Análisis de Edge of Nowhere. Prisionero del Hielo

Análisis de Edge of Nowhere. Prisionero del Hielo
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Edge of Nowhere es la primera visión de Insomniac para la realidad virtual, en esta ocasión exclusiva de Oculus Rift, que nos lleva a explorar los rincones perdidos de la Antártida en una aventura con tintes de sigilo y terror. Nos preguntamos cuánto de su experiencia se apoya en las gafas y cuánto en sus propios pilares como videojuego en este análisis.

¿Cuánto vale la experiencia VR? No nos referimos a términos económicos (todavía no), sino a cuánto de la experiencia que recibe el jugador de un título es gracias a las gafas de realidad virtual y cuánto al propio juego en sí. Nos lo preguntamos durante todo el tiempo que estuvimos jugando a Edge of Nowhere, y en el caso del título de Insomniac, la respuesta es bastante clara: casi toda su alma es gracias a la realidad virtual y sin esta se quedaría en un juego que podría pasar perfectamente por tecnología de la anterior generación aportando poco valor con sus mecánicas.

Pero dentro de Oculus Rift, la cosa cambia bastante y es inevitable ponerse a pensar en todos esos fantásticos juegos y mundos virtuales que has recorrido en una pantalla plana desde la invención del juego en 3D. Recorrerlos en VR es una experiencia completamente distinta, impregnándote de la atmósfera del lugar incluso con las limitaciones que tienen todavía estos dispositivos en términos de píxeles por pulgada comparados con un buen monitor o televisión, y las propias limitaciones gráficas de la obra de Insomniac. En ocasiones, no importa. Cuando entras en una de las misteriosas cuevas de lo más remoto de la Antártida, donde lo remoto se mezcla con lo imposible, el cínico que hay en ti, si es que hay uno, quiere desaparecer y simplemente dejarse engañar sin pensar más en términos técnicos.


Y todo esto te hace pensar que si un juego como Edge of Nowhere es capaz de crear esa sensación con un juego realmente básico tanto en lo jugable como en lo gráfico, el futuro que nos espera podría ser prometedor, aunque tremendamente caro. De hecho, las tres, tres horas y media que dura Edge of Nowhere se venden a precio de oro, pero es el precio a pagar ahora mismo por una experiencia que no está al alcance de cualquiera.

Durante casi todo el juego recorreremos los páramos helados de la Antártida y exploraremos sus cuevas, algo que puede terminar resultando algo monótono.
Durante casi todo el juego recorreremos los páramos helados de la Antártida y exploraremos sus cuevas, algo que puede terminar resultando algo monótono.


Hacemos hincapié en la inmersión, porque el mérito o el demérito es consecuencia directa de lo que el jugador sea capaz de sentirse dentro de la aventura, ya que las mecánicas de Edge of Nowhere serían insuficientes en los tiempos que corren, fragmentándose en tres áreas principales, las cuales trata de forma muy básica. La exploración, que consta de un único camino que recorrer con la posibilidad de recoger algún que otro diario; las plataformas, donde daremos algún sencillo salto o escalaremos con nuestro piolet a lo Tomb Raider; y el sigilo/combate, las secuencias más interesantes (pero también básicas) donde tendremos que zafarnos de criaturas que moran en los rincones más oscuros de estas cuevas heladas.

El futuro que nos espera podría ser prometedor, aunque tremendamente caro

Llegados a este punto, no podemos retrasar más lo evidente. Edge of Nowhere sigue la estela de los relatos y el horror cósmico del escritor H.P. Lovecraft, y más en concreto tiene bastantes paralelismos con su novela En las Montañas de la Locura. Si bien la narrativa tiene una gran importancia en la aventura, y entremezcla de forma onírica flashbacks del pasado con alucinaciones en nuestro camino, el resultado final podría haber logrado mucho mejor su objetivo si se tomara un respiro entre episodios para profundizar más en la psique de los personajes tal y como dominaba el maestro de Providence. Aun así, y sobre todo si eres amante de este tipo de historias, tiene los suficientes elementos como para mantener despierto tu interés, e incluso su final está mejor llevado que muchos que han intentado plasmar la visión terrorífica del escritor.

