Análisis de Splinter Cell Conviction

Análisis de Splinter Cell Conviction
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Formidable. Mezclando elementos de cine de acción reciente con la propia idiosincrasia de las series Splinter Cell, Conviction se erige como una de las mejores entregas de la saga también en compatibles. Parecía que el momento no llegaría nunca, pero tras varios años de desarrollo ya está entre nosotros el Sam Fisher más brutal y despiadado.

Teníamos dudas, lo confesamos. En 2007 cuando nos acercábamos por primera vez a Splinter Cell: Conviction nos encontrábamos con un desconcertante Beat’em Up que poco o nada tenía que ver con lo que habitualmente había sido la propiedad intelectual de Ubisoft en términos jugables.

Sin embargo los galos, conscientes de la escasa aceptación que estaba teniendo con las primeras pantallas y previews el cambio de prisma entre los aficionados, optaron por hacer borrón y cuenta nueva y empezar de cero. Tabula Rasa para Conviction, y vuelta a la apuesta por el sigilo y los gadgets, aunque manteniendo la posibilidad de que el jugador tenga la opción de resolver las situaciones con acción si vía más sutil se tuerce.

Con esta propuesta tenemos entre manos Splinter Cell: Conviction, lo que no deja de ser un cambio radical sobre lo que las series nos ofrecía habitualmente. Conscientes de que la apuesta por la innovación es una de las claves más olvidadas en la actual generación de consolas, el reseteo de una saga con ya numerosas entregas a sus espaldas parecía más que aconsejable.

El asesinato de la hija de Sam Fisher será sólo el comienzo de nuestra aventura. Tras este acto se esconde una enmarañada trama de conspiraciones en las que deberemos bucear.
El asesinato de la hija de Sam Fisher será sólo el comienzo de nuestra aventura. Tras este acto se esconde una enmarañada trama de conspiraciones en las que deberemos bucear.

Con la nueva aventura de Sam Fisher ya en las manos también para PC tras su paso por Xbox 360, el título da la sensación de tener más de la trilogía de películas protagonizadas por el agente secreto Jason Bourne, Matt Damon, o de la serie de televisión “24” que de lo que era habitualmente Splinter Cell. El giro hacia la acción, la variedad y lo trepidante de las situaciones es obvio, pero todo ello se ha hecho al mismo tiempo con un escrupuloso respeto por el sigilo, los gadgets y los recursos inesperados.

Conviction es un triunfo que da alas a lo fresco e inspirado en la industria del videojuego, dos conceptos perdidos en los últimos años. La deriva hacia la acción del título irritará a los más puristas aficionados de las entregas anteriores, sin embargo si el juego se mira con una perspectiva limpia y con la mente abierta a las mixturas de géneros, disfrutaremos de uno de los mejores juegos de acción-infiltración de los últimos tiempos.

No se Deja Atrás a un Hermano –La Historia-
En un momento de la aventura alguien pronunciará las palabras “no se deja atrás a un hermano”, frase extrapolable a lo que es la aventura de Sam Fisher en Conviction. En esta aventura Fisher no “deja atrás” a su hermano, sino más bien a su hija. En una historia salpicada por flashbacks e idas y venidas, descubriremos la epopeya del antiguo espía por descubrir la verdad tras el misterioso atropello y muerte de su hija.

Las misiones son tremendamente variadas. Como prueba de ello encontraremos un prólogo jugable a modo de flashback con un rescate en Irak que nos explicará porqué Fisher sólo confía en un hombre.
Las misiones son tremendamente variadas. Como prueba de ello encontraremos un prólogo jugable a modo de flashback con un rescate en Irak que nos explicará porqué Fisher sólo confía en un hombre.

Si bien todos dan por verdadera la versión aceptada del incidente, un accidente sin mayores complicaciones, Fisher está totalmente seguro de que no hay nada de casual en el incidente, y trata de buscar la verdad tras los acontecimientos. Ya en la primera misión descubriremos a un informador que nos facilitará una serie de datos de enorme importancia por los que descubriremos que nuestra hija era un objetivo muy bien definido que enmascara una gigantesca conspiración que amenaza a las más altas esferas del gobierno norteamericano.

