Comienza el nuevo turno de guardia, esta vez saliendo de la famosa y tenebrosa pizzería para vigilar una atracción de feria igual de siniestra. Nuevas características y algunas decisiones dudosas en la entrega más cuestionable del fenómeno virtual en que se ha convertido esta franquicia.
¿Por qué Five Nights at Freddy’s se ha convertido en un título tan popular desde que vio la luz a mediados del año pasado? Mirando a la primera parte puedes encontrar mecánicas interesantes, y aunque no todas ellas están lo suficientemente cuidadas, el golpe de efecto funciona. Se trata de un buen equilibrio entre manejar la tensión, aplicar estrategia y castigar la imprudencia mediante el susto. Pero la obra de Scott Cawthon no pasará a la historia por el mérito jugable, aunque muchos se empeñen: lo hará por YouTube. Si no nos creéis, solo tenéis que echar un rápido vistazo a Wikipedia y al popular reproductor de vídeos.
Es difícil saber si Five Nights at Freddy’s dio en el clavo por ser un juego que supo captar su generación, o si simplemente introdujo los elementos que funcionan en la actualidad a sus mecánicas jugables. Una estructura tipo roguelike en la que sólo tienes una vida y la muerte supone volver a empezar: lo tiene. Gestión de recursos, aplicando técnicas sencillas sin apoyar el terror en los gráficos: lo tiene. El "gran momento" donde llega el susto y todo el mundo desea ver o incluso grabar su reacción dando un respingo ante la cámara para disfrute del personal: definitivamente, lo tiene.
Ahora bien, si en algunas ocasiones encontramos difícil argumentar la existencia de algunas franquicias de forma anual, es más difícil justificar (se trate de un título independiente o no) que hayan pasado por nuestros ordenadores tres entregas de esta serie en poco más de medio año. Sí, hay nuevas características, pero todo se antoja más una rápida expresión de la fórmula antes de que se pase de moda y encontremos un nuevo título con el que asustarnos en nuestros reproductores.
Error de Seguridad
Con todo, Five Nights at Freddy’s cuenta con una buena legión de seguidores que defienden la obra más allá de lo que el jugador medio conoce de él. Y es cierto que esa especie de "escondite inglés" que se forma con los animatronics tiene mucho de saber predecir la situación y otro poco de ensayo y error, además de una historia sutil que es interesante por lo que se cuenta y por cómo lo cuenta. Esta tercera parte añade a las supervisión por las cámaras nuevas funciones como la posibilidad de crear sonidos en distintas habitaciones, cerrar conductos de ventilación y resetear los sistemas cuando empiecen a dar problemas. Mientras, reduce el número de terroríficos muñecos a uno solo: Springtrap, una especie de prototipo descartado de conejo que cierra el círculo de la historia contada por los tres juegos.
El planteamiento de FNAF3 es similar, sólo que ahora no estaremos en la famosa pizzería de Freddy Fazbear, sino en el parque de atracciones, en la casa del terror Fazbear’s Fright, treinta años después de que el primer lugar cerrara sus puertas. Nuestro trabajo vuelve a ser el mismo: sobrevivir cinco noches supervisando el lugar a través de una red de cámaras de seguridad, evitando que la marioneta nos sorprenda y se nos lance a la pantalla.
A diferencia de los anteriores títulos, el hecho de que sólo tengamos que ocuparnos de una sola marioneta cambia mucho las reglas del juego, olvidándonos del sistema energético de la primera parte, o de la máscara de la segunda, por ejemplo, para tener siempre ocupado a Springtrap mediante señuelos de audio o cerrándole el paso en los conductos de ventilación.
Estas dos mecánicas se vuelven muy importantes para poder controlar el movimiento de Springtrap. Movimiento muy mejorado con respecto a las anteriores entregas por cierto, ya que por fin vemos a la marioneta moviéndose ante nuestros ojos, en vez de anticiparse cuando está fuera de nuestro campo visual. Los sonidos y los cierres de conductos despistan a Springtrap, pero el sistema se sobrecarga cada vez más y tendremos que resetearlo para que vuelva a funcionar, momento en el que deberemos tener el más extremo cuidado. Además, si el sistema de ventilación empieza a fallar, tendremos una especie de alucinaciones que nos harán ver a algunos de los personajes de los anteriores juegos, que incluso nos saltarán a la cara pero no provocarán el Game Over. Aun así, muchos aficionados echarán de menos a Foxy, Chica, Bonnie, Freddy o el niño del globo, que en esta ocasión solo tienen un protagonismo testimonial.
