen al año, pero los grandes amantes de la estrategia estarán al tanto de que con este título se cierra una de las etapas más gloriosas de la estrategia en tiempo real, la que protagonizó precisamente esta legendaria compañía.

Así pues con Halo Wars tenemos dos apuestas que huelen a caballo ganador. Por un lado el siempre fascinante universo Halo, con una mitología riquísima y con un núcleo duro de aficionados al que apasiona cualquier entrega que incida en este mundo, sea cual sea el género. Por otra parte la estrategia en tiempo real con uno de sus mejores exponentes, Ensemble Studios, que demuestra con este título que antes de su cierre se encontraba en un estado de forma excepcional.

El juego que nos ocupa es estrategia clásica en el más positivo sentido de la palabra, un videojuego muy convencional en su desarrollo, pero que se adapta como un guante a las posibilidades que ofrece el pad de Xbox 360. Construye tu base, recluta a tus ejércitos y arrasa al enemigo… ¿Para qué más?

Conflicto a Gran Escala

Halo Wars nos presenta el conflicto a gran escala entre UNSC y Covenant que ya conocíamos, pero desde una perspectiva y una época totalmente diferentes a lo que estábamos acostumbrados. Como es costumbre en 3DJuegos no aportaremos más de lo mínimamente necesario a la descripción del argumento, y es que lejos de querer “destriparle” la experiencia a nadie preferimos que sea el propio jugador quien descubra los secretos que esconde su campaña.

El último proyecto de Ensemble Studios da comienzo en el año 2531, y nos presenta la traumática y larga batalla por recuperar Harvest que ha llevado 5 años y que ha supuesto gravísimas pérdidas para el bando del UNSC. Así conoceremos al Capitán Cutter, a la contestataria inteligencia artificial Serina, a la Profesora Ellen Anders y, por supuesto, al Sargento John Forge, verdadero protagonista de la historia.

Como cualquier título de estrategia que se precie, Halo Wars da una importancia extrema al desarrollo de un guión que esconde sus claves hasta bien avanzada su progresión, y que cuenta con los suficientes giros, golpes de efecto y cambios de ambientación como para mantener interesado al espectador.

Ciertamente no hacía falta un trabajo sobrecogedor para conformar un hilo argumental apasionante, pues el universo Halo en sí mismo esconde suficientes claves como para no tener que ser especialmente creativo en este campo. Ensemble Studios, sin embargo, logra conservar la atención del jugador con unas cinemáticas de corte CGI realmente impresionantes, que no sólo son un auténtico dispendio en términos tecnológicos, sino que además están narradas con un exquisito sentido del ritmo y con una planificación y montaje extraordinarios.

El videojuego, además, tiene el detalle de incluir en su menú de opciones una alternativa que se llama Cronología. Bajo esta nomenclatura se esconde un repaso exhaustivo sobre todos los incidentes acaecidos desde el 16 de enero del 2498 hasta finales del año 2552, cuando comienza la aventura de Halo: Combat Evolved, el primer videojuego de la saga. Así pues conocemos eventos anteriores y posteriores al conflicto de Halo Wars, con el incentivo extra de tener que desbloquear la mayoría de éstos. Este contexto histórico es accesible desde una suerte de diagrama cronológico con mensajes emergentes, en el que podemos consultar la fecha y el acontecimiento para cada momento relevante del universo Halo hasta el famoso incidente de la nave Pillar of Autumn con la que se abrieron las series.

Dirigir un Ejército

Pero vamos al grano, y vamos a abordar rápidamente si Halo Wars es un videojuego fácil de controlar e intuitivo, que seguramente será lo que el lector desea conocer con mayor presteza.

Los desaparecidos Ensemble Studios han apostado en el videojuego que nos ocupa por una política fantástica a la hora de abordar el título, conocedores de que el mundo de los RTS puede resultar extraordinariamente ajeno e incluso aterrador a un habitual de los FPS, género al que la saga por lo general ha pertenecido. Para ello el estudio de desarrollo se ha inclinado por respetar el espíritu Halo incluso en los menús, con un estilo claramente respetuoso con el de las series, y especialmente deudor del de la última entrega.

No obstante, y una vez saltamos al campo de batalla, cualquier parecido en interfaces o control con respecto a los anteriores títulos de la franquicia es pura coincidencia. Quienes hayan tenido la oportunidad de probar la demo que hay disponible en el Bazar de Xbox Live ya conocerán del estilo sutil y preciso de control de Halo Wars, pero para quien no lo haya hecho todavía proporcionaremos aquí un par de directrices.

