Análisis de MySims

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Después del magnífico Animal Crossing, muchos fueron los que se quedaron con las ganas de conocer a más vecinos virtuales en una ciudad completamente interactiva. Para todos ellos, Electronic Arts ha preparado un título que, aunque no sea la continuación oficial del videojuego de Nintendo, presenta maneras para convertirse en un título a tener en cuenta… ¿está el parecido, más que razonable, justificado?

A pesar de contar con un gran éxito en el mercado estadounidense y europeo, los Sims normalmente han fracasado cuando han intentado atravesar las fronteras impuestas por un mercado que, desde sus más remotos orígenes, se ha caracterizado por ser la cuna del videojuego. Japón, hasta ahora, nunca había tenido una especial predilección por la franquicia ideada por Will Wright. Por lo menos hasta hoy, cuando Electronic Arts ha decidido exprimir todo el ingenio de sus estudios para intentar convencer a los nipones de que su título, además de divertido, ofrece grandes posibilidades jugables.

Partiendo de esta premisa fundamental (convencer al público japonés), nació My Sims, la nueva apuesta que Electronic Arts tiene para lograr calar hondo entre los más exigentes japoneses. En el caso de Wii, el camino ha sido trazado casi desde cero, con una obra original, muy innovadora y que hace de la creatividad su principal bandera. Pero en la situación de Nintendo DS todo ha tomado un rumbo diferente, modificando el concepto inicial de "haz tu ciudad cómo quieras" por un planteamiento más cercano a uno de los últimos superventas de aquel país: "Animal Crossing".

El Animal Crossing de EA
Tal vez el motivo de esta desviación en el planteamiento del videojuego se deba a que el estudio encargado de esta obra no sea el mismo que para el caso del My Sims de Wii. En esta ocasión, tenemos que hablar de una división japonesa de Electronic Arts que, seguramente valorando las limitaciones de la portátil, ha decidido elaborar un esquema de juego en el que, aunque sigamos persiguiendo el objetivo principal de arreglar la situación de una ciudad decaída, primará la relación con los otros Sims antes que la libertad creadora (la cual nos invitaba en Wii a modificarlo absolutamente todo).

En lo que duren los días en My Sims podremos llevar a cabo muchas tareas. Una de las más frecuentes será animar a nuestros vecinos para que adoren la ciudad en la que viven. Seleccionando las acciones adecuadas (animar, enfadarse, hablar…) lograremos que su barra de bienestar se rellene. No será la única tarea a realizar, ya que la ciudad aún nos deparará algún que otro secreto.
En lo que duren los días en My Sims podremos llevar a cabo muchas tareas. Una de las más frecuentes será animar a nuestros vecinos para que adoren la ciudad en la que viven. Seleccionando las acciones adecuadas (animar, enfadarse, hablar…) lograremos que su barra de bienestar se rellene. No será la única tarea a realizar, ya que la ciudad aún nos deparará algún que otro secreto.

Poniéndonos en situación y entrando directamente en la temática del videojuego, no vamos a encontrar grandes diferencias con respecto a la historia que se nos plantea en la consola de sobremesa de Nintendo. Una vez creado nuestro personaje, que podremos modificar a nuestro gusto (sexo, tono de piel, tipo de ojos, color de pelo, ropa...), nos pondremos en camino hacia una ciudad que no se encuentra en su mejor momento. No obstante, ahí estamos nosotros que, como un ciudadano modelo, procuraremos que la ciudad se convierta en la mejor de la región.

Escucha a tus vecinos
Pero hacer que una ciudad pase de la nada al todo no es nada fácil. Nuestro camino será largo y las tareas a cumplir, muchas. La mayor parte de ellas estarán relacionadas con nuestros vecinos que, siempre con algún problema, acudirán en nuestro auxilio. Unas veces las tareas consistirán en algo tan sencillo como colocar unas cuantas flores que mejoren la apariencia de la ciudad en que vivimos, pero en otras ocasiones habrá que sacar a relucir toda nuestra agudeza para conseguir que el estado de ánimo de nuestros conciudadanos se venga arriba.

