One Piece sigue pisando fuerte y demostrando que es una de las sagas manganime más queridas y veneradas del momento. Burning Blood nos permite degustar un arcade de lucha por equipos atractivo y lleno de posibilidades de juego. Análisis de One Piece: Burning Blood.
Después de probar hace unas semanas una versión preliminar de One Piece: Burning Blood durante la presentación oficial del mismo, el videojuego de Spike Chunsoft y Bandai Namco nos dejó buenas impresiones… las cuales han terminado confirmándose con el juego final. Una noticia excelente para todos los seguidores tanto de la creación de Eiichiro Oda como de los arcades de lucha en general.
Y es que sin duda estamos ante una propuesta que resulta sorprendente en muchos aspectos como de ahora en adelante vamos a explicaros, sobre todo en lo relacionado con la notable cantidad de contenido que presenta. Eso sí, hay que matizar que no es el juego más original del mundo y que eso se deja notar a largo plazo.
En lugar de estar ante un arcade de lucha de los que actualmente se estilan, es decir, de jugabilidad 2D y gráficos tridimensionales, Bandai Namco y Spike han querido seguir la misma línea marcada en títulos como la conocida saga Naruto Shippuden Ultimate Ninja Storm o J-Stars Victory +. O lo que es lo mismo, que en este juego de lucha gozamos de una libertad de desplazamiento realmente acusada y no demasiado habitual en este tipo de producciones, pudiendo deambular tranquilamente por amplios escenarios 3D.
Una forma bastante acertada a nuestro entender de alejarse un tanto de los convencionalismos que existen actualmente en este tipo de juegos y que, además, también ha sido respaldada por otros condicionantes que, entre unos y otros, otorgan bastante personalidad a la producción protagonizada por Luffy y el resto de los piratas de One Piece.
Amigos en combate
De esta forma el juego también pone en liza un sistema basado en la lucha por equipos. Efectivamente y a pesar de que en función de la modalidad y el nivel elegido esto puede variar, otra de las características más importantes de todas las que posee One Piece: Burning Blood es el hecho de tener que pelear en muchas ocasiones (pero no siempre) formando equipos de tres personajes. Dichos protagonistas además pueden ser cambiados en cualquier momento de la batalla y pulsando un botón, pudiendo encadenar ataques combinados que si se dominan son tan vistosos como demoledores. Este sistema proporciona al juego un espectro de estrategia / táctica muy llamativo, dado que en función de cómo vaya el combate, del nivel de salud de los luchadores, de los contrincantes que tengamos delante y demás parámetros, el hecho de tener en el escenario a unos protagonistas u otros puede resultar decisivo.
En cuanto a la cantidad de personajes que el título pone en juego, lo cierto es que la cifra resulta realmente descomunal. Y más teniendo en cuenta lo experimentado en otros títulos similares últimamente. En total es posible habilitar a más de 40 luchadores, todos ellos diferentes (salvo alguna que otra excepción), lo cual habla a las claras del énfasis puesto en esta faceta del juego por parte de los desarrolladores. Es cierto que echamos en falta a bastantes que no se dejan ver, pero como sucede siempre en estos casos, entendemos que no es posible contentar a todos los fans.
Dichos personajes además han quedado englobados en cuatro categorías distintas en función de sus características (Haki, Zoan, Paramecia y Logia), pudiendo hacer uso de alguno o varios de esos atributos o poderes dispensados por las Frutas del Diablo. Y es que en función de unas y otras es posible aumentar nuestra fuerza, resistencia defensiva y demás aspectos, lo cual añade todavía más profundidad si cabe a cada batalla.
La cantidad de personajes que el Burning Blood pone en juego es muy alta, más de 40
¡Pero todavía hay más! A este plantel de personajes controlables se añade otro elenco igual de numeroso de tipos que únicamente nos prestan su ayuda durante las peleas. Estos conocidos personajes de apoyo nos proporcionan ciertas ventajas en función de sus especialidades (curar, potenciar los ataques…), siendo otro aspecto que puede marcar las diferencias durante los enfrentamientos.
A pesar de todo esto, si existe un apartado que marca de manera determinante el devenir de cada combate ese es sin duda el relacionado con los cuantiosos y casi inagotables ataques especiales que son capaces de efectuar cada uno de los protagonistas. De hecho, se trata de un título que se basa fuertemente en el empleo de dichas técnicas, más de lo que suele ser habitual en otros arcades similares, lo cual tiene un aspecto muy positivo y otro que nos ha dado más que pensar.
Piratas y Guerreros
Cada protagonista goza de una gran cantidad de golpes y maniobras especiales que puede efectuar en cualquier momento mediante la pulsación de los botones adecuados. Estas acciones resultan espectaculares y proporcionan a cada combate mucha vistosidad y un ritmo trepidante; y más cuando ponemos en práctica las extraordinarias transformaciones de los protagonistas (las hay de todo tipo, formatos y apariencias), momento en el que el juego da lo mejor de sí en materia visual.
El problema que tiene todo esto es que las batallas pueden acabar resultando una plétora de este tipo de movimientos, lo cual en ciertos casos y sobre todo a los aficionados más puristas del género puede acabar cansando, dado que ciertos duelos pueden terminar siendo algo "circenses", si se nos permite emplear dicho término. No es que sea un problema en sí mismo y, repetimos, esta característica inyecta a esta producción de unos niveles de vistosidad pocas veces registrados en títulos similares, pero insistimos en que puede no terminar de convencer a un grupo importante de jugadores.