Con esta trama al más puro estilo Tom Clancy nos movemos por Conviction, un Splinter Cell que nada tiene que envidiar a las complejas tramas de las entregas anteriores, aunque en esta ocasión va algo más al grano en términos narrativos para aliviar unas historias que en juegos precedentes de la saga podían resultar algo farragosas. Eso sí, lo que no pueden faltar son los giros de acontecimientos inesperados, las abundantes traiciones y la corrupción y los crímenes que salpican a todos los estamentos políticos y militares.

La campaña individual se prolonga durante 11 capítulos narrados con fuerza vigorosa y habilidad. Ya no formamos parte de Third Echelon, la agencia para la que hemos trabajado en episodios anteriores, de modo que tenemos que llevar a cabo nosotros mismos todas las investigaciones, inversiones en equipamiento e interrogatorios; todo ello en una campaña tremendamente variada en la que cada episodio es un escenario muy diferente e imaginativo: Desde un parque de atracciones, hasta un mercado atestado de gente pasando por el monumento a Lincoln entre otras localizaciones.

Cuando estamos en el radio de visión de un enemigo veremos un semicírculo blanco indicando la dirección en la que éste se encuentra. Si la advertencia se torna roja habremos sido descubiertos.
Cuando estamos en el radio de visión de un enemigo veremos un semicírculo blanco indicando la dirección en la que éste se encuentra. Si la advertencia se torna roja habremos sido descubiertos.

Encontrando Acomodo a Novatos y Hardcores
Hemos comentado que Conviction cambia la fórmula de lo que tradicionalmente ha sido un Splinter Cell pero, ¿Qué elementos cambia y cuáles mantiene? El equilibrio en este sentido es clave, y es que de nada hubiera servido llevar a cambio modificaciones para innovar si con ello se hubiese pierde la esencia de lo que ha sido la saga. Para eso mejor comenzar una nueva IP, ¿no?

El mensaje en este sentido es tranquilizador. Conviction cambia, pero no por ello deja de ser un Splinter Cell. Básicamente lo que se ha conseguido es que si bien las series siempre han sido terreno abonado para los jugadores más hardcore, ahora éstos sigan teniendo su lugar preferencial pero también se deje sitio a los menos experimentados.

¿Cómo conseguir una ecuación tan complicada? Fundamentalmente haciendo que si bien el sigilo sea la base de toda la experiencia de Conviction, innegociable de hecho en la dificultad más alta, ahora tengamos siempre una oportunidad si somos detectados, por dura y dificultosa que ésta acabe siendo siempre.

Así pues hay dos perfiles claros en el jugador de la nueva aventura de Sam Fisher. El primero es el del jugador que debuta en esta clase de videojuegos y que no tiene apenas experiencia en sagas como Splinter Cell o Metal Gear Solid. Para él es recomendable el nivel de dificultad “Novato” donde, seamos honestos, Conviction es un paseo. Aquí poco debe preocuparnos la injerencia del enemigo, y es que con ser algo inteligentes y apuntar con mediana precisión superaremos la campaña en poco más de 6 horas sin tirar de gadgets y sin abusar del sigilo en lo que será un agradable correcalles de acción sin mayores problemas.

El otro perfil de jugador es el veterano de la saga de Ubisoft, el mismo que ha asistido horrorizado al cambio de prisma que ha efectuado la franquicia con esta entrega, y que quedó decepcionado por las escasas alternativas jugables y la ridícula oposición del enemigo de la demo jugable colgada en su momento para la versión de Xbox 360. Para este corte de usuario es altamente recomendable prescindir de los niveles Novato y Normal y comenzar directamente por el Realista.

