Después de muchos años encerrados en su guarida subterránea, las tortugas ninja han decidido que ya era hora de entrar en acción. Ubisoft también, y por ello nos ha traído la adaptación de la reciente película creada por Imagi Animation Studios. Manhattan te llama, así que sal del caparazón y disponte a coger con fuerza tu DualShock. Ha llegado el momento de volver a gritar aquello de… ;¡cowabunga!!
Desde su creación en el año 1984, pocos habrían aventurado el éxito que iban a alcanzar entre el público más juvenil unas simples tortugas mutantes. A través de los años, y hasta el día de hoy, iban a surgir gran cantidad de comics, series de televisión, juguetes, películas, y algún que otro videojuego basado en las aventuras de estos quelonios con aspiraciones de ninja.
Los japoneses de Konami constituyeron, en este sentido, el alma máter de una franquicia reconocida por un marcado estilo beat ‘em up que iba a crear época. El enfoque era el adecuado, dándonos unos divertidos títulos que podíamos compartir con otros amigos gracias al modo cooperativo. Dar mamporros por las calles de Manhattan pocas veces había sido una experiencia tan gratificante.
Las tortugas se mudan a Ubisoft
Ahora, unas cuantas primaveras después de aquello, nos llega otro título. Como primera aproximación, os diremos que la famosa firma japonesa ya no se encuentra detrás del videojuego, sino que ha entrado en escena Ubisoft Montreal, encargada esta vez de la nunca fácil tarea de adaptar un éxito de la gran pantalla al formato videojueguil. Una adaptación que en su planteamiento no prevé grandes modificaciones con respecto al guión original.
Con una mezcla de beat ‘em up y plataformas, los desarrolladores franceses nos ofrecen una acción basada en los hechos acaecidos en la película, empezando con la historia de Leonardo en Sudamérica para ir adentrándose más tarde en el resto de hermanos. La ilustración del comienzo de cada una de las fases se realiza a través de un vistoso estilo cómic aderezado con la voz en off del maestro Splinter y las propias tortugas.
Así da gusto ser un quelonio
El esquema de juego, asimismo, resulta muy sencillo. Se basa casi exclusivamente en un sistema de plataformas donde los saltos cobrarán un especial protagonismo. A estos efectos, todas las tortugas cuentan con una serie de acciones más o menos acrobáticas, además de las típicas habilidades que los diferenciarán. Para todos ellos estarán los dobles saltos para llegar a lugares más lejanos, los saltos con rebote para escalar hasta la azotea de un edificio, el uso de los postes colgantes para balancearnos o la presencia de salientes en las fachadas para agarrarnos y desplazarnos de un lado a otro.
La familia por encima de todo
A pesar de que las tortugas parecen individualmente autosuficientes, hemos de tener en cuenta que forman una familia, de manera que el éxito en este videojuego dependerá directamente del grado de interacción y de unidad que sepamos conseguir. En no pocas ocasiones tendremos que cambiar de quelonio durante la partida, de manera que podamos tener acceso a los nunchakus de Miguel Ángel (por poner un ejemplo) para planear a través de los cielos de Manhattan.
No será la única ayuda de la que disfrutaremos en el título. También existirá la posibilidad de llamar a nuestros compañeros durante un salto, con el consiguiente impulso que nos hará llegar a sitios antes inaccesibles, o de realizar ataques combinados que nos saquen de una situación peligrosa. No obstante, habrá que tener cuidado con llamar a nuestros hermanos tortugas, y es que para que la unidad familiar se conserve la cooperación ha de llevarse a cabo de una manera exitosa.
Desata tu furia
A efectos de indicarnos este y otros aspectos del título, Ubisoft se ha inventado una serie de indicadores como el medidor de lazo familiar que acabamos de tratar. Pero hay más. Uno de los más importantes es el que se rellena a través de nuestras luchas a lo largo de los más de quince niveles de los que consta el videojuego. Se trata del medidor estrella, un particular contador que cuando esté completo, nos facultará para realizar un ataque lleno de furia en el que no faltará el siempre recurrente efecto blur.
En lo que duren estos momentos tan especiales, nos sentiremos amos de los destinos de nuestros adversarios. Los golpes sonarán más intensamente, además de que tendrán el doble de efectividad. Sin embargo, todo tiene un fin. El poder estará limitado a unos pocos instantes, además de que podrá interrumpirse si es que no logramos esquivar los ataques de algunos de los audaces y variados enemigos que plagarán esta mezcla de acción y aventura con forma de videojuego.
Algo más que conchas
Cuando hayamos completado cada una de las fases se nos mostrará una pantalla de evaluación. No sólo tendrá en cuenta nuestra destreza en el arte de la lucha, sino también la rapidez a la hora de completar las fases (que tendrán una media de 10-15 minutos de duración). Adicionalmente, habrá que recoger una serie de monedas desperdigadas por el camino. Esto al final subirá nuestra calificación y, tal vez, el número de conchas con el que seremos recompensados.
Unas conchas que nos abrirán la puerta de la rejugabilidad en concepto de vídeos, artworks, trucos y desafíos. Dentro de estos últimos, controlaremos a las tortugas en unos escenarios virtuales que siguen el estilo marcado por Snake en las misiones VR de “Metal Gear Solid”. En este caso, sin embargo, no habrá nada de sigilo, sino muchas plataformas y saltos más o menos ajustados que superar.
Tortugas juntas pero no revueltas
A pesar de la considerable cantidad de opciones disponibles, TMNT falla en uno de los aspectos que nos hubiera gustado que estuvieran presentes: el modo cooperativo. Viendo el desarrollo del videojuego, lo ideal hubiera sido que hubiera aceptado, al menos, dos jugadores simultáneos. Sin embargo, al final nos hemos quedado con la no despreciable opción de cambiar de tortuga (no siempre se puede hacer), o de solicitar la ayuda de un hermano quelonio en cualquier momento.
Las tortugas ninja de PS2 carecen de la resolución de la versión para Wii. No obstante, el planteamiento gráfico general y el uso de efectos es más correcto, con unas texturas que, aunque presente fallos casi inapreciables, logran una armonía en el entorno más apreciable que en el caso de Wii, donde los escenarios parecen más planos y vacíos. Además de esto, la versión de PS2 destaca por un mejor uso de la cámara a causa de que se aprovecha mejor el dinamismo que aporta la técnica del zoom.
El apartado sonoro, por su parte, cumple las expectativas con una banda sonora que nos mete en la acción y unas voces que, aunque puedan resultar repetitivas en ocasiones, gozan de una aceptable calidad.
Las tortugas ninja han vuelto al mundo de los videojuegos acompañados de una desarrolladora diferente a Konami y con motivo de una película de gran éxito. Siguiendo la tradición en este tipo de conversiones, el resultado ha sido un producto llamativo y con una calidad aceptable. Es una compra recomendable para los fans de los quelonios y para todos aquellos que quieran o hayan disfrutado ya de la película.
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