La lucha de Capcom aterriza en PlayStation 4 y PC con el objetivo de convertirse en el abanderado del género. Street Fighter V tiene cimientos indiscutiblemente interesantes, pero es una barrera infranqueable para los usuarios temerosos de cruzar golpes con desconocidos en línea. Para todo lo demás, entrena y entrena: la Capcom Cup es la cima.
Diciembre de 2014 supuso el pistoletazo de salida y presentación de Street Fighter V. Desde que se sabe de su existencia Capcom ha dejado claro que el competitivo es su cometido principal. Tanto, que de alguna manera parece haber abandonado al usuario que disfrutaba pasando horas muertas en los modos arcade batiendo dificultades imposibles y desbloqueando contenido. Puede que el jugador de fighting haya evolucionado y que a muchos le traiga sin cuidado los desenlaces del dark-hadou y los tejemanejes familiares de la familia Masters.
Lo cierto es que Street Fighter 5 llega al mercado con nulo contenido para el lobo solitario. Capcom parece que quiere borrarlo del mapa. Aunque en marzo recibirán el modo desafío y en junio el modo historia (todo ello gratis y sin coste añadido, faltaría más), la realidad es que la quinta entrega de Street Fighter ha eludido, incluso, el modo arcade. No hay forma humana de echar una partida contra la máquina más allá del pobre modo supervivencia, el entrenamiento contra la CPU o la insuficiente historia que se ha incluido.
No quita que estamos ante un Street Fighter con todas las de la ley y una quinta parte, si nos ceñimos a los estándares de la franquicia y de sus entregas más famosas, a la altura del mito jugable. No es poco, y de hecho, es lo importante. Se ha optado por un sistema de lucha arriesgado y que podría haber comprometido la obra, también se ha puesto sobre la mesa lo que es un nuevo inicio para toda la comunidad. Un pistoletazo de salida ilusionante con el que buscar nuevas metas y acaparar victorias por todo el globo.
A la hora de encarar un Street Fighter no hay que olvidar que lo importante no era saber si Ken se casaría con Eliza al acabar Street Fighter II: lo único que importaba era que aplastaras al tío que había echado 25 pesetas a la máquina mientras jugabas. Una sensación única en el género y por la que Street Fighter V apuesta. Si estás de acuerdo con la máxima estás dentro del nuevo capítulo de la serie; si lo tuyo es saber si Cammy y Bison fueron amantes antes de que la británica perdiese la memoria y dejase el escuadrón de abejas asesinas, no lo es. En todo caso, bienvenidos a la nueva era de la lucha de Capcom.
Get ready for some action
La calidad de la generación de lucha bidimensional está por todo lo alto en la actual generación. Todos los fabricantes han estado a la altura a la hora de resucitar sus franquicias o hacerlas volver para correr en las nuevas circuiterías. Capcom, como no podía ser de otra forma, también lo ha estado en cuanto a las mecánicas: ha respetado todas las bases que convierten a un videojuego en un Street Fighter, y con la altura tomada por la serie en los últimos tiempos es digno de halago.
El testigo de Street Fighter IV es delicado: muchos años funcionando bien entre los jugadores, con un plantel de personajes gigante y con unas mecánicas establecidas que han sido ampliamente aceptadas por sus competidores. El cambio de la cuarta a la quinta entrega es total, similar al conocido de la segunda a la tercera o de la tercera a la cuarta. Lejos de quedarse en su zona de confort, los artistas han preferido arriesgar y revolucionar la jugabilidad con nuevas y únicas posibilidades. ¿Lo han conseguido? Es pronto para decirlo, pero parece que sí.
La variedad de personajes es prácticamente una exclusiva de Street Fighter V: son 16 luchadores con habilidades tan diferenciadas entre sí que ni Ryu y Ken parecen haber compartido maestro. Una grata noticia en realidad, ya que junto a las novedades incluidas en el capítulo hay otras caras que hacía más de una década que no veíamos repartiendo mamporros en pantalla. Rainbow Mika, Karin, Birdie y Charlie Nash no son nuevas adquisiciones a ojos del usuario veterano, pero lo son a sus mandos, ya que poco tienen que ver con sus apariciones en la serie Alpha.
