Análisis de Divinity Original Sin - Enhanced Edition. Rol y libertad

Análisis de Divinity Original Sin - Enhanced Edition. Rol y libertad
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El gran Divinity: Original Sin llega a Xbox One y PlayStation 4 para convertirse de inmediato en uno de los mejores juegos de ambas plataformas. Pocas aventuras de rol hoy en día ofrecen la profundidad jugable y libertad de acción de este título, que además llega con algunas novedades con respecto al original de PC que se estrenó a mediados del año pasado.

Si hace unos días saltábamos de alegría por ver un juego de la talla de Wasteland 2 en Xbox One y PlayStation 4, la fiesta no decae y es ahora el fantástico Divinity: Original Sin el que desembarca en ambas plataformas para deleite de los apasionados al rol de la vieja escuela, que tienen ante sí una de las mejores obras del estilo aparecidas en los últimos años. Es un auténtico derroche de calidad. Una oda a esta clase de aventuras que ya en su momento, cuando se estrenó en PC en verano del año pasado, nos enamoró por lo profundo de su sistema de combate y la enorme libertad de acción que brindaba... ¡y lo sigue haciendo hoy!, pues son pocos los títulos que rivalizan a este nivel con la obra de Larian Studios.

Podéis imaginar por tanto lo difícil que ha debido ser adaptar un juego de estas características al mundo de las consolas, donde no cuentas con un teclado y ratón que tan bien funcionan con esta clase de videojuegos. Pese a todo los responsables de Divinity: Original Sin han realizado un trabajo ejemplar, llevando con mucho acierto la acción de esta aventura a los mandos de PS4 y Xbox One, que responden a las mil maravillas con un estilo de juego y menús radiales muy en la línea de lo visto en el ya citado Wasteland 2. ¿Qué más? Esta Enhanced Edition, que también está disponible en PC -gratis para los compradores del título original- , introduce algunas mejoras gráficas y nuevos contenidos que no hacen sino mejorar un resultado ya de por sí espectacular.


Libertad por encima de todas las cosas

Cuando hablamos de Divinity: Original Sin como una aventura de rol de la vieja escuela no lo hacemos por cumplir ni porque quede bonito como frase promocional. Si algo caracteriza a esta obra es la brutal libertad de acción que nos confiere para que actuemos como nos plazca en el mundo de fantasía de Rivellon, por muy disparatadas que puedan sonar nuestras ideas. ¿Os va eso de masacrar inocentes sin ton ni son? ¿Robar? ¿Intimidar o embaucar a personas para que os cuenten lo que queréis escuchar? Pues adelante. No os cortéis. Actuad como os plazca porque nada ni nadie os lo impedirá.

Dar forma a nuestros héroes es uno de los pasos más importantes de la aventura. Hay muchas opciones, muchas variables a tener en cuenta. ¡Pensad antes de empezar!
Dar forma a nuestros héroes es uno de los pasos más importantes de la aventura. Hay muchas opciones, muchas variables a tener en cuenta. ¡Pensad antes de empezar!


Estamos ante un videojuego asombrosamente ambicioso que ya desde bien temprano, cuando te propone dar vida a los dos héroes principales con los que iniciarás la partida, enarbola con orgullo la bandera de la libertad absoluta para que cada jugador, dependiendo de sus preferencias, escriba con fuego y sangre su propia historia. Y no es una exageración. En Divinity: Original Sin hasta el más mínimo detalle se tiene en cuenta a la hora de resolver los implacables desafíos que propone esta aventura de rol, en la que la gran mayoría de misiones se pueden superar de formas muy distintas.

Rol y libertad


Todo dependerá de las habilidades de nuestros aventureros, que tras especializarse en uno de los doce arquetipos disponibles con opciones tan habituales como los guerreros, magos, pícaros, clérigos o arqueros entre otros; evolucionarán y desarrollarán su poder ofensivo en torno a tres vías de personalización diferentes: los atributos, que determinarán su fuerza, destreza, inteligencia y demás; las habilidades, que nos darán acceso a más y mejores opciones de especialización (bonificaciones por usar determinado tipo de armas, equipo defensivo, escuelas de magia, etc.); y los talentos, que son una serie de ventajas francamente atractivas que nos van a permitir, por ejemplo, charlar con los animales, potenciar nuestra capacidad para movernos con sigilo e, incluso, contar con "una segunda oportunidad" en caso de recibir una estocada mortal por parte de los enemigos.

El nivel de interacción es sobresaliente, casi cualquier objeto visto en pantalla podrá ser manipulado por el jugador

Las opciones son bastante elevadas. Tanto, que podremos iniciar la partida con un guerrero puro versado en el uso de un determinado tipo de armas como las espadas a dos manos, y más adelante llevarlo al camino de la magia para que aparte de lo que ya sabía también pueda usar un par de hechizos muy concretos. Todo dependerá de vosotros, de cómo queráis afrontar la partida. ¡Y será por alternativas!

