Análisis de Castle Crashers

Análisis de Castle Crashers
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El servicio Arcade de Xbox Live vuelve a confirmar su estado de gracia con Castle Crashers, su última joya. Con un manejo sencillo, una jugabilidad muy adictiva y un sentido del humor sensacional, lo nuevo de The Behemoth es una auténtica joya.

Los creadores de Alien Hominid son un pequeño estudio a tener en cuenta. Con sólo un par de videojuegos en su haber ya se han hecho un sitio entre los más ingeniosos y fascinantes desarrolladores de títulos arcade en dos dimensiones.

Castle Crashers es su última invención, y se trata de una nueva guinda en el fenomenal pastel de Xbox Live, que acompaña a los igualmente imprescindibles Braid, Bionic Commando Rearmed o Geometry Wars: Retro Evolved 2; que tanto nos han hecho disfrutar en las últimas semanas.

El Revientafiestas
La exigua historia de Castle Crashers nos pone en el pellejo de un pequeño caballero con la misión de vencer a un mago que ha secuestrado a las princesas del castillo al que sirve.

El componente de rol es muy simple pero efectivo. Por un lado descubrimos combos al subir de nivel, y por otro desbloqueamos puntos de experiencia a repartir entre parámetros de fuerza, resistencia, ataque, etcétera.
El componente de rol es muy simple pero efectivo. Por un lado descubrimos combos al subir de nivel, y por otro desbloqueamos puntos de experiencia a repartir entre parámetros de fuerza, resistencia, ataque, etcétera.

El típico argumento es un clásico pretexto para justificar la divertidísima sucesión de misiones y escenarios que conforman el videojuego. El título tiene un formato muy agradable de Hack and Slash ligero, que salpica con pequeños componentes de rol; todo ello en un entorno bidimensional que recuerda mucho a clásicos de la talla de Golden Axe.

Lo que diferencia a Castle Crashers de la horda de este subgénero que nos invadió en la primera mitad de los 90 es su corte humorístico. No es que pase nada especialmente divertido, pero todo en el juego desprende un aroma simpático y entrañable, en parte debido a la dirección artística.

Además el videojuego es ciertamente adictivo. La fórmula, sin embargo, es sencilla: Con un botón para saltar, otro para el ataque ligero, uno más para el golpeo con fuerza, la magia y la acción especial. Los combos vendrán dados por las combinaciones del botón azul y el amarillo –los de los golpeos, todos cuerpo a cuerpo,- e irán siendo revelados progresivamente según avancemos con la experiencia de nuestro héroe.

La magia, por su parte, está dispuesta en la parte superior de la pantalla al lado de nuestro retrato, y señalizada con una barra nos permitirá saber cuantos hechizos nos quedan en cada momento.

Al morir los enemigos dejan caer fruta, carne y demás objetos que podremos comer para restablecer la energía. Si con esto no es suficiente también podemos llevar equipadas pociones que la restauren cuando más lo necesitemos.
Al morir los enemigos dejan caer fruta, carne y demás objetos que podremos comer para restablecer la energía. Si con esto no es suficiente también podemos llevar equipadas pociones que la restauren cuando más lo necesitemos.

El mencionado botón para usos especiales, por último, nos permite acceder al objeto del inventario que tengamos equipado. Esto puede tener diferentes utilidades, ya que si llevamos a mano una poción servirá para reponer la vida del protagonista, y si es un arma servirá para utilizarla, por ejemplo una ballesta una de las primeras armas a distancia en ser adquiridas.

Y con esta ligera mezcla de ataques cuerpo a cuerpo, a distancia y uso de magia transcurre toda la campaña de Castle Crashers, y es que lo que la hace realmente brillante es su sentido del ritmo y de la cadencia. En scroll horizontal nos iremos enfrentando a decenas de enemigos estándar, por así decirlo, para chocar con un gigantesco jefe final de nivel al término de cada una de las fases.

Estos grandes rivales son descomunales en tamaño, y cuentan con una barra roja de energía que nos informa de cuánto nos queda para tumbarlo. Los primeros serán ciertamente sencillos, y según avance la aventura irán creciendo todavía más en dimensiones y al mismo tiempo en dificultad.

¡Glork!
La campaña tiene una duración de entre cuatro o cinco horas, que si bien se nos antoja algo justa para su elevado precio, se compensa con la abundancia de contenidos que se ofertan. En primer lugar hay multitud de personajes, animales y orbes desbloqueables, que descubriremos en rincones del mapa. No obstante si no nos va el coleccionismo también podemos afrontar la campaña en compañía, gracias al cooperativo para hasta cuatro jugadores que dispara la diversión hasta límites insospechados y que provoca los mejores momentos que depara el videojuego.

Parte del encanto de avanzar en la aventura es el de dar con nuevas mejoras para nuestro personaje. Comerciando, robando o descubriendo, habrá centenares de ocasiones para hacernos con nuevo equipamiento.
Parte del encanto de avanzar en la aventura es el de dar con nuevas mejoras para nuestro personaje. Comerciando, robando o descubriendo, habrá centenares de ocasiones para hacernos con nuevo equipamiento.

Por si fuera poco hay algunos minijuegos en los que se pondrá a prueba nuestra destreza, como la Arena donde nos enfrentaremos a infinidad de enemigos para resistir sus envites “hasta que el cuerpo aguante”; o Todo lo que Puedas Comer, que nos emplazará a pulsar alternativamente dos botones del mando para tragar más que nuestros compañeros de mesa.

Gráficamente las screens y videos que se pueden ver en la revista dan una idea de su corte tecnológico. No se trata de un videojuego deslumbrante en este sentido, pero su simpatía y delicioso diseño hacen que gane muchos puntos en este campo. Los diseños de los escenarios brillan a la misma altura que los de los personajes, y hay gran cantidad de objetos destructibles.

El sonido es otro apartado sensacional, con un score variado y divertido que acompaña a la perfección, y con unos efectos que cumplen su cometido.

Muy Bueno

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Castle Crashers

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Recogiendo un género tan tradicional como el Hack and Slash, Castle Crashers consigue convertirlo en una deliciosa experiencia gracias a su sentido del humor y a su simpático tratamiento. Lo mejor de su campaña es su ritmo, y si a esto sumamos la posibilidad de disfrutarla en cooperativo el resultado es fenomenal.

Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en castellano
Duración:
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