En no pocas situaciones, algún habitante dejará entrever su malestar con algún defecto de la ciudad y nosotros seremos los encargados de hacerle ver las cosas de otra manera. Esto lo conseguiremos gracias a una serie de iconos (animar, enfadarse, hablar, escuchar, llorar...) que, una vez seleccionados, tendrán una determinada repercusión sobre nuestro vecino. Dependiendo de la psicología del mismo, y gracias a un poco de intuición, podremos lograr que todo se solucione, sumando un tanto más a nuestro historial y logrando, tal vez, algo de dinero.

Mejorando nuestro hogar a golpe de stylus
Y es que, a excepción del título para Wii, aquí no nos veremos recompensados con esencias, sino con la moneda oficial de los Sims, que nos servirá para comprar ropa o algo de mobiliario con el que mejorar la apariencia de nuestra casa. Un hogar que no podremos modificar sobremanera, pero sí lo suficiente como para que la cama, el armario o una mesa se encuentren en el lugar que deseemos. Todo esto será gracias a un plano cuadriculado sobre el que podremos situar cada una de las adquisiciones que hayamos comprado.

Para hacer más sencillas estas tareas de colocación, a nuestro lado tendremos al lápiz táctil que, en esta ocasión, Electronic Arts ha decidido que adquiera un gran protagonismo. De esta manera, nos servirá para cualquier acción que llevemos a cabo, desde desplazarnos por las calles de la ciudad hasta interactuar con cada uno de los habitantes de la misma. Todo con total naturalidad y a través de unos sencillos globos icónicos que se desplegarán cuando nos acerquemos a alguno de los NPC (Non Playable Characters).

Una ciudad viva
A medida que avancemos en la partida y ayudemos a nuestros vecinos, ganaremos también estrellas (hasta cinco) que indicarán el grado de desarrollo que ha adquirido nuestra aldea. Esto no será algo accesorio. Al contrario, significará el verdadero objetivo del título, nuestra auténtica motivación, la cual no sólo hará que los vecinos estén más contentos, sino que nuevas áreas se desplieguen en un mapa que tendremos visible en todo momento gracias al aprovechamiento de la doble pantalla de Nintendo DS.

La personalización en el My Sims de Nintendo DS, aunque más limitada, aún nos permitirá controlar algunos aspectos como la apariencia de nuestro personaje y la situación de cada uno de los muebles de nuestro hogar. Todo se hará de una manera muy intuitiva gracias al poder del lápiz táctil.
La personalización en el My Sims de Nintendo DS, aunque más limitada, aún nos permitirá controlar algunos aspectos como la apariencia de nuestro personaje y la situación de cada uno de los muebles de nuestro hogar. Todo se hará de una manera muy intuitiva gracias al poder del lápiz táctil.

Dicho mapa será de vital importancia, no sólo para guiarnos a través de un relativamente extenso entorno, sino también para indicarnos la posición de los Sims en la ciudad, la cual variará dependiendo de la hora del día en que nos encontremos. Como en "Animal Crossing", el entorno será cambiante, de manera que la ciudad se sentirá como viva. No estarán siempre los mismos personajes en las mismas situaciones, lo cual aumentará considerablemente el interés de un título donde un día será completamente diferente al siguiente.

Lo mismo ocurre con las músicas, que se alternarán dependiendo de la etapa del día. Esto supondrá un cierto alivio para el jugador, disminuyendo esa leve sensación de monotonía oculta dentro de la mecánica de juego, la cual tal vez no resulte lo suficientemente desafiante como para comparar este título con el referente desarrollado por Nintendo. Aún así, y a pesar de contar con unas opciones multijugador limitadas al intercambio de diseños vía Wi-Fi, la presentación es aceptable, con unos personajes grandes y bien modelados que se fusionan perfectamente con un escenario que cambia su tonalidad dependiendo de si nuestros Sims se hallan en el amanecer, el atardecer o la noche.

Discreto

Sin sello

MySims

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

My Sims no llega a la altura de su hermano mayor versionado para Wii. El título para la portátil de Nintendo, en lugar de apostar por la libertad creadora, se ha convertido en una especie de clon de “Animal Crossing”, que si bien puede haber sentado bien a un título con este planteamiento, no aporta muchas novedades a lo ya existente. En cualquier caso, el título es correcto, con varias horas de juego y algunos minijuegos que, aunque escasos, suponen un buen intento para ofrecer una buena experiencia de juego que puede ser ideal para los más pequeños de la casa.

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