Telltale, la experta en adaptar licencias a videojuego, firma aquí su trabajo menos inspirado. Minecraft: Story Mode es un título correcto que agradará a los fans del universo creado por Mojang, pero que no cumple con el nivel de calidad que el estudio acostumbra a ofrecer.
¿Cuántas veces se puede repetir la misma fórmula y que salga bien? En el caso de Telltale, no hay respuesta correcta. Uno puede despiezar sus juegos y ver un puñado de escenas automáticas, con cada vez menos interés en la exploración, mezclado con secuencias de acción y Quick Time Events y decisiones en los diálogos, y no iría mal encaminado. Pero hay que reconocer que en el conjunto, lo que ha hecho a Telltale estar donde está es la historia del videojuego: personajes bien construidos, ambientaciones logradas y unos cuantos giros argumentales que nunca dejan de sorprender.
Ni siquiera cuando la materia prima no era tan rica como un The Walking Dead, un The Wolf Among Us o incluso un Game of Thrones, eran capaces de sacar oro con Tales from the Borderlands, pero por más que han excavado en la mina de ideas, situaciones y posibilidades del universo Minecraft: Story Mode se siente falto de inspiración. No importa que no seas un gran aficionado al juego de Mojang, todos somos capaces de reconocer por qué este título se ha convertido en una sensación: la posibilidad de construir y modificar el mundo a tu alrededor, de explorar el suelo bajo tus pies, unido a la faceta de supervivencia y el multijugador, es capaz de devolvernos ejemplos en forma de megalómanas construcciones y anécdotas por doquier.
Pero por más que Story Mode se esfuerza, no hay tanto de ese espíritu en su historia. Su mundo es de los menos atractivos que se pueden crear en un servidor, mientras que la historia que se nos cuenta tarda tanto en arrancar, que cuando parece ponerse algo interesante puede ser demasiado tarde. Por supuesto, Minecraft no puede ofrecernos una perspectiva tan oscura y, digamos, madura, como los otros juegos de Telltale, pero tampoco logra encauzar su humor ni aprender de las situaciones que ocurren a la gente que disfruta del original.
Creando bloques narrativos
Se queda en lo básico: construye un refugio pulsando A repetidas veces, ataca a un Creeper con tu espada de madera, esquiva ataques mediante QTEs, y construye herramientas básicas (quizá, uno de los aspectos más interesantes de la aventura que esperamos se aproveche más en los siguientes episodios). Puede entonces que sean sus personajes los que no terminen de arrancar, a base de arquetipos juveniles que no saben desembarazarse del cliché, pero no hace falta un mundo oscuro y maduro para crear grandes situaciones y protagonistas que sean capaces de conectar con el jugador, tenga la edad que tenga.
Hay también decisiones, por supuesto, aunque en algunas ocasiones no necesitarás de una segunda partida para comprobar que no van a ningún sitio en su mayoría. Las hay algo más importantes, y casi con una cierta intención a servir de moraleja a la hora de relacionarse con los demás en la adolescencia, pero antes de que te dé tiempo a pensarlo dos veces, estás demasiado ocupado en una apresurada escena de acción. Otras, sin embargo, pueden llegar a tener algo más de trascendencia, pero tendremos que esperar a los siguientes capítulos aún para comprobarlo.
Aun así, hay elementos interesantes en Story Mode y es más que seguro que los aficionados de Minecraft serán capaces de disfrutarlo, pero es evidente que la dirección de Telltale es complaciente con el público más juvenil, obviando que también hay otro público de mayor edad que fue el que descubrió la alfa de Mojang y sigue dentro de su mundo. Se agradecen, además, detalles como el hecho de poder elegir entre un personaje masculino y femenino, aunque compartan nombre, y pese a que el estilo artístico de Minecraft es totalmente contrario a lo que necesita Telltale para hacer funcionar la máquina (expresividad en sus personajes) es sorprendente cómo han logrado exprimir y dar vida a estos polígonos pixelados que pueblan su mundo.
Que Minecraft: Story Mode tiene una intención clara de aprovechar el tirón de dos fórmulas de éxito es evidente. Pero Telltale podría haber sacado mucho más partido al universo que ha recreado con sólo darse una vuelta por sus comunidades, y ver las historias que ocurren en su mundo y de lo que son capaces de hacer los usuarios con las herramientas del juego. Muchos de sus diseños que emulan el inframundo, sus cuevas o sus construcciones, no son ni la mitad de inspiradas como las que han hecho grande a esta comunidad. Y si a ello le sumas el inmovilismo de una compañía que se niega a avanzar, que no es capaz ni de cambiar un sistema de inventario o un interfaz de exploración que no funciona, entonces se ven más aún las aristas de la conformidad.
Minecraft: Story Mode es un juego de Telltale, sí, pero lo disfrutarán mucho más los grandes aficionados a Minecraft que quieran ver otra perspectiva de su juego favorito, que los fans de la compañía cuenta-cuentos por excelencia. Una historia que tarda demasiado en arrancar y una faceta humorística que aprovecha poco el mundo en el que se inspira, lastran demasiado un primer capítulo que puede (y necesita) mejorar en los siguientes.
Comprar Minecraft: Story Mode- Telltale saca expresividad de donde no la hay, dotando de vida a sus personajes
- Algunos elementos, como la construcción de objetos, son interesantes aportes
- Una historia que tarda en arrancar y que a veces no parece marca de la casa Telltale
- No aprovecha las fortalezas de la franquicia, sobre todo, en las posibilidades humorísticas
- Diseño correcto, pero con un potencial poco aprovechado
