Análisis de Gravity Rush 2. Una carrera sin límites

Análisis de Gravity Rush 2. Una carrera sin límites
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Kat merecía una segunda parte, y Sony Japan Studio se ha animado a dársela. Hablamos de Gravity Rush 2, sustentado sobre la originalidad de su primera parte y que busca llevar esa base hasta nuevos horizontes. ¿Qué tal su debut en PS4? ¿Echarán en falta los usuarios de PS Vita un gran videojuego o se encontrarán con uno más bien mediocre? ¿Qué desafío ofrece ahora la gravedad? Contestamos todas esas preguntas con este análisis.

A la hora de consolidar el catálogo de una videoconsola hay que tomar muchas decisiones en cuanto a su composición. No sólo por los títulos que lo acaban definiendo, sino también por el momento en el que se lanzan. ¿Por qué es importante comenzar hablando de esto? Porque Gravity Rush comenzó en PS Vita como un videojuego formidable, y un vendeconsolas para la portátil de Sony y ha acabado condenado a un poco prolífico mes de enero para la nueva sobremesa de la compañía nipona. Pasar de la primera plana a salir desde el banquillo, básicamente.

Encuentro varios motivos para explicar eso, pero la falta de material nuevo y exclusivo para Vita es, sin duda, el más obvio: Esa máquina ha sido relegada a un segundo plano. Dejando de lado la decisión polémica de dejar de lado a los usuarios de ésta al desarrollar la secuela de las aventuras de Kat en exclusiva para PS4, lo que sí parece claro es que la adecuación de pasar de ser un grande en portátiles a una obra más modesta en PlayStation 4 obedece a la necesidad de Sony Computer Entertainment de tener fondo de armario para un catálogo que todavía a día de hoy, y tres años después del lanzamiento de su modelo estándar, algunos siguen considerándolo algo exiguo para ésta.

Desde un punto de vista más personal, las sensaciones que se sienten con Gravity Rush 2 son similares a las que vivimos en su momento con el primero. Obviamente el factor sorpresa ha desaparecido, pero no me ha resultado en absoluto difícil sentir cierta nostalgia y cariño cuando he vuelto a controlar a Kat. Han venido a mi cabeza memorias de todo aquello que rodeaba al estreno de Vita en 2012, y de cómo sus poseedores pensábamos entonces que todo era posible con una máquina tan potente, y con los juegos tan poderosos que vimos en sus seis primeros meses como el Golden Abyss de Uncharted o la primera parte del que nos ocupa. También es inevitable percibir cierta tristeza recordando para lo que ha quedado una videoconsola tan prometedora pero, sobre todo, la sensación de que siendo como continúa siendo este Gravity Rush 2 un buen videojuego; hay mecánicas, ideas y conceptos que si bien eran válidos en 2012 ya no lo son tanto en 2017. Cinco años en la industria del videojuego son mucho tiempo, pero aún así no es nada que pueda enturbiar una experiencia mágica y única.


Un Mundo Dividido

Al igual que sucediera en la primera parte, la historia de Gravity Rush 2 no tiene demasiadas complicaciones. Todo comienza de una forma un tanto desconcertante, y sin aportar demasiados detalles podemos garantizarte que en los primeros minutos estarás algo desconcertado. En el viaje que protagonizaremos al lado de Kat para salvar Hekseville vamos a vivir todo tipo de situaciones, siempre con la meta de acabar con una serie de tormentas gravitatorias que amenazan con destruir esa hermosa ciudad. Por el camino aquella que era enemiga pasará ahora a ser aliada, Raven, y también tendremos cerca a nuestro gato Dusty que siempre que esté a nuestro lado nos permitirá manejar la gravedad a nuestro antojo con los habituales resultados. El esfuerzo por hacernos atravesar distintas situaciones, por hacer énfasis en compañeros con distintas fortalezas y limitaciones y por tener cosas que hacer diversas y en entornos muy bellos se agradece, y entronca con el espíritu argumental del título.

A pesar de que hay algunos vídeos, la mayor parte de la historia se nos cuenta a través de elegantes viñetas.
A pesar de que hay algunos vídeos, la mayor parte de la historia se nos cuenta a través de elegantes viñetas.


De hecho la idea del juego es la de lograr variedad en todo momento con este tipo de secuencias, y desde luego Keiichiro Toyama y el resto de su equipo lo han conseguido desde el primer minuto. Las mecánicas son siempre las mismas como es obvio, y ahí el juego se vuelve a hacer fuerte en ese estilo tan reconocible del que ha hecho gala desde su génesis, sin embargo apoyándose en una generosa variedad de escenarios que permite su diseño en capítulos sí que es más difícil aburrirse. Lo mejor que podemos decir de la forma de hilar esos cuatro grandes bloques es que es muy coherente, y que entre el primer videojuego y éste se abrieron distintos arcos argumentales que esta secuela cierra con bastante maestría. Obviamente no es una lección de narrativa a la altura de la mejor novela y hay bastantes tópicos, especialmente en cómo se trata la sociedad de su mundo de fantasía, pero el trabajo se ha hecho bien y sin estridencias… Y con algunos momentos bonitos y emocionantes, y todo contado con ese agradable estilo de viñetas y diálogos minimalistas que ya experimentábamos en el original.

