Pasa desapercibido… o muere. Tan brutal como suena, en el análisis de Overkill's The Walking Dead repasamos las virtudes y defectos de un videojuego de acción cooperativa con gran potencial que todavía tiene mucho que demostrar. Usa el sigilo, ¡y la cabeza!, para escapar de las garras de la muerte. ¿Te atreves?
Rodeado por los muertos vivientes, sin opción de escapar, tu primera reacción es coger un arma de fuego y disparar. Disparar hasta que no quede ni uno solo en pie. Es una mala idea. A veces ni así podrás protegerte de la horda de caminantes que, como una plaga bíblica, devora todo cuanto se cruza en su camino; pero más importante aún, disparar implica generar ruido, mucho ruido, y ese es el mayor reclamo para que los cadáveres andantes acudan al lugar en masa. A día de hoy es algo que algunos aficionados de Overkill's The Walking Dead no terminan de entender. Este no es un videojuego de acción al uso. Puedes disparar, sí, y usar un amplio arsenal de armas de fuego, bombas incluidas, pero la base es el sigilo, la supervivencia, y no los desenfrenados tiroteos a los que nos han acostumbrado otros títulos del estilo. Ese es precisamente el matiz diferenciador que tanto me gusta de esta obra desarrollada por los autores del exitoso Payday. Sin embargo y a pesar de su potente premisa, el resultado no es tan satisfactorio como esperaba.
Más allá de los errores, muchos, que entorpecen el buen funcionamiento del juego, lo que más echo en falta es una experiencia de supervivencia más profunda; una mayor variedad y retos que de verdad exploren esa idea de mundo en ruinas que tan bien retratan los cómics que dieron origen al universo The Walking Dead. Algo de ellos hay en esta producción de Overkill, ¡que para algo colabora el autor de la saga, Robert Kirkman!, pero al final te quedas con un regusto amargo. Es divertido, más si juegas en compañía de amigos, pero a la vez también puede ser frustrante; por momentos resulta una obra emocionante capaz de generar una tensión brutal, y en otras… en otras es demasiado simple con los retos que plantea. Es una pena, pues el proyecto nace con la idea de brindar a los jugadores la libertad de acción suficiente como para que encaren cada misión del modo que prefieran. En parte es así, pero del modo más simple que podáis imaginar. ¿Tenéis cizallas? Podréis acabar con obstáculos que os guíen por un camino más directo, esquivando en muchos casos grandes grupos de caminantes; pero como digo no supone un gran cambio.
¡No disparéis! (Don't Shoot!)
Puede que sea la frase más repetida. Yo mismo me he visto obligado a gritarlo en mitad de una partida. "¡No disparéis!" Es lo peor que se puede hacer; más en los compases iniciales de la misión, cuando todavía quedan muchos retos por delante. El ruido atrae a los caminantes y, cuando más ruido generemos, más enemigos habrá en pantalla. No es algo inmediato. Hay tres niveles de horda, siendo el último un auténtico infierno. Llegados a ese punto el éxito de la misión es casi una quimera.
Hay tantos zombis, tantos monstruos bloqueando el camino, que ni disparando con nuestras mejores armas tendremos fácil escapar de sus garras. Y eso me gusta. El videojuego consigue a su modo hacerte sentir miedo convirtiendo a los caminantes en una amenaza real aun cuando no están a la vista. En cualquier momento pueden aparecer en tromba arrasando con todo a su paso. La idea es brutal y es lo que te obliga a actuar con suma cautela apostando por las armas cuerpo a cuerpo. Con ellas impera el silencio, y ese es vuestro mejor aliado.