En este nivel de dificultad la duración de la campaña se multiplica y rondará las 9-10 horas, puesto que la exploración del escenario, el empleo del sigilo y el conocimiento y la obligación de sacar partido de todos y cada uno de nuestros gadgets son una obligación. Aquí Conviction sí encaja perfectamente en las características de un Splinter Cell “de los de antes”, y es que estudiar, explorar y ejecutar con precisión cada una de las situaciones en esta modalidad es un deber puesto que si vamos “a lo loco” seremos carne de cañón.

Hay algunas áreas que será imposible superar sin acabar con algún enemigo. Ahí será necesaria nuestra destreza con las armas, puesto que el protagonista tiene menos salud que los clásicos héroes de acción.
Hay algunas áreas que será imposible superar sin acabar con algún enemigo. Ahí será necesaria nuestra destreza con las armas, puesto que el protagonista tiene menos salud que los clásicos héroes de acción.

Improvisación, Adaptación… Triunfo
Algo que siempre había sido interpelado como uno de los peores factores de Splinter Cell era la tendencia a caer en el sistema de Prueba-Error-Repetición por parte de los aficionados menos experimentados. Para ello Conviction introduce con muchísima habilidad el componente de la acción como recurso último cuando fallen las alternativas del sigilo.

Obviamente en Chaos Theory, Double Agent, Pandora Tomorrow y el primer Splinter Cell ya había armas, pistolas y ametralladoras entre otras, pero es obvio que Sam Fisher era un completo incompetente empleándolas. Aquello nos hacía dudar de si realmente el agente de Third Echelon había asistido al más mínimo entrenamiento de campo, y parece ser que los chicos de Ubisoft Montreal se han planteado idéntica cuestión.

En Conviction Sam Fisher es una incomparable máquina de matar. Dicho esto hay que aclarar algunas cosas, esto no es un shooter bélico en primera persona en el que podemos recibir impactos e impactos de bala sin sufrir la muerte. Está claro que el último Splinter Cell facilita el combate con respecto a entregas anteriores, especialmente en esta versión para compatibles con el combo ratón-teclado, pero no acosta de convertir a su protagonista en un superhombre blindado, sino más bien logrando que ahora sí traduzca nuestras órdenes arma en mano con precisión.

Las escenas de interrogatorio son fantásticas tanto desde el punto de vista jugable como estético. La brutalidad queda fuera de toda duda, especialmente cuando el objeto de nuestra violencia sea, por ejemplo, una mujer.
Las escenas de interrogatorio son fantásticas tanto desde el punto de vista jugable como estético. La brutalidad queda fuera de toda duda, especialmente cuando el objeto de nuestra violencia sea, por ejemplo, una mujer.

Sin embargo, y por mucho que Ubisoft se emplee a fondo en ello, el uso indiscriminado de las armas también es en Conviction la derrota moral del jugador más habitual a los títulos de sigilo. Para ello el videojuego ofrece una simulación muy seria de cómo pasar desapercibido basada principalmente en tres puntos: Los gadgets, los asesinatos sigilosos y la agilidad del propio Fisher para sortear barreras arquitectónicas y desplazarse en silencio.

En cuanto a nuestros dispositivos algunos regresan de entregas anteriores y otros debutan en Conviction. Para activarlos sencillamente tenemos que pulsar el botón hayamos adjudicado en nuestro teclado a cada uno de ellos, por defecto los números. La sensación que transmitía la demostración y los vídeos del título es que en este sentido el juego estaba algo descuidado, ofreciendo menos alternativas que el resto de la saga. Sin embargo la realidad es que hay concretamente nueve dispositivos que emplear, un número más que respetable. Lógicamente, y como es costumbre en los análisis de la revista, no los enumeraremos puesto que la agradable labor de su descubrimiento la dejamos siempre en manos del usuario; sin embargo sí destacaremos por útil la presencia de las minas con detonador remoto, la sorprendente minicámara que podemos disparar a cualquier punto para tener una nueva perspectiva de la acción o el EMP para anular durante unos instantes la operatividad de dispositivos eléctricos o incluso de enemigos.

