Sin cuotas mensuales y con una mayor oferta de contenidos jugables, The Elder Scrolls Online se estrena en Xbox One y PlayStation 4 con el firme objetivo de convertirse en el MMORPG de referencia en consolas. Perfectamente adaptado al manejo de la acción con un mando, y con un espectacular multijugador competitivo, méritos para lograrlo no le faltan. ¿Listos para adentraros en las tierras de Tamriel en compañía de miles de jugadores más?
No fue ni de lejos el mejor MMO del momento ni tampoco cumplió en aspectos clave como su sistema de combate o la variedad y cantidad de mazmorras para grupos de jugadores, pero algo tiene The Elder Scrolls Online que poco más de un año después de su estreno en PC, y ahora recién llegado a Xbox One y PlayStation 4, continúa incitándonos a visitar las conflictivas tierras de Tamriel, donde tres grandes alianzas de guerreros se han alzado en contra del señor daédrico Molag Bal, cuyas huestes infernales campan a sus anchas por este bello universo de fantasía. Un mundo de juego bañado por la sangre de miles de jugadores de todo el mundo también enfrentados entre sí por el control del Trono Rubí, clave para regir el destino de los habitantes de este título en calidad de emperador.
Fabulosa premisa para un videojuego que toma lo mejor del género, incluyendo en la fórmula un PvP masivo realmente espectacular, y lo adapta con mucha entereza al estilo de juego propio de la serie en la que se basa. Enorme a nivel de contenidos, con un divertido aunque poco original sistema de misiones, emocionantes batallas competitivas y todo el encanto propio de Elder Scrolls, estamos ante un MMO que al menos merece una oportunidad por parte de sus seguidores. Más teniendo en cuenta que el título ha descartado finalmente el uso de las cuotas mensuales, permitiéndonos disfrutar de este épico viaje por las tierras de Tamriel sin necesidad de pagar nada más que el propio juego.
De héroes va la cosa
Con las nueve razas habituales de la serie Elder Scrolls a nuestra disposición, y tres grandes alianzas a las que unirse para salvar Tamriel de la amenaza Daedra, el juego de Zenimax Online sorprende por las amplias opciones de personalización que nos concede al dar forma a nuestro héroe, gracias principalmente a la apuesta por un sistema de progresión de habilidades que sin duda resultará familiar a cualquier aficionado a esta saga.
En este caso concreto, cuatro son los arquetipos de guerrero a los que podremos encarnar: los Templar, Dragon Knight, Sorcerer y Nightblade; todos ellos basados en la clásica trinidad tanque-especialista en daño-sanador. Pocos, pensaréis algunos; pero nada más lejos de la realidad. Cada una de estas especializaciones podrá desempeñar perfectamente varias funciones durante las batallas, siempre dependiendo de cómo disfrutemos de la acción. ¿Qué nos volcamos por completo en el uso de las espadas y escudos? Nuestro héroe mejorará y mejorará en ese estilo de combate, adquiriendo nuevas habilidades especiales y bonificaciones. ¿Qué preferimos cargar con una pesada coraza para aguantar mejor los golpes? Pues ocurrirá exactamente lo mismo. Y así con un considerable abanico de posibilidades.
El equipo de desarrollo se ha mostrado en este sentido bastante fiel a las bases jugables de la serie The Elder Scrolls, respetando al máximo una de sus grandes señas de identidad. Así que independientemente de la clase seleccionada, que contará con tres árboles de habilidades exclusivos, podremos desarrollar el potencial de nuestro héroe en base al arma empleada –con opción de llevar encima hasta dos sets distintos-, su equipo defensivo, diversos atributos relacionados con la exploración de Tamriel, las habilidades raciales de cada especie, e incluso las artesanías, que en esta obra también tienen un peso considerable.
Como parte de una de las últimas actualizaciones publicadas en el original de PC, también se ha añadido el llamado Sistema de Campeones, gracias al cual se amplían las opciones de personalización para los jugadores de nivel máximo, de forma similar al sistema Paragón de Diablo III.
Tamriel cobra vida
Con nuestro aventurero ya listo para recorrer el vasto mundo de fantasía que recrea esta obra, pronto nos daremos cuenta de otra de las grandes virtudes de The Elder Scrolls Online: su argumento. Porque sí, aunque las misiones son bastante prototípicas y no se salen de la norma, esto es, mata a X número de enemigo, recoge tantos objetos como puedas o ve y habla con ese personaje allá en la otra punta del mapa, el juego de Zenimax destaca por lo bien que están hilvanadas sus misiones, enmarcadas en pequeños arcos argumentales con historias de lo más interesantes que nos permitirán conocer más a fondo el mundo de Tamriel y a sus habitantes.