El juego luce bien pero sin sorprender, destacando la cantidad de zombis en pantalla
No vayáis a pensar por ello que en Overkill's The Walking Dead no hay tiroteos, claro que los hay, pero como en los cómics de Robert Kirkman son el último recurso; una medida drástica a usar especialmente contra otros humanos. Son estos enfrentamientos los que peores sensaciones transmiten. Los rivales, una banda conocida como La Familia, son estúpidos a un nivel preocupante. Corren sin ton ni son en mitad de una batalla buscando la peor cobertura de todas, ¡ninguna!, poniendo demasiado fácil el acabar con ellos a poco que afrontéis la lucha con un mínimo de estrategia. Se aturullan o entorpecen ellos mismos de forma constante, errando disparos fáciles o sufriendo de una ceguera extrema que te saca por completo de la acción. Son además rivales de gatillo fácil. A la mínima disparan sin control, lo que te hace preguntarte cómo han sido capaces de sobrevivir tanto tiempo, pues son máquinas de generar ruido.
Es una pena también que una vez saltan las alarmas ya no hay vuelta atrás. Todos los enemigos de la zona se pondrán a disparar sin control, limitando mucho las opciones de juego. No queda más que disparar y acabar con ellos lo antes posible usando armas de fuego. ¿El previo? Genial, como las escenas con zombis, pues hay tal tensión en el ambiente que te mueves con un cuidado extremo para evitar llamar la atención. El videojuego permite además tender trampas usando a los caminantes como vehículo de distracción. ¿Los hay encerrados en un camino? Déjalos sueltos y deja que sean ellos quienes acaben con los rivales. Por eso es tan importante la cooperación en Overkill's The Walking Dead; cooperar y actuar con cabeza evitando el combate directo. Cada uno de los cuatro supervivientes cuenta con habilidad especiales que pueden suponer la diferencia entre el éxito o fracaso de la misión.
Botiquines, cócteles molotov, granadas de humo, mayor resistencia al daño, la capacidad de detectar trampas y objetos de interés… aunque peca de ser simple en su acción, lo nuevo de los autores de Payday ofrece amplias opciones de personalización para adaptar el estilo de juego del superviviente al nuestro propio. Y esto incluye el tipo de armas a las que tienen acceso, pues aunque cada clase está especializada en unas concretas, podemos potenciar y mejorar su uso independientemente del personaje al que controlamos. Hay montones de ítems con los que modificar las armas, con miras telescópicas, culatas y otros elementos que mejoran la potencia de fuego, estabilidad del arma, su capacidad de carga y demás. En este sentido, claro, hay objetos raros que se encuentran ocultos en los escenarios, lo que obliga a explorar bien cada mapa con el fin de hacerse con las mejores herramientas para la supervivencia.
Cooperar y actuar con cabeza evitando el combate directo es vital
Por eso la repetición es una constante en un videojuego que a corto plazo se vuelve… eso mismo, repetitivo. Hay pocas variaciones y si bien las misiones principales presentan un buen diseño, aunque algo limitado, las que te proponen defender tu campamento son bastante pobretonas. No deja de ser una simple lucha contra oleadas de muertos o humanos sin nada más de por medio. Y aunque es verdad que puedes establecer defensas, como tablones, barriles explosivos o alambradas, poco aportan más allá de disparar a todo lo que se ponga por delante. Y el problema es ese; que tienes que repetir las misiones para conseguir puntos de experiencia con los que potenciar las habilidades de cada uno de los supervivientes, lo que puede volverse una tarea tediosa. Hay varios niveles de dificultad y el que haya secretos ocultos en cada escenario motiva, en cierto modo, a repetir misiones; pero no es suficiente y al final le pasa factura a un videojuego corto de contenidos.