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Los potenciadores nos permiten maximizar las prestaciones de Kat, pero también son un buen aliciente para explorar el escenario.
Los potenciadores nos permiten maximizar las prestaciones de Kat, pero también son un buen aliciente para explorar el escenario.


La cosa flaquea algo más cuando observamos el diseño de las misiones, mucho más constreñido en su interior que en su envoltorio. ¿A qué me refiero? Me explico. Sí, puede que en una llevemos un traje de buzo, que en otra nos acompañe un tímido pretendiente de Kat o que en otra haya que limpiar una zona de enemigos… Sin embargo, siempre tenemos ante nosotros el mismo tipo de desafíos. En los primeros compases de la campaña casi por necesidad de cara a explicarles a los aficionados las dinámicas de juego, no demasiado complejas pero con una ligera profundidad y un abanico de posibilidades algo generoso. Más adelante, sencillamente, por la repetición dentro de un juego que ha prolongado su duración de forma premeditada; pero que en unas ocasiones aporta los mecanismos necesarios para sustentarlo y en otras ocasiones no tanto.

Cierra con bastante maestría los arcos argumentales abiertos en el original

La medida en la que esto sea un problema o no la pone cada aficionado, claro. De las algo más de 12 horas que nos puede llevar terminar la parte principal de la campaña, algo más si nos centramos en las distracciones que la rodean (y las hay a montones y de mucho interés), vamos a ver un videojuego que gana en velocidad. Desde el pausado comienzo hasta el espectacular epílogo, tremendamente revelador en cuanto a Kat y a la historia que se nos ha venido contando en estos años sobre ella, experimentando una evolución formidable. La intención del juego es la de ofrecer distintos mini mundos abiertos, de modo que miraremos mucho el mapa si queremos seguir la línea principal, pero también exploraremos mucho sus bellos entornos si nuestra intención es la de empaparnos de su mundo… Vía que, por cierto, recomiendo encarecidamente.

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Desafiando los Límites

Gravity Rush 2 consigue algo que tiene enorme mérito, y es el ponernos de buen humor. Todo en su fórmula, desde la dificultad descafeinada hasta los controles sencillos y el propio estilo argumental, están orientados a que lo disfrutemos de cabo a rabo con una sonrisa. Si has jugado a la primera parte ya lo sabes; pero si no, debes tener en cuenta que todo aquí gira alrededor del poder que tiene Kat para manejar la gravedad a su antojo y que le sirve para superar desafíos y enfrentarse a monstruosas criaturas que amenazan su mundo. Al igual que en el original volvemos a poder aplicarla a nuestro alrededor o a nosotros mismos, y la clave es que casi todo lo que propone esta aventura de acción y mundo bastante abierto gira en torno a su uso. El manejo es sencillo y está bastante automatizado en casi todo lo que podamos imaginar, pero tengo la percepción de que deja el suficiente margen como para que la interacción sea sencilla pero placentera. Es la línea, y sólo algunos problemas puntuales con la cámara nos sacan un poco de un camino que, por lo demás, es impecable.

El videojuego hace una cosa muy complicada, y es que a pesar de que todo lo que se muestra en pantalla invita al caos no solemos sentir pérdida de control.
El videojuego hace una cosa muy complicada, y es que a pesar de que todo lo que se muestra en pantalla invita al caos no solemos sentir pérdida de control.


En el juego de Vita de 2012, recordemos reestrenado para PS4 a principios del 2016 (Gravity Rush Remastered), había ya una experiencia jugable muy única y con una enorme identidad, no obstante en Gravity Rush 2 se amplía notablemente puesto que Kat es capaz de aprender dos nuevos estilos para relacionarse con la gravedad. El primero es el lunar, que tiene un nombre bastante descriptivo en cuanto a que es como si nuestro peso se redujera, emulando nuestro movimiento en ese satélite y, por otro lado, el de Jupiter que es todo lo contrario: multiplicando nuestra fuerza y peso y siendo estupendo para cuando necesitemos enfrentarnos a enemigos que requieran de nuestra parte más contundente. El mayor triunfo es que de la mezcla de los distintos estilos se deriva el hecho de que el juego sigue fundamentándose en alternar con habilidad combates, exploración, plataformas y recolección, obteniendo así la variedad que necesita para mantenernos pegados a la pantalla.