Porque a lo citado anteriormente debemos sumar también cerca de 200 conjuros y habilidades especiales que podremos aprender a lo largo de la aventura… siempre y cuando compremos o recojamos por el camino los preciados libros que contendrán en su interior estos nuevos poderes. Pero tranquilos, que a diferencia del original, esta nueva edición de Divinity: Original Sin incluye un buen puñado de tutoriales que ayudarán a entender mejor sus entresijos.

Rol y libertad


De buen samaritano al peor de los ladrones

Divinity: Original Sin es un videojuego bastante completo en lo que respecta al proceso de personalización de nuestros héroes. Pero nada de esto tendría sentido si a la hora de la verdad, una vez iniciamos nuestra aventura por el mundo de Rivellon, sus opciones se limitaran tan solo a hacer uso o no de un determinado tipo de arma o conjuro mágico. ¡Eso no es rol! O no al menos el que esperaríamos de un título que nace con la coletilla de "vieja escuela".

El argumento no es precisamente una oda a la originalidad, pero se sigue con gran interés gracias al buen nivel de sus diálogos.
El argumento no es precisamente una oda a la originalidad, pero se sigue con gran interés gracias al buen nivel de sus diálogos.


Por fortuna para nosotros, la obra de Larian Studios cumple de manera extraordinaria con esta premisa al permitirnos resolver la gran mayoría de sus desafíos del modo en que deseemos. ¿Os va eso del combate directo? Adelante, afilad vuestras espadas y haced uso de ellas. ¿Qué sois más propensos al diálogo? Pues ahí tenéis la opción de resolver vuestras cuitas mediante el uso de la palabra. ¿Sois más de moveros desde las sombras y arramblar con todo objeto de valor que se cruce en vuestro camino? ¡Exacto! También podéis hacerlo. Son tantas las opciones que por momentos sentiremos que este es un videojuego sin límites.

A lo que contribuye notablemente el contar con un mundo totalmente interactivo en el que prácticamente cualquier objeto visto en pantalla podrá ser manipulado por el jugador de formas muy dispares y llamativas ¿Os molesta una puerta y no sois capaces de forzar su cerradura? Machacadla a golpes o prendedle fuego con un conjuro mágico. ¿Buscáis una llave por toda una habitación y no dais con ella? Probad a mover algún que otro cuadro de la pared y a ver si tenéis suerte. Por poder, podéis mover hasta una alfombra para ver si debajo se esconde la entrada a una guarida secreta.

En cualquier momento podemos tomar el control de cualquiera de los cuatro héroes en activo. También podemos ordenarles que se separen, para que cada uno siga un camino distinto.
En cualquier momento podemos tomar el control de cualquiera de los cuatro héroes en activo. También podemos ordenarles que se separen, para que cada uno siga un camino distinto.


También podéis delinquir; ser ladrones profesionales, aunque esto puede tener efectos negativos para vosotros… ¡si os pillan claro! Que es algo que nos encanta. La forma en la que el mundo de Rivellon responde a nuestras acciones. ¿Sois unos canallas de mucho cuidado pero nadie os ve actuar como tal? Podéis estar tranquilos que ningún guardia os molestará. ¡Pero cuidado! Si os pillan con las manos en la masa vuestra reputación bajará de forma tan estrepitosa que no ya solo tendréis a los soldados pisándoos los talones, sino que además, habrá muchos ciudadanos que se nieguen a hablar con vosotros o lo hagan con insultos. Y todo lo contrario si sois unos chicos buenos.

Si algo caracteriza a este juego es la brutal libertad de acción que nos confiere para que actuemos como nos plazca en su mundo

En este sentido, Original Sin presenta un curioso sistema de moralidad que va más allá del típico "eres bueno o malo", gracias al cual potenciaremos algunos de los atributos especiales de nuestros dos héroes principales. De este modo, por ejemplo, si nos mostramos Justos con los inocentes mejoraremos nuestro Liderazgo; mientras que si actuamos de forma Cruel subirá notablemente la bonificación por apuñalamiento por poner tan solo algunos ejemplos (también podemos ser materialistas, pacíficos, etc.). Una curiosa forma de aumentar las opciones de personalización, que además está íntimamente ligada con otra de las grandes novedades del juego: su faceta multijugador cooperativa. Online y como gran novedad, también a pantalla dividida tanto en consolas como en PC.