Apunta maneras pero se queda en eso, en promesas a medio cumplir. Es algo que ocurre a todos los niveles. Valga como ejemplo la gestión del campamento, que podemos mejorar invirtiendo los recursos que encontramos en las misiones. La idea está muy bien porque permite potenciar las habilidades especiales de los supervivientes a la vez que obtenemos otras ventajas tácticas, pero es otra opción simple en exceso. Incluso la posibilidad de salvar inocentes para luego enviarlos a cumplir tareas especiales con las que obtener más recursos se siente en muy limitado. Por eso me da tanta pena que un proyecto con tantísimo potencial se quede a medio camino. Que apueste por el sigilo le diferencia de otros títulos del estilo… pero no demasiado. Y es el mayor error de Overkill's The Walking Dead. Puedo aceptar que el combate cuerpo a cuerpo sea, en cierto modo, algo simple; pero ya cuesta más de aceptar que sus misiones sean en general un más de lo mismo. Cambia la ambientación y el trasfondo argumental, pero hay pocas variaciones en los retos que plantea. Y es una pena, viendo que los pocos puzles que introduce están muy bien por obligar a los aficionados a cooperar. No es suficiente. Y menos en estos momentos en el que el juego, a pesar de las actualizaciones, continúa sufriendo de errores graves que terminan por arruinar la experiencia.
Lo cierto es que el argumento de Overkill's The Walking Dead no es sorprendente ni impactante
Otro de los aspectos que más expectación había suscitado entre los aficionados era la base argumental del videojuego. Estando implicado el autor de los cómics, que llegó a decir que Overkill's The Walking Dead era un videojuego para adultos que trata el tono y la historia "con una seriedad pocas veces vista" en la industria del ocio electrónico, lo cierto es que el argumento de Overkill's The Walking Dead no es sorprendente ni impactante, aunque sí cumple con lo esperado. La narrativa fluye al comienzo de cada misión con una serie de cinemáticas que sirven para ponernos en situación, además de en las propias escenas de juego, donde los acontecimientos surgen de forma natural al paso de los protagonistas. Pese a ello tiene un protagonismo secundario, y deja con la sensación de que no se ha aprovechado del todo ni el escenario de Washington, ni a los nuevos supervivientes a los que presenta el juego. Esto lo digo a sabiendas de que lo que hoy tenemos en nuestras manos es una primera temporada que se verá ampliada hasta junio de 2019 con nuevas misiones que estarán disponibles sin coste alguno para los aficionados. Será entonces el momento de juzgar.
En cuanto al apartado gráfico, el juego luce bien pero sin sorprender. Me encanta la cantidad de zombis que pueden aparecer en pantalla, habiendo de por medio criaturas con "habilidades" únicas como los inflados, que explotarán, o los soldados, que estarán fuertemente protegidos. Más allá de eso, y a pesar del uso del Unreal Engine 4, el videojuego es bastante resultón, aunque en lo artístico sí presenta un tono que me gusta. Lo mismo podría decir de la banda sonora, que casa perfectamente con el universo Walking Dead. A destacar también que el juego cuenta con voces en inglés y textos en español. No quiero terminar el texto sin destacar que no es posible jugar con bots, como ocurre en otros títulos del estilo, pero Overkill sí te deja jugar las misiones en solitario, adaptando el nivel de dificultad a ello. Me parece una buena idea, aunque echo en falta los bots mientras esperas la llegada de otros jugadores. En cuanto al matchmaking, no he tenido problemas para encontrar partidas, aunque sí que es verdad que a veces se toma su tiempo.
Con algo más de tiempo y nuevos contenidos, Overkill's The Walking Dead puede convertirse en esa gran aventura de acción y supervivencia que los fans de la serie esperaban, pero en estos momentos el videojuego de los autores de Payday no está a la altura de las expectativas. Demasiados fallos, un combate algo simple y un diseño de misiones con pocas variaciones le restan atractivo a pesar de las buenas ideas que atesora.
- Buena ambientación y su apuesta por el sigilo; al final tienes miedo a disparar
- Las hordas de zombis. El juego transmite la angustia que supone ser acorralado
- A pesar del buen diseño de misiones, hay poca variedad en la acción
- Combate algo simplificado, especialmente en la lucha cuerpo a cuerpo
- Terrible inteligencia artificial. Los enemigos humanos son un desastre
- Errores que entorpecen el buen funcionamiento de la partida