Durante la partida obtendremos puntos que premiarán lo preciso de nuestras acciones, podremos emplearlos para mejorar nuestras armas o comprar otras nuevas.
Durante la partida obtendremos puntos que premiarán lo preciso de nuestras acciones, podremos emplearlos para mejorar nuestras armas o comprar otras nuevas.

Por lo que respecta a los asesinatos sigilosos, éste es otro punto en el que Conviction sale muy reforzado. Lo más positivo de ello es su empleo a modo de sistema de puntos para acabar con los enemigos con el sistema Marcar y Ejecutar, es decir que si matamos a un oponente con una acción cuerpo a cuerpo obtenemos puntos para poder emplear el sistema M&E. ¿En qué consiste éste? Marcamos con la tecla Q de nuestro teclado dos o más objetivos y accionando el botón E del mismo acabaremos con ellos en un instante con certeros disparos que el propio Sam ejecutará de forma automática. Además con este tipo de acciones sigilosas desbloquearemos puntos con los que adquirir armas y mejorar las que tenemos.

En última instancia cabe mencionar también que la agilidad y el componente acrobático vuelve a tener enorme importancia. Este factor siempre había estado presente en las series Splinter Cell, sin embargo en esta ocasión se dispara con momentos tan interesantes como la escalada de la fachada de los laboratorios y su posterior descenso por las entrañas del edificio. Todo ello gracias a un diseño de escenarios muy acertado que trata de explotar esta vertiente del videojuego. Vuelven los asesinatos acrobáticos desde las alturas, pero en esta ocasión mucho más espectaculares llegando incluso a saltar directamente sobre los oponentes para aplastarlos con nuestro peso. Muy en la línea de brutalidad y acción directa que muestra el videojuego en general.

El traslado del control con el pad al combo ratón-teclado debe ser tranquilizador para todos los usuarios. En algunos momentos se nota que en líneas generales el juego ha sido pensado para ser empleado con el mando de Xbox 360, sin embargo la posibilidad de personalizar las teclas a nuestro gusto nos deja una cierta capacidad de maniobra en la versión de compatibles que mitiga cualquier sensación desagradable en este sentido.

… Porque Dos Espías son Mejor que Uno
Hace ya algún tiempo que vimos el debut de aspectos multijugador en las series Splinter Cell, con mención especial al brutal trabajo conseguido en Double Agent, probablemente el momento en el que se ofreció un mejor equilibrio entre lo robusto de la campaña individual y el apartado on-line.

El mayor atractivo de Conviction residía desde el comienzo precisamente en este balance, con tres partes fundamentales para salir victorioso: Campaña Cooperativa, el Modo Operaciones Secretas y las tres modalidades multijugador. Con esto no sólo se aumenta radicalmente las horas de entretenimiento que ofrece el juego –cinco horas para superar la campaña cooperativa, cuatro más para Operaciones Secretas e infinitas para el resto de modos-, sino que se ofrece un estilo de juego totalmente diferente a la campaña y mucho más cercano a la jugabilidad de entregas precedentes.

La campaña cooperativa nos permite jugar con los agentes Archer y Kestrel, norteamericano y ruso, durante cuatro niveles completos que actúan a efectos argumentales a modo de prólogo a los acontecimientos que suceden en Conviction. Aquí podemos escoger el equipo y el nivel de dificultad entre otras opciones para jugar con un amigo a través de internet, eliminándose en la versión de compatibles la opción de hacerlo a pantalla dividida. Toda la modalidad en general resulta muy interesante puesto que, como decimos, aquí el sigilo tiene más importancia e incluso el propio diseño de los trajes ya recuerda directamente a los que Fisher portaba en el pasado.

Cuando pasamos desapercibidos bajo el manto de la oscuridad, Conviction degrada sus colores hasta convertirse en blanco y negro. Una forma muy interesante de hacer saber al jugador cuándo está en zona segura.
Cuando pasamos desapercibidos bajo el manto de la oscuridad, Conviction degrada sus colores hasta convertirse en blanco y negro. Una forma muy interesante de hacer saber al jugador cuándo está en zona segura.