Rol y libertad


Héroes con personalidad

La apuesta por el multijugador ha sido una de las máximas de Larian Studios desde prácticamente el inicio del desarrollo de Divinity: Original Sin. Querían una aventura de rol como las de antes, pero que a su vez pudiera ser disfrutada en igualdad de condiciones por al menos dos jugadores. Y justo esa es la explicación del por qué el juego nos obliga a dar forma a dos héroes distintos desde el principio. Por supuesto, si así lo deseamos podemos completar la aventura sin recurrir al apoyo de otro jugador, pero si por el contrario nos apetece echar una partida con un amigo, este ocupará el lugar de uno de los héroes principales al que controlará con total autonomía.

Rol y libertad


No ya solo en los momentos de exploración o en el transcurso de las batallas, de las que hablaremos a continuación, sino también durante las conversaciones, en las que ambos protagonistas intervendrán de forma activa dando su propia opinión de los hechos. Y dependiendo de estas respuestas cada uno de ellos definirá su personalidad como señalábamos anteriormente, aumentando más si cabe el roleo de esta aventura. Algo que, huelga decir, nos encanta. Hasta tal punto además que cuando descubrimos que uno de los personajes podía "distraer" a los habitantes de este mundo de fantasía mientras el otro robaba sus pertenencias… bueno, imagináoslo. ¡Es increíble!

Pero ¿qué ocurre cuando existe disparidad de opiniones? ¿Qué pasa si no compartimos la opinión de nuestro amigo? Pues que entonces nos tocará "lidiar" con un sencillo minijuego de Piedra-Papel-Tijera en el que intervendrá la fortuna, por supuesto que sí, pero también los puntos de experiencia invertidos en el carisma (intimidación, razonamiento y encanto). Opción esta última con algo menos de gracia cuando se juega en solitario, aunque si queremos ponerle algo de chispa al asunto podemos dotar de inteligencia artificial propia a nuestro camarada para que rebata nuestras decisiones si así lo considera oportuno.

Cosa que harán también muchos de los personajes con los que nos toparemos en nuestro viaje, poniéndonos en bretes que requerirán de todo nuestro ingenio para salir con vida. Porque este es además un videojuego difícil. Uno en el que morir es más fácil de lo que podría parecer. Así que la opción de evadir algunos combates, de poder convencer a ciertos enemigos de que lo mejor para ellos es que nos dejen en paz se agradece mucho.

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Llegó la hora del combate

Hasta ahora nos hemos mantenido un tanto al margen de la faceta puramente belicosa de Divinity: Original Sin; pero no porque este sea el aspecto menos atractivo del juego. Al contrario. Diríamos incluso que es su mayor virtud… por mucho que su apuesta por un sistema de combate por turnos eche para atrás a un buen puñado de aficionados.

De entrada estas batallas son puro espectáculo. Sin exagerar. Y lo son porque muy a pesar de la complejidad jugable que las define se desarrollan con un dinamismo ejemplar. Todo avanza a buen ritmo, sin largas interrupciones, planteando constantemente desafíos que nos obligarán a actuar con inteligencia para no sufrir una derrota humillante frente a unos enemigos que por norma nos superarán, y por mucho, en número y fuerza. Así que será importantísimo tener en cuenta la orografía, la posición de nuestros aventureros y también la de los rivales. Sin olvidarnos tampoco de la climatología ni de los objetos presentes en el campo de batalla –barriles con aceite, agua, veneno…-, que podremos mover e interactuar con ellos libremente.

Gestionar el inventario de cada héroe puede ser un poco engorroso, pero hay que reconocer que el trabajo de adaptación a consolas es impecable.
Gestionar el inventario de cada héroe puede ser un poco engorroso, pero hay que reconocer que el trabajo de adaptación a consolas es impecable.


Y esto es fundamental para que entendáis de verdad lo asombroso de este sistema de combate. ¿Hay un barril de aceite cerca de los enemigos? Lanzadle una bola de fuego y rápidamente veréis como el fuego se propaga por los alrededores masacrando a los enemigos que allí se encuentren. ¿Peleáis contra elementales de fuego que no dejan de provocar quemaduras a vuestros héroes? Convocad una lluvia, debilitarles de este modo, y luego si queréis lanzad un conjuro de hielo para dejarles totalmente helados. Tal es el realismo del juego, ¡que hasta podéis hacer que el agua sobre el suelo transmita la electricidad o se convierta en hielo si hace suficiente frío!

Las posibilidades jugables son enormes, descomunales. Y el equipo de Larian Studios ha sacado muy buen provecho de ellas. Sobre todo porque los enemigos también se aprovecharán de todas estas particularidades para provocarnos más de un quebradero de cabeza, ya sea plagando el entorno de veneno para luego hacerlo detonar con bolas de fuego –¡es mortal!-, o combinando agua y fuego para crear un vapor capaz de ocultar sus movimientos. Por poder, se puede incluso crear una tormenta, si cargáis las nubes de electricidad; o despejar el terreno con tornados para así evitar estas molestias.