Sin descuidar los nuevos aspirantes Necalli, Laura, Rashid y Fang. El primero es un poderoso monstruo con capacidades cuerpo a cuerpo, la brasileña es una opción que con pocas horas de juego depara grandes daños al rival y Fang es prácticamente una anomalía en la franquicia: el larguirucho juega con venenos y la paciencia del rival; los impactos de sus ataques a distancia envenenan al contrincante, erosionando su vida con cada segundo que pasa. Rashid utiliza las propiedades del viento para sacar partido a su genial juego aéreo. No se ha descuidado la editora de dar un lavado de cara importante al resto del plantel.
Capcom apuesta por competir. Obvia todo lo demás
Con asteriscos, por supuesto, Ryu, Zangief, Chun-Li y Cammy puede que sean los únicos personajes que han mantenido su ADN intacto en la presente entrega, pero los cambios efectuados en Ken, Vega, Bison, Dhalsim los convierten en, prácticamente, nuevos luchadores. Es digno de valorar el gran trabajo efectuado por Capcom en el presente campo, puede que el más importante a la hora de valorar la calidad de un videojuego de lucha. La inclusión de los nuevos sistemas de V-Skill, V-Trigger y V-Reversal amplían de forma considerable sus posibilidades, ya explicadas en los últimos meses.
La V-Skill es una habilidad exclusiva que permite a Ryu, por ejemplo, parar sin daño ataques del rival (lo que sería un parry de Street Fighter III), a Ken lanzar una violenta acometida o a Birdie llenar al área de combate de objetos azarosos. Cada luchador tiene la suya. Las otras opciones, el V-Trigger y el V-Reversal, se activan con la barra que hay encima de la energía, que tiene entre dos y tres contenedores y sus capacidades, como la Skill, son diferentes en cada luchador. El Reversal se activa con una barra del medidor y contrarresta ataques rivales mientras nos cubrimos; el Trigger potencia al luchador a cambio del medidor completo con un estado nuevo: aumentando capacidades de combo, velocidad, estado alterado o invocación de un ataque exclusivo.
Luchar en Street Fighter IV comparado con la quinta entrega es tan diferente como jugar a Street Fighter Alpha 3 o a Super Street Fighter II Turbo: nada que ver. La revisión de todas las mecánicas otorga nuevos aires a la jugabilidad y técnica de juego. No es exagerado decir que resulta menos agobiante y asfixiante que la cuarta parte: se ha bajado el listón con el fin de ampliar las miras de su práctica en el futuro. ¿Significa que es menos exigente? Lo que en realidad significa es que Street Fighter V es un juego de lucha diferente, pero es capaz de mantener intacto los motivos que convierten a un producto del género en un auténtico Street Fighter V.
Here comes a New Challenger!
¿Qué encontrará el usuario que inserta el disco de Street Fighter V en su PC o PlayStation 4? Poco a primera vista. Un modo historia para cada personaje compuesto por entre tres y cinco combates insípidos para desbloquear una trama desquiciante y unas ilustraciones indignas de Bengus. Se sabe que en junio llegará un modo cinemático similar al visto en las últimas producciones de Netherrealm, pero si la trama girará en torno a lo que se explica en lo que se puede jugar actualmente, mejor será no albergar grandes esperanzas.
No se le puede pedir a la historia de Street Fighter ser como la de King of Fighters, Blazblue o Guilty Gear, ya que en las oficinas de sus desarrolladores tampoco ha intentado mantener una línea narrativa lógica o a la altura de los grandes del género. Lo albergado en el modo historia, que apenas ocupa una hora y media completarlo con todos los personajes, no son más que tonterías protagonizadas por los personajes del videojuego. Se queda corto en todo los sentidos, incluido en lo jugable y en cuanto a lo ofrecido. Parece que han olvidado hasta lo fundamental en el contenido para un jugador.