Por otra parte ya deseemos jugarlo en solitario o acompañados también está disponible la opción de Operaciones Secretas, donde podremos superar los diferentes mapas de la campaña cooperativa con el añadido de dos nuevos: Aserradero e Imprenta.

Así mismo en esta interminable retahíla de modalidades hay que mencionar también Caza, Supervivencia y Confrontación. Las otras tres modalidades multijugador. En la primera deberemos acabar con todos los enemigos de cada zona siempre teniendo la obligación de pasar desapercibidos, puesto que si somos detectados el número de éstos aumentará por la llamada de refuerzos. Supervivencia, por otra parte, nos obliga a defender un punto de hordas de enemigos más y más difíciles. En última instancia encontramos confrontación donde los dos jugadores se enfrentan entre sí con la oposición extra de los enemigos controlados por la IA. Cabe mencionar antes de finalizar que hay una modalidad llamada Infiltración que se desbloquea cumpliendo ciertas características: versa también sobre eliminar a todos los enemigos sin ser detectados, y nos obligará a superar así mismo los sistemas de seguridad.

Como puede comprobarse el multijugador de Conviction es el más rico e intenso de cuantos Splinter Cell hemos visto hasta el momento. De hecho el mayor gancho del juego es, a parte de su indudable atractivo jugable, el sistema de desbloqueo por el que liberaremos mejoras para los trajes –varios entre los que elegir-, así como incrementos de calidad también en pistolas, armas secundarias o dispositivos.

Dejar inconsciente a un enemigo ya no es lo único que podemos hacer si nos acercamos a él por la espalda. Rápidamente descubriremos que los oponentes son extraordinarios escudos humanos.
Dejar inconsciente a un enemigo ya no es lo único que podemos hacer si nos acercamos a él por la espalda. Rápidamente descubriremos que los oponentes son extraordinarios escudos humanos.

Excepcional Dirección Artística
Pocos casos hemos visto en los que el apartado gráfico y artístico se pongan al servicio de la jugabilidad de forma tan excepcional como el de Splinter Cell: Conviction. El título de Ubisoft es un ejemplo sobresaliente de cómo aunar lo visual y lo interactivo para que lo primero no sólo sea un vehículo de gancho estético, sino que también apoye el patrón de la diversión.

Desde el comienzo de la producción del título saltó a la vista el ingenio del estudio galo a la hora de situar en los escenarios, por ejemplo, las instrucciones a seguir. Así si tenemos que dar caza a algún personaje escondido en su mansión, la instrucción de hacerlo aparecerá sobre impresionada sobre la fachada del edificio como si se proyectara a modo de diapositiva. ¿Qué se consigue con esto? No sólo un impacto estético formidable y una forma de hacer ganar en belleza a los escenarios, sino también el ahorrarnos tediosas secciones de prólogo o mensajes de texto flotantes en las que se nos explique de forma entrometida los objetivos de la misión.

Usar nuestra última posición conocida por los enemigos como método de distracción, disparar a los puntos de luz para crear zonas de oscuridad…  El escenario brinda infinidad de alternativas para pasar desapercibidos.
Usar nuestra última posición conocida por los enemigos como método de distracción, disparar a los puntos de luz para crear zonas de oscuridad… El escenario brinda infinidad de alternativas para pasar desapercibidos.

Y es que esta es precisamente una de las claves de Conviction, la fluidez y el prescindir de todo lo superfluo que pueda entorpecer la experiencia. ¿Otro ejemplo? Los tiempos de carga están hábilmente enmascarados con las cinemáticas, de modo que mientras estamos observando una secuencia de video el juego está cargando ya el siguiente nivel para que al terminar ésta damos comienzo al siguiente capítulo sin molestos tiempos de espera de por medio.