Acuchillar a los enemigos por la espalda tras acercarnos a ellos gracias al sigilo. Llevar en el equipo a un asesino/pícaro puede ser una gran idea.
Acuchillar a los enemigos por la espalda tras acercarnos a ellos gracias al sigilo. Llevar en el equipo a un asesino/pícaro puede ser una gran idea.


En este sentido, contar con cuatro héroes distintos garantiza que podamos diseñar montones de estrategia de combate de lo más dispares. Sin olvidarnos tampoco de la citada interactividad con el entorno, que nos permitirá hasta colocar obstáculos en el camino, como cajas y demás, para que los enemigos no puedan acercarse a nuestros arqueros o magos. ¡Las opciones parecen infinitas! Así que pocas pegas se le pueden poner a este título.

Si es que hasta en lo tocante a la inteligencia artificial de los enemigos, Original Sin responde de manera efectiva haciendo que estos actúen con gran precisión y realismo a nuestros movimientos. Cierto es que a veces algún que otro rival se moverá de forma torpe o no hará algo lógico, pero es que ¡también nosotros nos equivocamos! Así que esto no es nada grave.

Rol y libertad


Fantasía que cobra vida

Lo nuevo de Larian Studios tampoco se queda corto en lo tocante a la enorme cantidad y variedad de objetos con los que podremos equipar a nuestros héroes, incluyendo muchas piezas legendarias que incluso potenciarán el número de Puntos de Acción necesarios para ejecutar movimientos y ataques durante el transcurso de las batallas. Pero ¡oye! Que si no encontráis lo que buscáis también podéis fabricároslo por vosotros mismos. Y también en este punto Divinity: Original Sin ofrece un resultado magnífico.

Rol y libertad


Cocinar, elaborar pociones, crear pergaminos con hechizos, forjar armaduras, repararlas… como en las mejores aventuras de rol, el mundo de Rivellon os da todas las facilidades del mundo para que si así lo deseáis, no tengáis por qué recurrir a los vendedores –cualquier ciudadano puede venderos cosa mediante un curioso sistema de trueque-. Recoged los materiales pertinentes, buscad unas buenas recetas, y acudid a las mesas de trabajo para fabricar todo lo que necesitéis. En este aspecto, el juego está igualmente repleto de opciones.

La Enhanced Edition incorpora además nuevos objetos, más misiones, mejores líneas de diálogo, voces para la mayoría de personajes que pueblan este universo de fantasía, retoques gráficos… y un largo etcétera de añadidos que nos hacen seguir adorando esta aventura de rol. Es verdad que la historia no es un derroche de originalidad y poco puede hacer frente a otros exponentes del género, pero hay que destacar lo ingenioso y divertido de muchos de sus diálogos, que además están escritos en perfecto español.

El apartado sonoro también está a la altura de las expectativas con un buen repertorio de melodías de gran calidad. Y como ya apuntábamos, el trabajo de adaptación a los mandos de Xbox One y PlayStation 4 es bastante bueno, con esa apuesta por menús radiales que nos darán acceso a las habilidades, inventario y demás de nuestros cuatro héroes. En algunos aspectos es algo engorroso, como la gestión del inventario entre unos y otros personajes; pero esto ya era así en PC así que no podemos hablar de un error propio de la versión de consolas. La cuestión es que Larian Studios ha logrado llevar toda la magia y profundidad jugable de Divinity al mundo de las consolas. Y tiene un mérito increíble.

Magnífico

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Rol y libertad

Divinity: Original Sin - Enhanced Edition

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Lo dijimos hace un año y volvemos a repetirlo. Divinity: Original Sin es una de las mejores aventuras de rol de los últimos años. Un videojuego de enorme calidad que destaca por la gran libertad de acción que brinda a la hora de explorar el mundo de Rivellon, pero también por lo profundo y espectacular de su sistema de combate, las grandes opciones de personalización de nuestros aventureros y, su multijugador cooperativo.

Comprar Divinity: Original Sin - Enhanced Edition
  • Gran libertad de acción. Puedes resolver las misiones de muchas formas distintas.
  • Sistema de combate por turnos dinámico y muy estratégico.
  • Interacción con el entorno. Es sorprendente. Los puzles también nos encantan.
  • Bien adaptado a consolas sin perder ni un ápice de su profundidad jugable.
  • Diálogos ingeniosos y muy divertidos. La historia se sigue con gran interés…
  • … pero es demasiado típica y un tanto simplona en ocasiones.
  • En consolas perdemos las herramientas de edición del original.
  • La interfaz de usuario, aún con sus mejoras, es a veces un poco engorrosa.
Jugadores: 1-4
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 60-80 horas (mínimo)
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