Algo similar ocurre con su sistema de control. El juego se basa en la utilización de cuatro botones principales básicos, a los que se suman esa misma cantidad para realizar acciones secundarias. ¿Y cuál es el problema? En teoría ninguno, dado que se trata de un sistema bastante accesible que puede ser dominado por casi cualquier jugador… lo cual nuevamente puede suponer un pequeño inconveniente para los más finos estilistas del género, que quizá puedan encontrarlo "demasiado accesible". Está claro que la intención de los desarrolladores ha sido la de crear un videojuego que sea capaz de ser disfrutado por la mayor cantidad de usuarios posible, objetivo que a nosotros nos parece totalmente lícito, pero que puede no terminar de entusiasmar a los jugadores más expertos.
Peleas muy diversas
En cuanto a la cantidad de modalidades y opciones que alberga esta producción, sin duda debemos felicitar a los desarrolladores por el esfuerzo que han efectuado, puesto que One Piece Burning Blood puede presumir de ser uno de los juegos de su categoría más completos y extensos de cuantos han aparecido durante los últimos tiempos.
El que más nos ha gustado puede que sea el denominado Guerra Suprema. En él y a lo largo de cuatro ramas bien diferenciadas (Luffy, Barbablanca, Akainu y Ace) podemos conocer muchos detalles acerca de uno de los arcos argumentales más queridos de esta serie, Marineford. Cada escenario consta de diversos niveles, algunos de ellos secretos y opcionales, pudiendo pelear ya no sólo con dichos personajes, sino con otros muchos más. Una opción muy atractiva pero lamentablemente no muy duradera que seguramente será disfrutada especialmente por los seguidores más acérrimos de la saga.
Interesante también es la opción llamada Batalla de Banderas Pirata. Este modo online nos invita a elegir un bando y surcar los mares para competir contra otros equipos piratas, tratando de ir conquistando los diferentes emplazamientos y localizaciones. Una forma de presentar las batallas online clásicas de este tipo de juegos muy original.
Calidad audiovisual
Una vez más, se nota el mimo que ha puesto Spike en dar vida a este videojuego, que puede presumir de albergar un nivel muy elevado en todo lo relacionado con su parcela gráfica y sonora.
Precisamente el apartado sonoro es el que más brilla de todo el juego, y como ya imaginaréis, gran parte del mérito de esta faceta recae en los diálogos entre los personajes. A pesar de tratarse de un arcade de lucha, con las supuestas "limitaciones" que normalmente arrastran en este sentido, los personajes no paran de hablar, emitir todo tipo de sonidos e incluso mantener conversaciones antes y después de algunas batallas vinculadas con alguna de las modalidades. Todos los protagonistas gozan de muchas líneas de diálogos, los cuales han sido efectuados por los actores de doblaje originales para disfrute de los fans de la serie, existiendo subtítulos en español.
Por su parte los efectos de los golpes se escuchan con la contundencia que siempre se espera de este tipo de producciones, mientras que la banda sonora nos ha parecido muy apropiada en incluso variada, algo poco habitual en estos juegos. Sin duda el apartado sonoro es de lo mejor que nos ofrece One Piece Burning Blood.
La vertiente gráfica tampoco ha sido descuidada y, de hecho, se trata de un título muy vistoso como ya os hemos comentado en más de una ocasión a lo largo de este análisis. Los momentos más espectaculares se dejan ver cuando efectuamos algunas de las muchas acciones y movimientos especiales que son capaces de ejecutar los protagonistas. Incluso podemos contemplar escenas de vídeo de corta duración de gran calidad (realizadas con el mismo motor del juego) cuando desencadenamos las trasformaciones de los personajes. Y a esto se suman un modelado de los luchadores muy detallado y fiel a los originales (y más "adultos" que los mismos observados en la saga Pirate Warriors), entornos algo vacíos pero sugerentes y efectos especiales muy conseguidos. Desde luego, sin ser el juego más poderoso y que más "músculo" deja entrever de todos los aparecidos en PS4, PC, Xbox One y PS Vita, consigue alcanzar unos niveles técnicos meritorios.
La saga de Eiichiro Oda nos deja un buen juego de lucha que alberga una cantidad de contenido que para sí quisieran muchos otros juegos de este género. Infinidad de luchadores, arenas, modalidades y opciones se dan cita en un título que lo da todo a favor del espectáculo. El videojuego se perfeccionará en siguientes entregas, pero no hay duda de que Burning Bllod puede hacer disfrutar de lo lindo a una amplia cantidad de jugadores por su sencillez de control, fidelidad con la producción manganime original y su acertado apartado gráfico y sonoro.
Comprar One Piece: Burning Blood- El plantel de personajes es realmente amplio
- Los ataques especiales son muy vistosos y espectaculares
- Las peleas por equipos resultan tremendamente interesantes
- El apartado sonoro es sobresaliente
- El modo Guerra Suprema tiene una duración muy ajustada
- Ciertos desequilibrios entre luchadores
- El sistema de combate se apoya demasiado en el uso de acciones especiales