Los diálogos con decenas de personajes son, por tanto, una de las bases fundamentales del juego, hasta el punto de que habrá misiones centradas exclusivamente en eso, en charlar con diversos NPC. ¿Por qué resaltamos esto último? Por la sencilla razón de que si vamos a disfrutar del juego saltándonos por completo todas y cada una de estas conversaciones, mejor buscar otra alternativa, ya que la gracia de The Elder Scrolls Online radica precisamente en lo que nos cuenta. Las misiones entretienen, en algunos puntos resultan hasta épicas, pero son muy tradicionales y poco originales. En ocasiones incluso demasiado, lo que obviamente le resta algo de atractivo. Sin embargo, cuando estas tareas se combinan con un buen argumento de fondo la cosa cambia y por tanto, la valoración también.
A destacar sobre todo las misiones de la historia principal, centradas en la lucha contra el malvado Molag Bal, al que nos enfrentaremos regularmente a lo largo de la partida combatiendo contra algunos de sus esbirros más peligrosos. Criaturas con las que nos toparemos en las mazmorras para grupos de cuatro jugadores, en las que disfrutaremos de algunos de los momentos más apasionantes de la aventura. Y no es para menos. En estas misiones especiales, en las que será esencial cooperar con nuestros aliados de forma idéntica a lo visto en tantos otros MMO, combatiremos contra decenas de enemigos de manera simultánea, en una sucesión de épicas batallas campales diseñadas de tal modo que al atacar a uno solo de los rivales, el resto de sus camaradas se unirán a la batalla inmediatamente. ¡Menudo caos!
Pero este es un caos que nos encanta, puesto que la cooperación entre jugadores será vital para sobrevivir a estas durísimas acometidas que ya en su Modo Normal resultan bastante difíciles. Así que imaginad en el modo Veterano. Por no mencionar que algunos de los jefazos finales a los que nos mediremos nos harán sufrir una barbaridad dado su enorme poder. Precisamente por ello, echamos en falta más de este tipo de mazmorras, puesto que en estos momentos se nos antoja algo escasas para un título de la envergadura de The Elder Scrolls, aun cuando esta edición Tamriel Unlimited incorpora dos nuevas zonas para jugadores de alto nivel, Craglorn y Dragonstar Arena, amén de nuevas mazmorras y misiones. Próximamente se estrenarán dos nuevas regiones, una de ellas situada en el hogar ancestral de los orcos, Orsinium, y otra para las batallas competitivas en la Ciudad Imperial.
Y ya que hablamos del juego en equipo, nos habría gustado que este tuviera más importancia en el propio desarrollo de la acción, ya que a excepción de unas cuantas de estas mazmorras especiales, y de algún que otro enfrentamiento contra enemigos de élite salidos directamente de los portales daédricos que asolan Tamriel, The Elder Scrolls Online es un juego muy individualista. Tal vez demasiado para nuestro gusto.
Hora de combatir
Adaptar un sistema de combate tan dinámico como el de la serie The Elder Scrolls a los fundamentos básicos del género de los MMO no era una tarea sencilla, pero es justo reconocer que el equipo de desarrollo a cargo de esta obra ha realizado un trabajo más que bueno gracias al gran dinamismo con el que se desenvuelven las contiendas. Esquivas, contraataques, bloqueos, la ausencia del golpeo automático, la necesidad de fijar a los blancos con el puntero… aunque está claro que la acción de The Elder Scrolls no es idéntica a la de Skyrim, tampoco le falta mucho para serlo.
Su sistema de batallas es realmente dinámico, incitándonos a movernos constantemente por el escenario para recibir el menor daño posible de unos enemigos muy propensos a usar ataques de área, a la par que tratamos de golpear a estos con todas nuestras fuerzas usando algunos de los movimientos más poderosos a nuestra disposición.
En este sentido, la variedad de armas, habilidades especiales y conjuros resulta encomiable; a lo que debemos sumar también la posibilidad de ejecutar ciertos ataques conjuntos con otros usuarios, aprovechándonos de algunas habilidades grupales realmente efectivas. Igualmente, destaca la presencia de las llamadas Ultimate Abilities, que podremos usar en los momentos más críticos para marcar las diferencias frente a nuestros aliados. Conjuros de sanación masivos, imponentes explosiones capaces de dañar a todos los enemigos, de causar estados alterados en los rivales o potenciar las habilidades de los aliados… las opciones son bastante amplias y sobre todo muy estratégicas. Lo que agradecemos enormemente.