El pad de Xbox 360 se ha revelado una estupenda forma de ordenar y seleccionar a nuestras tropas, desmintiendo el mito de que la estrategia es inviable en consolas. La fórmula de Halo Wars denota un profundísimo trabajo por parte de Ensemble a la hora de adaptar lo mejor posible los controles al mando, y cada botón de éste tiene una función clara y fundamental, muchas de ellas destinadas a hacernos olvidar en términos de velocidad y atajos el combo teclado ratón.

Con la palanca izquierda desplazamos el puntero por el campo de batalla, y con la derecha rotamos la cámara o hacemos zoom para ver con todo lujo de detalles los combates. La ausencia de un ratón para los viajes rápidos a través del minimapa tiene su rápida solución, puesto que si movemos el primer stick mientras tiramos del gatillo izquierdo nos desplazamos a una velocidad mucho más rápida, pudiendo llegar de un lugar a otro del escenario en cuestión de un segundo.

Los primeros minutos a los mandos de Halo Wars pueden ser poco precisos por la cantidad de controles y combinaciones que hay que llevar a cabo para manejarnos con presteza, sin embargo pasados los primeros niveles –muy sencillos, por otro lado- empezaremos a sentirnos muy cómodos con el sistema. A esto contribuyen otras interesantes decisiones de diseño como la posibilidad de seleccionar a todas nuestras tropas con un solo golpe de botón –lo que sería un Ctrl+A en Pc-, y la presencia de otro botón que nos permitirá hacernos con el mando de todas las unidades que estén en pantalla, con LB y RB respectivamente.

Pero, lo que definitivamente importa: ¿Es todo este procedimiento adecuado a la hora de llevar a cabo tácticas complejas de ataque o defensa? La respuesta es decididamente afirmativa. Imaginemos que decidimos llevar a cabo un ataque conjunto con tropas de diferente corte –aéreas, vehículos de tierra e infantería-, deberemos ser cuidadosos con la selección puesto que Halo Wars no escapa de los planteamientos del piedra-papel-tijera de la estrategia reciente, y cada uno de sus tipos de unidad es especialmente eficaz contra un determinado tipo de enemigo y muy vulnerable a otro diferente. ¿Cómo operar? Muy sencillo. Con el botón izquierdo seleccionaremos todas nuestras tropas en pantalla, y con el gatillo derecho nos desplazaremos entre las seleccionadas por los diferentes tipos. Así pues con apenas un par de golpes de botón podremos ordenar a nuestros Warthogs atropellar a la infantería enemiga, hacer que la infantería centre su atención en las torretas defensivas enemigas y optar por un apoyo aéreo de nuestras naves para acabar con los enemigos más veloces.

La decisión a la hora de organizar las tácticas es personal de cada usuario, y sólo jugando y jugando descubrirá las claves de cada tropa y dará con su propio estilo. Lo importante es que Halo Wars ofrece un soporte muy adecuado para todo ello, resultando intuitivo, rápido y preciso a la hora de transmitir nuestras órdenes desde nuestra cabeza al campo de batalla.

Master & Commander

Toda vez que damos nuestros primeros pasos en la campaña individual de Halo Wars descubrimos que el videojuego sigue al pie de la letra los parámetros clásicos del género que, precisamente, los propios chicos de Ensemble Studios colaboraron a crear en la década de los 90. Todos los niveles comienzan con una de las sobrecogedoras cinemáticas de las que ya hemos hablado antes, y con una rápida exposición del lugar en el que nos encontramos y de los objetivos a llevar a cabo.

En el Modo Historia encarnaremos únicamente al bando del UNSC, y descubriremos los secretos de su proceder que más tarde podremos emplear en el multijugador también con los Covenant pues, en esencia, el procedimiento para desarrollar ejércitos y atacar al rival es casi idéntico.

Con Halo Wars volvemos a los RTS clásicos donde la gestión de recursos y la construcción de bases tienen una importancia fundamental a la hora de construir un ejército. Así pues nuestros suministros se basarán en los Recursos y en el Nivel Tecnológico, las dos vertientes con las que trabajarán todos los ejércitos del videojuego.

Para encontrar Recursos bastará con hacer click con un ejército sobre algunos de los cajones de suministros que salpican el escenario o, por el contrario, crearlos nosotros mismos en nuestra base. Así pues erigiremos Puntos de Suministro para cosechar Recursos, y Reactores para obtener puntos de Nivel Tecnológico.

La construcción de las bases, por lo tanto, resulta tan sencilla como efectiva. Se aportan una serie de espacios donde podemos edificar los edificios al optar por una base, y es tan sencillo como pinchar sobre el hueco que queremos utilizar y optar por el tipo de edificio que deseemos mediante un cómodo menú radial. Los diferentes bloques que podemos erigir en el bando UNSC son los Barracones –Tropas de Infantería-, Depósitos –Vehículos-, Plataformas Aéreas –Naves-, las Torretas Defensivas y la Armería de Campo para desbloquear mejoras avanzadas.

