Análisis de Valhalla Hills. ¡Los Vikingos también Construyen!

Análisis de Valhalla Hills. ¡Los Vikingos también Construyen!
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Conduce hacia el Valhalla a una gran tribu de vikingos este interesante juego de gestión y construcción inspirado en el clásico The Settlers. Con bastantes edificios que erigir y batallas que librar, este título de estrategia os lo puede hacer pasar bien o francamente mal dependiendo del lío que se forme alrededor de vuestras aldeas.

Se hablaba de Valhalla Hills como el sucesor espiritual del clásico The Settlers y como tal, en la redacción de 3DJuegos éramos unos cuantos los que esperábamos con ilusión el lanzamiento de este juego de gestión y construcción ambientado en el mundo de los vikingos. Por desgracia el resultado no ha sido tan bueno como deseábamos. Y nos entristece, claro que lo hace, teniendo en cuenta que este juego de Funatics Software, a la postre creadores de dos títulos tan emblemáticos como The Settlers 2 y Cultures, tenía potencial más que suficiente como para codearse con ambos clásicos de la estrategia. Pero no ha sido así por culpa de una discreta interfaz de usuario y, sobre todo, ciertas mecánicas de juego que terminan por frustrar más que divertir.

Obviamente todo aquel que se embarca en un título de estas características sabe a lo que atenerse. Hay que construir edificios, mantener felices a los aldeanos y lograr que estos trabajen con eficacia ya sea recolectando recursos, o fabricando las herramientas que nos permitan seguir adelante. Y Valhalla Hills es en este punto bastante clásico, manteniéndose fiel a ese estilo The Settlers que tanto nos enamoró en el pasado. Pero hay algo en este juego que no funciona; que resta un atractivo inmenso a una obra que por opciones de construcción y militares bien podría haber alcanzado la gloria.


Mi vida por un buen guiso

Basta un primer vistazo a Valhalla Hills para que realmente desees que este juego de estrategia te enamore. Su colorido, la belleza de los paisajes naturales en los que se desarrolla la acción, el diseño de edificios y, claro, el de los propios vikingos que habitan en ellos es realmente bueno. Todo en el juego de Funatics Software luce de maravilla gracias al potencial tecnológico del Unreal Engine 4; pero con la misma rapidez que caes rendido a los encantos de sus gráficos, también lo harás presa de la frustración al comprobar que la gestión de la aldea es más enrevesada y lenta de lo imaginable.

¡Los Vikingos también Construyen!


¡Nuestros vikingos siempre tienen hambre! Da igual que horneéis pan, que haya pesca y caza o recojáis manzanas. ¡Siempre tienen hambre! Y es un fastidio.
¡Nuestros vikingos siempre tienen hambre! Da igual que horneéis pan, que haya pesca y caza o recojáis manzanas. ¡Siempre tienen hambre! Y es un fastidio.


La cabaña del leñador te permitirá obtener madera, que en un aserradero se convertirá en una tabla con la que los vikingos podrán crear granjas de trigo, que a su vez generarán cereal que en un molino se convertirá en harina, y que un panadero horneará después para dar forma a suculentas hogazas de pan que terminarán en la tripa de nuestros aldeanos. Y así con otras tantas materias primas que forman parte de esas extensas cadenas de producción tan habituales en esta clase de videojuegos, donde el mínimo error en la línea de suministros puede desencadenar un fallo que nos deje por ejemplo sin las herramientas necesarias para equipar a los soldados. ¡O sin alimentos! Un mal realmente molesto, no os lo podéis imaginar, al que no encontramos solución.

Porque no parece que en Valhalla Hills baste con tener a un par de aldeanos pescando, a otros tanto recolectando manzanas, horneando pan o incluso cazando animales salvajes. ¡Siempre faltan alimentos!, pues el ritmo al que se producen es mucho menor al que se consumen. Lo que en estos momentos nos ha hecho vivir situaciones de lo más surrealistas, con casi una decena de trabajadores dedicados exclusivamente a producir comida que no son capaces de alimentar a poco más de 40 vikingos. ¿El resultado? Con hambre ningún aldeano querrá ir a trabajar y por ende, comenzarán a fallar todas las líneas de producción de la aldea. Así que os podéis imaginar la estampa.

¡Los Vikingos también Construyen!


La inteligencia artificial responde bien en la mayoría de ocasiones

Tampoco ayuda mucho la tendencia de estos vikingos a abandonar sus puestos de trabajo para ir al campo en busca de alimentos, aunque ello implique acercarse a una jauría de lobos salvajes, o que en ocasiones se armen un lío y no tengan muy claro dónde recoger las herramientas y materiales necesarias para desempeñar el trabajo que tienen asignado. Que por norma lo hacen bien, huelga decir, ya que la inteligencia artificial responde bien en la mayoría de ocasiones. Los aldeanos, por sí mismos, saben cuándo deben dejar de vaguear y ponerse manos a la obra sin trastabillarse entre ellos. Cosa que agradecemos. Pero aun así se echan en falta más cosas. Por ejemplo, una mejor gestión de los recursos.