Lo malo es que también hay ciertos detalles que no nos han gustado tanto. Sobre todo en lo que se refiere al escaso número de habilidades activas que podemos usar de manera simultánea, tan solo cinco, que se suman a la citada Ultimate Ability que hayamos seleccionado. Es verdad que el poder cambiar al vuelo nuestra arma y, por tanto, el set de habilidades asociadas a la misma da mucho juego; pero a la larga las batallas pueden tornarse algo repetitivas, lo que en un título de estas características puede arruinar por completo la experiencia. No se llega a este punto, claro está, pero sí que hubiera sido un acierto contar con un mayor elenco de habilidades para aumentar el componente táctico de las batallas.
Muy bueno ha sido también el trabajo de adaptación al sistema de control con mando, pues resulta de lo más intuitivo disfrutar de la acción de The Elder Scrolls Online. Algo lógico por otro lado teniendo en cuenta que se ha apostado por unas mecánicas jugables deudoras de lo visto en Skyrim. La mayor pega de esta adaptación a consolas es que el juego no cuenta con el utilísimo chat escrito, con el que se facilitarían mucho las cosas a la hora de buscar partidas en grupo y demás. Existe la opción de charlar directamente con otros usuarios, pero en un mundo donde hay jugadores de todas partes… bueno, ya os podéis imaginar el caos que se puede organizar.
Alianzas en pie de guerra
Hasta aquí hemos hablado de nuestra aventura en compañía de otros usuarios pero… ¿qué pasa con esa guerra entre tres grande alianzas? La respuesta es Cyrodiil. O más concretamente el Trono Rubí del Imperio, que está libre para que cualquier jugador se siente en él para regir el destino del resto de usuario. Un premio al alcance de muy pocos, es cierto, pero que sirve como excusa perfecta para enfrentar a cientos de jugadores en épicas batallas campales que sin duda se han convertido en uno de los grandes atractivos de The Elder Scrolls Online.
En este caso, la vertiente PvP del juego se desarrolla exclusivamente en la región de Cyrodiil, donde los jugadores de las tres facciones en liza deben pugnar por controlar el mayor número de fortificaciones posibles para así tener acceso a la ciudad imperial. Tarea nada sencilla, obviamente, dado que decenas de personajes controlados por la inteligencia artificial del juego más aparte otros tantos jugadores, pugnarán porque no alcancemos este objetivo. Y el resultado no podía ser más espectacular.
Arietes, catapultas, trebuchets, decenas de guerreros a lomos de sus caballos persiguiendo a sus enemigos; arqueros y magos fulminando a los rivales desde lo alto de los muros que los asaltantes tratan de derribar a toda costa… el PvP de The Elder Scrolls es tan épico y espectacular, que aunque no te gusten las partidas competitivas es muy difícil que no caigas rendido a los encantos de esta modalidad de juego. Y esto tiene un mérito increíble.
Obviamente no todo es perfecto. En ocasiones las largas caminatas que nos toca pegarnos para alcanzar un punto de acción conflictivo pueden ser excesivamente tediosas, resultando incluso frustrante cuando nada más pisar el campo de batalla los enemigos acaban con nuestra vida. Lo que implica volver a recorrer decenas de kilómetros a pie o a caballo, mientras el resto se lo pasa bomba en medio de un campo de batalla demencial. Por supuesto, huelga decir que la cooperación con los aliados será esencial para sobrevivir a estas contiendas, pero también para cumplir con éxito los objetivos fijados por nuestra facción. No en vano, los jugadores deberán hacerse cargo de reparar las defensas de las fortificaciones caídas, comprar maquinaria de asedio, campamentos para que los aliados puedan reaparecer en zonas conflictivas, etc.
Vamos, opciones para rato. Y lo mejor es que aparte de estas batallas, el mapa de Cyrodiil también incluye sus propias misiones y secretos que tan solo estarán al alcance de los jugadores con más ganas de explorar.
Fantasía y Épica
No podemos finalizar este artículo sin destacar también la importancia que han adquirido las artesanías en The Elder Scrolls Online, siendo sin duda un magnífico complemento a la acción propiamente dicha del juego. En este caso, de forma similar a lo visto en la serie principal, tendremos total libertad para convertir a nuestro aventurero en un especialista fabricando armas o equipo defensivo, tejiendo ropas, cocinando, e incluso elaborando pociones o poderosos encantamientos. Con el uso, como ocurre con el resto de habilidades de nuestro héroe, mejorará sus aptitudes con cada una de estas disciplinas, siendo posible incluso invertir puntos de habilidad para aumentar nuestros conocimientos.