Resulta incomprensible que Capcom no haya optado por añadir algo tan básico y normal como un modo arcade. Uno normal y corriente habría bastado: luchar contra unos cuantos enemigos, jefe final y a volar. Aumentar dificultad, conseguir trofeos nuevos por ello… en fin, lo que lleva haciendo el género toda la vida. Dejando de lado la posibilidad de luchar contra bots en el modo entrenamiento, no hay otra forma de jugar contra la máquina y sus personajes a una dificultad más elevada: todo se ha centrado en un insípido y pobre modo supervivencia nada satisfactorio. En teoría otorgará premios y fight money, pero la tienda está cerrada hasta marzo no hay forma de saber sobre su funcionamiento hasta nueva orden.
Ahí acabaría el contenido para un jugador. Resta el modo entrenamiento y el desafío, que desgraciadamente, no estará disponible hasta marzo. La sensación general es que Capcom quiere que el jugador se centre en la competición y el cruzarse contra enemigos de todo el mundo, un cometido muy noble, pero se echa en falta que hubiese sido capaz de instruir a los nuevos que llegarán con el presente título. La ausencia total de un tutorial serio que explique las bases reales del juego, no la memez que se explica al poner el juego por primera vez, habría sido clave para enganchar a nuevos luchadores.
Todo el trabajo y el esfuerzo está en el online. La Capcom Fighting Network es el mejor de los añadidos
Todo el trabajo y el esfuerzo está en el online. La Capcom Fighting Network es el mejor de los añadidos al producto: un potente motor de búsqueda de jugadores y estadísticas, con la posibilidad de ver sus últimos combates y estudiarlos al dedillo con herramientas de visionado muy interesantes. El análisis de cada uno de los combates de los mejores del mundo está al alcance de un par de botones, algo que entretendrá a los más duchos competidores. La ausencia prácticamente total de contenidos para un jugador dejaría en una situación muy comprometida al juego si no funciona en línea como se espera.
¿Hay motivos para temer sobre su rendimiento online? Depende: en los días previos al lanzamiento del análisis todo ha funcionado relativamente bien, pero "relativamente bien" no es el nivel esperado por los usuarios. Se sabe que Capcom ha estado aprovechando hasta el último momento para mejorar la experiencia online del título, pero restará esperar el comportamiento de los servidores una vez aterricen todos los usuarios el próximo 16 de febrero. La compañía ha trabajado en muchas betas para estar preparada para el esperado momento, ¿lo estará? El rendimiento ha mejorado según se acercaba el lanzamiento.
En el peor de los casos, y por lo comprobado en pruebas y los días antes del estreno, el lag hace imposible la partida. No ralentiza el match como en otras entregas del pasado, directamente lo imposibilita: los movimientos de los luchadores aparecen entrecortados, parece que impactan al rival pero en realidad no lo hacen, y muchos usuarios al comprobar la situación prefieren dejar el stick y esperar su muerte. No vale la pena jugar así. Los mayores problemas encontrados están en los combates entre PlayStation 4 y PC, y si Capcom no logra hacerlos funcionar adecuadamente, ¿de qué servirá la exclusividad en consolas y el cross-play entre plataformas?
Hablando de plataformas, el rendimiento técnico del juego en PC es excelente: no hace falta un gran ordenador para disfrutarlo y responde a las mil maravillas. La versión de PlayStation 4 tiene ligeros problemas técnicos en algunos escenarios, llegando a obviar frames de los luchadores con tal de no comprometer su tasa de imágenes por segundo. Es algo que puede resultar vital durante las partidas competitivas a niveles altos. No parece un problema difícil de arreglar con un parche en los próximos días. 1080p y 60fps, por supuesto, y totalmente compatible con arcade sticks oficiales de PlayStation 3 en la actual generación de Sony. Son menores los problemas de compatibilidad en el territorio del ordenador. En todo caso, gratas noticias para todos los usuarios.
La interfaz es de fácil y ágil uso. El buscar a tus amigos, el encontrar nuevos rivales e invitarlos a nuevos combates se hace desde un menú supletorio en la pantalla principal. Puedes activar búsquedas mientras entrenas, juegas al modo historia o supervivencia, de tal forma que, si tu deseo es seguir compitiendo, nunca perderás de vista a los rivales que puedan acechar en cualquier momento.
