Conquistar la Tierra puede sonar a algo sólo al alcance de grandes dirigentes como Julio César o Napoleón, pero ya hay muchos videojuegos que han conseguido convencernos de que nosotros también somos capaces de crear un imperio mundial a golpe de ratón. Uno de ellos es Empire Earth, un título que nos llega en su tercera entrega con un planteamiento más simplificado que en anteriores ocasiones pero conservando sus aires imperialistas.
Conquistar el mundo ha sido desde siempre un tema recurrente en los videojuegos de estrategia para compatibles. Civilization, Age of Empires, Rise of Nations... Todos ellos basaron su éxito en ofrecernos la posibilidad de satisfacer nuestros más íntimos deseos de expansión territorial a través de una serie de títulos que hoy intentan encontrar a un buen compañero en la última entrega de Empire Earth, un videojuego de estrategia en tiempo real que viene de la experta mano de Mad Doc Software.
Con varios éxitos bajo el brazo, la compañía inglesa ha intentado con esta tercera entrega simplificar el esquema de juego que pudimos ver en los anteriores videojuegos de Empire Earth. Para empezar, esta vez contaremos con tan sólo tres facciones: Occidente, Oriente Medio y Lejano Oriente. Tres protagonistas que se diferenciarán entre sí no sólo en la manera de evolucionar y de comportarse frente al enemigo, sino también en que poseerán sus propios edificios, sus particulares unidades y sus diferenciadas tecnologías.
Imperios simplificados
La simplificación no sólo se quedará en las facciones a seleccionar, sino que también contaremos con un limitado rango de eras: Antigüedad, Medieval, Colonial, Moderna y Futura. Cada una de ellas tendrá un importante efecto sobre todo lo que ocurra en el juego, cambiando el aspecto de nuestras unidades mientras que nos percatamos sobre cómo vamos avanzando en nuestra partida. Una partida que podremos empezar de muchas maneras posibles, aunque lo más probable es que primeramente nos decantemos por la Dominación Mundial.
Planteado como un modo para un solo jugador, la Dominación Mundial nos situará en una campaña por conquistar el mundo donde nos encontraremos con un sistema mixto de juego. Por un lado, tendremos la estrategia en tiempo real (Modo Batalla), donde dirimir nuestras diferencias a golpe de ratón. Por el otro, nos encontraremos con la estrategia por turnos (Modo Mundial), en el que manejar nuestra posición geo-estratégica dentro de un globo planetario en el que situar tropas y realizar movimientos de una manera más táctica.
¿Guerra o paz?
Ambos modos de actuar serán complementarios, aunque es cierto que la mayor parte del tiempo nos la pasaremos en el Modo Batalla lanzando órdenes con un ratón que nos permitirá crear unidades, edificios, torres y murallas con el fin de ganar al enemigo y arrebatarle el territorio que ocupaba. Muchas veces esta última tarea no será sumamente complicada, puesto que en la mayoría de las ocasiones nos las tendremos que ver con las débiles tribus nativas. No obstante, puede darse el caso de que una tierra esté ya poblada por un poderoso enemigo, en cuyo caso deberemos de pensarnos dos veces lo que hacer.
Es aquí cuando entra en juego la diplomacia, gran invento del ser humano que ha servido de mucho a videojuegos como Empire Earth III. En total, nos encontraremos con hasta cinco grados de relación: odiar, desagradar, indiferente, agradar y amar. Será importante tenerlos en cuenta, aunque muchas veces las alianzas no funcionarán ni aunque ofrezcamos nuestra mano, sino que tendremos que dar algo más. Para esos casos, el videojuego nos da la posibilidad de ofrecer tributos con los que escapar de una situación delicada que tal vez no nos convenga.
Construye tu imperio
Sin embargo, puede que sí tengamos ganas de desempolvar las armaduras de nuestros guerreros, y es entonces cuando llamaremos a nuestras infanterías, caballerías, artillerías, barcos y hasta héroes (figuras especiales que liderarán las tropas) para que se pongan en marcha hacia la base enemiga. Una base que, al igual que la nuestra, habrá sido levantada a partir del Centro Urbano, un núcleo de actividad para la población de una ciudad que, adicionalmente, podrá tener cuarteles, establos, talleres, puertos y otro tipo de infraestructuras que prometan un correcto desarrollo de la actividad imperialista a la que hemos dado comienzo.
Pero todo en esta vida necesita de recursos, y nosotros también seremos los encargados de conseguirlos. En Empire Earth III habrá dos elementos esenciales a tener en cuenta: materias primas y riquezas. Si nos falta alguna de las dos, no podremos construir nada, quedándonos además en una situación en la que no podremos evolucionar hacia la siguiente era. Tan importantes serán los recursos que incluso podremos establecer acuerdos comerciales con otros jugadores (no enemigos) gracias a ellos.
El tercer imperio
Aparte de la Dominación Mundial, que es el modo principal de juego, contaremos con la clásica Escaramuza, modalidad donde disputar una batalla con uno o más adversarios dentro de un mapa a nuestra elección donde escogeremos una serie de opciones de batalla de una manera más personalizada. También tendremos un Tutorial bastante sencillo y narrado en un correcto castellano que nos robará unos pocos minutos en pos de convertirnos en todos unos expertos de Empire Earth III. Por último nos encontraremos con el modo Multijugador, en el que enfrentarnos hasta a siete jugadores tanto en conexión LAN como por Internet.
Varios modos de juego y una jugabilidad renovada que, no obstante, chocan con una inteligencia artificial bastante pobre y un apartado gráfico que no está del todo optimizado. Aún superando con creces las especificaciones recomendadas, Empire Earth III no funciona de una manera fluida a calidad máxima, siendo necesario desactivar algunas opciones con el fin de que el título funcione a unos 20-30 FPS constantes.
Sin embargo, y a pesar de esos pequeños defectos que contrastan con el excelente trabajo de las melodías (aunque hay sonidos y voces realmente repetitivos), el mayor fallo de Empire Earth III es su jugabilidad que, de una manera u otra, no logra superar a la de sus antecesores. Tal vez la culpa haya sido de su simplificación, de su menor número de facciones o de eras, pero el caso es que este nuevo título no ha resultado tan impactante como los anteriores.
La tercera entrega de Empire Earth ha mostrado una clara intención de simplificarse para conseguir llegar, tal vez, a un público más amplio. Sin embargo, por el camino se ha dejado facciones y eras que no han mejorado una experiencia de juego que se ve mermada por una inteligencia artificial que no facilita la jugabilidad. La tercera entrega de Empire Earth no va a pasar a la historia por ser la mejor de Mad Doc Software, pero aún así puede que resulte interesante a los fieles seguidores de la saga.
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