A excepción de unas cuantas mazmorras especiales y de algún que otro enfrentamiento contra enemigos de élite The Elder Scrolls Online es un juego bastente individualista
Detalle que ya denota la importancia que Zenimax Online le ha dado a esta faceta de juego, que bien explotada por los jugadores les hará disfrutar de algunas ventajas realmente atractivas. Pociones verdaderamente poderosas, alimentos que mejorarán ostensiblemente y de manera temporal los atributos de nuestro guerrero –salud, magia o resistencia-, armas y corazas de enorme calidad listas para ser vendidas al mejor postor… las opciones, como decimos, son muy amplias. Pero también el trabajo necesario para sacar adelante estos oficios. Porque tan importante será sentarse en la mesa de trabajo para dar forma a estos objetos, como recolectar los ingredientes y materias primas necesarias para esa tarea.
Un buen divertimento que se complementa a la perfección con las muchas otras tareas que dan vida a este juego, en el que explorar al detalle las tierras de Tamriel nos reportará grandes ventajas en forma de libros capaces de mejorar nuestros atributos, puntos de habilidad extra, tesoros ocultos, etc. Por no mencionar la belleza de este universo de fantasía, que no ha perdido ni un ápice de su atractivo con su salto a consolas. Obviamente luce peor que en compatibles, especialmente si nos centramos en la definición de las texturas, la distancia del dibujado y la repentina aparición de ciertos elementos del escenario -o algunas texturas que tardan en cargar-; pero en líneas generales el trabajo efectuado por Zenimax Online es encomiable.
El rendimiento del juego en PlayStation 4 y Xbox One también es bastante bueno. Existen algunas ralentizaciones en momentos puntuales de la partida, especialmente cuando nos movemos en entornos concurridos como las grandes ciudades, pero incluso en la vertiente multijugador competitiva, donde por norma suelen congregarse decenas de jugadores a la vez, el juego suele funcionar sólido como una roca.
El colorido, variedad y mimo con el que se han diseñado todos y cada uno de los escenarios de Tamriel consigue que cualquier problema pase a un segundo plano. Es un juego hermoso que cuenta con estampas de una belleza considerable, y que además se ve beneficiado por unos muy buenos efectos de luces y sombras, espectaculares movimientos de ataque y, claro, las batallas campales entre cientos de jugadores.
A nivel sonoro The Elder Scrolls Online también resulta sorprendente, ya que no solo cuenta con una muy buena banda sonora, sino también con voces para todos los habitantes de Tamriel. Un portentoso despliegue de medios por parte de Bethesda, que ha dado el todo por el todo para que esta obra mantenga las altas cotas de calidad audiovisual a la que nos tienen acostumbrados. ¿El problema? Que una vez más nos encontramos ante un título completamente en inglés, lo que sumado a la importancia que da a su argumento, hará que pierda todo el interés para aquellos usuarios menos duchos en el idioma.
Aun así, si os desenvolvéis bien con el idioma y sois grandes fans de esta serie, no deberíais dejar escapar la oportunidad de probar The Elder Scrolls Online. No es ese Skyrim multijugador que muchos esperaban, pero tampoco lo pretende. Porque hablamos de un MMO al uso que conserva intactas las bases fundamentales del género, aderezándolas con ese toque Elder Scrolls que tanto nos gusta. Y el resultado es bastante bueno. No perfecto, porque hay pequeños detalles que ensombrecen algo el trabajo de Zenimax Online, pero sí suficiente como para mantenernos varios meses pegados a él.
Nos gustó en PC y nos gusta en consolas. The Elder Scrolls Online es una muy buena aventura de rol en línea que destaca especialmente por sus emocionantes batallas PvP y la calidad de su argumento. Las nuevas zonas de juego, los sistemas de justicia y campeones, su gran puesta en escena y el que ya no requiera de una suscripción mensual hacen de él un título muy recomendable independientemente de su plataforma. La pena es que seguimos echando en falta un sistema de combate algo más profundo y un diseño de misiones más original.
Comprar The Elder Scrolls Online: Tamriel Unlimited- Es un MMORPG bastante completo que conserva la esencia Elder Scrolls
- Su argumento es muy atractivo e invita a explorar al máximo todos sus contenidos
- Grandes opciones de personalización para nuestros héroes
- La vertiente PvP es puro espectáculo
- Sistema de combate algo limitado a la larga
- Pocas mazmorras para grupos y misiones no demasiado originales
