La saga “Anno” llega a Nintendo DS. Iza las velas y saca el catalejo en busca de un territorio próspero donde desplegar todo tu potencial colonizador. Ciudadanos, piratas y catástrofes naturales se encuentran en un título donde tendrás la oportunidad de sacar a relucir tus dotes de conquistador. ¿Dispuesto a crear tu propia colonia portátil?
Nintendo DS quiere demostrarnos que puede convertirse en una plataforma todoterreno capaz de albergar g´neros que desde siempre se le habían resistido a las consolas. Es el caso de la estrategia que, con exponentes tan importantes como un título de “Age of Empires”, otro de los divertidos “Worms” y el último “Theme Park”, puede encontrar un nuevo lugar donde desarrollarse lejos del sistema que siempre le había mimado desde sus más remotos orígenes: el PC.
El nuevo afortunado en saltar a este escenario aún por terminar de decorar es “Anno 1701”, una conversión del popular videojuego de PC que es secuela de otros dos basados en los siglos XVI y XVII respectivamente: “Anno 1503” y “Anno 1602”. Mucha experiencia es ya la que los alemanes de Sunflowers Interactive Entertainment Software llevan acumulada en una saga que, con el pretexto de abrazar y colonizar el Nuevo Mundo, nos pone de nuevo al mando de un aventurero con ganas de izar velas y construir toda una colonia desde cero.
Coloniza el Nuevo Mundo a golpe de lápiz
Esta es la principal motivación para continuar una historia en el tiempo donde, ahora en el siglo XVIII, se nos narra la particular situación de una princesa que, convertida en reina tras la muerte de su padre, debe cumplir el sueño que aquel no pudo llevar a cabo en vida: colonizar el Nuevo Mundo. Para conseguirlo, a su mando nos tendrá a nosotros, unos jóvenes tripulantes que, estableciendo un almacén en la costa y con la única ayuda de unas cuantas monedas de oro, comenzaremos a crear toda una colonia de unas magnitudes que sólo dependerán de una eficiente e inteligente gestión.
Así comienza esta excelente conversión del notable título para PC. Un videojuego que conserva los elementos del original pero añadiendo la facilidad e intuitividad que proporcionan los controles de DS basados en el poder de la doble pantalla y el lápiz táctil. Para empezar, cabe decir que todas y cada una de las acciones podrán y deberán ser desplegadas a través de la pantalla inferior. No habrá lugar para los botones, salvo en el caso en que queramos añadir un acceso rápido a las opciones más comunes como construir casas o caminos que las unan.
Aprendiendo a gestionar nuestra colonia
Con una disposición que nos separa la información de la acción (pantalla superior para mostrar datos e inferior para controlar las opciones de gestión), uno de los primeros aspectos que destaca es la suavidad con la que podemos desplazarnos por el mapa, otorgándonos en todo momento la posibilidad de variar entre dos posiciones de “zoom” que nos permiten tener una visión más centrada o global de la situación de nuestra colonia.
Esto será especialmente útil para empezar a construir dentro del gran elenco de posibilidades que se abren en los menús desplegables de la parte derecha de nuestra pantalla táctil: edificios civiles, militares, mercados, granjas, minas… Todo lo necesario para cumplir nuestro objetivo de, a la vez que conseguir que nuestra población evolucione del estado de pionero a aristócrata, mantener un cierto balance positivo en nuestra economía para así tener la posibilidad de explorar nuevos territorios que abran nuevas posibilidades de producción en busca de materias primas.
Cuando eso ocurra, cobrará especial importancia el mapa de exploración y nuestro particular navío, el cual podremos hacer navegar por las desconocidas aguas del Nuevo Mundo hasta encontrar una tierra fértil y próspera que servirá para hacernos con una adicional fuente de recursos. Pero no siempre será fácil colonizar nuevas tierras y, mucho menos, mantener la vista pendiente en dos lugares a la vez.
¡Una ayudita, por favor!
Tal vez por ello, los diseñadores de este videojuego pensaron que la figura del consejero era una gran manera de mantenernos alerta sobre los problemas que conciernen a nuestra población: avisarnos de la escasez de comida, de la necesidad de crear una Iglesia o de la llegada de piratas y ladrones a nuestra isla, son sólo una pequeña muestra de lo que este particular hombre rechoncho y con gafas estará dispuesto a hacer por nosotros.
Pero no será la única ayuda. Cada edificación tendrá su particular menú en forma de globos, los cuales aparecerán una vez que ejerzamos una presión sobre el mismo. Entre las opciones de mejorar la producción del edificio, de mandar más soldados a él en caso de que sea un lugar militar o de sumirlo en escombros porque ya no nos hace falta, también aparecerá una interrogación que nos ofrecerá información suplementaria.
Y es que no será por falta de ayudas. Adicionalmente, yéndonos a la pantalla de selección que nos ofrece el botón Start (donde también podremos guardar la partida), podremos ir a la ANNOpedia, una completa fuente de información que echa una mano para que la curva de dificultad sea realmente asequible para todo tipo de jugadores.
La opción de conquistar en compañía
Ahí no se acaban las opciones de “Anno 1701”. Adicionalmente al “modo historia” que hemos estado explicando, existen varias opciones que aumentan considerablemente la rejugabilidad del título. Es el caso del “modo multijugador” que, aunque no ofrezca la posibilidad de jugar “online”, sí que nos permitirá explorar (junto a otros amigos que posean un cartucho) el mundo que nos presenta Sunflowers en este título.
Tanto en este modo de juego como en el de “partida continua” (otra modalidad donde en vez de disputar contra humanos lo haremos contra la máquina) podremos variar parámetros como la extensión de las islas, la distancia entre ellas, la fertilidad de la tierra, nuestra cantidad de dinero e incluso la probabilidad de que suframos una invasión pirata o una catástrofe natural. Parámetros todos ellos que en el “modo historia” se nos presentan aleatoriamente sin que tengamos posibilidad de elegir.
Un “modo historia” que, a lo largo de sus hasta cinco capítulos y otras tantas misiones, os mantendrá enganchados a vuestra portátil durante muchas horas. No podemos decir cuanto tiempo porque esto depende de la habilidad de cada uno, pero no será infrecuente que para una sola de estas misiones os tiréis más de tres horas jugando e intentando lograr que todo funcione perfectamente hasta alcanzar el siguiente objetivo a cumplir.
Jugar a un título de estrategia vuelve a ser una experiencia agradable en esta portátil que, a través de un apartado gráfico sólido y una música que acompaña en todo momento, puede convertirse de seguir así, en la plataforma consolera por excelencia para albergar este tipo de videojuegos. Una gran adaptación por parte de Sunflowers que ha sabido leer las limitaciones y virtudes que presenta la consola de doble pantalla de Nintendo.
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