Este deseo por la fluidez también entronca claramente con las animaciones de Fisher, uno de los elementos más cuidados habitualmente en la saga. Sorprenderá la velocidad a la que realiza todas sus acciones el espía en Conviction, puesto que su cadencia de movimientos en episodios anteriores era mucho más lenta, sin embargo todo sigue pareciendo muy natural.

Dentro de esta misma política de entroncar dirección artística con utilidad aparece el empleo del color del juego como medida de saber si estamos bien ocultos entre las sombras o no. En otra ingeniosa decisión del título, el nuevo Splinter Cell hace lo más minimalista posible el HUD prescindiendo incluso de este tipo de marcadores. Todo se gestiona de una forma más sencilla e intuitiva: ¿No estamos camuflados por la oscuridad y se nos puede ver? El juego tiene una paleta de colores normal y corriente. ¿Que estamos ocultos entre las sombras y es imposible que nos vean? El juego rebaja el color hasta quedar sumido en un elegante blanco y negro.

En lo artístico Conviction es un videojuego sobresaliente, y su ejecución técnica está ciertamente a la altura. Obviamente no estamos ante un referente visual, y su discreta resolución lo atestigua, pero el modelado de los personajes está siempre muy cuidado –ya hablemos de protagonistas o secundarios-, la tasa de imágenes por segundo es alta y estable, las texturas son de una calidad muy poderosa, y la iluminación es sencillamente sensacional. Cabe mencionar también dentro del apartado tecnológico la sensible mejoría lograda por la IA con respecto a entregas anteriores, los enemigos son mucho más eficientes, ordenados y eficaces en su trabajo en el máximo nivel de dificultad, a pesar de que en algunas zonas a la luz del día podamos pasar a escasos centímetros de distancia sin ser detectados por ellos debido a las “exigencias del guión”.

La cooperación en las modalidades multijugador es fundamental para entender Conviction. Hay numerosas acciones y animaciones creadas para representar la colaboración entre los dos usuarios.
La cooperación en las modalidades multijugador es fundamental para entender Conviction. Hay numerosas acciones y animaciones creadas para representar la colaboración entre los dos usuarios.

La versión de compatibles es, lógicamente, superior a la de Xbox 360 en términos visuales, sin embargo también es cierto que la exigencia en PC debe ser más alta que en la consola de Microsoft y es por ello que las puntuaciones de Gráficos y Tecnología se reducen en un punto cada una puesto que a pesar de que todo está más definido y las texturas y efectos son más detallados, sabemos que el hardware de PC puede dar mucho más de sí. Por lo demás el testeo en diferentes equipos ha sido satisfactorio.

El juego ofrece unas opciones de personalización visuales razonablemente profundas, donde más allá de aspectos obvios como la resolución, el antialiasing o los filtros anisotrópicos, también podemos optar por perfilar al detalle otras características como el Renderizado HDR, la Oclusión Ambiental Dinámica, la calidad de las sombras, o los reflejos en tiempo real. ¿El rendimiento en equipos? Con una resolución de 1600x1024 en el equipo habitual medio de pruebas de redacción –AMD 4200 X2, 8800GT, 2GB Ram- hemos obtenido tasas de imágenes por segundo rondando los 30 frames con la práctica totalidad de las opciones visuales maximizadas, a excepción de las de sombras y alisado de dientes de sierra por su consumo de recursos. A en un equipo más potente armado con una GTX 260 los resultados han sido más positivos tanto en su tasa de imágenes por segundo como en la posibilidad de alcanzar el total de opciones gráficas maximizadas.

¿Por lo que respecta al sonido? Poco o más bien nada que objetar, aquí todo son buenas noticias. Un doblaje prodigioso con las voces habituales de la saga, unos efectos de audio formidables y estruendosos, y una banda sonora realmente inspirada con abundantes temas y todos ellos dotados de enorme variedad.