El principal problema de Five Nights at Freddy’s 3 es que, una vez pillado el truco, prácticamente todas las noches pierden la gracia. Tener a Springtrap ocupado con el sistema de sonidos en una misma habitación y comprobar los conductos regularmente hacen que las noches puedan pasar volando, teniendo en cuenta que es la única amenaza a la que tendremos que enfrentarnos. Es cierto que el hecho de que solo sea una marioneta en esta ocasión, hace que todo sea más ordenado, pero de alguna manera se siente como si el juego hubiera retrocedido en algunos aspectos con las ideas de las anteriores entregas.
![Es curioso que siendo esta la tercera entrega de un juego tan igual desde su concepción, algunas de las decisiones de diseño escogidas para este título sean, cuanto menos, dudosas. De cinco noches que dura la obra, como siempre, una de ellas está ahora totalmente dedicada a un tutorial, que además, no ayuda mucho más que tu propio ensayo y error con los controles, imposible de llegar al [b]Game Over[/b]. Es cierto que tras acabar el juego se añade una noche extra en el modo pesadilla, pero en cuanto a la historia, nos da que el concepto de una sola marioneta no daba para crear mucha más tensión.](https://i.blogs.es/juegos/11622/five_nights_at_freddy_s_3/fotos/analisis/five_nights_at_freddy_s_3-2727947.jpg)
Por otro lado, si eres aficionado a la serie, es cierto que en este parque de atracciones encontrarás incluso más respuestas al misterioso caso que rodea a estas criaturas mecánicas sobrenaturales. El título lo cuenta a través de una serie de minijuegos que recrean los años de la nostálgica Atari, simples pero efectivos, donde empezaremos a entender la historia y todos los sucesos que acontecieron en la pizzería, para no entrar más en terreno de spoilers. Esta será una de las razones que más atraiga a aquellos que han querido seguir este fenómeno más allá del susto, interesándose por la curiosa narrativa que hay detrás.
Y es que hay que matizar que conseguir el final verdadero del juego no es simplemente sobrevivir las cinco noches, sino que, de nuevo, al más puro espíritu de la Atari, habrá que jugar con los glitches para salirse del camino establecido. Uno de los grandes aciertos del juego, sin duda.
Sin embargo, por mucho que Five Nights at Freddy's haya funcionado como golpe de efecto hasta ahora, creemos que la saga se ha quemado en un muy corto espacio de tiempo. Es posible que Cawthon quiera aprovechar el tirón un poco más con una cuarta entrega que asoma tímidamente sus orejas, pero ya en esta tercera parte hemos visto más reciclado de ideas que verdaderas novedades, obvio, dado el poco tiempo de desarrollo que tiene cada uno de los juegos. Quizá aprovechando los recursos que le habrá dado este éxito, junto a un merecido descanso, podríamos ver a esta saga mejorar en el tiempo, en vez de intentar sobresaltarnos de la misma forma una y otra vez.
Five Nights at Freddy's 3 es exactamente lo que esperas. Pocas novedades que serán suficientes para los más devotos de la saga, pero insuficientes para lo que debería ser una verdadera secuela. Se entiende que el creador haya querido exprimir el éxito de sus animatronics todo lo posible en el menor tiempo, pero a este ritmo, lo único que está consiguiendo es freír los circuitos de su propia obra.
- El hecho de estar pendiente de una sola marioneta, le puede dar un punto más estratégico
- La historia que se nos cuenta poco a poco y de forma original, de lo más interesante
- Secuela más que continuista, sin apenas esfuerzo por renovar la fórmula
- Falta de opciones y de un pulido general que le haga parecer un juego completo
