Convertido con merecimiento en videojuego de culto, Dragon's Dogma tiene un núcleo importante de fans que disfrutaron y disfrutan de sus aventuras de rol en mundo abierto. Es por ello que, a pesar del paso del tiempo, la versión para PC ha sido un título realmente esperado por la comunidad de 3DJuegos. ¿Ha mejorado sus problemas técnicos? ¿Presenta un aspecto actual? Te lo contamos.
Estamos, probablemente, ante una de las generaciones en las que las distribuidoras más interés tienen en que los aficionados disfruten de sus propuestas sin importar en qué plataforma. Es por ello que contamos con tantas remasterizaciones y es también por ello que muchos videojuegos de carácter exclusivo aparecen en una consola y en PC. A ninguno de esos dos casos pertenece el videojuego que nos ocupa, y que ahora llega a compatibles casi cuatro años del estreno oficial de Dragon's Dogma en PlayStation 3 y Xbox 360, y tres después del lanzamiento de la expansión Dark Arisen que le da nombre y que vio la luz también en las dos videoconsolas del pasado ciclo.
De hecho pocos juegos se nos ocurren que vayan a ganar tanto como este Dragon's Dogma: Dark Arisen en un salto a PC, y es que el notable original se veía notablemente lastrado por algunos severos problemas técnicos que prometían ser debidamente combatidos en esta ocasión merced al mayor poderío técnico de los ordenadores actuales. ¿Ha cumplido en este sentido? Desde luego y, además, por el camino ha corregido también algunos problemas que tenía el título de 2012 en cuanto al uso de la cámara y a cierto componente tosco en el traslado de nuestros deseos a sus movimientos y acciones. ¿Significa esto que el lanzamiento sigue totalmente vigente a día de hoy? No, nada más lejos de la realidad. De hecho hay abundantes elementos que afean el conjunto y que lo colocan en la distancia que se le presupone a un título tan veterano. Sin embargo la posibilidad de disfrutarlo a una resolución de 1080p y con una fluidez de 60 frames por segundo es toda una experiencia.
Una Leyenda ha Nacido
Los entresijos más profundos y detallados del funcionamiento de Dragon’s Dogma los detallamos ya en su momento en su respectivo análisis, así como las inclusiones que supuso la expansión Dark Arisen en otro texto publicado un año después, de modo que no invertiremos mucho más tiempo en ellos. Lo que sí vamos a hacer es aportar unas nociones generales y, especialmente, centrarnos en las diferencias que hay entre las versiones originales del programa y la que nos ocupa hoy, la que se estrena este año destinada a ordenador. En el videojuego gozamos de un mundo abierto, no tan grande ni detallado como otras propuestas de este tipo que se disfrutaban ya por aquel entonces, pero que hace los deberes en cuanto a ofrecernos diferentes alternativas a la hora de progresar.
La historia que se nos cuenta es la de un héroe, o heroína según nuestra elección en el editor, que vive en una pequeña localidad costera completamente ajena a los peligros que le rodean. Su existencia es tranquila hasta el ataque de un dragón, una gigantesca criatura que cambia la noción que nuestro protagonista tiene sobre todo lo que le rodea en general y sobre su propia existencia en particular. Ahí comenzará una epopeya en la que descubrimos que somos un Arisen, al habernos sido arrebatado el corazón por la propia criatura, y que tenemos un vínculo con ella que nos depara algunos de los mejores momentos de la aventura. Es cierto que más allá de su concepto del camino del héroe el argumento, como ya apuntábamos en su momento, sólo satisfará a los más fans de las historias de espada y brujería; y es que no está lo suficientemente cuidado ni su universo es tan rico como para atraer a neófitos como sí que lo han logrado otros RPGs recientes.
El fuerte de Dragon’s Dogma no está en su narrativa ni en la exploración de su mundo, sino en una mecánica de combate muy lograda que va a ayudar a que sean más llevaderas las innumerables confrontaciones a las que tendremos que hacer frente a lo largo de nuestra aventura. En Capcom sabían que era el punto fuerte de la aventura y lo han potenciado de una manera muy inteligente, salpicando de infinidad de combates nuestros periplos por el mapa. Si nos adaptamos a la mecánica que propone la acción y si somos capaces de sacarle el máximo partido estaremos en la gloria luchando constantemente, de lo contrario puede que se nos atraganten tantísimas confrontaciones contra rivales que no varían en exceso entre sí y que se repiten una vez detrás de otra en nuestros abundantes viajes de ida y vuelta por el mapeado.