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Alterna con habilidad combates, exploración, plataformas y recolección

Ninguna de esas facetas es excesivamente compleja o tiene una profundidad abrumadora. El funcionamiento de todas ellas se coge al vuelo, y eso es algo que agradezco para que pasar de unas a otras sea fluido. Seguramente la parte que tiene una mayor densidad sea la de los combates, donde sus patadas acaban siendo el arma primordial. Ya las llevemos a cabo a ras de suelo, vía más bien poco recomendable tanto por la escasa diversión como por su falta de efectividad, o desde las alturas; son la mejor forma de lidiar con los adversarios. También podemos emplear la gravedad para atraer objetos a nuestro alrededor y arrojarlos a nuestros enemigos, aunque el proceso está tan automatizado como el resto de facetas del programa, y la diversión gira más en torno a ofrecernos muchas posibilidades de movimiento, esquive y ataque que en hacer que cada una de ellas sea particularmente estimulante.

Quizá técnicamente no sea el juego más avanzado del mercado, pero artísticamente Gravity Rush 2 sí es uno de los más bellos, coloristas y llamativos.
Quizá técnicamente no sea el juego más avanzado del mercado, pero artísticamente Gravity Rush 2 sí es uno de los más bellos, coloristas y llamativos.


Por otra parte, el título quiere hacernos sentir que lo que vamos llevando a cabo durante la aventura también tiene recompensa, así que como ya hemos dicho se nos anima a explorar puesto que la experiencia se obtiene encontrándola. Los desbloqueables, así pues, nos sirven a modo de medida de progresión. Así encontraremos talismanes para, por ejemplo, prolongar la vida, mejorar nuestra capacidad de ataque o rellenar nuestra barra de gravedad que mide cuánto podemos hacer flotando; y lo mejor es que podemos trabajar con ellos para fusionarlos o construirlos con una herramienta sencilla pero muy efectiva a la hora de moldearlos a nuestro gusto. Dejando de lado los potenciadores, que también sirven para subir nuestras prestaciones de un modo más tradicional, me ha gustado especialmente el sistema para encontrar tesoros basado en la colaboración con otros jugadores. Disponemos de una cámara de fotos in-game para enviarles pistas a otros aficionados, y también podemos consultar las que éstos nos vayan dejando. En cualquier caso, obtendremos recompensas por ambas cosas, y así se consolida esa sensación de universo en el que todo lo que hacemos tiene una repercusión que juega a nuestro favor.

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A todo esto ayuda la construcción de éste con un apartado visual bastante rotundo. Obviamente Gravity Rush 2 no va a ser el videojuego más imponente que veamos en el catálogo de PlayStation 4, sin embargo su look colorista lo hace muy resultón y la adopción del clásico estilo cel shading garantiza que todo en su mundo encaja y tiene el aspecto adecuado. Al saltar desde PS Vita a una máquina de sobremesa tenemos las obvias ventajas en cuanto a carga poligonal, distancia de dibujado y calidad general por el aumento de nivel de detalle, y con el atractivo extra de una versión de PS4 Pro que se mantiene en 30 frames por segundo pero que muestra más resolución para una imagen más nítida. El ser una segunda parte y el tener un hardware más potente también ha provocado que los escenarios sean más grandes y el tamaño de la aventura se incremente notablemente, todo ello acompañado de un nuevo e impecable apartado sonoro: Las mismas voces minimalistas pero perfectamente ejecutadas, muy buenos efectos de audio y una música fantástica de manos de Kohei Tanaka.

Excelente

Recomendado
Una carrera sin límites

Gravity Rush 2

Por: El equipo de 3DJuegos
Recomendado

Con una buena historia y una campaña agradable y de una duración muy adecuada, poco se puede decir contra Gravity Rush 2. Es un lanzamiento elegante y efectivo en lo jugable, y colorista y alocado en lo visual y, al igual que su primera parte, tiene la facultad de no parecerse en nada a cualquier cosa que haya en el mercado. Por supuesto hay algunas cosas mejorables pero el aroma japonés que emana, el carisma de sus personajes y el poder llevar a cabo maniobras increíbles en un mundo tan rico consolidan una aventura de notable alto. Muy alto.

Comprar Gravity Rush 2
  • No se parece a nada que se pueda encontrar en el mercado
  • La historia, sin estridencias, funciona y está bien resuelta
  • La sensación de cohesión y variedad de todas las partes
  • Cuando surcamos los cielos es un videojuego formidable
  • Las batallas contra algunos jefes finales son épicas
  • El diseño de algunas misiones concretas es algo irregular
  • Problemas ocasionales de cámara. Aislados, pero algo molestos
  • Cuando estamos a ras de suelo el juego pierde interés
Jugadores: 1
Idioma: Textos en español
Duración: 12-16 horas (sólo misiones principales)
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