Análisis de Donkey Kong Jet Race

Análisis de Donkey Kong Jet Race
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Los Kong vuelven a subirse a un medio de locomoción, pero esta vez no será un kart, sino unos bongos propulsados por la fuerza de un wiimote cuyo movimiento alternaremos con el de su inseparable nunchuk. Un espectáculo de velocidad donde kremlins y gorilas olvidarán su pasado para comprobar quién es el más veloz a lo largo de junglas, desiertos, volcanes e incluso algún que otro paisaje nevado. Y lo curioso es que vayamos donde vayamos siempre habrá bananas. ¿Te apetece descubrir cómo corren ahora los Kong?

Desde que el simpático chimpancé Diddy se subiera a un kart hace más de diez años, no hemos visto a ningún otro mono protagonizando carreras en las consolas Nintendo. Aquel Diddy Kong Racing pasó a la historia por ser uno de los títulos que componían la hornada de éxitos que RARE preparó para Nintendo 64 justo antes de su flechazo con Microsoft. Aquel cambio de pareja significó un momento tenso, ya que las licencias tuvieron que repartirse, quedándose los de Kyoto con sus personajes de toda la vida, mientras que los británicos de Twicross hacían lo posible para conservar sus creaciones. Evidentemente, tanto Diddy como sus amigos Kong siguieron con Nintendo, aunque ahora los nipones tenían que buscar un nuevo maestro que los domesticara.

El importante papel fue a parar a las oficinas de Paon Corporation, compañía que rápidamente se puso manos a la obra para sacar partido de la licencia Donkey Kong. Así, y desde el año 1999, trabajaron en dos títulos que basaban su temática en escalar controlando a la pareja simia por antonomasia en el mundo de los videojuegos: Donkey y Diddy. Aquellas obras (DK: King of Swing y DK: Jungle Climber) no eran precisamente del montón, algo que probablemente dio alas a estos trabajadores (con sede en Tokyo) para realizar un título basado en la conducción que tanto había gustado en el pasado a la pareja de simios. Un videojuego que curiosamente fue planeado en un principio para Gamecube pero que finalmente ha llegado a Wii.

Cambiando los bongos por el wiimote
Por suerte, las características técnicas de las consolas, al ser tan parecidas, no requerían de un gran esfuerzo para aprovechar el trabajo realizado, pero con una salvedad: había que cambiar el control a través de los bongos (unos controladores especiales aparecidos con títulos como Donkey Konga) por el manejo de los corredores gracias al wiimote y al nunchuk. Dos controladores que nos permitirán imitar la acción de tocar los bongos para salir disparados a toda velocidad a lo largo de unos circuitos en los que demostraremos quién es el más rápido de la selva. Una carrera que no escatimará en personajes (cerca de dieciséis, muchos de ellos ocultos) para hacernos sentir la velocidad a bordo de unos tambores que estarán autopropulsados.

Donkey se ha quedado con los bongos, pero lo que tal vez no sabe es que nosotros también los tocaremos, aunque sea con nuestro wiimote y con nuestro nunchuk, controles que nos permitirán correr a toda velocidad por la selva, en el fondo del mar, en el interior de unas minas... Eso sí, no se os olvide recoger las bananas que tanto gustan a los Kong. Sólo con ellas tendremos la posibilidad de rellenar la barra de la derecha, un indicador que cuanto más lleno esté más posibilidades de dar acelerones nos dará.
Donkey se ha quedado con los bongos, pero lo que tal vez no sabe es que nosotros también los tocaremos, aunque sea con nuestro wiimote y con nuestro nunchuk, controles que nos permitirán correr a toda velocidad por la selva, en el fondo del mar, en el interior de unas minas... Eso sí, no se os olvide recoger las bananas que tanto gustan a los Kong. Sólo con ellas tendremos la posibilidad de rellenar la barra de la derecha, un indicador que cuanto más lleno esté más posibilidades de dar acelerones nos dará.

Si movemos el wiimote, iremos hacia un lado; si hacemos oscilar el nunchuk, hacia el otro; si levantamos ambos a la vez, saltaremos; si se nos ocurre moverlos repetidamente y de manera alternada, ganaremos velocidad... Donkey Kong: Jet Race aprovecha muy bien los innovadores controles de Wii para sorprendernos con unos recorridos que nos harán ver junglas, templos, volcanes, playas... y hasta una media docena de mundos en los que demostrar quién tocar mejor los bongos al ritmo del wiimote. Mundos en los que no sólo correrán kongs tan famosos como Donkey, Diddy y Dixie, ya que también se unirán a la velocidad los temidos y feos kremlings, a los cuales también podremos controlar. Realmente, aquí no habrá diferencias, ya que tampoco habrá una historia que seguir. Simplemente aceleraremos e intentaremos llegar los primeros.

Aprende a pilotar
Sin embargo, llegar antes que los demás no resultará nada fácil, y mucho menos si no visitamos la Academia de vuelo de Cranky, un lugar desde el que este viejo gorila nos presentará hasta ocho lecciones en las que aprender a esquivar obstáculos, a saltar, a atacar, a usar objetos y a comprender el funcionamiento de los acelerones. Precisamente, los acelerones serán de vital importancia para ganar carreras, aunque necesitarán de un combustible muy especial: las bananas. Sin ellas, nuestra barra de energía no aumentará y no podremos llevar a cabo estos repentinos cambios de velocidad que bien podrían permitirnos ganar algunas posiciones.