Convicción –Conclusiones-

Como es clásico en la saga habrá  algunas misiones de sabotaje. En ellas el C4 será  nuestro mejor compañero para volar algunos puntos de interés para el enemigo, especialmente a modo de distracción.
Como es clásico en la saga habrá algunas misiones de sabotaje. En ellas el C4 será nuestro mejor compañero para volar algunos puntos de interés para el enemigo, especialmente a modo de distracción.

El ser humano tiende a pensar en el cambio como algo negativo, y así lo demuestra el habitual empleo de la palabra crisis para referirse a algo malo, cuando sencillamente significa una coyuntura de cambios, es decir algo sujeto a evolución. Es precisamente eso lo que ha logrado Conviction para la saga Splinter Cell, un cambio, una evolución que no tiene nada de “crisis” puesto que elimina por completo el concepto de inestabilidad o falta de previsión que podría tener el término.

La nueva aventura de Sam Fisher cambia, pero lo hace para adaptarse a los nuevos tiempos. El sigilo está ahí, pero también lo está la acción; haciendo del conjunto algo mucho menos limitado de lo que fue en episodios anteriores de la saga. Si las tácticas silenciosas para pasar desapercibido no funcionan la aventura se convierte en una especie de versión en clave de videojuego del estilo de acción de las películas del agente Jason Bourne, en una fórmula que contra todo pronóstico ha sido mucho mejor captada por Splinter Cell: Conviction que por el, por lo demás, interesante Robert Ludlum’s: La Conspiración Bourne de 2008.

Algunos defectos de los juegos anteriores de la IP de Ubisoft han sido fulminados por completo. Nos referimos al recurso habitual del sistema Prueba-Error-Repetición en el que caía el juego para los menos hábiles y también, y por qué no decirlo, a la necesidad de sacar partido en el pasado de las vulnerabilidades de una IA que no solía ser todo lo brillante que hacía falta para un juego de estas características. Todos estos fallos desaparecen, y lo hacen gracias al nuevo sistema que ofrece el juego. Todo es mucho más fluido y natural. En definitiva, mucho más hábil.

Colgados del alfeizar de una ventana podremos llevar a cabo muchas acciones. Desde tirar a un enemigo al vacío hasta dispararle con impunidad.
Colgados del alfeizar de una ventana podremos llevar a cabo muchas acciones. Desde tirar a un enemigo al vacío hasta dispararle con impunidad.

Además se han introducido elementos sencillamente geniales, que con sólo unos minutos a los mandos del juego disipan cualquier tipo de reticencia que el aficionado pudiera tener sobre ellos. Hay varios casos sobre esto, pero el mejor ejemplo es sin lugar a dudas el del Marcar y Ejecutar. Muchas incertidumbres había sobre si estropearía la experiencia clásica de Sam Fisher, sin embargo tras sólo unos minutos nos daremos cuenta de su acierto y del apoyo que supone. Especialmente cuando sumamos su componente con algunos accesorios como la cámara remota con la que podemos marcar a distancia, por ejemplo.

Por si fuera poco Conviction es, de todos los Splinter Cell, el que más contenidos ofrece al comprador. Su campaña tiene una duración más que aceptable -aunque siempre oscilando en función de nuestra habilidad y del nivel de dificultad que empleemos-, y a esto hay que sumar sin lugar a dudas el mejor apartado on-line de las series: Con una campaña cooperativa muy divertida, y con unas modalidades multijugador igualmente interesantes, todas ellas basadas en la colaboración entre jugadores y con abundantes e interesantísimas dinámicas de contribución entre ellos.

Excelente

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Splinter Cell Conviction

Por: El equipo de 3DJuegos
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Conviction no es un cambio, es una evolución, pero es exactamente lo que la saga Splinter Cell necesitaba en este preciso instante. Lo que necesitaba para ser más popular, lo que necesitaba para ofrecer un imprescindible soplo de aire fresco y lo que necesitaba también para mejorar todavía más su apartado jugable. Sam Fisher abraza a los aficionados a la acción con su última aventura, pero no deja de lado a su núcleo duro: Los fans del sigilo.

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