El fuerte de Dragon’s Dogma es sin duda su lograda mecánica de combate
En este sentido el conjunto del primer título mejoró notablemente con la incorporación de Dark Arisen, que como el propio nombre del juego indica también está incluido en esta versión, mención al añadido de una región nueva con un diseño mucho mejor y una mayor variedad de entornos. De hecho uno de los principales puntos clave de la isla de Bitterblack fue el hecho de que hubiera un fastuoso Mundo Inferior plagado de criaturas inéditas con sus propias exigencias de cara al combate, pero también sirvió para que se corrigieran muchos bugs y problemas del original; consolidando así una versión mucho más pulida de éste. Claro que, todavía más redondo y mejor terminada está esta edición para compatibles, que sin duda ha aprovechado bien todo el tiempo que ha separado a unos juegos de otros para presentar una oferta mucho más completa y mejor terminada. Decimos en esta ocasión adiós a las texturas que parpadean, a los atascos de la IA y a los objetos que aparecían y desaparecían, elementos que no siempre eran frustrantes desde un punto de vista jugable pero que desde luego restaban réditos visuales a su propuesta.
Una Nueva Plataforma, un Nuevo Viaje
El manejo ha sido perfectamente adaptado a la posibilidad de controlarse tanto con teclado y ratón como con un pad conectado a nuestro ordenador, así que en este sentido el jugador no va a tener problemas, aunque como siempre en estos casos para títulos inicialmente ideados para disfrutar con mando es la opción que acabamos recomendando. El motivo es que con teclado hay ciertos atajos que nos ahorran tiempo, pero también hay otros elementos como la navegación por los menús o la gestión del inventario, que no parecen debidamente optimizados para este tipo de manejo. En la versión de PC, por otra parte, repite también la posibilidad de compartir nuestros peones en línea. Como el veterano de la serie ya sabrá, éstas son figuras clave a la hora de salir adelante y es que son nuestros compañeros dirigidos por la IA y a los que podemos reclutar en las fallas que vamos encontrando. Su comportamiento está más afinado que en el videojuego original, y la posibilidad de que participen en las partidas de otros jugadores es, como ya se demostró en el original, muy interesante puesto que aprenden de lo que sucede en los contratos con otros jugadores.
Disfrutarlo a una resolución de 1080p y a 60 frames por segundo es toda una experiencia
Aparte de los aspectos de pulido que ya hemos mencionado, y a un empleo de la cámara que se antoja más exacto y más capaz de ayudarnos en lugar de entorpecernos, hay otros elementos relacionados con la adaptación a la plataforma PC que preocupaban a los aficionados y que, en realidad, han cumplido con sobrada eficacia para tranquilidad de los usuarios de ordenador. Por ejemplo en términos de optimización el título hace los deberes sobradamente, aunque huelga decir que el aspecto del programa ya no era muy impactante en el momento de su lanzamiento y que el paso del tiempo no ha hecho sino acusar más estas sensaciones. En el equipo de gama alta habitual de pruebas de la redacción (i7 4,00Ghz, 16GB de RAM, GeForce GTX 970) como era de esperar no hay problema alguno para moverlo totalmente maximizado en cuanto a opciones visuales y con un rendimiento fluido de 60 frames por segundo a una resolución de 1080p, aunque también existe soporte para 4K con la nitidez extra que esas cantidades de píxeles garantizan.
¿Que no disponemos de un equipo que se adapte a los requisitos mínimos o recomendados? Tenemos la friolera de 15 opciones gráficas que toquetear para adaptar un título adecuadamente voluble en este sentido que, jugando con patrones como la distancia de dibujado o la calidad de sombras y texturas, nos permitirá maximizar su rendimiento si andamos algo justos en otros sentidos. Factores como las texturas o la iluminación han sido trabajados para presentar mejor aspecto, algo que deja indiferente a quien no disfrutó de los originales puesto que la calidad general no deja de ser discreta pero que se nota especialmente si establecemos comparativas con la obra de 2012.
Así mismo le damos la bienvenida al uso de la pantalla completa, por fin, y es que el original en consolas tenía las dos molestas bandas negras que ya hemos sufrido en algunos otros videojuegos en los últimos tiempos. En cuanto al audio, el título vuelve a hacer gala de las mismas fortalezas y debilidades que el original. Por un lado la banda sonora es estupenda y cuenta con un buen número de partituras que se antojan inspiradas y bien ejecutadas; por otro el doblaje al inglés es de una calidad bastante discutible y no hemos visto en las opciones la posibilidad de escucharlo en japonés como sí disponíamos en la versión de consola. Como siempre en estos casos, dejamos la puerta abierta a que se incorpore más adelante en un parche.
Dragon's Dogma desembarca en PC tras años de espera y, sin grandes estridencias, cumple a la hora de ser un port que mejora las irregularidades técnicas del original. No era un videojuego perfecto entonces y sigue sin serlo ahora puesto que las mejoras afectan principalmente a lo visual, pero la llegada de Dark Arisen a PC es garantía de un sinfín de horas de entretenimiento de una más que notable calidad.
- Se han mejorado notablemente elementos como el pulido general, la fluidez o la cámara
- El contar con el original, con Dark Arisen y con todos los DLCs garantiza muchas horas de entretenimiento
- El sistema de combate sigue siendo la principal baza del título
- El tiempo no pasa en balde y el título luce anticuado
- Sigue contando con elementos jugables irregulares y/o problemáticos ya presentes en el original