Prisionero del Hielo


Sin poder apartar la mirada

Ahora bien, a las propia forma de desenvolverse del juego se le suma la que aporta el propio Oculus Rift, y aquí hay que admitir que Insomniac ha sido bastante inteligente y, sobre todo, bastante ágil al crear formas de jugar que funcionan realmente bien con un dispositivo de realidad virtual en tu cabeza. La primera y más importante, es la decisión de crear un juego en tercera persona. Todavía hay mucho debate al respecto, pero aunque la primera persona resulta más inmersivo, genera un conflicto de ejes entre el de tu propia cabeza y el segundo stick para los giros. Edge of Nowhere lo soluciona eliminando el segundo stick de la ecuación, dominando la cámara y dejándonos simplemente la capacidad de mirar alrededor, sin girar en torno al personaje. De esta forma se evita mucho de ese “motion sickness”, de esos mareos producidos en experiencias virtuales poco pulidas o con movimientos demasiado bruscos, hasta el punto de poder jugar a Edge of Nowhere cómodamente en sesiones largas, aunque con algún descanso aconsejado.

Las secciones de sigilo son donde más tendremos la sensación de estar en un videojuego, con un entretenido sistema de distracción o combate directo.
Las secciones de sigilo son donde más tendremos la sensación de estar en un videojuego, con un entretenido sistema de distracción o combate directo.


Pero más allá de la cámara, otras funciones como la propia linterna, que aun estando colocada encima de la cabeza del protagonista no obedece del todo al movimiento de su cabeza sino a la nuestra, o lo propio con nuestra escopeta, donde tendremos la precisión de nuestro propio cuello a la hora de apuntar, son mecánicas muy intuitivas y que funcionan excepcionalmente bien.

Una lástima que los chicos de Insomniac no hayan intentado sorprendernos con algo más de variedad y más ideas como estas en vez de hacernos escalar la enésima pared de hielo con los piolets, volver a introducir una sección de plataformas que se caen o introducir una nueva secuencia de sigilo simplemente con más enemigos, una vez que ya ha presentado al tercer tipo de monstruo. Por cierto: ¿Miedo? Más bien “jump scares” aunque en contadas ocasiones, pero nada comparado con el asombro de recorrer las majestuosas cuevas, con sus raíces cada vez más aferradas a lo incomprensible.

La libertad de visión que suponen las gafas de realidad virtual es lo que crea la buena atmósfera que consigue Edge of Nowhere.
La libertad de visión que suponen las gafas de realidad virtual es lo que crea la buena atmósfera que consigue Edge of Nowhere.


Y sin embargo, pese a su duración y teniendo en cuenta su planteamiento, era absurdo alargar más la partida. Mucho mejor haber acortado el precio. Cuando lo haga, Edge of Nowhere es y será una de las mejores experiencias actualmente para hacerte una buena idea de lo que es la realidad virtual para videojuegos tradicionales. ¿Cuánto vale la experiencia VR? Mucho, en todos los sentidos. Si un juego en el fondo tan sencillo (aunque cuidado) como Edge of Nowhere es capaz de sorprendernos a este nivel, no podemos imaginarnos lo que ocurriría si alguien se pusiera a desarrollar, más allá del parche de rigor, un título profundo, innovador y exclusivamente centrado en la realidad virtual.

Interesante

Sin sello
Prisionero del Hielo

Edge of Nowhere

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Puede que Edge of Nowhere sea un juego bastante básico en sus formas, pero eso mismo es lo que demuestra lo inmersiva que puede llegar a ser la realidad virtual, captando más detalle y envolviendo más al jugador en su mundo. Sin embargo no podemos negar lo evidente, y es que se trata de un juego gráficamente algo pobre, pero sobre todo sencillo en su concepción, con tres acciones que repetir incesantemente en poco más de tres horas de duración.

  • La inmersión en este mundo helado está muy conseguida
  • Decisiones bien planteadas como el sistema de apuntado y linterna
  • La recreación de las cuevas es muy atmosférica
  • Gran comodidad con VR, sin mareos y en largas sesiones de juego
  • Jugablemente muy básico tanto en plataformas, sigilo y exploración
  • Repetición de mecánicas sin aportar nada nuevo a cada nuevo escenario
  • Gráficamente muy limitado, prácticamente de la anterior generación
  • Duración escasa para lo que ofrece
Jugadores: 1
Idioma: Textos en sin subtítulos y voces en inglés / español latino
Duración: 3-4 horas
Ver requisitos del sistema
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.