Habría estado genial, y habría ayudado mucho, que pudiéramos controlar el tráfico de objetos que entran en los almacenes que erigiremos por toda la aldea. Por una razón bien sencilla. Si creas una de estas estructuras junto a la cantera y el herrero, lo que esperas es que en ese almacén estén todos los materiales necesarios para el buen funcionamiento de ambas manufacturas, no que esté lleno de ramitas de árbol, manzanas y otros útiles del estilo. Porque en ese caso, los profesionales, o los porteadores que contratemos, tendrán que caminar más; perderán tiempo, y finalmente romperán con el ritmo de producción de toda la aldea. Y será entonces cuando lleguen los problemas.

Una opción simpática, pero realmente limitada, es la de editar la apariencia de los vikingos. Decimos limitada porque solo hablamos de su nombre y sombrero.
Una opción simpática, pero realmente limitada, es la de editar la apariencia de los vikingos. Decimos limitada porque solo hablamos de su nombre y sombrero.


La interfaz de usuario tampoco ayuda mucho a controlar el índice de entrada y salida de los recursos. Datos que no son visibles a simple vista, sino que requieren que entremos en un menú dedicado a tal efecto. Cosa que no entendemos. Más en un juego de estas características donde errar en la construcción de ciertos edificios puede dejarnos sin recursos para continuar las labores de expansión, obligándonos a reiniciar la partida. ¿Hemos gastado toda la madera sin haber construido una cabaña de leñador?

Para pelear en condiciones necesitarán armas, lógico, pero equiparlos es algo más engorroso de lo imaginado. ¿La razón? Si no creamos primero un almacén militar, las hachas y demás armas irán a parar a los almacenes civiles, sin que los soldados sean capaces de ir allí a recogerlos. ¡Que no es tan difícil! Pero vale, podemos pasar este detalle por alto. La primera vez nos fastidia, pero luego solo es cuestión de plantearse bien las cosas. La cuestión es que tampoco los combates son especialmente llamativos. No están mal, porque podemos recurrir a arqueros, soldados cuerpo a cuerpo y algunas estructuras defensivas, pero tampoco son nada del otro mundo.

¡Los Vikingos también Construyen!


Es bonito de ver y la música que nos acompaña está bastante bien, aunque es poco variada y los efectos sonoros son también discretos

Otro detalle que no nos ha gustado en exceso es lo costoso que resulta a veces erigir los edificios, que serán más o menos caros dependiendo de lo escarpado del terreno. ¿Qué pasa? Que en un juego donde los escenarios se generan de manera procedural, hay veces que las condiciones del terreno no son nada favorables para expandirnos en condiciones, lo que puede hacer muy cuesta arriba superar con éxito la partida. En este sentido, nuestra misión no es otra que expandir la aldea hasta las proximidades de esos portales mágicos que aguardan en cada nivel, y allí derrotar a los enemigos que los protegen para alcanzar el Valhalla. ¿No os gusta el combate? También tenéis opción de construir un altar y realizar ahí una buena hecatombe ofreciendo alimentos u otros tesoros a los dioses.

Podéis comprobar por tanto que Valhalla Hills es un videojuego de gestión bastante completo. No así en lo que se refiere a modos de juego, vale, pues aparte de la campaña que nos dará acceso progresivo a todas las estructuras del juego, no tenemos más alternativa que jugar en mapas sueltos con desafíos cada vez más y más duros. Y no es que esto garantice muchas horas de entretenimiento, pues en cuestión de pocas horas la acción del juego puede tornarse repetitiva y frustrante a partes iguales. Es bonito de ver y la música que nos acompaña está bastante bien, aunque es poco variada y los efectos sonoros son también discretos; pero insistimos, hay demasiados puntos negros que le restan valor al conjunto final.

Discreto

Sin sello
¡Los Vikingos también Construyen!

Valhalla Hills: Viking Sim

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

En sus mejores momentos Valhalla Hills os lo hará pasar muy bien gestionando la vida de ese puñado de laboriosos vikingos aficionados a la cerveza… pero es eso, en sus mejores momentos que no son tantos como nos hubiera gustado. Con una interfaz de usuario mejorable y ciertos problemas en la propia estructura de juego, lidiar con la permanente hambruna de nuestros aldeanos puede convertirse en un desafío tortuoso y peor todavía, poco divertido. Hay potencial en la obra de Funatics Software pero está bastante desaprovechado.

  • Hay una buena variedad de edificios que construir y recursos que fabricar.
  • Los combates están bien resueltos. El uso de los portales.
  • Interfaz de usuario poco clara. Controlar la cámara tampoco es fácil.
  • En poco tiempo la acción se vuelve monótona y demasiado lenta.
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 10-15 horas
Ver requisitos del sistema
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