Espectáculo visual; nostalgia sonora
El estilo visual de Street Fighter se ha respetado al máximo, incluyendo nuevos trajes y apariencias para algunos de los pesos pesados de la franquicia a la altura de lo esperado. El paso de los años ha sentado bien a muchos de los luchadores que se muestran con mayor edad, y el diseño de Ken, aunque acertado, no ha dejado indiferente a nadie. Los escenarios son variados y adecuados, tanto como sus diseños y posibilidades, ofreciendo, en algunos casos, divertidas situaciones para los perdedores y gloria para los vencedores.
Como ha venido siendo habitual, los luchadores cuentan con dos pistas de audio: el japonés y el inglés. Se ha hecho un gran trabajo en los dos campos y no hay queja al respecto, tampoco en la música, con buenos y nuevos temas mezclados con algunos clásicos imprescindibles de la franquicia que se han acomodado a una nueva revisión. Se complementan bien y suponen una bocanada de aire fresco para los ritmos de sobras conocidos por todos los usuarios del género. Se espera que con la llegada de los futuros luchadores, Alex, Urien, Ibuki, Juri, Balrog y Guile conozcamos nuevas revisiones de auténticos clásicos de la serie.
Es importante insistir en el cambio de negocio de Capcom. Se ha jubilado el modelo de juego por expansiones, y a partir del próximo mes de marzo se irá ampliando con contenido que el usuario podrá pagar con dinero conseguido en el propio juego. Es un modelo similar al conocido en producciones de éxito como League of Legends o HearthStone, y será una recompensa interesante para los usuarios que saquen mayor partido al software. Los que no tengan tiempo podrán comprar esos añadidos con dinero real, pero el hecho de no obligar al usuario a acceder a nuevos juegos y el garantizar que Capcom va a centrar sus esfuerzos en Street Fighter V con parches de forma regular es una muy buena garantía.
Una última reflexión antes de concluir: la tercera parte de Street Fighter tampoco comenzó en las mieles de la excelencia. A la hora de hablar de Street Fighter III todo el mundo se refiere a Third Strike, pero nadie recuerda New Generation y Second Impact, los dos títulos que le precedieron. Puede que dentro de dos o tres años olvidemos que la quinta entrega llegó a las tiendas sin dar un gran campanazo, pero resulta inevitable pensar que si bien alberga excelencia incuestionable en lo jugable y lo competitivo, se queda corto en el contenido. No hará falta hacerse con la versión Super o Ultra del juego para descubrirlo, ya que Capcom ha insistido mucho en que el modelo de negocio tradicional del género es cosa del pasado. El tiempo dirá si el usuario catapulta a Street Fighter V a la constelación del deporte electrónico.
En lo importante Street Fighter V es un videojuego espléndido, pero no estará a la altura de todos los usuarios de la franquicia. Es simple: ¿Buscas contenido para un jugador? No es tu juego. Puede que esperar al próximo mes de junio sea una solución, pero no parece que sea la opción óptima en el mercado si tu interés no pasa por competir. ¿Deseas competir? Supone un nuevo comienzo para todos los luchadores del mundo, y Capcom ha centrado todo su esfuerzo en convertirlo en un eSport que sea capaz de superar todo lo visto en el género de la lucha en los últimos años. En su mano está el lograrlo: el compromiso parece total, pero puede que no sea suficiente para todos los seguidores de la franquicia.
Comprar Street Fighter V- Una revisión completa de lo que significa ser un Street Fighter
- Mecánicas arriesgadas que han acabado funcionando
- Crossplay entre plataformas: una comunidad competitiva unida por primera vez
- Street Fighter V será jugable durante toda la generación sin tener que comprar nuevas versiones Super o Ultra
- No es un juego para usuarios que no compitan: va muy corto de contenido offline
- Absoluta ausencia de herramientas para aprender las bases reales del competitivo
- No se han concretado grandes detalles del contenido futuro o la forma gratuita para su acceso