Siempre hay técnicas más sucias, como propinar puñetazos con el botón A de nuestro wiimote, aunque será mucho más caballeroso usar los muchos ítems que nos encontremos dentro la pista de cada circuito. Invencibilidad, bananas incendiarias, barriles arrojadizos y muchas habilidades más que tendrán un efecto distinto dependiendo del gorila o kremlin que manejemos. Cada personaje tendrá un ítem favorito, además de unas características de velocidad, impulso y agilidad diferentes que podrán demostrar en cada una de las copas y carreras que componen el modo principal del juego: Gran Premio de la Jungla. Será el modo de juego más desafiante del título, aunque también encontraremos a complementos a su altura, como será el caso de los Desafíos de Candy.

Y después de la carrera… llegan los desafíos
Desde esta última opción, disfrutaremos de ocho desafíos por cada nivel de dificultad. Estas pruebas serán variadas, no muy originales, pero servirán como complemento a un título que a pesar de sus esfuerzos se presenta como escaso en contenidos. Coger un número de plátanos dentro del tiempo límite, golpear a nuestros adversarios un determinado número de veces o acabar entre los siete primeros en diferentes vueltas son tan sólo algunos de los ejemplos jugables que ilustran esta modalidad. Un modo ciertamente superior a los que nos quedan por citar, y es que la Carrera libre, la opción Contrarreloj y los Récords no sirven para mejorar la jugabilidad de un título que nos dejará sin la posibilidad de usar la Conexión Wi-Fi de Nintendo.

No podía faltar la clásica modalidad multijugador. Podremos ser hasta cuatro los que disputemos unas carreras que seguro que harán saltar chispas entre sus protagonistas. La opción de jugar con varios jugadores podría haber estado más elaborada, tal vez con unas posibilidades online que en este Donkey Kong: Jet Race brillan por su ausencia.
No podía faltar la clásica modalidad multijugador. Podremos ser hasta cuatro los que disputemos unas carreras que seguro que harán saltar chispas entre sus protagonistas. La opción de jugar con varios jugadores podría haber estado más elaborada, tal vez con unas posibilidades online que en este Donkey Kong: Jet Race brillan por su ausencia.

Paon Corporation, por todo lo demás, lo ha hecho bastante bien, gracias a un apartado gráfico que aprovecha las posibilidades de Wii para ofrecernos unos entornos coloridos muy a tono con la temática Kong desde la que se está enfocando el título. En el sonido realmente tampoco tenemos mucho de lo que quejarnos, y aunque exista una cierta dicotomía sonora, la tendencia es a representar voces de simios, de golpes y de acelerones de una manera correcta sin dejar de servirnos una música de fondo que será brillante por momentos y escenarios. La misma valoración positiva se podría hacer del aprovechamiento de los controles de Wii, y es que nos encontramos ante una obra que no obliga a mover los mandos pero sin volvernos locos.

Una carrera simia más
Esto es debido a que, en un movimiento de inteligencia y también de sentido común, una vez que nuestro simio o kremlin gane la máxima velocidad, ya nada más que tendremos que preocuparnos de girar a nuestro corredor para que recoja todo lo que se encuentre por el camino. Y es que entre globos, bananas y alguna que otra trampa también habrá propulsores especiales que nos lanzarán al aire para que aprovechemos e imitemos los movimientos en pantalla. Wiimote hacia arriba, wiimote hacia la derecha, wiimote hacia abajo... todo con tal de ganar algo más de velocidad y de avanzar puestos. Con todo, si no fuera porque el videojuego adolece de contenidos innovadores, nos encontraríamos ante una obra que supo hacer un decente planteamiento jugable.

¿Qué falla entonces? La citada jugabilidad. El título se hace repetitivo y, aunque se le nota que quiere rescatar elementos de Mario Kart, no sabe defenderse a sí mismo, ya que no aporta opciones realmente atrayentes que vayan más allá del movimiento alternado de nuestros controladores. En cualquier caso, puede resultar divertido teniendo en cuenta que, a pesar de todo, es uno de los videojuegos más destacados del catálogo de Wii dentro de la categoría. Título que, además, suma una obra más al (en aumento) contador de Paon Corporation, una compañía en crecimiento y a la que se le ve con talento como para repetir el éxito de títulos como DK: Jungle Climber.

Discreto

Sin sello

Donkey Kong Jet Race

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

El cambio de los karts a los bongos resulta toda una experiencia que ayudará a que nos divirtamos con los innovadores controles de Nintendo una vez más. Muchos mundos que recorrer, varios personajes que elegir, una dinámica de carrera muy acertada, pero no todos los alicientes para seguir jugando que hubiéramos deseado. Donkey Kong: Jet Race es un título que gustará a los amantes de los Kong y de las carreras disparatadas, aunque no ofrecerá una experiencia jugable tan a la altura de una licencia tan importante como la del simio con corbata. Más modos de juego, capacidades online y, tal vez, una historia hubieran venido bien a un videojuego que aún así sigue resultando una buena opción para divertirse.

Comprar Donkey Kong Jet Race
Jugadores: 1-4
Idioma:
Duración:
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.