¿La generación de las remasterizaciones nos trae una más? La de Dishonored, que se autodefine como la Edición Definitiva, es casi más un port que un remaster en sí mismo El memorable juego de acción y sigilo ofrece aquí las justas mejoras gráficas pero todos los contenidos descargables para convertirse en una versión total que es muy recomendable sólo si no compramos el original.
Bethesda ha presentado el primer traslado de una de sus grandes obras de la anterior generación a las consolas del nuevo ciclo, y ya sean remasterizaciones o cuasi-ports como este caso puede que no se trate de la última. Se trata de la revisión del extraordinario Dishonored que firmaba Arkane Studios allá por el 2012. Convertido automáticamente en uno de los grandes lanzamientos de aquel año, el juego lleva meses siendo firme candidato a contar con una versión corregida y aumentada y, tras su anuncio en el E3 2015, finalmente la tenemos entre nosotros. ¿Qué tal ha resultado el traslado a consolas de nueva generación? Probablemente se trata de uno de los trabajos en este sentido menos recomendables desde el punto de vista tecnológico, sin embargo la calidad de la obra original es tan brutal, y en esta ocasión se ve acompañada por los muy interesantes contenidos descargables, que se convierte en un absoluto imprescindible para quienes no disfrutaron de la obra en su momento.
¿Más allá de eso? Quienes ya lo superaron por aquel entonces no encontrarán demasiados motivos para volver. Sí, es más bonito que entonces y se ve más nítido gracias, respectivamente, al trabajo de mejora de las texturas y al aumento de la resolución, sin embargo Bethesda se ha cuidado mucho de incluir la palabra remasterización en su título y es que el traslado no va mucho más allá y quien lo disfrutara en PC, por ejemplo, ya ha contado con una versión superior y que es fácil de conseguir en su Edición Game of the Year a un precio reducido. Pero aquí estamos para hablar del juego en PlayStation 4 y Xbox One, y es precisamente eso lo que vamos a hacer de la mano de Corvo Attano y sus inolvidables aventuras.
El Liberador de Dunwall
Lo extraordinario de Dishonored, coronado como mejor juego del año por la redacción de 3DJuegos en 2012 y finalista de los lectores, es que funciona a todos los niveles. Por un lado es una historia extraordinaria, llena de intrigas que se presentan en un brillante prólogo en el que conocemos todo lo que necesitamos saber de personaje, secundarios y villanos. A partir de ahí comienza una narración formidable tanto estilísticamente como en su trasfondo, con muchos seres memorables y con el punto místico ideal que le aporta el Forastero, responsable de los poderes sobrenaturales de Corvo, el protagonista.
El majestuoso retrato de una Dunwall azotada por la peste y las ratas, y con una élite gobernante corrupta y asesina, es demoledor y deprimente a partes iguales. Se convierte en el telón de fondo perfecto para una aventura madura y adulta como ésta, dividida en capítulos con misiones de asesinato que funcionan casi a modo de pequeñas zonas libres donde la única meta final es la de cumplir con nuestro objetivo, y el cómo hacerlo y con qué entretenernos por el camino queda enteramente en nuestra mano. Así se construye una experiencia francamente rejugable, que no depende únicamente de si deseamos inclinarnos por el sigilo o por la acción más ruidosa, sino que presenta multitud de rutas alternativas que podemos emplear para cumplirlas. Todo está en nuestra mano, y es que el compendio de habilidades del protagonista y su capacidad para escalar estructuras y llevar a cabo grandes saltos hacen que casi cualquier lugar del escenario sea accesible con todo lo que eso conlleva.
Todo eso sigue presente, como es lógico, en una Definitive Edition que en la vertiente puramente jugable sigue siendo tan recomendable como en el momento de su lanzamiento. No ha pasado tanto tiempo como para que la fórmula envejezca, y el hecho de que todos los contenidos descargables estén presentes en el embalaje lo hace todavía más interesante. Dunwall City Trials, El Puñal de Dunwall y Las Brujas de Brigmore fueron tres añadidos muy, muy interesantes… Siendo el primero una mera selección de desafíos, aunque muy interesantes, y consolidándose los otros dos como muy recomendables añadidos a una historia que ya de por sí era larga y fascinante.
¿En lo puramente tecnológico? Las conclusiones son algo más discretas. Sí es cierto que el lanzamiento ha mejorado notablemente sus prestaciones con respecto a lo visto en su momento, pero no va mucho más allá del mínimo exigible teniendo en cuenta el cambio de ciclo entre unas y otras máquinas. La resolución de 1080p es una bendición, puesto que permite ver los bellos entornos del juego con una nitidez que sólo habíamos podido disfrutar en PC en su momento, y hacen que la hermosa dirección artística del programa luzca todavía mejor. Sin embargo al mismo tiempo este tipo de cosas también suponen una exigencia máxima para elementos como las texturas, por ejemplo, y si bien éstas han sido mejoradas lo cierto es que en la mayoría de casos ni así logran estar a la altura de lo que la exigencia del año 2015 y la resolución obligan. Por otra parte quien espere un frame-rate de 60fps se verá disgustado puesto que sólo alcanza los 30, los tiempos de carga son algo más largos de lo esperado y sólo la función de instalar o descargar y comenzar a jugar su prólogo por anticipado parece una función verdaderamente next-gen.
Otros elementos como la iluminación, las animaciones y los modelados tampoco parecen exhibir demasiadas modificaciones con respecto a lo que vimos en su momento. Es, por lo tanto, un desarrollo que hace los deberes por las justas con un mero aumento de resolución y de moderada calidad de texturas que invita a pensar en un estimable port antes que en una mala remasterización. Algo realmente triste puesto que, visto el extraordinario resultado disfrutado con remastersrecientes como la de Gears of War, por poner un único ejemplo, nos deja soñando con lo que podría haber sido Dunwall con lavado de cara en forma de verdadera revisión a la altura de las consolas del nuevo ciclo.
Como videojuego Dishonored sigue siendo extraordinario a día de hoy, pero su Definitive Edition no es tan definitiva como su nombre parece indicar. Esperábamos mucho más de una revisión que no está a la altura en lo visual de lo que exigimos en este tipo de trabajos en el año 2015. De este modo sólo es recomendable para quienes no tuvieron la fortuna de jugar al original en su momento… que no es poco, claro.
Comprar Dishonored: Definitive Edition- El videojuego sigue siendo maravilloso, uno de los grandes de la anterior generación
- Trae consigo todos los contenidos descargables, y son de calidad
- Hay que matizar que más que remasterización es un port. Y se podía haber exprimido más tecnológicamente