Todos los edificios se pueden mejorar destinándoles más recursos y así, por ejemplo, podemos mejorar nuestras Torretas Defensivas con Morteros, Lanzamisiles o armas Anticarro. El de las mejoras es uno de los principales elementos para triunfar en Halo Wars, puesto que no sólo sirve para incrementar la resistencia de nuestros edificios o para acelerar las fases de producción, sino que también se emplea para aumentar el rendimiento en combate de nuestras tropas. Consecuentemente podremos incrementar el potencial de la infantería o de los vehículos con un pequeño gasto en Recursos, optando a incrementos de velocidad, aumentos de resistencia o a devastadores ataques especiales.

Sin embargo, y siguiendo con los ataques especiales, los realmente definitivos son los de nuestro héroe. A estos se accede pulsando hacia arriba la cruceta, y liberando el enésimo menú radial con el que arrasar al enemigo. Los hay de diferentes tipos, unos para solicitar ataques de naves en órbita, otros para recuperar la salud de las tropas… el que más nos ha gustado, sin embargo, ha sido el Rayo de Poder del Profeta del Pesar: Una admirable demostración de poder en forma de gigantesco rayo, que podremos guiar en tiempo real para arrasar lo que deseemos a su paso.

Por otra parte cuantificar la duración en número de horas es muy complicado, puesto que cada jugador tiene un nivel diferente, y también debido a que con los diferentes niveles de dificultad, ésta, como es lógico, se incrementa. Sin embargo trataremos de dar unas directrices básicas para que el aficionado sepa qué se esconde tras Halo Wars. El videojuego, en primer término, está dividido en cuatro actos independientes que engloban dentro de sí a varias misiones bien diferenciadas. Así pues la campaña individual se compone de 15 misiones de una duración bastante aleatoria, tan pronto daremos con encargos que no nos llevarán más de 20 minutos superar, como nos encontraremos otros que fácilmente requerirán algo más del doble.

Las misiones acaban siendo en esencia el clásico reto de cualquier RTS al uso: Construir una base, mejorar nuestras tropas y aniquilar al enemigo. Sin embargo Halo Wars hace un interesante esfuerzo por no caer en la vacua repetición de patrones, y aporta bastantes misiones de rescate de civiles o de apoyo a aliados, mucho más tácticas y menos laboriosas en las que directamente se nos planta con un puñado de tropas que deberemos mantener hasta el final del nivel sin opción a reclutar más. Como se puede ver, esto tampoco acaba de salirse en demasía de los patrones habituales del género, pero el hecho de que la historia se siga con interés y de que a menudo estas misiones especiales afecten directamente a personajes conocidos, ayuda a inyectarle un plus de pasión al conjunto de la campaña.

Lo que sí hemos notado en el Modo Historia es una excesiva sencillez en los dos primeros niveles de dificultad –Fácil y Normal-. El aficionado más reacio a enfrentarse a retos espectaculares puede optar por estos dos niveles en las primeras partes de la campaña para hacerse con los controles, sin embargo más adelante acabará por darse cuenta de que el verdadero desafío de la propuesta estratégica de Halo Wars se oculta tras Heroica y Legendaria, donde la velocidad de la IA y su ferocidad ofensiva se disparan sacando lo mejor de nosotros mismos. El título, no obstante, es muy permisivo en el campo de la dificultad, puesto que si ésta se nos atraganta o, por el contrario, nos resulta demasiado sencilla nos deja modificarla entre misión y misión.

Savia Multiplayer

Ensemble Studios ha hecho los deberes y nos ofrece un multijugador fantástico con el que complementar una campaña individual francamente buena. Para acceder a él podremos hacerlo mediante las Refriegas o el modo On-line.

Las primeras nos permitirán enfrentarnos a la IA en veloces escaramuzas, seleccionando, como es tradicional, el bando, el número de jugadores y el nivel de dificultad de cada uno, el mapa y la modalidad jugable. Así pues si la partida, por ejemplo, se lleva a cabo en un 3 contra 3, podremos elegir a cual de lo dos bandos pertenecer, y el nivel y la raza de los héroes dirigidos por “la máquina” que nos acompañarán.

No obstante, por divertido que sea disputar una escaramuza rápida, este tipo de contenidos palidecen ante el reto real que supone enfrentarse a rivales humanos que no están regidos por patrones de IA. Para este duelo definitivo deberemos acceder a la opción Multijugador a través de Xbox Live, y desatar todo el poderío on-line que atesora el videojuego.

