Rise es un niño con una ardua tarea: suplantar al guerrero legendario y evitar la invasión de los soldados espaciales de Mundo Juego. Para ello cuenta con Shine, una pistola con malas pulgas que le otorga la habilidad de tener vidas infinitas. Mucha acción arcade mezclado con plataformas y puzles en un título que homenajea claramente al medio. Análisis de Rise & Shine.
A finales de los años 80 apareció un juego llamado Rick Dangerous creado por Core Design, los que posteriormente crearían el clásico Tomb Raider. En Rick Dangerous encarnamos a un héroe que a lo Indiana Jones entraba en templos llenos de trampas que nos hacían sucumbir una y otra vez. En muchas ocasiones no había forma de evitarlas. No podías escapar del factor sorpresa hasta que no lo conocías tras haber muerto en el intento. Se inventó así el ensayo y error: aprender de un script del escenario para después poder sortear la trampa.
Rise & Shine utiliza bastante este concepto en muchas de sus trampas. En el título de Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team de acción y puzles, morir es sólo una parte del proceso de avance. A veces literalmente. El problema de la mecánica del ensayo y error (y que se le achacó mucho a Rick Dangerous en su momento) es que es, por definición, tramposa. No puedes evitar la muerte hasta no conocer la amenaza. En juegos como la saga Souls ocurre algo similar, pero siempre se guardan de que el jugador que vaya con mil ojos y absoluta precaución pueda detectar todas las trampas que esconden sus niveles.
Lo bueno de Rise & Shine es que su mezcolanza de géneros y subgéneros crea un dinamismo que pocas veces hemos llegado a ver tanto en la actualidad como en épocas pasadas. Se nota que el estudio es muy aficionado al 2D clásico en su variante plataformera, de acción, de Run & Gun, de shoot'em up y de puzle. Y todo ello lo vas a encontrar aquí, unido a un profundo homenaje al mundillo del videojuego en claros homenajes directos o indirectos que el jugador tiene el placer y el minijuego de descubrir a través de todas sus referencias.
Acción, puzles y vidas infinitas
Tantas son las referencias que es imposible mencionarlas todas, pero brillan con más fuerza cuando no sólo se homenajea a Super Mario Bros., por ejemplo, sino que se rinde tributo también a sus mecánicas, como saltar goombas monstruosos, por ejemplo. Divierte encontrar un tren lleno de héroes clásicos del videojuego caídos, pero divierte más aún recoger para un jefe la mecánica de disparos azul y rojo de un Ikaruga y utilizarla únicamente para ese momento en concreto, y ya está.
Los jefes y subjefes, de hecho, son algunos de los mejores momentos que hemos disfrutado en Rise & Shine. Son imaginativos y mezclan ese sabor de un enemigo clásico utilizando sabiamente las mecánicas que has aprendido a lo largo del último nivel, donde tienes que hacerlas efectivas al mejor rendimiento. Son muchos, variados y llegan cuando tienen que llegar.
Quizá la clave de Rise & Shine que hace destacar este título por encima de sus iguales es la imaginación de los diseñadores. Lo demuestran también los puzles cuyas soluciones van siendo cada vez más intrincadas y que comienzan añadiendo un sistema de manejar la bala manualmente por el escenario para destruir algo o pulsar un botón que nos permita continuar. Pueden hacerse algo repetitivos, pero más adelante el juego se las apaña para ir creando nuevos rompecabezas. Funcionan mejor cuando se mezclan con la propia acción, donde esquivar bombas y disparos mientras intentas pensar cómo salir de la situación crea una tensión magnífica.
Algo peor hemos visto el sistema de coberturas, que puede llegar a cortar algo la acción y que en ocasiones no funciona tan bien como la plena libertad de movimientos y esquivar por ti mismo los disparos que se dirigen a tu posición. En muchas ocasiones hemos tenido dificultades para avanzar a través de la mecánica de la cobertura, cuando ha sido mucho más sencillo esquivar los ataques por nosotros mismos.
Las referencias al mundo del videojuego son constantes y brillantes
Esto, unido a esa mecánica que a veces no termina de ser tan satisfactoria del "ensayo y error" son los mayores peros que hemos encontrado en Rise & Shine, unido quizá a esa sensación de repetición que se va acumulando cuanto más vas avanzando en el juego. Probablemente se deba a la alteración del ritmo que provocan su cambio de subgénero. Mientras que en un Run and Gun el frenetismo es puro y constante, Rise & Shine te acostumbra a cambiar de este tempo a uno más pausado para resolver un puzle, a otro algo más rápido y así sucesivamente sin llegar a decantarse por uno en concreto, lo que te puede llegar a hacer sentir algo incómodo cuando lo único que quieres es una experiencia de gatillo fácil, por ejemplo. Los propios desarrolladores lo llaman "Think and Gun" señalando claramente el contraste.
El diseño es muy colorido con animaciones fluidas (aunque se echa en falta algo de profundidad y detalle, sobre todo en las viñetas que cuentan la historia) que casan bien con el tono del juego. Se agradece más aún el mimo y el cuidado que se han puesto en los escenarios, donde en ningún momento se repiten las capas que conforman el nivel, de forma que cada vez que avancemos siempre estaremos viendo algo nuevo en este curioso universo. Uno que nos sitúa en MundoJuego, un planeta lleno de alusiones a nuestro ocio electrónico que está siendo invadido por soldados espaciales. Las referencias al mundo del videojuego se dan por doquier, pero incluso dentro de ellas como que nuestra propia pistola (Shine) nos hable y tenga su propia personalidad, están muy bien conseguidas con toques de humor que le sientan fenomenal a la obra.
Rise & Shine sorprende. Su hibridación de subgéneros de la acción y las dos dimensiones hace imposible no recordar otras épocas y eso es probablemente lo que Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team quería evocar en el jugador y en ellos mismos, como una forma de gratitud hacia todos aquellos juegos que recuerdan con nostalgia y que les llevaron a crear videojuegos. Sin duda, han conseguido su propósito.
Rise & Shine logra de forma muy efectiva mezclar muchas de las mecánicas clásicas de los shooters arcade junto a plataformas y puzles, en un título que homenajea el propio mundo de los videojuegos de formas muy imaginativas. Puede que tropiece en el ritmo y la implantación de algunas mecánicas, pero logra alcanzar su objetivo a base de vidas infinitas y conectar con el jugador, sobre todo el más clásico.
- Las referencias al videojuego, que en ocasiones van más allá de lo estético
- Las mecánicas de Shine crean una mezcolanza de géneros y subgéneros de las dos dimensiones
- Algunas mecánicas como las coberturas y el “ensayo y error” no están tan bien conseguidas
- A veces frenético y a veces muy pausado, cuesta acostumbrarse al ritmo del juego