Aquí podremos optar por uno de los catorce mapas que oferta Halo Wars y que, según su tamaño, ofrecen soporte para entre 2 y 6 jugadores –siempre por equipos: 1vs1, 2vs2 o 3vs3-. Las modalidades de juego son únicamente dos, Estándar y Duelo a Muerte. La Estándar es lo que se puede esperar de cualquier videojuego RTS, donde los rivales se enfrentan entre sí construyendo sus bases y mejorando sus tropas; Duelo a Muerte, por el contrario, da comienzo con todas las tecnologías investigadas y abundancia de recursos.

Por lo demás el multijugador proporciona al usuario la opción de acercarse al conflicto desde la perspectiva Covenant, una interesante vuelta de tuerca a la campaña. Este bando, sin embargo, tiene un funcionamiento muy similar al del UNSC, y pese a que el aspecto y tipo de las unidades cambia notablemente, siguen funcionando con patrones similares en cuanto a construcción, dependencia de suministros y poder por parte de los héroes –en este caso el Inquisidor, el Líder Brute y el Profeta del Pesar-.

Sin embargo, y a pesar de que estas opciones son a tener seriamente en cuenta, Halo vuelve a apostar una vez más por la fortaleza en el cooperativo, y Halo Wars no podía ser una excepción. Con el primer RTS de este fascinante universo podremos superar la campaña entera con un amigo a través de Internet o mediante el clásico enlace del sistema. Además se nos brinda desde aquí la posibilidad de disputar acompañados todas las misiones sueltas que hayamos desbloqueado con anterioridad.

Ciudad de Arcadia –Gráficos y Tecnología-

Si bien estábamos seguros de que la faceta jugable de Halo Wars atesoraría enorme calidad da la experiencia del estudio, sí teníamos mucha curiosidad por ver como solventaría Ensemble Studios su primer trabajo en consola en la faceta gráfica, especialmente teniendo en cuenta los pobres precedentes del género RTS en Xbox 360.

No es que hubiéramos sufrido videojuegos especialmente pobres en lo visual, pero si que hay que destacar que títulos como Supreme Commander, Red Alert 3 o La Batalla por la Tierra Media II tenían una tasa de imágenes por segundo muy irregular en la consola de Microsoft.

Halo Wars es más bien todo lo contrario, y si bien hemos percibido alguna sutil ralentización con la pantalla repleta de unidades, la verdad es que en este campo cuesta encontrarle peros a la propuesta de Ensemble. La tasa de imágenes por segundo no sólo es alta, y como decimos, estable, sino que al mismo tiempo la pantalla está repleta de unidades en muchas ocasiones, y todas ellas con una física muy cuidada.

A decir verdad gráficamente el título también resulta francamente notable, y es que los mimbres artísticos con los que se contaba para hacer un buen trabajo en este campo eran de contrastada calidad. El modelado de todas y cada una de las unidades resulta impecable y colorista, con unas animaciones y un acabado visual al que, como mejor piropo, podemos decir que traslada de forma fenomenal la imaginería Halo al género de la estrategia en tiempo real.

Idénticas impresiones desprende el trabajo sobre los escenarios, muy variados y con la lógica variedad entre entornos selváticos, urbanos, nevados y desérticos que siempre ha caracterizado a la saga. Los edificios gozan, asimismo, de un acabado muy interesante, con unas explosiones y animaciones de derrumbe y construcción más que notables.

Poco que añadir en la faceta visual, donde algunos pequeños aspectos enturbian ligeramente el conjunto. Por un lado, y como era lógico, algunas texturas dejan algo que desear, seguramente sacrificadas para dinamizar la fluidez del conjunto; mientras que la interacción con el entorno queda reducida a la mínima expresión. Por último el trabajo de cámara ofrece una empleo más que correcto, aunque en algunas contadas ocasiones resulta complicado posicionarla a nuestro gusto en los espacios pequeños.

En la faceta del audio nos encontramos con la clásica banda sonora de Halo, inspirada, épica y grandilocuente. El compositor habitual de Ensemble Studios, Stephen Rippy, realiza un formidable trabajo compositivo apoyado por un trabajo incuestionable de la orquesta Philharmonic de Praga.

El videojuego llega a nuestro país con las voces en inglés, aunque con un doblaje en versión original fenomenal. Una lástima, puesto que a pesar de que no hay demasiado diálogo, tendremos que leer los bloques de texto del tutorial y las cinemáticas. El de los efectos de sonido es el último de los formidables apartados de audio de Halo Wars, que contribuye a crear una experiencia atronadora, espléndida y precisa en cuanto a disparos y explosiones.